CON EL CORAZÓN (1984) Hoy no sé qué sucede aquí adentro, en mi alma, aquí en mi interior. Eres mi eje, mi mundo, mi centro. Hoy llama a mi puerta, el amor. Necesito el calor de tu cuerpo, abrazarte y que estés a mi lado. Necesito decir que te quiero, y escuchar de tus labios un \"te amo\". No sé si abrir todas las ventanas y darle hoy entrada al amor. Tal vez te ame y entonces mañana, terminemos odiándonos los dos. Quiéreme mucho que quizá esta noche termine pronto y aparezca el sol. Quiéreme mucho hoy, amado mío, y deja dormir al niño que acuna en tu interior. Busca si no es conmigo, con otra, lo mejor y encontraré en un hombre, el querer que me falta. Trata de amar a alguien con todo el corazón, que de este a la cabeza no es mucha la distancia. No le des importancia tan solo a la razón, y en una última instancia, no te importe mi amor. 51
AGOSTO HUNDIDO (2017) El Amor es para valientes. Si no quieres embarcarte en él no ilusiones a la tripulación. No es un crucero de sólo diversión. Ante las fluctuaciones del tiempo quien deja el timón a la deriva es capaz de llevar un solo salvavidas, para sí. En mi navío yo asumo el mando, flotamos juntos o juntos nos hundimos, sino no te invito a navegarlo. Así, el Amor conmigo. PENÉLOPE (A LAS PENÉLOPES) ¿Cuánto puede esperar una mujer, el regreso de un hombre a quien ama? ¿Cuánto esperar los hijos que una vez, juntos se sueña, se imagina, se nos mata? ¿Cuánto frenar los años que envejece y retener el llanto? ¿Cuánto más ser Penélope? Y rechazar los hombres que se ofrece, al paso. ¿Cuánto puede esperar un hombre? El que jura que me ama, si cuando espera es duda y, desconfía y encuentra quien suavice su cama. Ayer, Penélope tejió para él. Y ella… murió de frío esta mañana. 52
BOURNISSENT, ADRIÁN \"Mientras haya poesía, habrá un destino\" Biografía Nació en enero de 1972 en el barrio porteño de Palermo y desde temprana edad desarrolló un sentimiento muy fuerte hacia la lectura, lo que lo llevó a encontrar en el género poético su pasión por la escritura. Es un autor inédito, de una especial sensibilidad a la hora de plasmar los sentimientos más crudos y a la vez más profundos de su ser y que se auto- define como un \"loco soñador y poeta\". Ha participado en un programa ra- dial, dedicado a la difusión de diversos poetas y escritores en la localidad de San Isidro y ha publicado algunas de sus obras en varias plataformas digitales, como así también ha realizado audio-poemas propios y de otros autores, los cuales fueron difundidos en radios de Europa y América Central. Es miembro de la Sociedad Argentina De Escritores (SADE) filial, Almirante Brown. Actualmente reside en la ciudad de La Plata, desde donde sigue con su vuelo, en el maravilloso cielo de las letras. Contacto: [email protected] 55
LOCO SOÑADOR Y POETA Estoy hecho de dolores y tristezas de olvidos decepciones y guerras de sueños a medio soñar y de paisajes que quedaron atrás estoy hecho de historias sin finales y principios sin comienzos estoy hecho de lunas y estrellas de infiernos e inviernos de cielos, soles y celos estoy hecho de madrugadas y calles empedradas y avenidas insomnes y de todos sus muertos estoy hecho de andares sin nortes, ni sures de buenos aires y malos aires de buenos vinos y malos hábitos 56
estoy hecho de letras libros y romances de amores fugaces y bares desiertos estoy hecho un poco de cuentos rimas y prosas estoy hecho un poco loco soñador y poeta. HEMBRA / LOBA Mente presuntuosa y arrogante de mórbidas exigencias lengua / daga veneno dulce y antídoto, aún más dulce saciaste tu sed con mis miedos y devoraste hembra / loba las carnes destrozadas y quebraste los huesos 57
con afilados colmillos y desgarraste con uñas certeras tela y piel que recubrían esta alma mía hasta hacerme fuerte y merecerte hembra hambrienta de hombre sin miedos a tus carnes y a tu mente abiertas. CON DIGNIDAD No te quedes con mi cadáver dejá que el tiempo lo ubique en su lugar dejá que se esfume que se convierta en olvido olvida las mariposas y los gorriones dejá que el viento de este septiembre se lleve las hojas de nuestro último otoño 58
