III NAKBA En el aire permanece el perfume /de las flores que llevaba en el pelo. / Sobre el miedo, cuando todo pasa y el mundo en desorden hace silencio por la vida, quemada hasta el hueso y la ceniza IV ¿Cuánto pesa un grano de arena? En mi patria tiene el peso exacto de la sombra de una nube ¿Cuánto pesa una gota de agua? La inclinación de la piedra en la que cae una lagrima, la medida de la sed de mi gente. ¿Cuánto pesa una mirada a pleno sol en las dunas? Toda la sangre de los que se aman en nombre del regreso. ¿Cómo imaginamos la rosa que nunca vimos? No nos interesan las rosas, nos basta la tormenta, el rojo resplandor de herida abierta que dibuja cada atardecer el desierto V Dime cómo es la paz, los árboles que crecen hasta dar sus frutos. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 351
Dime cómo es el cielo limpio, cómo es mirar las estrellas que no estallan sino a un millón de años luz, las estrellas que no tienen seis puntas llenas de sangre VI Una franja. Un trozo. Un pedazo. Lo que van dejando. Polvo. Herida que sutura el dolor. VII WILAYA Poner muros al mar, que no suban las mareas, detener los ciclos de la luna. Dibujar geografías de arenas cambiantes. Escribir bitácoras de remolinos de viento. 352 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
VIII Detrás de la ventana mira el gato. Sus ojos registran todos los detalles del día, los místicos celajes de la oscuridad. Pero afuera está ahora la guerra, que pronto se llevará la ventana, y no habrá ni siquiera para el gato, desde dónde mirar. (para dorianna y ares) IX 353 ROSAS DE TINDUF Somos la raíz que resiste debajo de la arena, enredada en el fosfato, imposible de arrancar, aún si se lo llevan todo. Hemos seguido multiplicándonos donde quiera. Digo que aquí florecemos y un hilo invisible, como de acero, nos une. Cantamos la misma canción en todas nuestras lenguas, marchamos inocentes y sabias y fuertes hacia la luz. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE
Digo que soy, que fui, y que seré (y una rosa es una rosa por menuda que sea así parezcan sobrarle espinas y la encuentren flotando, leve, en el agua del río). X Me estoy aquí, testigo de las estrellas que caen, de las alturas imposibles. Pido el mismo deseo cada vez, en silencio. Una oración de guerra. XI Te dejo las llaves de nuestra antigua casa. El hogar que fue nuestro antes del despojo, antes de tener que resguardar el corazón entre trapos, y añorar hasta creer en el olvido. Seguro es que la casa ya no exista, ni siquiera creo que esté habitada por algún invasor. Pero he guardado esta llave. Y te la dejo. 354 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Era mi amuleto de la esperanza. Hazle un espacio entre los trapos con los que envuelves tu corazón. XII No puede salir. La puerta está de par en par, pero no puede salir, escaparse, desaparecer Es tan difícil como si tuviera que salir de sí misma Desdoblarse Como si palabras lanzadas en la lengua del invasor, fuegos nocturnos, la convirtieran en una mujer de piedra ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 355
Ana María Oviedo Palomares (Trujillo, República Bolivariana de Venezuela, 1964) Poeta, músico y promotora cultural graduada en Educa- ción, mención Desarrollo Cultural en la Universidad “Simón Rodríguez”. Fundadora de la Red Nacional de Escritoras y Escritores Socialistas de Venezuela (2007-2010). Ha coor- dinado la Bienal Nacional de Literatura “Orlando Araujo” y presidió la Asociación de Escritores de Barinas, (2000- 2005). Ha facilitado talleres de lectura y escritura creativa para jóvenes, y representado a su país en diferentes even- tos nacionales e internacionales, como La Feria del Libro de La Habana ( 2006 y 2012), el Encuentro Internacional de Escritoras Caracas 2020 y el Festival Internacional de Poesía de Medellín (2021). Docente del Instituto de Altos Estudios del Pensamiento del Comandante Hugo Chávez. Ha tenido diferentes responsabilidades públicas. Ha publi- cado los libros De fuego o de ceniza (1997); Dominio os- curo (1977); Flor de sal (2003); “Ruegos” (2004); Crueles, treinta y siete canciones y un poema de amor (2007) y las antologías Dominio Oscuro (2007), De fuego o de ceniza (2019). Sus libros Flor de Sal y Crueles, fueron editados digitalmente por la revista “Tinta China”, de Sevilla. 356 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Milagros Sefair Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 357
