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MALVINAS 40 AÑOS

Published by normilenaruiz, 2022-04-10 13:39:11

Description: MALVINAS 40 AÑOS

Keywords: MALVINAS,VIVENCIAS,HOMENAJES

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Silvia comenzó a escribir año 2006, al jubilarse. Concurre al taller literario coordinado por Héctor Vigna en la Municipalidad de Ituzaingó, desde hace varios años. Otro taller en la actualidad: Mireya Rosas. Otros talleres con anterioridad: María Amelia Diaz, Alberto Ramponelli. Libro publicado en 2019: La pobre Blanca y otros cuentos. 151

Ediciones iNSomnes Sacrificio por Malvinas Unos locos se llevaron a nuestros jóvenes para saciar su sed de triunfo. Creyeron que, los que se sienten dueños de Las Malvinas, se las entregarían espontáneamente. No fue así, tuvieron cruentos combates. Los isleños se beneficiaron después del conflicto: despertaron al León, quién tomó conciencia de sus existencias. Al contrario, los argentinos que decidieron la guerra sólo nos llevaron al dolor extremo. Sí, nosotros tuvimos únicamente dolor y más dolor. No sólo por los que murieron, cuyas almas habitan en un trocito de esas Islas, sino también por los que regresaron, a quienes se les incrustó en sus conciencias el horror de una guerra. No hay consuelo para todo esto, sólo podemos home najearlos para demostrarles que, a pesar del tiempo transcurrido, los tenemos en nuestros corazones y siempre serán: NUESTROS HÉROES. 152

Mirtha Reside en su ciudad natal, San Fernando del Valle de Catamarca, donde se desempeñó en la docencia hasta que, al jubilarse, se abocó a su dormida vocación de escribir. Participa activamente en Encuentros de Escritores y certámenes literarios en poesía y narrativa. Últimamente ha incursionado exitosamente en el camino de las trovas. Integra más de una treintena de Antologías compartidas. Ha publicado CATÁLOGO DE CATAMARQUEÑISMOS, El Habla popular de los siglos XX y XXI (2010) y ENHEBRANDOLA VIDA (poesía y narrativa. 2018). Contacto con la autora: [email protected] 153

Ediciones iNSomnes Gloria y Reivindicación Quiero recordar al héroe A ese pichón soldado Que de la cancha de fútbol Pasó al fatal campo armado. ¡Ay muchachito conscripto! La actualidad te ha olvidado, De imberbe a hombre curtido Convertido de un porrazo. Reivindico hoy tu grandeza, Tu estoicismo ante el pavor, Rugiendo estaba tu estómago De hiel hambre y desazón, Aterido por el frío Soportando tal horror, Poniendo el pecho a las balas Con coraje y con valor, Sepultando al compañero Con entereza y dolor. En verdad, único guerrero En la trinchera y el barro, Cumpliendo rotunda orden Del gran coronel de grado. ¡Respeto y gloria por siempre De la Patria al Gran Soldado! 154

Liliana reside en San Salvador de Jujuy, ciudad capital de la prov. de Jujuy, Argentina; es Presidente de la Academia Argentina de Literatura Moderna-filial Jujuy- Embajadora de la PAZ, en varios Ámbitos Literarios .Pu blica en revistas y páginas en antologías de Argentina y del exterior. Durante la guerra de Malvinas realizó recitales de poesías y música, para donar elementos a los soldados de Malvinas. Participa en Antologías de Argentina y del Exterior. Contacto con la autora: lilianadelavega6gmail.com. 155

Ediciones iNSomnes Mi Niño de Malvinas Niño querido, partiste cubierto de celeste y blanco los colores de la Patria. Partiste, con tu inocencia al mar desconocido, trepaste con orgullo. y tomaste el timón de la Fragata. Te hirió el frío la nieve en las barracas el hielo cegó tu mirada Niño querido, te fuiste con nombre y apellido y en la cruel oquedad de la isla te cubre un mármol frío y una cruz blanca . Que no cuentan tus sueños, ni esperanzas del regreso, tampoco tu heroísmo de espuma celeste y blanca. Mi niño héroe Mi niño querido!, mi niño de Malvinas. 156

Ángela del Rosario es maestra de grado, reside en Santiago del Estero, Argentina. Participa desde el año 2016 en distintas convocatorias literarias con escritos líricos y narrativos, que han sido seleccionados e integran variadas e importantes anto logías. Obtuvo diversos reconocimientos a nivel provincial, nacional, internacional. Continúa formándose y capacitándose en su área laboral. Blog literario: https://angieledesma.blogspot.com/ Contacto con la autora: [email protected] 157

Ediciones iNSomnes Sueños Islas Malvinas tierra testigo de sueños truncos, de vidas arrebatadas, de sombras que enceguecen, de lucha y coraje. Islas Malvinas un año -1982- es tu historia, y tan nuestra, es llanto, es un nombre y su valor, es una página triste. Hoy quiero rendir homenaje a cada mancebo que por ti brindaron su tierna vida por ver en sus manos tu soberanía. Islas Malvinas cuántas veces siendo niña escuché fervientemente decir que: “fueron, son y serán argentinas” y en ese anhelo flamea vivamente la esperanza. 158