dejá al invierno transformarse en primavera dejá los sueños que jamás se cumplieron dejá el olvido que logre su cometido. Dejá… déjalo ahí, donde debe estar… y volvé, por Dios, volvé a caminar libre. Ya no ves y lo decís ya no veo y te oigo el amor esquiva las baldosas que ya jamás volveremos a pisar el amor quiebra las falanges que ya no volveremos a entrelazar. No te quedes con mi cadáver dejá que en esta muerte pueda enterrarse con dignidad. 59
DESNUDO La postura encorvada tras un día agotado de soledades humanamente inhumanas y antiguas marcas talladas en un alma que le declara la guerra a sus propias entrañas. Batallas libradas a campo y corazón abierto vencedor y vencido en un mismo cuerpo valiente a la luz del sol cobarde a las sombras nocturnas de su morada amante ermitaño de la pluma convertida en sangrantes grafemas y miradas dispersas de metáforas transformadas en vuelos acariciando poemas. Silencioso y errante se va adentrando a sus cielos y demonios a sus infiernos y ángeles crucificado a sus egos resucitado a sus credos. Desnudo de atuendos, prosas y letras… desnudo… verdugo y poeta. 60
BULLÓN, ALICIA NANCY Biografía Alicia Nancy Bullón. Nacida en La Boca, ciudad de Buenos Aires. Docente de Educación Secundaria de adolescentes y adultos en el área contable. Ingresó al mundo de las letras en el año 2013 con la edición de su primer libro: “Técnica de Autoco- nocimiento”, en el 2015, el segun- do “Las 9 disposiciones de los Seres Muy Evolucionados”, en 2016, el tercero “Historia de un Ser de la Galaxia”. Y en 2020 la versión digital del cuarto “Alcyón, el amor de la galaxia”. Antología: “Sueños de Libertad”. Integrante del Movimiento Poetas del Mundo desde 2017. Participó en las cuatro Ferias del Libro de Alte. Brown. En esta oportunidad quiero agradecer a todos los que se cruzaron en mi camino y me fueron llevando de la mano hasta aquí donde me encuentro. 63
A VECES EL AMOR ES SILENCIOSO No necesita de alardes, de publicaciones de negociaciones. Sólo ama. Ama al ser que habita en un cuerpo humano, no ama su personalidad. Más allá de las apariencias, son sólo eso: apariencias. Al amor le gusta ser único, ser perfecto, ser divino, sin condicionamientos, libre, no le importa lo que digan de él, se sabe perfecto… Ama al amor que habita en cada ser. No deja de lado sus preferencias, ni sus gustos. Lo conoce, lo reconoce. Conoce la inquietud de su alma, sabe cuál fue su elección. No juzga sus preferencias ni sus actos, o sus elecciones. Lo ama profundamente y ese amor tapa todo resquicio de dolor, de angustia, de soledad o abandono. Son tan pocos los que conocen el verdadero amor que ni se imaginan lo que es. Es albergar paz, alegría, felicidad sólo con su presencia, sin preguntar, sin pedir, sin dudar, y hasta a veces sin hablar. Hablar es un don que adquirieron los humanos para poder comunicar sus pensamientos y sentimientos, pero la verdadera comunicación se da a través del corazón. De ahí nace la telepatía. La telepatía no es mental. Es energética, sólo vibrando a la misma altura se puede utilizar. 64
Al hablar de altura no se refiere a lo que ustedes conocen con ese nombre. Altura del ser, de la vibración, de la alegría, de la paz. No todos hablan ni comunican lo que sienten, pero son sus actos los que definen su amor. Al actuar dejo que el corazón se exprese y para ello no se necesitan palabras. Las palabras aturden. El corazón ama. Y para quienes creen que el corazón es un órgano mecánico todavía están por ver que nada conocen sobre él. Amen. Sin acento. Un acento, una palabra, un sonido pueden cambiar la realidad. Vuelvan a la raíz de los sonidos, de la vibración, de la energía del amor. Soy su sol. Soy Alcyón. 24 de junio de 2017 cumpleaños de mi hijo Claudio No se puede explicar lo que no se siente… Todo es ritmo. Al observar las gotas de lluvia al caer, todas son iguales. Pero aquellas que se deslizan por las hojas de un árbol tienen otro ritmo, tardan más en caer porque les lleva más tiempo hacer sentir su presencia. Mientras todas caen abruptamente, ellas se toman su tiempo. 65