RAUL RASPUTIN R Fundador de la Triple R y Revolucionario frustrado Se puso la estrellita roja en la gorra sin darse cuenta que, aunque se pusiera la mismísima boina del Che, nunca se parecería al Che. Ni por lo bajo ni por lo alto. Igual se sentía un verdadero revolucionario y al final a tres años que su amada le diera con la puerta en la nariz, tenía que encontrar un agujero para ponerla. A la Revolución digo… La revolución tiene su toque femenino por eso a veces algo se le converge entre punto y punto. No se… la conquista del amor, el fuego y la lucha de cuerpos contra cuerpos, la pasión efervescente y demás incendios… Por algo Fernando Cassamar lo decía en su Oda a la R Calladito el hombre sin que nadie se diera cuenta apa- reció un verano en la mesa de la comisión traído por el com- pañero que lo trajo, ese otro revolucionario tardío que nació en el 75 cuando el estallido quedaba en 1789 o en 1917 o en 1959, o… bien se sabe que hasta allí llegamos porque los hechos por entonces se veían algo velados, algo proscriptos. Casimiro Valdés, el que trajo al hombre calladito tal vez haya mamado la leche fervorosa de sus años de nacimiento. La persecución de los mártires que el pueblo habría de cano- nizar más adelante. Pero para las revoluciones que ya eran historia llegó tarde. La maestra de la escuela le diría cada mañana como una letanía. Valdez, llegó tarde, siempre llega tarde… Más adelante contaremos otras cosas de Casimiro, por- que es importante encontrar las diferencias entre un revolu- cionario tardío y un revolucionario frustrado. Esa conjunción puede volverse… ¿explosiva? Tal vez… pero por ahora el hom- bre permanece sentado y el otro también permanece senta- do. Con las manos cruzadas estrujando la gorrita debajo de su panza y su estatura ancha rebalsando la pequeña silla del bar. Cuando el mozo se acerca pide un cafecito nomás. Tan 358 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
modoso el hombre que por momentos inspiraba la ternura de 359 un gran oso de peluche. Más por el cuerpo que por la cara, al menos no se ha visto que un oso use gafas o barba. Si en invierno lo retrata en ese mismo bar, contaría que cubre su calva con un gorrito al estilo migrante italiano. Sin embargo, es febrero en Buenos Aires. Verano intenso y la calva al sacarse la boinita, se le muestra de lleno, y los ojos van y vienen de izquierda a derecha, evidenciando la in- triga que siempre lo acontece. Le hace señas a Casimiro que está en diagonal en la mesita de al lado, guiña un poco el ojo pero no del todo. Casimiro se inquieta, levanta la cabeza, también el mentón, busca con disimulo entre el gentío. La amenaza tiene cara de espía. Si es que un espía tiene una cara definida. Los servicios han enviado a un emisario para controlar sus movimientos ¡Qué importantes se sienten los dos! Acto seguido se darán importancia entre las compañe- ras. Ellas de solo insinuar tal cosa se sonríen. Son como niños jugando a asuntos clandestinos ¡Faltaba más! Las chicas hablan de otras cosas, de gente que va, de gente que viene. Alguno que se le murió la madre y a otro que tiene un ego que le llega al techo y tampoco es tan bue- no en lo que hace. ¡Pura pose! Qué son todos ellos no más que un manojo de intelectuales. Los que nombran, los que no nombran, los que están en esa mesa sentados pidiendo café, medias lunas, tostados de jamón y queso. Hablan, ha- blan. Son