En sus Ojos Que hay en los ojos tristes de un soldado que miran a través de su propia imagen lo que quedó en su memoria. Yo no me imagino el dolor que vivieron ni lo que fue antes ni lo que fue después. Con las Malvinas en su mente, en su corazón, esa tierra que pisaron dejando su huella, su hombría, su honor, sus temores. Sinceramente me inquiero ¿el mundo tiene un lugar para ellos?, ¿que los reconozca?, ¿que los cobije? Solo sé que ningún joven puede padecer olvido menos indiferencia. 159

Ediciones iNSomnes Hoy conozco, abro mi mirada, abro mi ser para comprender que hubo un tiempo en que soldados, todavía niños, cargaron su cruz. 160

Pedido Por favor yo quisiera que no olvidemos, junto a los niños y jóvenes que alguna vez hubo un conflicto, que hubo soldados, aquellos valientes imberbes, aquellos que pasaron hambre, frio, miedo… Por favor yo quisiera que escuchemos a quienes dieron y dan testimonio de sus experiencias, que mencionan a sus camaradas, que no nos hablan de enemigos porque la mirada cambia cuando dos posiciones se entrelazan… 161

Ediciones iNSomnes Por favor yo quisiera que en nuestro homenaje a los veteranos y caídos en Malvinas pidamos por la Paz, por los jóvenes porque el mundo sea para todos con la invasión del diálogo y los acuerdos. 162

Si Hubiese Sido Diferente Saben que yo no puedo impedirme mirar atrás, a un suceso importante para nuestro país. Sigo preguntándo me por qué hay hechos que se tiñen de sangre. Recuerdo que en la escuela primaria los actos, aunque no me llamaban la atención, quizá porque a mi edad una circunstancia así era lejana, hablaban de soldados, habla ban de las islas Malvinas, de los chicos de la guerra. En la escuela secundaria ya finalizando el último año, -y hoy corre por mis reminiscencias-, nos enseñaron de una forma exhaustiva nuestra historia argentina. Hace más de dos décadas. También con el tiempo leyendo, viendo, escuchando a sus protagonistas a través de los videos en YouTube, de sus testimonios en la televisión, y en otros medios de información, me fui interiorizando más de este tema que me duele, la guerra de Malvinas. Cavilando que todo hecho bélico es injusto y que no tolero la lucha armada. Saber que adolescentes fueron a combate sin estar preparados eficientemente, con arma mento obsoleto, padeciendo el frío y el hambre, los que quedaron allá y los que volvieron, me hizo estrujar el corazón. Los que quedaron allá, los que defendieron y dieron su vida… los que volvieron con las cicatrices no solo físicas 163

Ediciones iNSomnes sino en el alma… los que no pudieron aún con el paso del tiempo borrar esta pena. Me interpelo si hubiese sido diferente. Hijos que crecieron sin conocer a sus padres, esposas que esperaron esperanzadas, familias a las que el destino les cambió la vida, ¿realmente era necesario generarles un daño irreversible? Una asignatura pendiente por muchos años para la sociedad. No solo la de aquel momento, sino a la de ahora. Creo que es esencial reflexionar sobre lo que pasó y que nunca más una guerra sea la solución. 164

Norma Iris es Maestra Normal Nacional (pensionada) Certific. de Lengua y Literatura Italiana Dante Alighieri. Beca Dante Alighieri 1999 (Florencia- Italia). Formación del Escritor Coordinadora del Taller Litera rio (EMAC 2021). Publicaciones en antologías: Sade Noroeste Bonaerense 1994, Premios 2001 del Instituto Cultural Latinoamericano; Premio Nacional de Literatura 2004, Distrito Tres De Febrero; en revistas: Ser En La Cultura Mutual Universitaria de San Martín, Buenos Ai res; El Caldero y Huella. Cuentos Infantiles 1999. Colec ción Pirámide (para enseñanza de la Lengua Castella na); Editorial Victory Productions, Massachusetts Esta dos Unidos El Último Sol(novela 2007) auspiciada Por la Municipalidad de Tres de Febrero; Escrito Con Sangre 2015 en colaboración. Juguemos en el Bosque 2016 en colaboración; Voces en el Desierto novela 2013. Cenizas en el Río poemario 2018 Premios y Menciones: Entre los más importantes: Primer Premio del Concur so “Premio de Literatura Tres de Febrero 2017”en Poesía y Segundo Premio en el “Concurso Literario Rondini” (cuento) auspiciado por la Secretaría de Cultura y Educa ción de Rosario y por el Consulado General De Italia de la misma ciudad. 165

Ediciones iNSomnes Cielo Sin Luna Si, parecían fuegos artificiales en un cielo donde la lu na apenas se veía. Y yo estaba ahí, sintiéndome como un miserable insecto, adentro del pozo y mojado hasta la cintura. Y la noche ardía; y me ardían los pies y las manos, crispadas sobre el fusil. ¿Cómo había llegado hasta ese agujero? ¿Dónde estaban mis compañeros? Cerraba los ojos y Lucía intentaba apoderarse de mi mente, pero su rostro era una mancha oscura, sin ojos, sin nariz, sin boca. Lucía era la muerte que rondaba. Y los gritos a los lejos, el tableteo de las ametrallado ras y el silbido de las bombas que caían a mi lado. Y mi soledad en ese manto de turba desconocida. Después el silencio y la luna que ganaba el cielo; y las sábanas blancas, y el olor a desinfectante, y la ventana abierta por donde, otra vez, la cara de una Lucía descono cida se asomaba. Sólo mis manos tienen memoria de su cuerpo. No pue den verla mis ojos . Sobre la cama ha dejado su alianza. La palpo, la recorro con mis dedos, la huelo. Aún conser va su perfume. En mi oscuridad, un rostro sin facciones me alucina. 166