Adheridas a los cuerpos de las hojas, las recorren, las bañan, las mojan, las llenan con su agua de vida. Así es con vos. Todos te ven, pero no saben si sos una gota más o la que va a dejarse caer suavemente para atravesar la vida de quien toques. No importa lo que digan, no importa lo que piensen. Siempre estás en el lugar que te necesitan. Aunque renieguen de tu presencia, saben que es diferente. Que no haces escándalos, que sólo insinúas, que mostrás, que dejás ver. Solo aquellos que tienen el alma presente pueden observar lo que tu alma expresa. Eso es lo que estás sintiendo. Que necesitan de tu presencia. Como el árbol que se dedica a fabricar oxígeno para que los humanos respiren, pero necesita del agua como sustento. Alimentar a los seres que se dedican a dar oxígeno a la vida de los demás es tu tarea. Todos los terapeutas energéticos están sintiendo el cansancio de su labor. A cada uno le toca una tarea diferente. La tuya es dar alimento a los que ya no encuentran el gusto de hacer lo que hacen porque sienten que nadie los valora. Al árbol nadie le agradece su existencia ni su labor. Al agua tampoco, pero si no fuera por el conjunto de energías desplegadas en las gotas de lluvia ni árbol ni ser humano sobrevivirían. 66
Hacer que la gota de lluvia sepa de su importancia, de su valor, de lo mucho que hace con su pequeña existencia es tu tarea. Hablar a los maestros que ya están haciendo su labor, pero nadie se da cuenta de lo grande que es. No importa que nadie lo sepa, que nadie lo conozca, que nadie agradezca, así es como mantiene el ciclo vital de la existencia. Nadie sabe cuánto hace hasta que alguien se lo dice. Esa es la valoración del ser. Sentirse útil para el otro, saber que forma parte de un entramado más grande, imposible de captar con los ojos humanos, que solo ven las formas. La energía es sutil, no puede verse. Son pocos los que la ven, pero no saben cómo se sostiene: como se mantiene... Se alimenta de amor y no todos los que realizan tareas de sanación, de autoayuda, terapias sean energéticas o no tienen este conocimiento. Al creer que todo es mecánico suele caer en la tendencia de dar recetas generalizadas para todas las gotas de lluvia. Pero algunas gotas son más sabias. Conocen bien el origen de su existencia y no se dirigen al vacío sin haber dejado huella de su paso por la hoja del árbol que se mantuvo vivo para dar vida a otros seres. Sin la gota de lluvia que cae sobre la hoja, el árbol no sabría nunca de la importancia de su tarea porque es ella quien le hace sentir la suave caricia que nadie más le da y que es recibida con amor. Así la energía aumenta y se multiplica, 67
se divide, se suma y se resta. Así es tu existencia, como números que se convierten en cifras que a su vez demuestran valores de cosas materiales o no, pero sobre todo del valor del amor con que han sido creadas y con el que cumplen su función. A algunos les tocan grandes cifras a otros pequeñas como gotas de lluvia… Que la lluvia de la abundancia bañe tu vida. Quienes te aman sienten ese valor que no es expresado en monedas sino en caricias al alma. Así de abundante es el amor de la galaxia que fue creada por el amor de un solo ser que se multiplicó en muchos, no se dividió. Se suma y se resta a sí mismo. Se quita y se agrega valor. Se devuelve, se compra y se vende. No es a otro que le paga, se paga a sí mismo. Así espero que entiendas el valor de tu tarea. Cuando sientas que ya nada tiene sentido recuerda esto: \"Todos los ríos van al mar y el mar al océano. Allí está representada la existencia de la vida, cual metáfora y representa tu existencia. Acaricia cada hoja de tu árbol, para que al dar vida recuerde que alguien se lo agradeció”. Soy Alcyón, tu creador. 11 de febrero de 2017 68
CABALLERO, PABLO LUIS Biografía Pablo Luis Caballero ya es abuelo. A los 72 ni le hacen falta 3 hijos, 12 sobrinos, ni 5 nietos para eso. Sabe nadar, tirar, remar, correr, andar a caballo, pero durante los 35 años continuos de trabajo, necesarios para jubilarse, dejó de cantar, aunque desde 2019 está contento de ser Profe- sor de Ajedrez. Claro que aún no pudo ejercer por la pandemia. Hace pininos desde el gobierno de 4 años para llegar a fin de mes, y se ayuda fabricando conjuntos de plantas artesanales con técnicas Bonsai, que vende a buen precio particular o en las ferias municipales. También ejerce el triste oficio de escritor, con alegría. Aceptado como Poeta del Mundo, son los cuentos los de su mayor agrado. Hizo también 20 cuadros con finos residuos seleccionados, limpiados y reconstituidos, entre los miles recolectados en calles, avenidas, playas y plazas de las ciudades balnearias y más importantes de Argentina, para mostrar y que la gente tome conciencia de lo que estamos haciendo con los paisajes turísticos, rupestres, rurales y urbanos. Desde los cursos de agua de las reservas ecológi- cas, la comida, el agua que tomamos, como el aire, los lagos otrora impolutos y el mar, están contaminados. La corrup- ción hasta en eso inherente, como el cambio climático ya nos agobian. 71