intelectuales tratando de encontrar el fondo de las cosas. Conspirando con palabras contra un sistema corrup- to, despiadado, carcomido por… La sangre a veces les bulle adentro pero hoy están en calma disfrutando de ese peque- ño confort del cual en verdad siempre disfrutan, aunque no siempre hayan disfrutado. Ellos, ellas, los nombrados, los que no nombran todos ellos son poseedores de un nombre. Que grande o chiquito es un nombre al fin. Están Casimiro Valdés, Angelita Marín, Lua- na Pacheco, Martín y su apellido raro y difícil de pronunciar y por eso le dicen Exis. Pero el recién llegado no tiene nom- bre. Entonces después de un rato de estar callado y una vez ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE
que Angelita nombrara la calle donde vive, el hombre ¡Oh! ¡Qué casual! Dice que vivió a 50 metros de su casa. Enton- ces Angelita le sonríe porque siempre es tierno entre bares de nostalgia acercarse a la casa aunque más no sea con el pensamiento. Ahí quedan todos nuestros objetos y personas queridas esperando el retorno. Entonces el hombre oso tira ese dato mirando detrás de las gafas. Esperando de Angelita la reacción esperada ¿Cuándo vivías ahí? ¿En qué años? Y una respuesta que tiene en sí su propio impacto. Solo en el 76. Silencio, silencio... Siempre que en Argentina se nom- bra el año 1976 se hace un silencio en Memoria de nuestros Desaparecidos. Angelita hace un merecido silencio, luego la intriga la tuerce… Solo el 76… ¿Una novia que te duró un año y se pelearon? O… ¿un escondite? Angelita se ríe, parece un juego divertido… Un… perdón creo que no presté atención cuando Casimiro te presentó… ¿tu nombre? Raúl rio con una pequeña sacudida de hombros hacia arri- ba. Nostálgico tal vez… O por ahí más ansioso que nostálgico por lo que no fue. Por el tiempo que se llevó, la nada misma. Y ahí se acercó Casimiro con su silla un poco más a An- gelita y torciendo la cabeza hacia ella a modo de confidencia dijo, él pertenecía a un Comando de Apoyo, ¿sabés que fue- ron los Comandos de Apoyo? El militó en... ¡Oh!, esas confidencias son siempre asombrosas… Des- piertan adrenalina dormida tal vez en años. La dialéctica sobre la mesa de debate. La historia des- de quién la cuenta. Apoyar o no la lucha armada. Pensar la violencia desde y hasta, primero desde los pupitres, luego desde los escritorios. Así se vienen a la memoria colectiva un enjambre de revoluciones que en su tiempo fueron ilega- les y reprimidas por la ley imperante y con el tiempo fueron aceptadas y sus héroes muertos en combate o más tarde en la enfermedad, pobreza u olvido, esperaron años para que la historia los reivindicara. Oh, esas confidencias... Entonces Angelita se sintió par- te de algo más secreto. Y le gustó sin darse cuenta de que 360 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
solo estaban probando su reacción. Casimiro se alejó y escribió algo breve en el celular. Reacción aprobada, se integra a la mesa chica. Sonó el tlin, tlin del Ws de Raúl. Dedito para arriba la respuesta. A Angelita le sigue sonando el año 76. ¿Cómo se vería su barrio en esa época? ¿Estaría ya construido el centro comer- cial de Los Álamos? Cuando está recordando el almacén de su vecindario recuerda lo malo que es el café que venden allí así que mejor se pide otro en este bar donde ahora se sienta entre el 1976 y el 2019. Sí, mejor se pide otra taza, porque este cuento recién empieza o termina sin haber empezado como muchas revoluciones que quedan solo bosquejadas en la profunda borra de café en algún bar de Buenos Aires. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 361
