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TOMAR LA PALABRA PENSAR Y ESCRIBIR DESDE LA EXPERIENCIA (1)-comprimido

Published by Florencia Sierra, 2020-12-15 12:09:14

Description: Docentes haciendo Escuela.
Programa Filosofar con Niñas, Niños y Jóvenes en la Escuela
Fundación La Sale Argentina

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PENSAR Y ESCRIBIR DESDE LA EXPERIENCIA DOCENTES haciendo ESCUELA

Programa Filosofar con Niñas, Niños y Jóvenes en la Escuela Fundación La Salle Argentina

alguna cita?



Puede la pregunta... ¿En qué asilo aguardan las ideas, aún sin estrenar? ¿Serán las infancias andantes quienes nos convoquen con genuina curiosidad? ¿Aún habrán partes nuestras inmunes, a tanto prólogo colonizador….? En un mundo inacabado sólo puedo contestar las respuestas que aparecen como parte del andar si se estancan en verdades sin conciencia apresarán todo cambio y posibilidades adormecidas soñarán continuando en la rutina o en pasiva comodidad. La pregunta a los supuestos una forma de empezar las conciencias se despiertan El poder a desarmar que no es suerte que esto cambie necesita otro mirar. Con tu voz y con la mía es potente tempestad, vamos ya filosofía acompaña a desandar…. Mónica Montalbetti Docente de 6° grado La Salle San Martín de Porres

La pregunta es el relámpago, es tajo, iluminación. La respuesta siempre es trueno, viene después, siempre arde y lleva sombra. Hugo Mujíca Según Walter Kohan: “(...)la infancia es eso, es una categoría política, una categoría con la que se ejerce la fuerza para dar o para negar la palabra. Creo que infante es aquel que le es negada la palabra pero la palabra en el sentido del decirse a sí mismo y no sólo con la voz, con el lenguaje hablado, el lenguaje fónico. La infancia es una categoría de silenciamiento, de empeñequecimiento, es una suerte de negación del otro…que es política, es decir es un ejercicio de poder, es una manera de establecer una relación de poder en la cual uno se atribuye el poder de darle la palabra al otro o de no darle la palabra”. ¿Consideramos a los niños y las niñas como portadores de saber? Me sorprendió mucho el último martes que pasé por su casa, tus deseos de cuidado, tan sentidos y próximos. ¿Por qué nos sorprende que los/as niños/as nos cuiden? Algo tan aprendido desde los roles se torció o se amplió en mi mirada, algo cambia en los detalles y allí un nuevo aprender. Leyendo nuestras miradas en un tiempo corto, en ese lugar…quisiera que algo se preserve y por supuesto que algo cambie. Ojalá que nos encuentren otros motivos y que guardemos eso vivido para preguntarnos: ¿Cómo transformar los vínculos horizontales en hechos pedagógicos? ¿Por qué los/as adultos/as tenemos el afán de explicar todo? ¿Por qué no dejar a los/as niños/as que utilicen la imaginación, que sean libres de crear sus propios conceptos? Dice Bárcena citando a Larrosa, educar para la capacidad liberadora es educar para ponerse en marcha, de pie, para caminar y andar, generando nuevas rutas, nuevos caminos, nuevas experiencias, nuevos mundos. “Una relación poética es una relación liberadora. Porque es en lo poético donde lo instantáneo se detiene, donde la mirada capta el instante mismo de lo que sorprende, donde la educación, en fin, abandona las viejas y actuales pretensiones de conducir la mirada del otro en una dirección correcta, previamente definida, para convertirse en el acontecimiento de una mirada compartida” (Bárcena, Orbe Larrosa, Sangrá).

Los maestros hacemos que los/as niños/as se pregunten Los recién llegados a la escuela, nos preguntan más. Los niños hacen diferentes clases de preguntas, tienen muchos por qué/s son preguntas espontáneas, verdaderas, las preguntas de los niños no están \"contaminadas \". Los/as adultos/as nos preguntamos menos y a veces ya no nos preguntamos más, ¿quizá por vergüenza? ¿Cuándo dejamos de preguntar? ¿Los/as niños y niñas se preguntan más que los adultos? ¿Los educadores hacemos posible que aparezca la pregunta, habilitamos a preguntar? ¿damos permiso? Los recién llegados a la escuela ¿traen muchos por qué? La no pregunta es silencio shhhh… Horizonte de preguntas en una tarde de octubre, con la tristeza a flor de piel, pero con espacios para la creación. Horizontes de enseñanzas, cuántos caminos de encuentros y desencuentros llevados por la curiosidad y las dudas. ¿se puede llevar a cabo en las escuelas este desafío por apostar a lo inquietante y dejar las respuestas únicas? Horizonte de preguntas. Me imagino un muro de preguntas infantiles, preguntas verdaderas, espontáneas, disparatadas, pícaras, sin respuestas, preguntas prohibidas, los mitos sobre las preguntas de los niños. La filosofía es un tiempo de preguntas y respuestas que nos puede ayudar a discernir juntos sobre el horizonte de incertidumbres que transitan los/as niños/as. ¿Cuáles son los espacios que habilitamos para la palabra de niños/as? Docente Nivel Primario La Salle González Catán Fundación Armstrong 2do ciclo Octubre 2020



Hacer preguntas y desnaturalizar Nombrar Hacer, hacernos preguntar, desnaturalizar nombrar palabras desandar palabras Habilitar momentos de reflexión sobre lo que se está trabajando, leyendo, aprendiendo. plantear dudas, pedir la palabra darle fuerza a la palabra de cada uno Poder preguntar-nos. Esas palabras arman preguntas ¿Preguntas con respuesta o preguntas sin respuesta? Preguntas para buscar… analizar el lenguaje nuestro lenguaje los modos de comunicarnos y expresar ser curiosos. Aprender a no contestar preguntas que aun no nos han realizado. ¿Qué buscamos? si buscamos… ¿es porque queremos encontrar algo? o a alguien? ¿Qué son las experiencias? ¿de quién son? Momentos de intercambio de pensares, Habilitar la palabra.¿ Qué pasaría si el tiempo se detuviera y la escuela pudiera pensarse fuera de la escuela , de ese ritmo tan estructurado? ¿Será que tiene miedo de quedarse sola? ¿La escuela que queremos y deseamos construir (y transformar) es la escuela que venimos transitando? Docentes Nivel Primario La Salle Malvinas Córdoba

Repensar, repreguntar revisar y reinventarnos en nuestras prácticas docentes. Comienzo desmenuzando tanto para imaginar, desear y apasionarse quizás, en nuestras prácticas docentes hay de qué repensar inmediato, desde lo más hondo de la inmensidad y la dimensión inimaginable de un horizonte que la infancia reclama, de a ratos pareciera que los docentes lo viéramos cómo lejos, aquello todo el tiempo. Quizás porque, algunos no sabemos leerlos en diferentes aspectos, palabras miradas y hasta una negación de algo que aquel niño no quiso o no pudo... cuánto nos están reclamando, para que su voz haga eco en el apasionado docente. ¿SINCERAMENTE VAMOS POR LA MISMA RUTA? ¿ESTAMOS TRANSITANDO LA MISMA EXPERIENCIA EN ESTE CAMINO QUE NOS UNE DE ALGUNA MANERA? Nos llaman otros tiempos, las medidas de esos tiempos son distintos en nuestras infancias, deberíamos hacernos cargo de eso, no podemos dejar pasar el tiempo de la infancia y de las experiencias que los/las atraviesan, eso también habla de una práctica docente donde el tiempo nos pone en lugar distinto o quizás igual, pero que algunos o algunas, no nos detuvimos a explorar la urgencia de la misma. Aquí encontramos donde nos invita Carlos Skliar en la siguiente cita cuando dice que “educar y aprender se hace con todo el cuerpo y con todos los sentidos” y sostiene que lo que no podrá faltar en el regreso a las aulas es una buena conversación sobre lo vivido” Apoyándonos en esto tan potente vamos a tener que dejar nuestras palabras individualistas para sumarnos y por qué no, ser parte una experiencia colectiva, donde aparecen las presencias de cuerpos íntegros, con señales que se transmiten permanentemente, es aquí donde ya un docente debe ser transformador de ese tiempo, pensando en un espacio de pensamientos y experiencias, de las cuales habrá que tomarlas para llevarlas a la vida y al mundo.