COMO CORTÁZAR (2001) Al fin, soy escritor de cuentos, uno de tantos, pero no el único. Recuerdo en aquel tiempo joven de elegir entre las conocidas, probar, noviar, buscar una que fuera a ser la es- posa, que encontré una chica que le encantaba leer. O al menos eso decía. Había leído a Heideguer, Shakespeare, Miguel de Unamuno, Kafka, Cervantes, pero más le gustaba Cortázar... Le encantaba leer cuentos de Cortázar. No creo que a esa edad hubiera ya leído tantos, pero estaba enloquecida con él, y como declarada admiradora del tipo, lo nombraba hasta en sus sueños. Para mí, que era por el flequillo del tío, o por su contextura fornida, su altura, o porque era prófugo, evadido, o mejor, uno más que se había ido del país, huyendo de la ideología, de las acciones comprometidas, las imposiciones, las violencias, o simple- mente del comportamiento autoritario del peronismo en el poder entonces. Pero ahora sabemos que era por no entender. O será que los policías no lo habrán atrapado a tiempo, pensé, y por eso se había transformado en voluntario emigrante, autoexiliado, contrera y declarado opositor, no en accidentado, desapare- cido ni en muerto. 72
Una postura cómoda, holgada, conveniente, que le permitía salir esporádicamente en la prensa parisina, en titulares, entrevistas, notas… que llegaban hasta sus ojos, oídos, su mente, el corazón, y vaya a saber a dónde más. Aunque era seguramente un personaje intrascendente, pues no le habían agradecido jamás por los servicios prestados, ni le habrán siquiera reclamado por los no prestados. Ni siquiera traba- jaba: él se dedicaba a escribir. O tal vez fuera por el hecho consumado de que vivía como aprendiz de refugiado político en París, esa ciudad de mitos y leyendas, de amores secretos, de intrigas, de vandálicos movimientos de intelectuales que lograban libertades que muchos ni sabíamos que no teníamos, una ciudad de delitos jamás dilucidados, de la tradicional arquitectura, salvo el ARCO de TRIUNFO, muy parecida a Buenos Aires, pero en fin, una ciudad que suelta, más que encierra, esos encantos que a las jóvenes de entonces hacían suspirar y soñar. No es que yo fuera ignorante, pero me costaba leer hasta los diarios, y apenas aprendía los nombres de políticos corruptos como para no olvidar de no votarlos. Si me anoté en la facultad, era sólo para estar cerca de ella, pues a veces en algunas materias, nuestras clases coinci- dían. 73
En esa época yo no escribía, ni me parecía siquiera un trabajo. Escribir era claramente cosa de viejos. Pero ella lo adoraba, tenía su foto grande en el cuarto, en la puerta del placard, en el escritorio, en el vidrio de la ventana… ni ha- cía falta abrir el placard. Era tal su amor por Cortázar, que lo mencionaba en cada reunión con amigos, en cada conversación que ella adrede iniciaba, hasta en clase. Cuando estábamos hablando de cualquier otro autor, inclusive de los importantes, de esos que entonces me negaba a recordar, ella encontraba diferen- cias, comparaciones, parecidos, ejemplos, que incluían tex- tos, citas, o pensamientos de Cortázar. Decir que me provocaba celos es poco. Tal vez una pócima mágica de envidia natural me cubría el cuerpo causando alérgica urticaria cada vez que la escuchaba hablar de él, pero también cuando no hablaba, porque yo imaginaba que estaba pensando en ese triste tío siempre tristemente vestido con su oscuro, arcaico, vetusto sobretodo largo. No es que yo estuviera todo el tiempo pendiente de ella, de lo que decía, de lo que yo creía que pensaba, de lo que hacía, de a dónde iba, de lo que estaba pensando hacer… Sin embargo, a veces la seguía, a distancia discreta, pero para protegerla, no sabía de qué. Aprovechaba todo ese tiempo que no me veía para mirarla, para admirarla más. 74