Milagros Sefair Buenos Aires- Argentina. Escribe desde niña. En 1990 premiada por SADE y la Em- bajada de Italia. En 1991 comienza investigación para La Línea que divide novela sobre narcotráfico. Ingresa Diario Bariloche en 1992, en Visto Bueno semanario y radio FM Dina Huapi. Coordina Talleres en Bariloche 1994, Lima - Perú 2012-2015. Sus cuentos infantiles llevados a teatro en Lima Perú. “Ramona Días y los Duendes” y “El cuento de los Buenos y los malos”. Cofunda la Red Artística Sud- americana. Participa en Encuentros de Escritores en gran parte de Sudamérica 2009-2019. Presenta sus libros en Es- paña y Suiza en 2019. Coordina Relaciones Internacionales La Luna con Gatillo 2019- Cofunda M.I.E.L. 2019. Cónsul 2014 - 2021 de Parlamento de Escritores de Cartagena. Sus libros: Palabras al Natural 2010; Un Ser Un Universo 2011; Bordeando Abismos 2012; La Evidencia de Caos 2014; Los Expropiados 2015; La Línea que divide 2016; Sonata para un planeta errante 2017, La mujer Pantalla 2018 y 2020. 362 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Maribel Lacave Islas Canarias ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 363
EL ÚLTIMO ESPEJISMO Esa mañana, padre, subiste a la azotea de casa, como ve- nías haciendo todas las mañanas durante los últimos veinte años. Con paso inseguro llegaste hasta la vieja manta tendi- da a la sombra y te sentaste en ella con gran dificultad. Te vi intentar encender el brasero y me dispuse a prepararte la primera tetera del día. Del bolsillo central de tu darrah sacaste tus viejos prismáticos ―único vestigio de tu paso por las tropas nómadas españolas― y los dirigiste hacia el hori- zonte. Yo te miraba ensimismada hasta que el borboteo de la tetera me hizo volver a la realidad. Vertí en ella el azúcar y la hierbabuena, y la volví a acercar a las brasas. Tú seguías escudriñando el este, siempre el este. Por ahí llegarán, repetías. Sabías que una mañana cualquiera avan- zarían a través del desierto hasta nuestra vieja ciudad de El Aaiúm, y entonces tú estarías esperando en la azotea para ser el primero en divisar la nube de arena que levantarían sus sandalias. Bajarías, entonces, y avisarías a madre para que preparara tus blancas ropas no estrenadas que esperaban en el fondo del baúl; te perfumarías con el frasco de olor que Brahim te trajo hace años de Francia y harías que nosotras, las muchachas de la casa, nos bañáramos, peináramos nues- tras trenzas con aceite de clavo y vistiéramos nuestras más hermosas mehlfas. Luego, toda la familia saldría a la puerta principal para recibir a mis hermanos que volverían a la pa- tria. Como una obra de teatro ensayada una y mil veces, repasa- bas continuamente todos los movimientos, todas las palabras a pronunciar, todos los aromas a oler. Vivíamos todos espe- rando ese momento. ― Padre, cuéntame otra vez, de mis hermanos Te acariciaste la larga barba blanca, tomaste un sorbo del vaso que te acababa de pasar, y con la mirada perdida, vol- viste a contarme la historia: ― Recuerdo aquella mañana de noviembre, año mil nue- ve setenta y cinco, como si la estuviese viviendo de nuevo. Cuando desperté, noté en el aire un presagio que lo envolvía todo. Me acerqué a la ventana y vi pasar una multitud de ex- 364 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
traños que portaban desconocidas banderas. Tu madre y yo 365 cerramos con sigilo todos los postigos y nos dirigimos al patio de atrás. Ahmedu, nuestro vecino, nos informó: ― Lo que todos temíamos ha sucedido. España se ha retirado de nuestro territorio cobardemente, en silencio, de- jándonos solos ante el avance del ejército marroquí. Entra- ron de noche, vecino, como los ladrones, y están arrasando todo lo que encuentran a su paso. Ahmedu nos contó también que cientos de personas habían muerto ya y muchas otras estaban siendo conducidas a las cárceles del norte. Pero yo, hija, sonreía, pensando en tus tres hermanos que una semana antes habían emprendido el largo camino del desierto como otros miles de jóvenes. Antes de partir, Rahal, tu hermano mayor, me dijo estas palabras: ― Volveremos, padre. Volveremos para vivir con dignidad en la tierra de tus padres y de los padres de tus padres. Qui- zás no sea pronto, quizás