Plegaria de una madre Señor, yo que soy madre y sentí el calor en mis brazos de un hijo que ya no es mío sino tuyo, te pido, aún dentro de mi dolor, que perdones a aquellos que sin saber ni pensar hicieron que se abriera para mí, esta noche sin estrellas Haz que a pesar de este sufrimiento siga creyendo en el sol que brilla abriendo nuevos caminos, y en el canto de los pájaros que te alaban. Abre los corazones de los hombres y conmuévelos hasta sus fibras más íntimas, para que se entiendan, no en el campo de batalla, sino en la mesa del acuerdo. Que a través de toda esta sangre joven derramada, sepamos aprender la lección de la humildad y el respeto por la vida, que de tantas maneras cercenamos. Recibe en tus brazos a aquellos que creyeron que de bían morir sin titubeos, a los que teniendo una vida por delante, besaron la turba hostil de esas islas, que aunque nuestras, siguen en manos extranjeras. Amén 167

\"Rezo en Malvinas\"(2017) Autor Matías Zárate, dibujo realizado con grafito intervenido digitalmente, basado en un momento muy importante para los soldados en sus pozos de zorro, el momento de rezar el rosario, de pedir a Dios. HONOR Y GLORIA A LOS HÉROES DE MALVINAS. 168

Patricia Pallero reside en Saladillo, Provincia de Bue nos Aires, Argentina. Escritora de cuentos históricos, infantiles, obras teatra les, guiones cinematográficos, poemas, relatos y cancio nes. Sus cuentos se han difundido en varios países de habla hispana. Publicó “Alma de Pueblo”, “Cuentos que viajan”, “La historia Argentina en Cuentos” ,“Saladillo Cuenta”. Colaboró con sus relatos en la obra “Recreos”, en las Antología “Vuelos insomnes III” y “La Ola imparable”. Participó en Congresos y Encuentros Nacionales e internacionales y ferias de libros. Ha sido jurado en varias disciplinas artísticas. También ha participado en programas radiales y televisivos y pla taformas digitales en varios países presentando sus obras. Su proyecto de audiolibros “Saladillo Cuenta” fue de clarado de interés municipal. La literatura oral desempeña un papel protagónico en sus obras. Por tal motivo, la escritora, durante varios años, se ha dedicado a la investigación para recopilar y plasmar en sus escritos el legado cultural. 169

Ediciones iNSomnes Memoria Contra el Olvido Flameaba la insignia patria despertando la memoria para inmortalizar al soldado de mi pueblo. Joven, lleno de sueños y con un fusil en su mano impuesto defendiendo los colores de la Patria. Retando a la muerte en cada pavoroso combate. De pronto, se volvió roja la tierra que con valor protegieron. Muchos, en Malvinas su vida dieron. En la ciudad se escucharon largos rezos y silencios encumbrados. Sólo regresaron algunos con la guerra viva en el recuerdo. Fueron pocas las madres que en abrazos se ciñeron. Muchas estrecharon con plegarias a sus hijos en el cielo. 170

El lejano paisaje guarda a los valientes como centine las eternos de un trozo de la Argentina. El viento sopla muy fuerte, inquieto y melancólico agitando la bandera que con orgullo las jóvenes huestes ampararon. El texto pertenece al libro “La Historia Argentina en Cuentos”. Autora Patricia Pallero. Editorial Zurcos editores. 171

Matías Zárate 172

Miguel Ángel Rodríguez nació en La Paz, Entre Ríos. Re side en Paraná, donde desarrolló sus actividades como Martillero Público Nacional recibido en Universidad Nacio nal del Litoral. Personal activo de la U.T.N. Facultad Reg. Paraná. Pre sidente de la Soc. Arg. de Escritores, Secc. Entre Ríos. Autor de: “Ombú, paraje entrerriano” (rescate y valori zación de un paraje montaraz en el norte de Entre Ríos) y “Claroscuro de la vida” (relatos y poesía), pasajes de vi da, realidades, del presente y del pasado) En 2020 escribió en las Antologías: “Poesía Federal” libro editado por S.A.D.E CENTRAL y en “Cartas a Papá Noel en tiempos de pandemia” Ed. El Escriba de C.A.B.A. Creador, en Facebook, de Grupo “Amigos del Alma” Constelación de Músicos, poetas, cantores y escritores. Actualmente y desde 2017 conductor del programa cultural “El andén” por 100.3 U.N.E.R. Desde 2019 con duce el Programa “SADE, un camino a las letras” en radio NACIONAL GENERAL URQUIZA 1260 de Paraná. Ha Publicado en varias revistas culturales: El Diario de Paraná, Análisis Digital, La Nota Digital de Entre Ríos, Vórtice de la literatura, Revista cultural “Buenos Relatos” Barcelona, España, entre otras. 173