Era por las tardes, cuando Marisa regresaba de la facultad, de inglés, de gimnasia, o de visitar amigas, que casualmente yo la llamaba, temprano, antes de que la llamara otro, para encontrarnos, para invitarla a salir, para que conversáramos en la plaza, o en el bar más céntrico de la ciudad de Pay- sandú. Pocas veces pude visitarla en su casa: siempre había solapadas escusas o alguien para interrumpir. A pesar de mis celos, por supuesto que fundados, aunque trataba de que fueran secretos, ella asentía, nos encontrába- mos, salíamos, me dispensaba sus tiempos y yo me enamo- raba más… Entiendo ahora que mis celos, los que trascendían, los inevitables, le parecieran insoportables. No era sólo celos por ese escritor, sino también por otros desconocidos cuyos nombres de repente iban apareciendo, en los que yo jamás hubiera reparado por propia iniciativa, pero que se iban haciendo famosos gracias a ella, como Quiroga, Benavente, Pirandello, García Márquez, Neruda, Vargas Llosa, Onetti, Martí, Paz, Fuentes, Bolaño, Borges, Benedetti, Galeano y tantos otros nombres de hombres que aún sé de memoria, con los cuales se me hacía muy difícil competir. Comencé a dejarme flequillo y hasta había comprado un abrigo largo que nunca llegué a usar. Los aprendí todos, los 75
nombres de esos escritores, de memoria, pero eso a ella no la sorprendió. Quisiera saber porqué me dejó, luego de tantos meses de martirizante noviazgo, sin saber aún, ni ella ni yo, que algún día yo también iba a escribir, iba a estar en los diarios, iba a fugarme a París, desaparecido, iba a estar en un libro, aun- que fuera sólo por parecerme, a ver qué pasa. 76
CAMPOS, RUBÉN DARÍO Biografía Rubén Darío Campos de Longchamps, partido de Alte. Brown. Docente. Participo en Sade (Sociedad Argentina de Escritores) filial Alte. Brown. Participé en la anto- logía literaria: “Sueños de libertad”. Edición 2016. Con 6 poemas. Certamen Esteban Agüero. Tres años consecu- tivos En la feria Internacional del libro en la rural, en el stand y en las salas leyendo mis poemas. En los años: 2017/18 y 19. En el encuentro internacional de escritores y poetas del mundo, en el año 2017, en el encuentro nacional de escritores. En el año: 2019. En ambos, recibí diplomas, por mi participación. En la exposición de poemas ilustrados en 2018/19. 79
COMO EL RÍO El río que nace en la cima de aquel monte. Recorre el sendero, inundando el valle. Desemboca en el mar, mezclándose con aguas de otros ríos. ¿Por qué el río no baña mis orillas? Se refleja tu rostro que me provoca. Si pudiera bañarme en aquel río. Sentir la frescura de tu ser cuando me moja. Saciar mi sed, bebiendo gota a gota del agua que brota de tu boca. Ser arrastrado por tu corriente, sin importar donde desemboca. Morir en el mar, mezclado con aguas de otros ríos. Mezclado con agua de tu cauce. ¡Romper con un salto, la roca, y ser el manantial que emerge de tu boca! 80
ME IMAGINO Me imagino, caminando a mi lado. Tomándome de las manos. Sentir tu susurro a mi oído, que me enamora. Tu sonrisa que me cautiva. Me imagino, besar tus besos. Respirar de tu boca. Sentir tu piel debajo de mi piel. Ver mi imagen que se refleja en tus pupilas. Me imagino, nuestras almas entrelazadas en una sola caricia. Solo el hecho de ver tu rostro me provoca una sonrisa. Me imagino que amas mis silencios. Ser pasión entre tus brazos. Que despiertas a mi lado en mi lecho. Que me cuidas, cuando me enferme. Morir entre tus brazos. Sobre todo, ¡amor mío!, me imagino, que aun cuando esté muerto, te seguiré: ¡Amando! 81
QUIERO GRITAR TU NOMBRE Quiero gritar tu nombre, a través de la ventana antes que llegue el alba. Con las primeras luces de la mañana. Así las aves comprendan, que aún no muere el alma. Quiero gritar tu nombre a través de la ventana, antes que llegue el alba, para acallar las penas que provoca tu ausencia. Quiero ser parte de tu existencia, para conocer tu esencia. Quiero gritar tu nombre a través de la ventana, con las primeras luces de la mañana, así podre besar tu boca, con mi alma enamorada. Quiero gritar tu nombre, con las primeras luces de la mañana. Así las aves comprendan, mi alma enamorada. Quiero ser parte de tu existencia, para conocer tu esencia. Para gritar tu nombre a través de la ventana, antes que llegue el alba, con las primeras luces de la mañana, así podré besar tu boca, ¡con mi alma enamorada!... 82