¿Será el momento de un maestro mediador? ¿Será que ya no es momento de sólo generar un espacio para filosofar? ¿O tal vez esta experiencia filosófica nos invita a pensar juntos en cada porosidad de las aulas o de la misma pantalla de la virtualidad? ¿Será que no se escucha a las niñas y niños? A nuestro humilde entender será cuestión y clave aquí la conversación y qué hacemos con lo que escuchamos, que preguntas valen la pena sostener y qué cambiamos a partir de esa escucha. Será momento de estar atentos a todos los sentidos de los cuerpos de los afectos y efectos haciendo cosas juntos. De reconocernos frágiles, pensando que educar tiene que ver con ver y cuidar el mundo de todos y no de algunos, hablando un mundo que nos involucra de una manera tan trascendente a todas las partes, maestros e infancias. Tal vez llegó el momento que el maestro debe recuperar un compromiso con un mundo distinto. Como docentes debemos buscar que las niñas/os constantemente, que ellos se conmuevan, que le implique un sentido verdaderamente significativo, hacerlo suyo y poder llevarlo a la vida, con un pensamiento crítico y empatía con los otros. El deseo casi ansioso es que nos encuentre a la mayoría de los maestros preguntándonos, cuestionándonos nuestras prácticas en un mundo colectivo, donde nos sentemos a pensar juntos con otra y otros, eso hará que genere en nuestro ser realmente una experiencia transformadora. Es la posibilidad y la oportunidad más enriquecedora que está en nuestras manos sí es que queremos transitar el mismo camino de experiencia junto a las infancias de estos tiempos. Patricia Calvo

Infancia: te busco para filosofar Aquí me encuentro ,pensando en algunas ideas donde me permito tomar la distancia necesaria para filosofar. “Tomate tu tiempo y expresa lo que sientes desde tu experiencia” Para eso es preciso buscar al niño que llevas dentro y llamar a tu pequeño interior. ¿Puede un niño tener relación con la filosofía? ¿ Estará preparado para ello? ¿Qué puede aportar la filosofía a la educación y al desarrollo de las infancias ? Los niños comparten con los filósofos preguntas profundas, como: ¿Quién soy yo?, ¿Qué hago yo aquí?, ¿Qué es la verdad?, ¿Qué es la belleza?, ¿Qué es ser justo?, ¿Qué es pensar?, ¿Cómo sé qué está bien?… En la infancia todas las formas de “sobrevivir al pensamiento” son valiosas, vas buscando y es posible pensar de otra manera. La vida nace precaria y de entrada se interesa más por las preguntas que por las respuestas...apenas nos cuestionamos, todo pensamiento puede ser de otra manera. ¿Qué éramos antes de nacer? ¿Éramos? ¿Qué significa existir? ¿Cómo es posible que yo exista? ¿Qué hace que yo sea yo y no otro? Todos estos interrogantes gestados en la rememoración del hecho de ser nacidos pueden alumbrar el surgimiento de preguntas aún más radicales ¿Qué significado tiene vivir? ¿Cuál es el sentido del mal, del dolor, del amor, de la vida? Este tipo de preguntas nos pueden parecer extrañas a una temprana edad, pero los niños se preguntan intensamente por el origen, se asombran ante él y se maravillan ante el hecho de estar en el mundo y de haber nacido en él. Y aun cuando sus preguntas no pueden formularse con total claridad, existe un universo enigmático en el que la infancia habita desde la experiencia aquellas inquietudes que viven en los claroscuros del lenguaje, entre el silencio y la posibilidad de ponerles palabras. Desde muy pequeños, están intrigados consigo mismos, con el mundo y con los demás. ¡Quieren saber y quieren jugar a pensar!

Además, se asombran de todo aquello que no entienden o les sorprende. Esta curiosidad y este asombro configuran una predisposición para filosofar. Hacer espacio a eso que nace es no conducir la voz de la infancia a decir lo que nosotros los adultos queremos que digan, es dejar que la infancia nos lleve a una región en la cual nuestros saberes, nuestro poder y nuestras prácticas ya no rigen. La infancia ya está habitada por la filosofía. Abrirnos a que la infancia también nos habite a nosotros, si nos abrimos a la infancia tenemos que desandar aquello que nos coloca en el centro de la escena como adultos, estar dispuestos a situarnos en otro lugar que no es el de las certezas, y esto es coherente con la filosofía, porque la filosofía pregunta, sospecha, descrea lo establecido. Por eso vuelvo a mi niña y le doy libertad al pensamiento que alguna vez no pudo expresarse por las multicausalidades del entorno y la invito a decir lo que piensa...así estaré asegurando donde me encuentre, un ambiente libre para que fluya el pensamiento y para que sean los niños, los conductores del espacio. Favorecer el desarrollo de una mente libre, crítica, coherente… Pensar en tomar decisiones, argumentar, deducir, construir hipótesis, relacionar, imaginar soluciones, pensar de manera alternativa… reflexionar acerca de valores, cuestionarlos y reformularse, analizar la sociedad y soñar con cambiarla, comprender, escuchar y sentir a los demás ... .es todo lo que me permito hoy. ¿CUÁNDO FUE LA ÚLTIMA VEZ QUE HICISTE ALGO QUE NO SIRVIERA PARA ALGO O PARA ALGUIEN? Deseo que esa experiencia filosófica trastoque la verdad en que estamos cómodamente instalados. una experiencia con el pensamiento, donde quienes participamos del encuentro salgamos transformados. Qué seamos diferentes y que disfrutemos del placer de filosofar por el simple y sencillo hecho de hacerlo. Pensar, nos define como humanos, pero saber pensar supone construirse como humano, con responsabilidad y autonomía, para mejorar y cuidar no solo al resto de la humanidad, sino también al resto de la realidad. Entonces sigo pensando…sigo filosofando hoy ,aquí y ahora. Caro Reina Podoroska

\"No existe una escuela que enseñe a vivir\" Charly García \"Desarma y sangra\".

Parto de esta frase y de la idea de que desde que nacemos somos un cuaderno de hojas lisas esperando a completarse, cual bitácora de un viaje por la ruta sin un destino... Esa sensación, incertidumbre, ansiedad y la frescura del viento pegándonos de lleno. Esto resume mi idea sobre la escuela y el rumbo. \"Desarma y sangra\", quizá salirnos por fuera del recorte, desarmar la escuela, los saberes se esparcen por otros espacios. Cuestionar, cuestionarse. Somos protagonistas de este viaje. Ampliamos horizontes ¿pero sólo en la escuela? Reproducir no. Mirar más allá. Limar asperezas. Resistir. Ludmila Tricarico Docente de música La Salle San Martín de Porres

La infancia, el tiempo, la escuela ¿Por qué pensar tanto? Mejor dejar el impulso salir, como el amarillo sol que nos da calor, y seguir siendo como en la infancia, volver a esa despreocupación y a disfrutar de lo pequeño, sin miedo a que la vejez nos alcance. Disfrutar de la vida en la escuela, que a su vez nos da vida... Crecer en la búsqueda de la paz por un camino que me lleve a mi lugar. Hoy, en época de pandemia, no hago otra cosa que pensar en mi infancia, en mi escuela, en los momentos de felicidad que viví en ella. Mirando hacia atrás, recuerdo mi bella infancia y lo primero que traigo a mi memoria es aquella niña jugando con sus peluches alrededor, y no quedándome quieta, reinventando, creando... Vienen a mi mente las canciones al iniciar el día, como Aurora, las de María Elena Walsh, con la Reina batata, una sensación de contención y felicidad. ¡Cuánto deseo volver hoy como maestra a ella junto a mis alumnos!