las pequeñas Galia y Layla hayan olvidado los juegos infantiles para entonces; pero te prometo que cuando tu final se acerque, reposarás en una patria libre, como lo hicieron todas las generaciones que te precedieron y tú, padre, desde la azotea de esta casa, nos verás llegar victoriosos portando nuestra querida bandera. En ese momento, no pudiste evitar una lágrima que secas- te con disimulo para que yo no la viera. Muchos años habían pasado desde esa historia. Muchos fueron los amigos y fami- liares que desaparecieron desde entonces, muchos otros los que quedaron en el camino. Pero tú, seguías subiendo cada mañana a la azotea para otear el horizonte, algunas veces incluso antes del primer rezo. A veces, tus ancianos ojos te jugaban malas pasadas, y nos llamabas a gritos cuando creías ver ondulantes banderas donde solo había nubes y alguna que otra gacela saltarina. Nunca pudimos hacerte desistir de este ritual, ni siquiera yo, la niña de tus ojos. Cuando la epidemia de cólera te rozó y tus piernas dejaron, por un tiempo, de sostenerte, atendi- ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE
mos tus ruegos y te instalamos un toldo y una colchoneta en la azotea para que el amanecer te encontrara despierto y en tu puesto de observación. Recuerdo que, a veces, venían algunos amigos a visitarte y tú me pedías que les preparara el té. Así nos enterábamos de lo que ellos habían oído en una radio llena de interferen- cias: que había habido una nueva declaración en la ONU, que se estaba preparando un referéndum de autodeterminación, que nuestros hermanos isleños seguían saliendo a las calles de Canarias para exigir la retirada del ejército marroquí, que los queridos muchachos del Frente Polisario habían consegui- do una nueva victoria militar... Pero esa mañana, tras beber tu primer vaso de té, amargo y fuerte, como la vida, te llevaste la mano al corazón y te oí hablar con Alá en voz alta: ― Dios justo, misericordioso, aún no puedo obedecerte y reunirme contigo en el paraíso. Sabes que he de esperar a mis hijos que llegarán pronto portando las banderas de mi querida patria. Solo entonces habrá valido la pena tanta au- sencia y tanto dolor. Pálido y tembloroso, te apoyaste en el alféizar y volviste, por última vez, la mirada al horizonte. En silencio, me le- vanté y me puse a tu lado. A lo lejos, un vehículo avanzaba levantando una gran columna de arena. ― ¡Al fin llegan! ¡Han llegado! Pequeña Layla, avisa a tu madre y a Galia, hay que prepararlo todo. Entre todas preparamos tus galas, mientras tú te apoyabas vacilante en mi hombro. Te vestimos, te perfumamos y te ayudamos a salir de la casa. Con los ojos llenos de un llanto, no disimulado esta vez, abriste los brazos para recibir, uno a uno, a tus tres hijos, que llegaban, como tú habías pronosti- cado, con las cabezas encanecidas pero ansiosas las miradas. Sin decir palabra alguna te abrazaste a quien creías Rahal, tu primogénito, y le diste tu bendición justo antes de caer hacia atrás. El oficial marroquí y sus dos ayudantes, se quedaron atóni- tos, mirándote en el suelo sin comprender. Tus ojos seguían 366 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
abiertos al cielo de la tarde y una sonrisa de felicidad te lle- naba el rostro sin vida. ― Se trata de una inspección rutinaria, venimos a hacer un registro... No nos molestamos en contestar, ni siquiera les miramos. Entre todas te alzamos y te entramos en casa. Esa misma no- che salimos clandestinamente, llevándote a lomos de nues- tro viejo camello. Caminamos muchas millas desierto adentro. Avanzamos sin descansar durante varios días hasta que divisamos un puesto militar en el que ondeaba la bandera saharaui. Con ternura de pájaro, arrullado como un bebé, te depositamos en la arena. Habíamos llegado a territorio liberado, donde tu alma podría, al fin, descansar en paz. Hoy he vuelto a este lugar a reencontrarme contigo, pero ahora sé que esos tres montículos sin nombre junto a los que enterramos tu cuerpo, guardan los restos de mis queridos hermanos, caídos el mismo día, padre, de su salida de El Aaiún, hace ya más de veinte años. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 367