NO TE ENAMORES DE MI No te enamores de mí porque mis besos queman. No te enamores de mí, porque me embriagaré con el néctar de tus labios. No te enamores de mí porque soy el dueño eterno del silencio. No te enamores de mí, porque soy, ya lo sabrás. Soy el que vio nacer a una estrella. Soy al que una galaxia, le regalo su esencia. Soy amigo del viento y las tormentas. Soy el que desgrana las rocas de las montañas. Soy el que constantemente da la vuelta a la faz de la Tierra. Soy el que compartió el esplendor de los egipcios y la caída del Imperio Romano. Soy el que presenció las atrocidades de las guerras. Soy el que acompañó a las madres por los desaparecidos. No te enamores de mí, porque veo en tus ojos que ya lo sabes. No te enamores de mí, porque soy, te diré la verdad: ¡Soy el tiempo! 83
MI ALMA, TE ACOMPAÑA, TE BESA Y SE VA Al llegar el alba, la rosa perfumada, mi alma enamorada con la brisa sosegada te acompaña, te besa y se va. A orillas del río, tu imagen reflejada encandila a mi alma, que la seduce, la arrastra en su corriente, que desemboca en tu boca que tanto me provoca. Al atardecer, cuando llega el lucero, mi alma regresa a mi ser, que con un suave susurro al oído, le cuenta sobre la dulzura de tu boca. Que tanto, que tanto me provoca. la acuno entre mis brazos, como niña mimada, para que vuelva a soñar con el perfume de tu boca, que tanto, que tanto me provoca. Al otro día, todo vuelve a comenzar, la rosa perfumada, mi alma enamorada, con la brisa sosegada, te acompaña, te besa en la boca, y se va… 84
FARÍAS, PATRICIA Biografía Patricia Mónica Farías, nació el 15 de julio de 1968 en la localidad de Avellaneda, Buenos Aires. Vivió sus primeros años en la ciudad de Quilmes, en 1973 su familia se radicó en la localidad de Florencio Varela donde cursa sus estudios prima- rios es allí donde comienza a transitar sus primeros pasos en el mundo de las letras. En la actuali- dad vive en Claypole, cuidad de Almirante Brown. Graduada en Ciencias Sociales e Historia, Tecnicatura en E.C.G y tecnicatura Universitaria en Trabajo Social, actualmente estudia Licenciatura en trabajo Social en la Universidad Arturo Jauretche. Presidenta de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial Almirante Brown, integrante de PAAM (Poetas Ar- gentinos amigos de Marruecos) un proyecto impulsado por el señor embajador de Marruecos en Argentina, Fares Yassir, miembro del Consejo Federal Consultivo de la So- ciedad Argentina de Escritores, integrante del Movimiento Poetas del Mundo. En el año 2019 fue seleccionada entre las 100 mejores escritoras de Iberoamérica y El Caribe por la editorial Hispana US de Estados Unidos. Participó de varias antologías entre ellas “Mi madre es una Rosa”, “Antología Dorada Invernal (Vivaldi 2019)”, “Sueños de libertad”, “En las huellas de Hudson”, “Versos Nocturnos”, “Poetas Argentinos Amigos de Marruecos”. 87
CUANDO TÚ REGRESES Cuando tú regreses me encontrarás de pie bajo el almendro disfrutando la belleza de las plantas. Y el aroma de las rosas, qué ahí florecen, abrazaran al fin mi triste alma. Renacerá la magia en las mañanas será todo alegría a nuestro paso y aquel ave que enmudeció cuando te fuiste, volverá a deleitarnos con su canto. Caminaré hacia ti, sin prisa alguna, alejando mis temores al fracaso con el corazón sonriente y predispuesto, cuando regreses tú, mi dulce amado. 88
LA DESPEDIDA Y habiendo querido como te he querido, dejaste mi vida librada a la suerte, rompiste los lazos de un amor tan grande; ¡Amor tan profundo! Nunca ha visto nadie. Y cerré los ojos, apreté mi grito, perdí en un segundo Todos mis sentidos. Tomaste mi mano, besaste mi frente, dijiste a mi oído, no puedo quererte. Y escuché tus pasos alejarse lento, llevando contigo mi único sueño me quede sentada, inmóvil, herida sintiendo el vacío de tu despedida. 89
CON DULZURA Me gustaría un amor con sabor a hierbas frescas, que aromatice a su paso, suavemente mis caderas. Me gustaría un amor silencioso y en secreto, que entre mis pechos deslice, la miel de sus labios gruesos. Un amor de pan de leche sazonado con vainilla, que deje en mi piel cansada el calor de sus caricias. Un amor de frutos rojos que reviva mi sonrisa, que descubra mis secretos, que renueva mi alegría. Me gustaría un amor colorido y con matices, un amor de caramelos de aquellos que ya no existen. 90