Y preguntas… ¿Qué emociones nos despierta la infancia? ¿Por qué pensamos? ¿Por qué pensar? ¿Qué nos generan los recuerdos? ¿Qué significa la palabra “búsqueda” en cada uno de nosotros? ¿Qué es la paz? ¿Pensar y desear son antónimos? ¿Cuándo un momento pasa a ser recuerdo? ¿Qué es la felicidad? ¿Cómo evocamos? ¿Por qué recuerdo solo algunas cosas? ¿Qué mueve nuestro deseo? ¿Qué es el miedo? ¿A qué tenemos miedo? ¿Qué hace que la escuela sea un lugar de pertenencia? Docentes de 3er año 2020 Nivel Primario Colegio La Salle Florida

“Encuentro con otros y otras invita a reinventarnos y aporta nuevos desafíos construir algunos modos de ser educadora lugar de escucha para desafiar la incertidumbre con preguntas. Ganas, creemos y reinventarnos Interactuar con niños/as en un lugar donde haya calidez preguntar y repreguntar(me) sobre mis prácticas, me despierta el deseo por descubrir con ellos y ellas Pensar en los desafíos que tenemos todos los días al trabajar con los niños y niñas dudar con ellos/as, de lo que creemos me animo a correrme de ciertos prejuicios. Volar con la imaginación junto a los niños/as desde otro lugar. El filosofar con niños me desafía a un lugar cálido lleno de desafíos, incertidumbres que nos invita a reinventarnos en lo cotidiano.” Docentes de 1er Ciclo Nivel Primario 2020 Colegio La Salle Gonzalez Catán Fundación Armstrong

Era una tarde de juego con mi pequeño de dos añitos. La situación: él es mamá que hace la comida y reparte para todos sus autitos, que son más de diez. Pero él sólo tiene diez deditos. Su pregunta, al no poder contar más, fue: -Uff... ¿y ahora?, ¿me ayudás?... No, no, ya está. Y siguió: -Diez y uno , diez y dos, diez y cinco... Pensar en el SABER como lo que uno debe APRENDER o pensar en el SABER como lo que uno TRAE desde su inconsciente, desde deducir, desde inventar, ¿desde crear? Desde el uso de la razón y la autonomía de poder pedir ayuda, o no pedirla para encontrar respuestas, valorar ese conflicto (en este caso no tener más deditos para contar, tampoco era la solución porque igual no sabía contar más del diez…) para ser andamiaje de ese NUEVO SABER que vino de la mano de esa angustia... ¿Ahí está la filosofía? ¿Al generar una pregunta? ¿O al pedir ayuda? ¿Van de la mano cuando genera duda, desconcierto? ¿Van de la mano cuando encuentra varias respuestas? ¿O sólo una que la género solo/a? ¿O es opuesta? Si el SABER debe ser claro y exacto, la filosofía no es cerrada. La FILOSOFÍA puede ser el SENTIDO del SABER. ¿Cómo? ¿Cuándo cuestiono lo que ya sé? ¿O lo que creía saber? ¿Cuándo se genera la intriga de averiguar algo más? Y ahí es... ¿cuándo todo saber se vuelve significativo? Eliana Docente de 6° grado La Salle San Martín de Porres

Una mirada sobre la filosofía en el aula… “…Tus ojos, esos ojos que ahora miran otros ojos que ahora miran; tus ojos necesitan los demás para saber qué es mirar y lo que miran.\" (Fragmento del poema “Ver llover” de Germán Machado) Hace unos años atrás, aunque mis prácticas docentes siempre se tiñeron con el diálogo, las preguntas y la conversación entre todos, jamás me hubiera planteado hacer filosofía con los niños en la escuela. Nada más certero y enriquecedor que ofrecer a los chicos esta posibilidad. Desde mi experiencia con la filosofía en el aula, he podido comprobar la necesidad que tenemos los seres humanos de hacernos preguntas, crear hipótesis, buscar respuestas. A través de ensayar el acto de filosofar con los chicos, ponemos en movimiento el hecho de descubrirnos a nosotros mismos y a los demás de una manera más amplia, por medio de las relaciones que creamos con el mundo cuando profundizamos una idea, la interrogamos, la ponemos en la mesa de discusión. La filosofía en el aula resulta un engranaje perfecto e ilimitado que trasciende sus puertas. Deja de ser una práctica aislada para convertirse en eje que dinamiza otros espacios. Los estudiantes y los docentes experimentamos la posibilidad de cuestionarnos desde las cosas más simples hasta las más existenciales porque entendemos que en nuestro ser más íntimo hay una filosofía natural que puede nacer cuando le damos la oportunidad. Y en este sentido aprendemos a romper con ideas y preguntas preestablecidas para concebir otras que generan muchas y diversas respuestas. Ante estas situaciones se descubre el valor de detenerse a pensar y a decir sin juicios, ir más allá de una opinión personal; de mirar entre todos, de indagar…para construir conclusiones que pueden ser colectivas o individuales. Lo importante es cómo todos nos vamos abriendo al sentido de la palabra reflexionada y al intercambio. En mi breve recorrido, pude ver cómo la filosofía en la educación primaria, da lugar a la transformación de los modos en que circula la palabra, la forma de pensar e interactuar y por qué no de sentir. Detrás de un tema disparador estallan y se suceden un sin número de interrogantes que dan pie al momento de la conversación, siendo ésta el motor que favorece el surgimiento de otras preguntas, percepciones y significaciones que calan aún más hondo. Este momento se vuelve el centro de la clase porque se propicia y entrena la escucha, la argumentación, el diálogo respetuoso y constructivo entre todos. Es la experiencia misma de aprender a crear conocimiento, de inventar, de discernir y explorar otros mundos con libertad. En estas prácticas nadie queda afuera, lo cual nos pone en contacto con la democratización de los pareceres y sentidos que cada uno manifiesta.

Y esto a mi parecer, es una de los aspectos más relevantes, porque nos ayuda a ejercitar el interés y la empatía por el otro, a superar los prejuicios, a abrir la mirada y a ponernos en el lugar de los demás. Por otro lado, tanto los docentes como los estudiantes en este ejercicio de filosofar, nos encontramos frente a ideas preconcebidas que podemos revisar y cuestionar, poniendo en juego la duda sobre lo que está dado. Comprobamos que no hay respuestas definitivas y que a través del diálogo germina una pluralidad de ideas sobre las que podemos ensayar diversas habilidades de pensamientos tales como la contrastación, la comparación, el análisis, propuestas de hipótesis, la observación y tantas otras por las cuales aprendemos a desarrollar el pensamiento crítico. Me toca vivenciar en cada encuentro, que dentro de los chicos nace una búsqueda interior más profunda en relación con las premisas y las propias experiencias que pueden expresar, decir en voz alta. Esta es una práctica que se va enriqueciendo a medida que vamos avanzando en cada semana. Se visualiza un crecimiento en la disposición de los estudiantes tendientes a pensar, concentrarse y deliberar cada vez con mayor madurez. Se crea una consciencia sobre el valor y la trascendencia de pensar, razonar y reflexionar sobre una cuestión. Desde esta perspectiva se despliega una nueva dimensión en la manera que miramos y entendemos el mundo que nos rodea y también el propio mundo. Creo además, que esto resulta inspirador en relación a la imagen de libertad que podemos percibir y al alcance que puede llegar a tener lo que pensamos, proyectamos y suponemos dentro de un contexto de análisis. A través de la filosofía se invita a los niños a salir del modo pasivo. Es increíble cómo cada uno comprometido en estas dinámicas deja de ser un espectador para convertirse en protagonista y observador que interpela diferentes cuestiones desde una manera más responsable, contemplativa, introspectiva. Este hecho a mi entender, transforma el espíritu del estudiante porque su pensamiento, sus sueños e intereses salen a la luz, se hacen visibles para el mismo y los demás. En otro sentido, asume un rol que se conjuga con los otros en la escucha, en querer comprender y construir colectivamente algo que tenga sentido superando la individualidad. Para finalizar, hoy más que nunca, en un mundo globalizado y atravesado por infinitas disyuntivas, problemáticas, dilemas, conflictos, contradicciones…la filosofía en la escuela como eje central del trabajo intelectual y reflexivo es una figura relevante y necesaria que enriquece el espíritu, abre las mentes y desarrolla el altruismo de las personas para abrazar el Universo con otra y otras miradas. Ana Gabriela Rodríguez