MESTIZADAS A mi nieta Paula Hijas del sol y de la sombra somos tú y yo, Paula. Derramamos leche y miel en la roca sagrada resistimos altivas en Ansite nos ahogamos en el mar de las esclavas traicionamos al cielo y escondimos orgullosas nuestro llanto en una celda de Córdoba cautivas. Somos un murmullo creciente que se eleva del mar y toca el cielo Somos la cruz y el gánigo la espada y el banot la luz, la sombra. Vencedoras. Vencidas. Mestizadas. 368 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
ÚLTIMAS VOLUNTADES Muchachada, recuerden, en mi velorio no quiero rezos, ni cuervos, ni lágrimas, ni cruces. Ha sido una fiesta conocerlos y amarlos y así ha de continuar ¡Qué siga el baile! Nada hubo mejor que luchar junto a ustedes en las calles, en la escuela, en la poesía y algo debe quedar de tanta entrega. Canten hasta quedar afónicos, beban a la salud de las mujeres, de los marginados todos del planeta y renueven los votos ¡Arriba la revolución! ¡Griten consignas! ¡Cúbranme de banderas! Yo estaré de cuerpo presente sonriendo y evocaré esos momentos donde la risa iba pareja con la rabia. Si hacen un esfuerzo y logran cambiar este mundo tan jodido, quizá me anime y vuelva. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 369
Maribel Lacave Islas Canarias, 1951. Graduada social, con estudios de Derecho, especializada en Sindicalismo. Integrante de varias organizaciones de solidaridad internacional. Poeta, narradora, ensayista y gestora cultural, ha sido traducida al portugués, árabe, italiano, inglés y mapudungun, sus poemas han sido am- pliamente musicalizados por cantautores españoles, la- tinoamericanos y africanos. Ha publicado quince libros y ha recibido numerosos premios, tanto literarios como de derechos humanos; está incluida en numerosas antologías, tanto de poesía como de narrativa. Miembro del Centro de Cultura Popular Canaria, del Comité Editorial de la Revista Literaria CUADERNA VÍA y Presidenta de la Agrupación Cul- tural “El Rodezno”. Es co-organizadora de los Encuentros de Poetisas de Chiloé y de los Encuentros Internaciona- les de Escritoras y Escritores Insurgentes de Chiloé, Chile, donde reside desde 1998. 370 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Alberto Martínez-Márquez Puerto Rico ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 371
DE DÓNDE SON LOS POETAS hay una región en el vacío del alma otro vacío que pulsa las oquedades donde la niebla y el silencio ejecutan la nada aleve de la invidencia inmutable es el hueco perfecto de lo innombrable donde el caos se levanta ajeno a la palabra y exánimes formas de la nada espectral muerden el misterio en intérvalos sin tiempo es ahí donde florece inmutable el sueño de todo lo increado/es ahí en donde en aviesa intemperancia mueren los signos es la Ítaca de la que nunca se parte es el laberinto del que nunca se aleja ese es el lugar de donde son los poetas 372 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
ELEGÍA POR EVARISTO QUIÑONES a qué distancia de la vida está la muerte indomable que queriendo tener los ojos arrebata también las historias las promesas los suspiros los sueños? cómo no conjugar los rejuegos del tiempo y el vacío en los míseros afanes que arrastra la existencia? cómo no pensar en la acérrima asechanza de las formas ominosas que borran el paso por la vida? cómo alcanzar el lado más oscuro de la sombra para arrebatarle a la muerte la luz de tus ojos y el esplendor de tu memoria? cómo cincelar la palabra en el silencio Evaristo sin que se extinga tu nombre? ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 373