SIN TEMORES No temas poeta si quieren callarte tu pluma es espada, es fuerza, es arte. Que tu voz se alce como cantó al viento, como melodías, como mar inquieto. No temas poeta busca un canto joven dibuja tus versos, de vivos colores. No temas poeta porque tus recuerdos, quedarán plasmados, perpetuo en el tiempo. 91
A MI MADRE Nació en Mayo… cuando los árboles cambian su follaje cuando las hojas caen. Cuando se visten de espigas los trigales, cuando queda atrás la primavera y el invierno prepara su abordaje. Nació como una más, como otras tantas, con un rayo de ilusión en su mirada capullo de bondad, luz de esperanza, la que en mayo nació, mi madre Amada. 92
LLAURADÓ, SEBASTIÁN IGNACIO Biografía Llauradó Sebastián Ignacio, escritor argentino, nacido el 11 de julio de 1968, en Buenos Aires, vive en Adrogué. Publicó relatos, cuentos cortos y poemas. A los 28 años comenzó a escribir de manera casual, ingresando así, al mundo de las letras. Tras un largo período ale- jado retomó la actividad. Incursionó en la novela “Un extraño despertar” (su primera obra sin editar) y luego en la poesía desde el 2010. Comenzó a presentarse en diversos concursos sin éxito, hasta que en el año 2015 participó en la ROI (Recopilación de Obras Inéditas) de la editorial “Dunken” –Buenos Aires, Argentina–. Allí tuvo su primera recompensa. Una poesía fue seleccionada para la edición de un libro de antologías. El 22 de mayo de 2016 la editorial \"Dunken\" presentó el libro “Vínculos” con su poema “Contacto visual”. Meses después realizó una clínica literaria en dicha editorial y nuevamente un poema suyo fue escogido para integrar una segunda antología \"Poetas Contemporáneos” en la que 95
participó con el poema “Infancia robada”. La presentación se realizó el 27 de agosto del 2016 en la editorial “Dunken”. En diciembre del 2016 se realizó la presentación del libro \"Signos\", de la editorial “SERseres”, -Buenos Aires, Argentina- donde participó con 10 poesías. En marzo del 2017 participó del concurso \"El hogar de los cuentos\", de la editorial “Dunken” –Buenos Aires, Argen- tina–. Su cuento \"Hoy no\" fue elegido y seleccionado para formar parte de la antología de dicho libro. En marzo del 2017 participó del “Concurso Internacional de Novela Contacto Latino”, siendo seleccionada su novela “Un extraño despertar” como una de las mejores 25, de más de 400 novelas presentadas a dicho certamen, con la editorial “Pukiyari” de Ohio, Estados Unidos. En abril del 2017 participó del III Concurso de Poesía Erótica \"Erotismo poético\", de la Editorial \"Diversidad Literaria\" -Madrid, España-, donde su poesía \"El amor\" fue elegida y seleccionada para conformar dicha antología. En mayo del 2017 participó del concurso de microrrelatos \"Inspiraciones nocturnas\", de la Editorial “Diversidad Literaria” -Madrid, España- y su relato \"Mis 70\" fue selec- cionado y elegido para la edición del libro de antologías. El mismo año participó del concurso literario de poesía, “Nuestros mayores” de la editorial “El muro del escritor” España, con el poema “¿Dónde están?” en el libro “Entrega”. 96
También en 2017 participó del concurso literario “Una flor para ti” de la editorial “TLC” de España, con el poema “Regalo único”. En diciembre de 2018 recibió una mención de la “Funda- ción Itaú”, -Buenos Aires Argentina- por su participación en el concurso “Cuento Digital” con el cuento “La luna de los deseos” en octubre de 2018. En diciembre del 2019 obtuvo el segundo premio en el concurso literario de la SADE (Sociedad Argentina De Escritores, filial Almirante Brown) con el relato “¿Culpable o inocente?”. En diciembre de 2019 participó del VI Encuentro Nacional de Escritores “Al pie de la letra” de S.A.D.E. Argentina, en la ciudad de La Plata, Buenos Aires, Argentina. En junio de 2020, siendo el año del General Manuel Belgrano, cumpliéndose los 200 años de su muerte, parti- cipó en una antología en su honor con el poema “¡Ay, patria mía!”. En agosto de 2020 su poema “A veces”, fue elegido para conformar una antología poética entre escritores de la SADE de Argentina, conmemorándose el día del lector. En enero del 2021 participó de un encuentro mundial de poetas con sede en Roma, llamado voci dal mondo. Allí presento su poema “La pluma del poeta”, en la antología “Transiti poetici”. 97