Ponerle algo más Salir y reencontrarse es volver siempre aquí A compartir mi rincón Ese que yo valoro Sin ser un superhéroe Sin estar en mi zona de confort Desee fuertemente tener nuevas ideas El tiempo le dio sentido A cosas que pueden volar Esas que hoy también son La extensión de mi cuerpo Gastón Colegio La Salle González Catán Fundación Armstrong

¿Por qué los adultos no miramos el tiempo como niños y niñas? Pensar en nada sería algo que muchas veces necesitaría. Desearía que no existiera la diabetes Deseo siempre tener la duda Deseo siempre ser curiosa ¿Por qué no pienso mejor algunas cosas? Las cosas siempre suceden Las más hermosas son sin querer Qué suerte que hoy la alegría tiene tu nombre y tiene tu piel La escuela es la sensación constante De aprender y de enseñar. Que el tiempo no me maneje a mi Como me guste lo quiero usar ¿El tiempo sería mejor? ¿Qué pasaría si no existiera el profesor? Adriana, Analía y Romina (maestras de 3° grado) La Salle San Martín

¿Qué puede la filosofía y la educación especial? La filosofía y la educación especial pueden dar lugar, ofrecer otras maneras de ver y de estar. Pueden permitir tener una mirada diferente a lo que estamos acostumbrados/as a replicar, puede dar lugar a lo cotidiano, a lo que otros no pueden aún ver o escuchar. Pueden habilitar el saber de otro modo. Pueden hacer ruido y volver una y otra vez, apostando a la creación de distintas miradas, dar vuelta la moneda y poner en jaque para reverlo todo el tiempo. Además pueden validar distintas respuestas si antes hubo algún movimiento e incluso generar los espacios para que esos movimientos sucedan. Pueden también, cuestionar los modos “convencionales” establecidos del conocimiento, inventar nuevos modos de aprender, habilitando la palabra de todos/as, pensando en ese “habilitar” como entidad propia, sin la necesidad de pasar a ser convergencia hacia la idea de lo “normal”. Pueden potenciar a los chicos/as para que ganen confianza en ellos/as, en lo que piensan y sienten. Permiten correr el prejuicio de que lo esperable es lo único verdadero y que está bien. Habilitar a que todos/as piensen. Existe una necesidad de hacer democrático el pensamiento, compartirlo, debatirlo, cuestionar una idea desde el respeto. La filosofía y la educación especial transitan por caminos inciertos, intentan ser pacientes con las respuestas, transitar una pausa, permitirse la espera. Ser tolerantes con los pensamientos diversos y reconocer que hay un otro con sus vivencias y su historia que dice, que pregunta, que piensa. La filosofía y la Educación especial nos permiten pensar en la flexibilidad de los pensamientos y en la necesidad de que nuestras percepciones se amolden a los tiempos de los otros/as. La filosofía y la educación especial continúan siendo un desafío para las y los docentes. Desafío que se pone en práctica, se cuestiona, y se evalúa para transformar nuestras prácticas, ricas en conocimiento y propicias para estos nuevos espacios. Docentes Nivel Primario Especial La Salle Buenos Aires - 2020

¿Qué puede la filosofía y la educación especial?

¿Alguna vez nos pusimos a pensar en qué pensamos cuando pensamos? ¿Pensamos? Habilitar esta incógnita permite poner en práctica la posibilidad de revisar y cuestionar lo aprendido, tal vez desaprenderlo y aprender algo nuevo, distinto, que puede desaprenderse en el camino de una nueva búsqueda. Cada búsqueda es el comienzo de otra distinta, de un significado o sentido momentáneo que puede transformarse en otro a medida que se continúa recorriendo un camino o varios. Pues en ese camino podemos encontrarnos con otros sujetos que nos interpelan y que nos invitan a revisar lo que estamos buscando y creyendo encontrar. Y es en ese momento cuando la búsqueda se renueva, se resignifica. Creo que este camino de búsquedas nos ayuda a mantenernos en movimiento constante, a valorar la ausencia de certezas, a notar que nada está acabado o dado de una vez y para siempre. Cuánto podemos ir nutriéndonos de ese camino de ausencia de certezas, de lo incompleto, de lo inacabado, de interrogantes, de inquietudes, de dudas y permitirse transitarlo y vivirlo a medida que se va siendo recorrido. Carla - La Salle San Martín Maestra Creativo: porque vamos creando diferentes propuestas-preguntas. Filosolano - Mariela Fleitas

Maestra Curiosa/o: porque tengo que descubrir otras miradas y otros mundos posibles. Filosolano - Hernán Molina LAS PREGUNTAS Formular preguntas es una práctica habitual, en los docentes: ¿por qué?, ¿para qué?, ¿cómo? Siempre lo hice con la intención de despertar el interés de los alumnos, verificar si comprendieron, promover la reflexión, estimular el establecimiento de relaciones entre distintos conocimientos. Desde que comencé a habitar los espacios de filosofía, me pregunté: ¿estoy creando un espacio de reciprocidad verdadero? ¿O sólo hago preguntas para escuchar respuestas como sí o no? Entonces surgieron nuevas preguntas, tales como: ¿están buenas estas preguntas? Pero eso me llevo a preguntar: ¿y qué es bueno?, ¿y qué es malo?, ¿lo que está bien para mí, también está bien para los demás?, ¿si para mi está bueno, alcanza? Y empecé a dudar… Ahora veo que cada palabra, cada oración, es merecedora de una nueva pregunta. Vivo entre dos signos, ¿? Estoy encerrada ahí y ahora no puedo salir. Laura Zamora Docente 4° grado La Salle San Martín de Porres

¿DICCIONARIO? Horizonte de preguntas: chiflete al pensamiento, camino curioso e inmenso. oportuno para el ámbito educativo y sobre todo para acompañar a las niñeces. Sin límite de tiempo ni edades. a la mano de todos Preguntaotros: El otro siempre me invita a pensar. Ese otro, distinto a mí. Me hace ver que no lo sé todo. No tengo la verdad absoluta. Me lleva a preguntarme, a buscar otras respuestas. Tiempo oportuno: Se define como ese tiempo o momento particular y singular de cada uno, una o une. En nuestra tarea educativa representa los procesos individuales, personales, o colectivos y grupales que están insertos en un contexto más amplio. Lo fundamental es mirar ese tiempo desde el respeto, que tiene que ver con habilitar o hacerle lugar a ese tiempo. El tiempo en la escuela es oportuno y debe ser oportunidad para todxs. Las crisis también son tiempos oportunos. Doble incertidumbre: No sé y cuando aprendo tampoco sé. Porque cuando reconocemos un por conocer, vamos por la respuesta. Y descubrimos nuevas preguntas y volvemos a no saber. Ese es el chiste de la educación. La pregunta, no la respuesta. Pregunta inquieta: La filosofía es un tiempo inmenso de preguntas y respuestas diversas que nos ayudaran a discernir el horizonte de incertidumbres que vi viraran nuestras niñeces. Niñez-pregunta: Los maestros hacemos que los niños se pregunten Los recién llegados a la escuela nos preguntan más. Los niños hacen diferentes clases de preguntas, tienen muchos por qué/s son preguntas espontaneas, verdaderas, las preguntas de los niños no están \"contaminadas \". Los adultos nos preguntamos menos y a veces ya no nos preguntamos más, por vergüenza. ¿Por qué algunos /as niños/as no preguntan? ¿La no pregunta es silencio? shhhh... Docentes 2do Ciclo Nivel Primario 2020 Colegio La Salle González Catán Fundación Armstrong