“LENTO INSTANTE DEL QUEBRANTO” (JOSE GOROSTIZA) A Sylvia Plath surgido de un avieso sueño ciego de soledades poblado vengo a increparle a la ausencia su desgarrada geometría dónde la filosa oclusión de la figura borrosa enmascara con perfidia la deriva de los nombres? los espejos oxidados propagan estatuas de ceniza y lágrimas contrahechas para la fuga postrera del mutilado sudor germina la abyección del tiempo y el vertiginoso vaivén de los signos embozados todo límite presagia exacciones del limo e incontables naufragios en la piel de los delirios la ignorancia de los girasoles se plagan de zozobras y asesinan la luz en el umbral de la sonrisa regreso a la ciudad invisible para volver a fundar la angustia 374 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
49 hoy son 49 primaveras con sus golpes de espuma al mapa del corazón con un huracán de besos para abrasar el alma hoy son 49 otoños con sus vientos de locura que espantan el espanto con su hiel lúdica que sazona mis angustias hoy son 49 inviernos apalabrados en la luz que habita en mi sombra años abrasados de alegría en la enjundia del deseo hoy son 49 veranos en las playas de mis ojos 49 formas disímiles de llamarme alberto y regresar con al festivo asombro de los días ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 375
LA CIUDAD NO ES UN POEMA hace mucho tiempo que la ciudad dejó de ser un poema y vino a convertirse en el tránsito de ojos ciegos que extraviaron la sonrisa hace tiempo atrás que la ciudad dejó de ser un poema y se deshizo de los héroes para hacer de sus calles el espejo inverso que engulle la memoria hace tiempo atrás que la ciudad dejó de ser un poema para allegarse a esa prosa dura del vómito del borracho que bautiza el olvido hace tiempo atrás mucho tiempo atrás que la ciudad dejó de ser un poema 376 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
LECTURA DEL VACIO para Emilio del Carril sobre esta sombra edificaré la sombra de otra sombra un convulso éxtasis de ser que da pábulo a la precoz ausencia es allí donde se pudre la veladura de los espejos olvidados en una tempestad de parquedades hasta aquí la escritura procaz de la página insomne donde nadie me leerá hasta el infinito ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 377
Alberto Martínez-Márquez Bayamón, Puerto Rico, 1966. Ha publicados numerosos ensayos críticos en revistas arbitradas. Entre sus libros, se encuentran: El límite volcado; Antología de la Gene- ración de Poetas de los Ochenta (en colaboración con Mario R. Cancel, 2000); Las formas del vértigo (poesía, 2001; Frutos subterráneos (poesía, 2007); Contramundos (cuentos, 2010); Contigo he aprendido a conocer la noche (poesía, 2011), Muerte en familia (2013); Avatares de la palabra (ensayos, 2016), La lógica de los ardides (Premio de Poesía del PEN Club de Puerto Rico, 2016) e Historias amarradas (en colaboración con Emma J. Rodríguez). Asi- mismo, ha publicado el volumen de obras breves y perfor- mances Teatro Desechable (Teatro, 2020). Es fundador y editor de la revista Letras Salvajes (2003-presente). Ac- tualmente es el Director del Departamento de Humanida- des de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla, donde labora como docente desde 1997. 378 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Ahmed Nour Eldeen Rifaai Egipto ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 379
CARTA-POEMA 1. ¡Mensaje a una mujer vive en otro mundo! Omi2 Mi querida; ¿Qué tal mamá? ¿Cómo va tu vida allí? ¡Ojalá que esta car- ta te llegue a tiempo! Hoy estaba caminando lentamente en un barrio rico, y estaba pensando en las palabras que quiero escribirte. ¡Estoy escribiendo este mensaje después de cinco años de ausencia! Ahora estoy mirando las nubes en el cielo como lágrimas alrededor de la luna llena, los árboles oscu- ros, las estrellas blancas. Todos los días estoy tratando de escribir este mensaje y busco las palabras, pero, he fallado cada vez que lo intento. A pesar de todo