Ediciones iNSomnes Carta a un Valiente Paraná, 15 de Abril de 2018. Querido amigo: ¿Qué hacés porteño? Tengo que contarte algunas co sas variadas, pero potencialmente que estoy comenzan do un curso de narrativa por internet, con esta magia de la informática. Con esto al fin estoy cumpliendo con a quello que vos me proponías cuando estábamos en las Islas bajo el fuego de metralla y muertos de miedo. ¡Mirá lo que son las cosas, solo ahora me animé, luego de tantos años! Antes quiero reiterarte todo mi cariño y el agradecimiento que me vuelve a sacudir cuando, pa tente, recuerdo tu tirón de mi chaqueta para llevarme a otro lado. Yo no podía moverme del cagazo y vos me arrastraste loco, para salvarme la vida. Bueno hermano me fui por las ramas y un poco también por las hojas, creo. El taller es con un tipo entrerriano como yo, solo que vive en Francia, al menos eso dice. Supongo es verdad por lo que he leído de él. Además para que va a mentir si el tipo es un capo. Vamos a ver cómo me va y si aprendo algo. Sabés que soy medio durazno, aunque siempre me gustó leer y escribir. 174

¿Cómo andás vos de esa pierna que duele con la humedad?... Bueno ahora con esta sequía supongo que bien. Es una broma; la humedad siempre está presente con esos días de miércoles que nunca faltan. Se me ocurre preguntarte por Marta y los gurises (pensar que si estos leyeran estos términos de nuestras épocas, seguro entenderían poco). A lo mejor en el celu encuentran el significado, en algún momento que este les devuelva el cerebro. Al menos con los míos pasa eso. Perdón si los tuyos son más terrenales. Gracias a Dios he comprobado que, aunque lo demues tren poco, los guachos están orgullosos de nosotros. Lo demostraron en los últimos actos recordatorios, cuando nos acompañaron. Creo que al menos se dan cuenta que si bien no estamos para las historietas o libros de héroes, al menos fuimos para soportar el hambre, frío, barro, lluvia, miedo, nuestros propios fantasmas y el ruido de la guerra. Y, además, saber que esas armas que teníamos servían para poco. ¿Qué hacíamos si aparecía un gurka medio tarado y bien armado? “Aguanta” me decías vos, “ya va a pasar; como pasa todo”… te acuerdas loco. Siempre vuelvo a lo mismo, es que el tema me tras pasa, a pesar de los años. Hacía mucho que no te escribía querido cumpa. Un fuerte abrazo, y el calor de aquellos días cuando espalda contra espalda nos acurrucábamos para tratar de dormitar un poco. 175

Ediciones iNSomnes Me fui a la pucha de nuevo. Cuando en realidad, era para contarte que quiero escribir mejor para editar un libro sobre nuestra…¿vida? ¿Fue vida eso? Sobrevivir, digamos, allá en las lejanas y queridas MALVINAS ARGENTINAS, y… ¡la puta que los parió! Las lágrimas me acorralan, querido Fredy; hermano del alma. Fuerte abrazo, huevón corajudo, por eso te pasó lo de la pierna, lo hubieses dejado ir nomas al cretino. ¡Te quiero de aquí a las Islas, carajo! Miguel Ángel. Pd: si te animás a responder, comenzamos el libro juntos… Matías Zárate 176

Betty Sciolla Rojas es bonaerense, reside en Ciudade la, Buenos Aires, Argentina. Es Técnica en Artes Visuales y profesora de inglés. Da clases de dibujo, pintura y plás tica a niños y adultos. Obtuvo el primer premio en dibujo en España en el año 2000. Participó en varios concursos de literatura por la web. Asiste clases de literatura oral con Sandra Lalia. Trabajó quince años como profesora de arte en “La Ca sa del Vecino” de su ciudad. Hizo muralismo para la Municipalidad de 3 de Febrero. Participó en la escultura “El VUELO del BANDONEÓN” que está emplazado en la estación de Caseros. 177

Ediciones iNSomnes Crónica de un Joven Argentino El invierno aún estaba lejos. Era una apacible y mágica tarde de otoño y los colores del atardecer se entrelaza ban en el horizonte. Ernesto tenía dieciocho años recién cumplidos. Traba jaba como siempre con sus hermanos menores en la chacra familiar. Todos sus problemas eran cuidar de sus plantas y de algunos animales domésticos que tenían. El tiempo pasaba plácidamente. Nadie se dio cuenta que esa tarde rojiza de otoño fue especial. Llegó una carta llena de sellos. Esa carta cambiaría para siempre sus vidas. Allí dentro, la nefasta junta militar que nos gober naba, lo invitaba a ser uno de los soldados que defende rían nuestra Patria de los ingleses. “¡Él, un soldado!”. Sus padres, pero especialmente su madre, festejaron haber recibido esa carta. Lo tomaron como una bendición de Dios. Su amado hijo iría a defender las Islas Malvinas. Esta ban orgullosos, ni por un momento pensaron que la locu ra del gobierno imperante llevaría a Ernesto a una muer te segura. Al sur sólo fueron los hijos de los pobres porque aque llos que eran bendecidos con cunas de oro encontraron la forma de quedarse en Buenos Aires. Cuando vinieron a buscarlo un mal presentimiento cruzó por su cuerpo, pero lo alejó de sí rápidamente. 178