Infancias La infancia es una etapa de calidez.L a escuela es mi lugar, un lugar donde siempre busco y me esfuerzo por dejar huellas. “Buscalo en tu corazón”, de Los nocheros, es un tema que me lleva a la escuela, ya que me identifica con mis alumnos. Es un lugar donde todo el tiempo tengo que pensar qué decisiones tomar, y me pregunto continuamente si estarán bien. Estas decisiones me generan muchas veces alivio, pero deseo tomar las correctas. Poder aprender con alegría y transparencia. Me gustaría llegar a anciano pudiendo sentarme a un tronco de árbol , hundirme en el abismo azul de mis pensamientos y contemplar la nada, seguir un poco más y preguntarme si aquella, mi infancia, es eterna, si sigue aún en mi. Y recorrer con los ojos cerrados el patio de la escuela, y preguntarme cuál es el sentido que hoy tiene, qué respuestas puede dar, o si, esta vez, tiene que dar lugar a más preguntas. Un juguete, un libro, un globo, una idea, la magia de descubrir puede ayudarnos a crecer con cuidado y seguridad. Cómo, con quiénes, y para qué nos lo dará la relación con los otros y su despliegue de posibilidades. Atesora un arcoíris de colores brillantes. Permite entrar con impulso y sin permiso a todos lados. ¿Se puede sostener siempre la sensación de vivir esa infancia? ¿De qué bombardeos proteger la infancia? ¿Cuándo se termina la infancia? ¿Qué modos de sostener las infancias tenemos/nos proponemos como educadores? ¿Se termina la infancia? ¿Cuáles son nuestras búsquedas? Claudia Orea - Laura Ávila- Graciela Mingrone- Gabriela Raimondi Docentes 2do Grado La Salle Florida

De cómo viajar gratis en un expreso de hormigas. “Es algo que viene a veces desde afuera, que me es impuesto por algo que he visto, alguna especie de constelación de ideas que se ha creado y que me da un tema literario o algo que viene de adentro, por ejemplo de un sueño, de una pesadilla o de una asociación mental que uno tiene en la duermevela. En ese momento yo me dejo ir plenamente y escribo sin exigirme a mí mismo control sobre lo que estoy haciendo\". Julio Florencio Cortázar Es sábado, es temprano, sale el sol y tengo un cuaderno y un lápiz. No llueve, ni llueve ¿Volverá a llover? La sequía en Córdoba se prolonga ya desde hace muchos meses. La Pandemia también. En la escena aparezco con catorce, diecisiete, veintidós o cuarenta y seis años. La sequía, la madrugada, el cuaderno, el lápiz y yo estamos siempre. La escuela en este tiempo se transformó en un monstruito simpático y cansador. Una vorágine de ideas, pensamientos, elucubraciones, planes y preguntas. La reflexión en la práctica se volvió una constante, muchas ideas nacieron para resolver, para avanzar, para aguantar. Algunas no pasaron de semilla, otras fueron hierbas rastreras pisoteadas por la circunstancia, y muchas crecieron y maduraron hasta dar frutos abundantes. Muchas ideas, planes y pensamientos están ahí, agazapados esperando que alguien los escriba. -¿Para qué vamos a escribir profe?, aburre. La práctica, la estrategia, la distracción de la escritura es constitutiva de mi identidad. Es a la vez una compañera, un juego, un desafío, una forma de ser frente a los otros, testimonio, un paso más allá. Es libertad, viaje y completitud. Retomando retazos de diferentes textos armados a lo largo de mi vida podría cualquier lector promedio asomarse a ver quién fui, quién soy y con audacia profetizar hacia dónde voy. En el contenido están los datos, muchas veces encriptados, siempre acompañados de claves de lectura cómplice. Escribí disfrutando y sufriendo. Con manojos de certezas y toneladas de miedos. Abrazado a leños flotando y parado en la cima de la montaña más alta oteando el horizonte. Escribí cuando no había computadoras para escribir. Con aerosol en las paredes. Con tiza en el pizarrón de la escuela. Dibujé palabras en la espalda de alguien. Escribí sus nombres mil veces del derecho y del revés. Escribí y mostré. Leí, miré a los ojos, me ruboricé. Escribí y perdí. Escribí y gané. Viajando escribí. Escribiendo viajé.-Pa, ¿Por qué a veces no escribís?, ponete.

Tarde o temprano vuelve a llover en la estepa de mi vida. Vuelve la magia, se despegan los dedos y nace de nuevo. Un poema para vos, una reflexión para los compañeros, un plan para arreglar el mundo. Ahí tenés tres inmensos ¿Para quiénes? Y un rotundo ¿Para qué? Para hacer justicia. Escribir es demorarse en pensar, afinando las ideas para convertirlas en filas de hormiguitas danzantes acomodaditas en paisajes brillantes. Es pasarse una hora en una playa solitaria, en la parte esa de arena compacta húmeda, con una ramita toda pulida por el mar, arrancando con una comilla, deteniendo el mundo en LA FRASE que cambiará toda la historia. Y sonreír al terminar desbordado del éxtasis que sucede al acto. Veintiséis años atrás pensaba que “Tal vez es lo único que me queda por hacer, también sería oportuno no pensar más, pero, y lo afirmo rotundamente, me es imposible. Y ante la inminente realidad de quedarme solo, de una vez más ser un animalito más que no ocupa un lugar muy destacado ni en el tiempo ni en el espacio, surge la obligación de prender un cigarrillo, mirar a cualquier sitio, y elaborar conceptos tristes sin buscar soluciones a problemas que no existen.” Y lo escribí. ¿Qué leés al leerme?Profesor cuéntenos, ¿Cuáles procesos mentales se disparan potencian, nacen, recrean al escribir los pensamientos?, qué se dispara en esa cabeza. Te cuento los míos: imagino, hipotetizo, viajo al mundo de otros textos, planifico, voy y vengo, uso “la que aleja las palabras”, descarto, me enamoro de frases, corto y muevo, diseño, me canso, descanso, creo que lo tengo, no veo nada, decido, giro la perilla de la intensidad, dibujo una onda, me tomo un café o unos mates, veo el final, pongo el último punto y termino, lo leo mil veces más para autosatisfacción, y vuelvo a la vida. Y finalmente, a 5000 años de distancia, en la escena estamos sentados admirando los sembrados, los cántaros llenos de la cosecha anterior, los niños juegan, los hombres llevan los animales del corral a las pasturas. Y algunas de las mujeres, están ahí, acomodando hormiguitas para contar todo lo que ven y piensan, demorando el mundo, robándole tiempo al tiempo, creando. Mariano Herrero Colegio La Salle Arguello

Una carta.. Queridos niños niñas y jóvenes: ¿Cómo empezar a escribirles? Si pudiera ordenar un poco los pensamientos que vienen a mi mente en este tiempo podría contarles de las ganas, la necesidad de mostrarles un nuevo mundo, abierto a preguntas a cuestionarnos la forma de estar y ser en el mundo. Nos detenemos, en este tiempo ya detenido, para escribirles y escribirnos. Quisiera contarles que hace un tiempo ronda en mi cabezas y mi corazón las ganas de que miren que no solo vean, que observen, que sus mentes se abran a miles de posibilidades, de experiencias de interrogantes nuevos, que se formen para dar una respuesta crítica, ¡ojo!les contamos que es difícil que es un largo camino, pero lleno de esperanza hacia algo mejor que tiene olor a esperanza. Es por esto que los quiero invitar a caminar juntos. Creo que deseo que logren abrirse sin temor a buscar sin miedo a indagar sin presiones a ser ustedes mismos. Al observar con atención a varios de ustedes me pregunto ¿Será que no se escucha a las niñas y niños? La frase que quedó dentro mio fue “solo sé que no se nada” del gran filósofo Socrates, se preguntaran por qué, porque nos invita nos alienta a seguir buscando el saber, ese saber que es infinito que es abierto, palpable, incierto, cuando descubro, cuando conozco, siempre quiero más, a eso los quiero acercar a una búsqueda incansable de lo conocido y lo desconocido pero que sean ustedes mismos los interesados.