CULPABLE O INOCENTE Apenas me siento a pensar con el adormecimiento de la tarde. El invierno está por llegar. Las últimas hojas caen como balas al suelo acolchonado. El único reducto para ver el cambio de estación es la pequeña ventana orientada al sur con barrotes, que tiene la celda. Afuera las gotas aplauden el agua y estallan contra la tierra reseca. El frío abraza mi piel cuando mojo mis manos, mientras la lluvia las acaricia. Lava mis penas, limpia mi alma. La cárcel me ciega y nubla mi mirada. El tiempo es la eternidad que tengo para pensar en mis actos pasados. Lo he matado es cierto, y con él, la vida se ha llevado todo cuanto he tenido. Mis lágrimas caen en el charco y se diluyen en agua celestial. No soy digno de vivir. Si no hay amor... ¿Cómo se vive? Antes podía pensar, sentir, amar. Lo negro de la muerte poco a poco, arranca a girones los despojos que sobran de mi cuerpo. Nada será lo mismo. Lo eterno es efímero y lo temporal durará por siempre. Si me preguntas cómo me siento. Te diré... he enloquecido. Si matas, no destruyes una vida. Por error desarmas una familia, creas odio donde amor había. Todo acto acarrea consecuencias. Los míos, me consumen día a día. Hoy cargo con pesar la muerte de Robert Aasgard. Recuerdo claramente aquella noche. 98
Londres, febrero 27 de 1819. Cuarto de hora para la medianoche. Volvía de cenar con mi amigo y colaborador, Sir William Lotton. La niebla cubría las calles. Como almas del infierno se deslizaba por el empedrado y desaparecía en las rejillas de ventilación. Podría decir que estaba solo en la calle. El silencio era ensordecedor. De repente un hombre me voltea, caigo al piso, y en segundos, me despoja del reloj y mi dinero. Se incorpora y desaparece. El golpe en mi cabeza me mantiene aturdido un instante. Logro levantarme y perseguirlo. El sonido de sus pasos apresurados lo delata y grito. —¡Ayuda!, ¡ayuda! ¡me han robado! —nadie responde. Las pocas luces de las casas oscurecen con mis gritos. Tropiezo, y al caer encuentro un arma. Seguramente se le cayó en el apuro. Giro el tambor, con asombro me doy cuenta que está lleno. Lo persigo, lo tengo a mi alcance. Dobla a la derecha en la siguiente esquina, y mis pies pisan su sombra. Me detengo y grito... —¡Alto o disparo! Mi corazón se sale de sus fauces por la persecución y mis ojos empapados de sudor no me dejan divisar bien al ladrón. La noche está cercada por edificios de poca monta y la ciudad duerme el mejor de sus sueños. —¡Alto o disparo! —repetí, con voz seca y asustada. Mis palabras retornaron a mi boca, cuando el ladrón giró sobre sus talones y una sonrisa socarrona se dibujó en sus labios. 99
Mi furia era tan grande ante su indiferencia que le vacié el arma hasta que el humo del cañón quedó estancado en el aire. A través de la niebla, que en ese momento había crecido de altura, se podían ver los agujeros que las balas habían hecho en su trayectoria. Divisé el cuerpo de un hombre caer en la calle como plomo. Mientras me acerqué oí gritos, el llanto de una niña cubría el cuerpo inerte de su padre. Mi rostro fue pasando de la certeza al desconcierto. Vi la sombra del ladrón perderse en la oscuridad; al mismo tiempo una mancha de sangre llenaba los surcos del empedrado. Caí de rodillas a los pies de esa niña desconcer- tada, arrojando el arma lo más lejos que pude. En el tiempo que me llevó salir del trance del shock, la policía había esposado mis manos temblorosas. La niña, con su mirada fija en mi culpa me escudriñó de arriba abajo, obligándome a bajar mis ojos llenos de vergüenza, pidién- dole un perdón infinito. Lo sucedido después fue tan rápido, que no logro recordar nada. La habitación donde paso los últimos momentos que a mi vida le restan juega con mi locura como un mago con el público. La lluvia sigue tragándose la tarde cortando el aire con furia helada, y la mirada de antaño muere conmigo en un llanto ahogado. Francis Atwood, médico y asesino de un inocente. 100
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