Un breve abrazo con sus seres queridos y eso fue todo. Subió de un salto al camión junto con otros muchachi tos. Estaban tan asustados que casi no hablaron. El aire se cortaba con cuchillo; nunca imaginaron que allí comenzaría su tour del terror. Con una muy escueta práctica conocieron sus armas quienes jamás habían visto una. No les dijeron que mu chas no funcionarían llegado el momento. Tampoco sa bían que perderían sus vidas en manos de sus propios jefes por falta de comida o exceso de frío. Llegó el día en que los trasladaron a las Islas Malvinas. Los ojos de Ernesto se abrían enormes al conocer el mar por primera vez. vio gaviotas, petreles, pingüinos, balle nas que sólo conocía por libros. Esas hermosas bellezas naturales pronto desaparecerían de su vista. Al acercarse a la zona de batalla todo era un caos. A los gritos hicieron que los jóvenes se zambulleran en las improvisadas trincheras. Su jefe los obligó a tirar varias veces a quienes tenían miedo de disparar al “enemigo”. En ese momento Ernesto se dio cuenta que nada volvería a ser como antes; extrañó aquellas pequeñas cosas, como el sol rozando su rostro al amanecer, las peleas con sus hermanos, el aroma de los guisos de su madre. 179

Ediciones iNSomnes Ahora ya no miraba donde apuntaba porque sus ojos estaban llenos de lágrimas que no le permitían ver. Después de un tiempo, como era previsto, su arma dejó de funcionar. Se asustó mucho; quería desaparecer, hacerse invisible. Corrió fuera de la trinchera enloquecido. A su alrede dor las explosiones eran continuas. Desorientado fue hacia las rocas. Encontró un hueco donde apenas cabía. No lo dudó y se metió como pudo, asustado y aturdido. Llovía torrencialmente y un rayo lo iluminó, su figura se volvió blanca por un instante. Cada vez llovía más fuerte, apenas se divisaban las formas. Ernesto se tapó los ojos con ambas manos por un segundo y lloró desconsoladamente. Con el alma desgarrada, inseguro, aterrado, rezó y colocó la foto de su madre junto a su pecho queriendo sentir su cálido abrazo. Abrió los ojos y percibió una sombra que cruzó por detrás suyo. Giró y se encontró con unos ojos azules fijos en él. Era otro chico, como él. El inglés también estaba aterrado, pero a diferencia de Ernesto, este sí tenía un arma que funcionaba. Apuntó y automáticamente cerró sus ojos azules. Ernesto se acurrucó lo más que pudo. El inglés disparó. El sonido del disparo casi ni se oyó, pero una flor roja se abrió en el cuerpo de Ernesto. Con un hilo de voz que ensordeció la batalla, alcanzó a decir: “mamá, mamá.” 180

Norma E. Ruiz ha sido docente en CABA, Merlo, Morón e Ituzaingó, donde actualmente reside. Publicó \"Poesía y Dispersión”, \"Evas\" junto con Mireya Rosas y “El polen de mis huesos”. Participó en varias antologías en nuestro país y en el extranjero. Escribió varias obras de teatro, dos de ellas “Monólo gos” y “Besos en la cuna”. Adaptó para Obra Teatral \"Aro ma de rosa\" basada en su cuento \"El sacrificio de la rosa” estrenada en Teatro Municipal de Ituzaingó. Participa en varios talleres de la zona. Junto a la escritora Susana Orlandi desde 2018 lleva adelante Ediciones iNSomnes, un pequeño emprendi miento al servicio de los escritores. 181

Ediciones iNSomnes Duerme Soldado Duerme. Olvida los pesares de tu cuerpo torturado Sueña con el mar, como ayer, cuando eras niño y no le temías a nada. Descansa en esta sola muerte todo viento, banderas rotas y silencio que te lleva a jugar su propio juego de /sombras. Matías Zárate Duerme soldado. Cobijaré tu sueño con caricias de abrigo en el nublado invierno que pretende instalarse en la piel de mi alma. 182

Nacido en 1940 en C.A.B.A., desde 1946 reside en Ituzaingó. Es Técnico Químico, Profesor de Inglés y Coordinador de Talleres Literarios (formado con Alberto Ramponelli). Asistió a los Cursos de la Poeta y Coordinadora literaria María Amelia Díaz. Es socio fundador de S.A.D.E. Filial de la Reconquista. En 2006 creó el Taller Literario Puerto Plumas, del cual es coordinador. Dio inicio al espacio IntegrArte, que con duce, a partir del cual surgieron nuevas vías de expresión cultural en el oeste bonaerense. Publicó tres libros:una novela; un poemario y cuentos cortos. Participó en certámenes literarios, antologías y publi caciones nacionales e internacionales. Recorrió el interior del país y Latinoamérica asistiendo a eventos culturales. 183