¿Qué haremos nosotras como docentes? los guiaremos necesitamos ser sus mediadores en este proceso les daremos confianza, herramientas, intentaremos no coartar su inmenso universo de preguntas al cual nosotros queremos entrar para verlo, saborearlo, mirarlo. Nos animamos a decir que al crecer los adultos nos olvidamos de imaginar, perdemos el gusto de descubrir, nos ahogamos en burocracia y se cree que hay una única voz, es por esto que, algunos van con el estandarte de la verdad diciendo que cuestionarse no sirve, que lo que está dado es por algo, que no hay más que descubrir que ya han encontrado y descifrado todo, y puede que sea cierto, pero están ustedes que vienen a irrumpir con su espontaneidad que vienen a darnos una cachetada de realidad, que vienen con su ímpetu de preguntas de pensamientos inquietos, donde nos queda la brillante y hermosa tarea de escuchar SU VOZ, no se queden callados. Es por esto que los aliento, que confío en ustedes, que les quiero acercar alas, que les quiero presentar un mundo diferente que quiero ver su universo, que necesitamos de ustedes para que esto se haga posible que sin ustedes nuestra tarea sería en vano, queremos revertir la situación de encasillarlos en una sola manera de pensar, queremos que sean críticos que sean honestos con su pensar que tengan fundamentos, que no todo sea un porque sí....Los voy dejando, habrá que seguir pensando ¿Qué mundo queremos? ¿Será el que está dado ó el que queda por descubrir? Hasta pronto... Lucía

¿Qué pueden la filosofía y la educación? La filosofía y la educación pueden ayudarnos a VIVIR la experiencia de aprender, a disfrutarla. La filosofía y la educación pueden abrirnos caminos para descubrir diferentes mundos. La filosofía y la educación pueden invitarnos a reflexionar en torno a nuestros propios actos, los encuentro con los otros, dónde estamos y dónde queremos estar. La filosofía y la educación pueden generar una gran potencia, si logramos complementarlas, como espacios de experiencias con otros, pensándola a ambas como oportunidades para la vida, para ese mundo que está afuera. La filosofía y la educación pueden detener el tiempo del reloj para hallar un espacio y un tiempo subjetivo y colectivo para pensar los lazos entre ambos; para reflexionar acerca de sus historias y para indagar ¿quė queremos de la escuela? Y ¿quė aporta la filosofía para ello? La filosofía y la educación pueden hacer una escuela mejor; un lugar de humanidad y encuentro. Un encuentro marcado por un “algo” especial, pensado, buscando que quienes participen puedan expresarse, escuchar, cuestionar sus pensamientos. Es un encuentro que implica darse, pero también recibir, y ello supone una apertura especial. La filosofía y la educación alimentan las propuestas didáctico/pedagógicas y promueven la espontaneidad de la pregunta. Educar con sentido…¿hacia dónde vamos?...¿Qué cultura queremos construir? Quizás una cultura que se detenga a analizar lo más obvio pero lo más útil para un diálogo abierto, profundo y reflexivo que nos conduzca a un cambio global en todos los sentidos. Es una oportunidad para repensar la escuela que queremos. Una escuela donde sea posible de pensar, de dialogar con los chicos (pregunta/respuesta/escuchar), donde se contemple, se acompañe…salir de varias estructuras. Enseñar con tranquilidad; no a las corridas…ni para cumplir o llegar con el curriculum. A veces, pareciera que la escuela se deja llevar por las coordenadas actuales, donde no hay tiempo -o si existe es un tiempo a prisas-, donde los lazos son precarios e intercambiables, donde el capitalismo es el eje central de las relaciones humanas. Una escuela donde se prepare a los alumnos para enfrentar al mundo, con otra perspectiva, con pensamiento crítico. Educar es abrir un mundo de posibilidades y creo que podemos hacerlo.

La filosofía y la educación es el camino de una gran potencialidad para desarrollar un pensamiento crítico, argumentativo con veracidad del mismo, una gran potencialidad para lograr experiencias que atraviesan desde adentro y nos prepara para el mundo de afuera. Sólo se puede dar este crecimiento con otros, juntarnos a pensar con otras y otros . “SIENTO QUE PRIMERO TE TIENE QUE ATRAVESAR A VOS COMO ADULTO LA EXPERIENCIA FILOSÓFICA” FILOSOFAR es una práctica, es un gran espacio que ofrece una oportunidad para los que se adentran en ese mundo… para hablar, para escuchar, reflexionar, opinar, construir con otros… donde nada es taxativo en “bien” o “mal”, entendido como una reacción a preguntas teóricas, escolarizadas, estandarizadas… se debe lograr un movimiento en el que la suma de las partes sea más que el todo. La Filosofía podría ser el hilo conductor de la escuela…. es como abrir una ventana y estar dispuestos a lo que ello traerá. La filosofía debe acompañarnos en la experiencia de lo vivencial para una educación más justa, más crítica y menos silenciada, debe marcar la diferencia ayudando a escuchar la voz de cada uno de los que integran la ESCUELA. La filosofía debe resaltar dentro de la escuela, para ser el camino donde la dimensión infantil sea cuidada y respetada...una oportunidad para PENSAR y SENTIR el mundo. La filosofía debe formar parte de las trayectorias educativas de cada uno de los alumnos como elemento que les permita poder enfrentarse al mundo real que los espera fuera, a forma sujetos capaces de tener una visión integral de la sociedad donde se disminuya el “tengo” que hacer o “debo” hacer para contentar al todo de la sociedad. La filosofía es una invitación a frenar y reflexionar acerca de lo que sucede en la escuela. Es detenerse en una escucha diferente…es posicionarse de otra manera, es de construirse como docente y así niños y educadores podamos pasar el aprendizaje por la propia vida… Docentes de Nivel Primario Colegio La Salle Pigüé 2020



Aprender - Desaprender Aprendí a decir y a pensar desde prácticas más horizontales, más sensibles. Aprendí a hacerme preguntas a mirar a mi equipo ¿Cuál será el verbo indicado para decir que estamos “Haciendo escuela”? ¿Acompañar, invitar, contener, convidar? Aprendí sobre cuestiones en común sobre la escucha y generar vínculo.Desaprendí la dicotomía entre la cercanía y la distancia, ¿Cómo vincularnos? Aprendí que con una pregunta abierta se puede indagar en lo que los/as chicos/as conocen; cómo piensan, qué piensan. Desaprendí que se puede aprender a ver de otra manera, el desafío es ir ganando espacios para continuar con lo que se menciona o con lo que los/as chicos y chicas traen. Aprendí modos de hacer en equipo, el desafío es pensar en relación a el rol y la función sobre lo que se espera que hagamos y lo que deseamos hacer. Aprendí, que los y las chicas hablan y les preocupan los temas que nos atraviesan como sociedad; el maltrato, la violencia y que las conversaciones filosóficas que se generaron a la distancia construyeron nuevos vínculos. Discutieron la desigualdad, la empatía que de otro modo quizá no lo debaten. Desaprendí, correrme del rol de transmisor y escuchar .Docentes 2do Ciclo Nivel Primario 2020 Colegio La Salle González Catán Fundación Armstrong

Desencuentros que nos encuentran Si pensamos a la filosofía como un camino a recorrer podemos decir que es nuestro camino que compartimos con otros y otras personas. Es un camino en el que pensamos “distinto”; las maneras y modos que estructuramos con anterioridad ya no nos alcanzan, no nos son suficientes. Necesitamos construir nuevas ideas, que muchas veces se fundan en la deconstrucción de las ya pensadas. Es aquí donde el desafío de lo incierto nos hace dudar; y surge la emoción de lo desconocido, lo aun no descubierto. Mirar esa pintura sin saber qué es y poder crear significado, escuchar esa canción y viajar a un lugar conocido o totalmente nuevo, tener que explicar una emoción usando solamente un color, poder construir junto a otros una respuesta sabiendo que no está acabada. Estas y otras experiencias nos dan la posibilidad de filosofar. Y digo “nos da”, porque somos nosotros, los educadores, los primeros que tenemos que desandar caminos. Animarnos, desafiarnos, confiar en esos caminos donde quizá la meta no se vea tan clara. Proponer esas preguntas en las que no conocemos las “posibles respuestas”. Dejar de tener “el control” de la clase y jugar junto a los y las estudiantes; imaginar, crear, proponer… La escuela, como lugar de encuentro, debe posibilitar que los caminos del pensamiento filosófico se encuentren, se choquen, se crucen, se enreden, se unan… Es el pensamiento libre lo que nos da poder. Poder para elegir, poder para decidir, poder para cuestionar. Y el pensamiento está siempre o acaso ¿Qué pensamos cuando pensamos en “nada”? Nelson Colegio La Salle San Martín

Después de leer “Un maestro a orillas del lago Titicaca” de Rodolfo Kusch, Educación popular, situada, lago VS. cohete. ¿Cómo saber que somos buenas maestras? ¿Podemos darnos cuenta de lo que el alumno necesita? ¿Qué es un aprendizaje significativo? ¿Es significativo lo que uno se acuerda? ¿Cómo impacta lo que voy a transmitir en mis alumnos? ¿Qué significado le doy a eso que enseño? El sólo hecho de que nos preguntemos si vamos por \"el camino correcto\" ya es importante. Eso nos hace repensarnos, cuestionar, aunque no encontremos la respuesta… Es valioso. La palabra orilla. No quedarnos en la orilla de lo que está bien o está mal. Docentes Nivel Primario Colegio La Salle Malvinas Córdoba

¿Qué es el saber? Aquello que me saca del libreto ¿Qué es lo que hace que una persona, una frase, una pregunta nos llegue bien adentro y nos haga sentir vivxs? ¿Es que podamos encontrar una respuesta rápida? ¿Es que haya alguna cosa, alguna palabra que me descoloca y me deja dudando? ¿Es que me muestra un nuevo camino neuronal? ¿Es que me enoja? ¿Es que me alivia? ¿Qué pasa si ese estímulo/pregunta/persona me muestra las cosas podridas que meto dentro de mis entrañas si darme cuenta (o dándome)? ¿Qué pasa si una pregunta me parte al medio como un rayo? ¿Cómo queda mi cuerpo después de eso? ¿Sigo siendo yo mismx? ¿Cuál es mi identidad ahora? La injusticia del conocimiento que nos imposibilita a tener las mismas posibilidades… oportunidades… conocer una única realidad… …Murmullo. Tal vez un balbuceo. Sombras. Constitución poética. La palabra poética es la palabra desertora. Huyó de los mecanismos de fijación a un significado, a un referente. Pasa lo mismo con el murmullo, con el balbuceo, con la sombra. ¿Puede pasar con un cuerpo? ¿Puede pasar con un cuerpo colectivo? ¿Puede ser una práctica política? ¿Una apuesta? ¿Puede pasar con una práctica pedagógica? No es, quizás, una “práctica”. Quizás sean solo gestos, uno tras otro, uno tras otro, uno tras otro, uno tras otro, uno tras otro, hasta que se convierta en libreto. Y entonces salir hacia otro gesto. ¿El saber duele? ¿El saber ilumina? ¿Puede ser doloroso saber, o refutar nuestros conocimientos? ¿Debería serlo? ¿Por qué? Si el saber resulta doloroso, ¿nos encontramos frente a una violencia/violación intelectual? En el ámbito del aprendizaje, ¿se puede respetar los tiempos para cada pregunta, para que ellas fermenten en su debido momento? ¿Hay tiempo para el tiempo? ¿Tenemos que estar “preparados” para preguntarnos, o para que desestabilicen nuestro saber con nuevas preguntas?¿Cuándo llega una pregunta? ¿Qué la llama y quién la invita? ¿De dónde viene y a dónde va? ¿Queremos seguir sus trazos?

...Quizá sea el estruendo que trae la pregunta. ...Quizá sea en el desertar del disertar que trae la pregunta....Quizá sea el darnos en el mientras tanto que trae la pregunta.…Quizá sea el todavía del tiempo que trae la pregunta.… Quizá sea el enredo de la vida que trae la pregunta.… Quizá sea el hacer lugar a las muecas de los rostros, para que hablen, que trae la pregunta.…. Quizá sea el gesto de escuchar atentamente que trae la pregunta. Quizá se trata como dice Freire de no dimitir al “saber partir”. Docentes de 5to año Secundario Especial Colegio La Salle Buenos Aires

PRUEBA 3 - CONVERTIR LAS RESPUESTAS EN PREGUNTAS ¿Cómo miramos el mundo que habitamos? ¿Lo tendríamos que mirar con más empatía y ternura? ¿Qué es la empatía? ¿Ponerse en el lugar del otrx, sentir lo que siente otrx, entender a otrx.? ¿Cuantxs otrxs existen? ¿Existen muchxs otrxs, diferentes seres, realidades y experiencias de vida?. ¿Crees que existen seres de otros planetas? SÍ ¿Cómo acompañar las diferencias? ¿Tratando de pensar qué es lo que yo considero como diferente y cuáles son mis propias diferencias? ¿Qué considerás diferente? ¿Algo del otre que me resulta distinto a lo que yo haría o pensaría? ¿Qué diferencias considerás propias con respecto al mundo que nos rodea? Todas. Ada y CarlaLa Salle San Martín de Porres

Posibilidades En la escuela uno pasa gran parte de su infancia, y tiene la posibilidad o la suerte de que te enseñen a pensar o, por el contrario, a obedecer. Cuánta libertad hay en la infancia... ¿volvemos un ratito? La infancia nos invita a pensar con creatividad e imaginación jugando con las palabras, los colores, los olores, los sabores, las sensaciones, el pensamiento... creando nuevas posibilidades que habiliten a todos y a cada uno a jugar libremente, compartiendo y creciendo. Posibilidades. ¿Todos tenemos las mismas posibilidades? ¿Cómo habilitar posibilidades? ¿Es posible volver a estar juntos para poder abrazarnos? Carina Zacai, Laura Ramos y Claudia Orea Nivel Primario 2020 Colegio La Salle Florida

Buenas… ¿cómo va? Me presento. Soy Víctor, hermano del medio (antes nació Ester, luego de mi Abigail, y sé que hay otrxs por ahí que son hermanos por parte de padre). Tuve la suerte de caer en la escuela pública :p. creo que unos de los pocos afortunados, de la barra, de haber terminado el secundario y más afortunado de haber terminado una carrera terciaria (creo que somos tres de al menos doce). Docente por convicción y no por vocación (podría discutir mucho sobre la vocación) no jugaba a que enseñaba, a que tenía una escuela y mucho menos me dedicaba a enseñar en mi adolescencia a otrxs. Tampoco soy padre por vocación pero si por elección, elijo cada día de mi vida a mis hijos Enoc Y Amir y hay quienes dicen que lo hago bien (si me preguntan seguro hay muchas cosas que me gustaría hacer mejor). Además de docente considero que soy electricista, albañil, plomero. Me doy maña con la madera, el hierro, la pintura y puedo arreglar muchas cosas. Soy bastante cercano con los ríos, los árboles, dormir al lado del rio de san marcos (no hace falta carpa). No sé hacer asados, pero puedo ser un buen ayudante, alcanzar las cosas, que el vaso esté siempre lleno. Hablando de vasos, por cuestiones de acidez me dedico solo al fernet con coca con algunos permitidos de cerveza. Ahora que me conocen… en realidad ahora que saben quién soy, más o menos y según yo. Les cuento que voy a compartirles un cuento, una historia, un relato donde además quiero animarme hacerle alguna intervención al cuento. Intervenciones que tiene que ver con la escuela, contexto pandemia, y no diré más para no expoliar.