Ediciones iNSomnes MALVINAS 40 AÑOS Cierro los ojos y trato de recordar… 40 años después... Avanzo en una noche oscura y tétrica; por qué me pregunto con angustia, si todo era “casi perfecto”, quería, me querían, pero dicen que a veces una herida puede dar lugar a algo mejor… veremos… Tengo que llegar a PUERTO ARGENTINO, antes que las fuerzas usurpadoras del REINO UNIDO, acaben con mis ilusiones… Disculpen , pero la artillería enemiga me pasó cerca, me tiré tras unas rocas y zafé . Ilusiones, ni me acuerdo qué eran, bueno, sigo, avanzo en un escenario irreal, pero real. Faltan dos horas para que nazca el día y si no estoy en la base, soy boleta. A derecha e izquierda rayan la noche luces de muerte; qué será de mis amigos y compañeros, ¿ellos, pensarán en mí ?... Tengo los ojos como los de un loco, solo desean anidar en la luna, pero las nubes dicen NO, entonces solo puedo mirar el suelo, para sortear rocas, zanjas y avanzar. Mis pupilas son como esas monedas, que les damos a los que ya no tienen esperanzas. Si las estrellas se encienden, será porque alguien las necesita, dice el poeta ruso VLADIMIR MAIAKOVSKI, YO las necesito…por qué se me niegan ? 184

Una de mis esperanzas es que haya PAZ, que los ene migos se reúnan y firmen un Armisticio, pero… hay máquinas de escribir que nunca han escrito la palabra UTOPÍAS…! Con los pies cansados, por buscar la laguna donde saciar la sed de mi LIBERTAD, continúo el regreso, pero… ¿y ese respirar doliente, esos quejidos que parecen despedidas?... busco y en una trinchera cercana…RAÚL, mi amigo de la infancia, allí, llorando, estirando su brazo, como un ruego. Él sabe que ya no está solo y YO, que ahora somos dos los señalados, según las posibilidades de cada uno y reiniciamos el VIA CRUCIS. Matías Zárate Después de un comienzo preocupante, RAÚL se reanima y se vale por sí mismo. Faltan pocos minutos para que la luz nos convierta en muñequitos, para el TIRO AL BLANCO enemigo, cuando los ruidos conocidos de nuestra BASE, nos dicen BIENVENIDOS! 185

Ediciones iNSomnes Nos golpearon las malas noticias: muertes de compa ñeros, aviones abatidos, la tragedia del BELGRANO; nosotros, esperando volver a vivir, sin tener precio. Hasta que llegó la vergüenza de nuestros COMANDAN TES y la capitulación. La vuelta, la alegría por el reencuentro y la tristeza por los familiares que esperaban y supieron que ya no habría abrazo. Entonces nos tocó librar otra batalla y comenzamos la GUERRA por la vida diaria; reinstalarnos en la ciudad, el estudio, el trabajo, el AMOR. Y así, casi sin darnos cuenta, pasaron 40 años, agran dando los recuerdos y achicando nuestras fuerzas. Visto como siguió la HISTORIA de nuestra PATRIA, surgen preguntas, dudas, broncas y más en nosotros, los EX COMBATIENTES que, aunque reconocidos, queridos y ADMIRADOS, nos seguimos preguntando: ¿ VALIÓ LA PENA ? Y así doy por terminada esta historia; todos saben que yo no combatí, solo, como todos Uds., viví y sufrí esos días que confundieron a tantos Compatriotas, que al llamado de un relator deportivo, llenaron la plaza MAYOR, aplaudiendo equivocadamente. Esta es mi respuesta al llamado de “INSOMNES“, espero no haberme equivocado, GRACIAS. 186

Susana B. Orlandi, reside en la ciudad de Ituzaingó, Buenos Aires, Argentina. Asistió a talleres literarios, ha participado de varias an tologías y certámenes donde obtuvo algunos premios. Junto a la escritora Norma E. Ruiz desde 2018 lleva adelante Ediciones iNSomnes, un pequeño emprendi miento al servicio de los escritores. 187

Ediciones iNSomnes ¡Urgente! ¡Urgente! Hoy estas líneas reclaman tu mirada. ¡Urgente! Introduzco en el sobre la foto del Colita que espera tras las rejas tu regreso, ¡Urgente! Garabateo tu nombre y número de orden, y trémulo mi nombre que te extraña. ¡Urgente! La metralla o el frío talvez cieguen tus ojos o quizás extravíe un misil esta carta. ¡Urgente! Con mis letras gastadas te digo que te amo... ¡Urgente! Agrego una disculpa por haber consentido esa loca aventura... ¡Urgente! Esta carta es urgente aunque no estés allí esperando esta carta... sólo cruces pintadas... que no saben de urgencias. 188

Guillermo Sottovía es Piloto Comercial de Primera cla se, Instructor en seguridad aérea comercial y Abogado. Tiene cincuenta y siete años y vivió cuatro años, en su niñez, en la Gran Bretaña. Durante la pandemia escribió cincuenta cuentos y qui siera participar y hacerse conocer a través de generar sueños e ilusiones en otros. No tiene un solo estilo para escribir, tan es así que sus cuentos transitan desde lo misterioso, pasando por la más dura realidad, la inocencia de los grandes que conservan corazón de niños, la nostalgia y el sufrimiento del ser humano. Es su deseo final llegar y conmover al lector, intentan do que lo que parece obvio termine no siéndolo y descon certar hasta el último párrafo de la narración. Contacto con el autor: [email protected] 189