El cuentista. De Sakí .La historia sucede en un vagón de tren a una hora de llegar a destino. Lxs protagonistas son una niña pequeña, y una niña aún más pequeña, un niño pequeño. Una tia que le pertenecía a los niños y un hombre soltero. Aquí ya podemos ver cierta premonición de que algo satírico se viene. Cuenta que había una charla entre tía y sobrinxs. La tía mayormente decía NO NO y los chicos porquè porquè… el soltero no emitía palabras. Tranquilamente esta escena podría verse en un espacio de aula. Claramente no la que queremos proponer y potenciar. Lxs niñxs empiezan a inquietarse… acá tuve que borrar porque escribí “los niños empiezan a portarse mal”. ¿Qué es portarse mal? Ya empieza hacer efecto los encuentros de filo. Uno juega con los almohadones (se ve que no son los trenes de CBA). Una niña recita la única parte de una canción se sabe. El soltero ya empieza a fruncir el ceño. Luego comienzan esas preguntas para las que la tía no estaba preparada. -¿por qué sacan esas ovejas del campo?-las están llevando a otro campo donde hay más pasto. - pero si ahí hay un montón de pasto. -a lo mejor el pasto del otro campo es mejor. ¿Por qué es mejor? Este niño estuvo haciendo los encuentros de filo… NOOO los niños y las niñas a menudo nos ponen esas situaciones. Cuestionan nuestras respuestas. Necesitan más. ¿Qué hacemos con eso nosotros? Muchas veces lo que hizo la tía. -huy!!! Miren esas vacas. -¿Por qué el pasto del otro campo es mejor? -vengan que les cuento un cuento. Entonces empezó la historia poco original y deplorablemente carente de interés de una niña que era buena y como era buena era amiga de todos y que finalmente fue salvada del ataque de un toro furioso por unos salvadores que admiraban la bondad de su carácter.

¿Cuántos cuentos de este estilo conocemos, nos contaron, contamos? ¿Cuentos para abrir otros mundos posibles, cuentos con intención moralizadora?¿Qué van hacer lxs niñxs luego de este cuento, que preguntas haríamos a esa tía? Desde luego lxs niñxs no nos van a decepcionar y comenzaron con las preguntas y comentarios que muchos haríamos. ¿No la hubiesen salvado si no fuese buena? Es la historia más estúpida que escuché en mi vida (dijo la mayor) Era tan estúpida que yo solo escuche la primera parte (dijo Cyril) Luego de esto aparece la primera intervención del hombre soltero. Diciendo que no tuvo suerte con la historia. Comienza una especie de chicaneo, un desafío, y un pedido para que el hombre soltero cuente una historia. Él acepta. Había una vez – comenzó el soltero- una niña llamada Berta que era extraordinariamente buena. El interés en los niños empezó a decaer: todos los cuentos eran espantosamente parecidos. Lo contara quien lo contara. Hacia todo lo que le ordenaban. Decía siempre la verdad, no ensuciaba, aprendía las lecciones ERA HORRIBLEMENTE BUENA. El soltero seguía contando que era tan buena que hasta tenia medallas grandes y metálicas que colgaba en su cuello. El horriblemente buena volvió a poner el interés de lxs chicxs, a mí también cuando lo leo una y otra vez. ¿Cómo es esto de horriblemente buena? ¿Cómo se puede ser horriblemente bueno? ¿Se puede ser hermosamente malo entonces? Era tan buena que el príncipe le permitió visitar su jardín cada semana. El relato sigue con unos diálogos exquisitos entre los niños y el soltero. El jardín estaba lleno de cerdos y no tenía flores. Claramente los cerdos se comían las flores. Berta se sentía tan feliz de ser la única niña que visitaba el jardín. Pensaba en eso mientras que un lobo se acercaba a buscar un rico cerdo para cenar.

Lo primero que vio en el parque fue a Berta, su delantal era tan blanco y limpio que se lo podía ver de lejos. Berta vio que el lobo se acercaba sigilosamente y pudo esconderse entre los matorrales. El lobo husmeaba entre las ramas y Berta pensaba “si no hubiese sido tan buena ahora estaría en la cuidad” Justo cuando el lobo decidió irse, las medallas de Berta empezaron a tintinear muy cerca de donde estaba el lobo. El final no se los cuento. Pero algunas intervenciones fueron: _ ¿Murió alguno de los cerditos? _ No. Todos escaparon ._ El cuento empezó mal pero tuvo un hermoso final. _ es el cuento más hermoso que escuche en mi vida._es el único cuento hermoso que escuche en mi vida ._ un cuento absolutamente inadecuado para mentes tan jóvenes. (¿De verdad? ¿Uso la palabra mentes tan jóvenes? Con mis sobrinos no te metas. No a la ideología en los trenes). _pobre mujer. Pensó él. Durante los próximos seis meses esos niños van a pedirle que les cuente un cuento inadecuado. Fin.

Siembra En todo docente hay un agricultor Que cosecha, que cuida Que espera Que sueña En todo docente hay un agricultor Que siente en el cuerpo y en la mente la labor del día Que elige las semillas al amanecer Que espera el momento Que ama En toda docente hay una agricultora Que cree en un futuro Que conoce y acepta la naturaleza, el sol, la luna, la vida; las partidas Que conoce la lágrima, el corazón y la risa. En toda docente hay una agricultora Que interpreta el canto de los pájaros y distingue el ruido de la música: Que ama y comparte la siembra Y que a veces camina sola pero de una soledad llena de sentido; Porque en el fondo sabe, siente que la cosecha desde el amor es la libertad con quien la comparte; los peques, los chicos quienes nos esperan cada día para sembrar y cosechar en comunidad, somos un nosotros en esta labranza. Compartimos preguntas y juntos encontramos respuestas. Filosolano Paula Piceda

La experiencia de filosofar con niños y niñas en la escuela es, sin duda, un lugar donde se habilita la escucha, se da la palabra, abrimos preguntas y nos desprendemos del bagaje propio para sumarnos a las ideas de otros. Filosofar es soltar, empodera lo que pensamos, nos hace dudar, nos incomoda… ¿Qué pasaría si todos nos animamos a filosofar en las aulas? ¿Estamos dispuestos a que nuestros alumnos y alumnas tengan un pensamiento libre, argumenten ideas y abran preguntas? ¿La escuela habilita espacios para que los niños y niñas cuestionen, repregunten y se movilicen? ¿Qué sucede cuando sólo enseño lo que aprendí? Poner la mirada en el pensamiento de nuestros alumnos y cuestionar ideas propias es un desafío. Enredar un poco el camino para que los niños y niñas se animen a sentir, ser, pensar, escuchar y estar de modo individual y colectivo. Posicionándose y argumentando ideas. La filosofía libera y nos enseña a dudar. Silvia Fuentes Docente de 2° y 6° grado La Salle San Martín de Porres

¿Qué pueden la filosofía y la educación? La filosofía y la educación pueden abrir caminos para pensar, repensar, contemplar y cuestionar el mundo juntos, descubriendo y aprendiendo sobre qué es esto de filosofar. Haciendo filosofía en la educación invitamos a nuestros/as alumnos/as a preguntar sobre todo aquello que las/los rodea y a reflexionar en torno a diferentes situaciones (reales, supuestas o imaginadas) buscando fundamentaciones, ejemplos y reformulaciones que continuarán enriqueciendo al escuchar activamente a los demás. Dándoles la oportunidad de encontrarse con el ejercicio de preguntar de una manera distinta, la filosofía permite ampliar la mirada de lo cotidiano y darle un significado diferente según quien lo mire. Aquí se revela la riqueza de la diversidad de miradas y pensamientos. El poder de la filosofía y de la educación es tan grande y maravilloso, que les permite a los niños y niñas ir construyendo herramientas a lo largo de todo su recorrido escolar para transformar, enriquecer aquello que los rodea. Sin buscar ni encontrar rápidamente respuestas. Aportar su mirada, sus sensaciones, sus percepciones, sus emociones y su curiosidad a un mundo totalmente cambiante, permite construir y reconstruir continuamente la realidad, permite que podamos escucharnos, para ir creando, inventando o descubriendo posibles respuestas a las preguntas que nos hacemos o quizás, nuevas preguntas.


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