Ediciones iNSomnes El regreso Ambos ya estaban de regreso; distintos lugares, costumbres e idiomas también. Verano para uno e invierno para el otro, opuestas condiciones y países. Sin embargo, por esas cosas del destino, había en sus vidas algo dramáticamente idéntico, que los uniría por el resto de sus días sin ellos saberlo, a menos que el destino, la casualidad o Dios los juntara. Pudieron haberse cruzado, pero no fue así; haberse matado el uno al otro, pero tampoco. Ahora John, ojos celestes, blanca como la nieve su tez, bajaba del gran buque gris que lucía orgulloso banderines multicolores y lo traía de vuelta a casa, después de esa pesadilla. Muleta en mano buscaba los rostros familiares que tanto había extrañado durante esos tres meses. Ya no era el mismo, había cambiado, su cara exhibía quemaduras que lo hacían casi irreconocible, y sus movimientos lentos y torpes, producto de su pierna derecha amputada, terminaban de decirlo todo, en silencio. ¿Sabría alguien…? O, mejor dicho, ¿podría alguien comprender alguna vez su dolor? Casi al mismo tiempo, Jorge, ojos color miel, tez trigueña, llegaba a su pueblo, a la estación de tren que lo había visto partir tres meses atrás. 190

Bajó la escalera; allí esperaban su familia y muchos curiosos; alguna radio local también. No tenía heridas, estaba entero, o al menos eso parecía, uno nunca podrá saber lo que un hombre lleva consigo, en su alma. Aquella invisible razón que unía a John y Jorge, comenzaba a hacerse presente, con cada segundo, hora y día que pasaban. Casi al mismo tiempo, manos suaves acariciaban sus rostros, tibias lágrimas, que no eran las propias, mojaban sus mejillas, abrazos gigantescos, repletos de emociones encontradas rodeaban sus cuerpos y corazones maltratados. Lágrimas de madres, hermanas y, por qué no, también de hermanos y padres... Sí, los hombres lloran también. Nadie podría imaginar por más que quisiera, lo frágiles que ambos eran ahora. Esos pequeños detalles que siempre habían tenido importancia, cobraban una dimensión gigante, eran remedio para el alma castigada y dolorida; valoraban mucho más cada una de esas caricias. Ellos no lloraban, la guerra les había robado todas sus lágrimas, ya no les quedaban más para derramar. Ambos solían quedar de vez en cuando con la mirada perdida, en medio de una cena o un almuerzo, perseguidos por sus tiranas pesadillas; solo podían recordar a los hermanos caídos en combate, el dolor inhumano y la impotencia que entonces sentían. 191

Ediciones iNSomnes El viento helado, la llovizna fría, el miedo a la muerte, el dolor por los caídos, la gris incertidumbre de haber sesgado aunque fuera una sola vida, los acompañaba, haciéndoles sentir por momentos una oscura sensación denigratoria de culpa eterna que los hundía en un abismo negro, cual bagaje pesado de una historia oscura que nunca hubieran imaginado vivir. Las Islas quedaban lejos ya, parte de sus vidas y humanidad en ellas. Solo John y Jorge podían saber, aunque todos opinaran, solo ellos. Ya nunca serían los mismos. Fueron soldados, eran distintos, ni mejores ni peores, solo distintos, sus voces quedaron allá, suspendidas para siempre sobre la turba. Ni el destino ni la casualidad los juntó nunca, pero noche tras noche, al irse a dormir, juntan sus manos, elevan la vista y en distintos idiomas, pero con casi los mismos recuerdos y sentimientos, hablan con Dios. Finalizó su lectura, cerró el libro. Otra bocanada de humo, un sorbo más de té, el invierno ese año era más crudo que los anteriores. Se incorporó mientras pensaba: Quizá, esta es mi historia. Él, él también estaba ya de regreso en casa. 192

Bravo 101 El Pelícano Escuela de Sub oficiales de Córdoba. Por fin llegué. Ahí estaba, radiante como la última vez que lo vi. Habían transcurrido cuarenta y seis años ya; mi cabello había mudado al gris, dejando entrever algún perdido mechón castaño. Los años pasaron para mí, mas no para él; esta ba igual, igual a la última vez que lo vi, en ese momento en que algo cambió en mí. Definiría mi vocación, una par te importante de mi vida. Fue instantáneo; al verlo los recuerdos me llevaron a aquellos años, a un hangar en Preston, allá, en la Gran Bretaña, en la vieja Europa. Recordé de golpe, creo que no por casualidad, a mi pa dre, de impecable uniforme azul, tomándome de la ma no al tiempo que me presentaba con orgullo al futuro coloso, Gladiador de los cielos de la Patria. Otra vez contemplarlo, majestuoso y atrevido, dis puesto a todo, a salir de su letargo y volar nuevamente si hiciera falta; es lo que impone su figura, figura bien gaucha ahora, por adopción. Yo sentía, y no solo sentía, estaba seguro de que me había reconocido. Las cosas tienen vida propia, eso lo sé y nadie puede negármelo. Me dispuse a recorrerlo todo, dando la vuelta por com pleto, recuperando los años de ausencia, chequeando ca 193

Ediciones iNSomnes da centímetro metálico de su cuerpo alado, para luego introducirme en su cabina; mientras lo hacía, una ener gía invisible envolvía mi propio cuerpo, mi mente y mi espíritu, una mezcla de sensaciones que en verdad me es imposible de explicar. Ese día, los homenajeados eran él y sus bravos Bom barderos, Tripulaciones y Grupo Técnico. Podría resumir lo en una sola palabra: Familia, porque eso nace siempre de los equipos de trabajo en la Fuerza Aérea, y vaya si lo sabré. Algo me traicionó y, de pronto, en un idioma que solo pilotos y aeronaves comprendemos, le contaba mi historia, en una frecuencia única, distinta a todas. Me atreví, aunque con vergüenza, a confesarle que du rante el vuelo al Reino Unido no pude probar bocado, mi terror a volar superaba todo lo exquisito y atractivo que pudieran ofrecerme; luego las cosas cambiarían por completo, un poco por acción del destino, mi padre y los Canberra. Susurrándole, recordaba visitas a la British Aircraft; no habían sido muchas, pero fueron suficientes, tor naron el miedo en un loco deseo de volar. Así de simple fue: comencé a soñar con ser piloto. La responsabilidad es en parte tuya y de tus hermanos, le dije guiño de por medio, que entendió a la perfección. Fui interrumpido súbitamente. Ahora era él, el viejo Pá jaro de Combate quien susurrándome, en la misma única 194

e irrepetible frecuencia, me contaba aquel ataque del 27 de mayo a los ingleses. Me pareció en ese instante percibir su figura ensanchándose, pero claro, me habrá parecido nomás. El Pelícano, el Bravo 101, sorprendía aquella noche, no solo a los ingleses sino al mundo entero con su ataque nocturno. Pulsat audaciter die noctque, volvió a susurrar, esta vez, con un toque de gracia y auténtico orgullo. Quiere decir, afirmó, Golpea audazmente día y noche, mientras emitía un extraño y casual reflejo desde la cabina. Le correspondí con un nuevo guiño y con profunda emoción. Yo sabía, había seguido su historia y la de sus herma nos, pero el respeto me obligaba a callar, y así, callado me quedé, escuchando con el corazón. 195

Ediciones iNSomnes Quise agradecerle ese día por estar presente, para las generaciones futuras, para dar testimonio de su historia y la de sus heroicos hermanos también, por haberme dado alas para volar bien alto, como vuelan las águilas y los cóndores, por haber sido parte de mi pasado, mi presente y mi futuro. Quise cuadrarme y saludarlo militarmente, claro, pe ro… soy civil. Puse entonces mi mano derecha sobre mi pecho, bien apretada contra el corazón, permanecí unos cuantos segundos frente a él y le prometí solemnemente vernos el siguiente año; era un contrato inquebrantable, allí estaríamos los dos otra vez. Di media vuelta y me retiré a tomar asiento. La ceremonia ya comenzaba. 196

Oración del Perro Combatiente Señor, yo no quise esta guerra. Tampoco puedo enten derla, ni entiendo a quienes la hacen. Señor, yo también tengo sentimientos, aunque los hu manos a veces no puedan percibirlo. Fui preparado para el combate, yo no lo quise, pero en tregaré mi cuerpo y mi espíritu, para defender a mi com pañero humano. Arriesgaré mi propia vida para protegerlo. Cualquier misión que me sea encomendada, la cumpli ré. Solo te pido dos cosas Padre Celestial: La primera es no ser olvida do, porque si no me olvidan vi viviré en los corazones de quie nes me conocieron. Tom La segunda... Si muero en combate, te pi do que tus Ángeles lleven mi al ma a tu presencia y tenga yo la paz eterna en el cielo que es tá reservado para nosotros, los animales. Amén. 197

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Javier De Aubeyzon Nació en Buenos Aires en 1964. 2016-Exposición compartida en Buquebús, (Terminal Puerto Madero ).Muestra colectiva, “20 artistas desta cados“en el HCDVL, Honorable Concejo Deliberante de Vicente López, Bs As Argentina.–Muestra colectiva Plus One Galley-Londres.–Exposición individual “X3 , en Notary Art- Vienna. 2016/17 –Expo individual en ONE, Punta del Este Uruguay. -Participación de la muestra colectiva “Palimsest “, Los Ángeles, California 2017 -Exposición compartida en “La Susana”, Playa Vik, José Ignacio, Uruguay. 2018 -Seleccionado y contratado por el Banco Ciudad y el grupo editorial, “La Nación” para hacer pintura de homenaje de Nelson Mandela en su 100 aniversario. 2019-Exposición Individual en la residencia de la embajada Argentina en Londres. Dos series: “Leyendas” y “Catedrales industriales”. En 2021 Proyecto “Carta de un amigo” .La historia au torreferencial” es porque el proyecto artístico Malvinas 40 lo dispara el encuentro de y la carta que un amigo me envió desde el frente, la cual fue reencontrada treinta y ocho años después. Y luego de un reencuentro de varias décadas sublimamos la historia haciendo un trabajo en conjunto, pintura \"Carta de un amigo\" y un cortometra je, ya que él es cineasta en España. 199

Ediciones iNSomnes \" Nevada pirrica” 200


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