este dolor no puedo explicar mi sentimien- to; pero continúo escribiendo frases como resultado de la sangre que brotan de las heridas que viven conmigo en la so- ledad y la tristeza. Cada noche nos reunimos para enumerar estas cosas sobre la mesa con una bombilla y muchos libros. NADA... NADIE... NINGUNA DESDE LA TIERRA HASTA EL CIELO Mi madre; ¡soy el único el perdedor en este universo! El mundo ha conspirado contra mí con mi dolor, y tampoco me ha enviado una sonrisa. Entonces; todas las puertas están ce- rradas frente a mí, y la felicidad fue asesinada frente nues- tra casa donde la tristeza es la cena diaria. Digo como Neruda dijo3: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío” 4. *** Omi; resuena tu voz en todos lugares que visito o imagino en mi cabeza donde no puedo pasar un día sin pensar en ti. Ojalá fuera un pintor para poder dibujar otra pintura en lu- gar de mi pintura descuidada en la entrada de mi habitación, pero mis manos están restringidas, pero lo que puedo hacer es regalarte un ramo de rosas más hermosas para tú espíritu. 380 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Ya estaba viendo al mundo en tus ojos mi Luna 5. Te vi cuando regresé de la casa de mi abuela Fue antes de que llegue la noche Antes de la ausencia del sol Entre las orillas del río Nilo. El cielo estaba lleno de alegría de colores... De repente; ella cayó ―Omi― en la sala. Los colores cayeron también en la tierra, y la oscuridad llena nuestra vida. Yo estoy en un laberinto del tiempo, y los días comen mi carne, y las noches beben mi sangre. 1 Esto coincide con el sexto aniversario de la muerte de mi madre en 10 de septiembre. yo quería regalar esta Carta-Poema a mi madre y todas madres en todo el mundo como un ramo de rosas y jazmín. 2 Omi: Es una palabra árabe utilizada por una gran cantidad de árabes en el mundo árabe, y generalmente la usan los pobres más que los ricos, especialmente en Egipto. 3 Estos versos del poema 20 del poemario “20 poemas y una can- ción desesperada, Pablo Neruda”. 4 Neruda solía escribir sus poemas con tinta verde. 5 La Luna: es una palabra femenina en español, pero es masculi- no en el árabe. Nosotros ¨los árabes¨ decimos esta palabra a los hombres o las mujeres y las cosas bonitas o maravillosas. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 381
*** ¿Recuerdas ese poema que le dije cuando comencé a escribir la poesía? Ese poema era realmente aburrido y su construcción poética muy débil, pero llena de amor real y honesto. Antes de concluir, quiero decir: Te extraño mucho, como los granos de arena, como los granos de oliva, y las flores de jazmín. *** Estoy extenuado, fatigado, cansado, y mi corazón está agrietado. ¡Qué difícil el día sin madre! ¡Qué difícil el mundo sin madre! ¡Qué difícil la vida sin madre! Muchos abrazos MAMÁ A.N.R 09 sept. 2020 382 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
OTROS POEMAS 2. EL CORAZÓN NEGRO El corazón de mi ciudad es negro. Si se revela su velo te sorprenderás. El corazón de mi ciudad se desmorona parece como una fábrica de estatuas Salen de su boca; atormentándolos, pateándolos, golpeándolos con lanzas y Cuchillos. Los hijos de la fábrica están profundamente entristecidos, sus ojos están rojos y llenos de lágrimas. Y las esperanzas en sus caras como humo… ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 383
3. EN EL MAR Y LOS RECUERDOS Estoy aturdido entre un pasado lejano y distante y un futuro en la desesperanza. Los seres queridos que hacen la vida más grata no los vemos, lo cual, es malo, y lo peor, se han ido sabemos entonces que llegamos tarde. 4. VISIONES Vi los planetas girando en sus órbitas dentro del océano. Casi ahogado en la filosofía excesiva, y en la tristeza la destrucción me absorbe. 384 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
5. CUERVO NEGRO La oscuridad extendió sus alas sobre el cielo del universo como un cuervo negro jugando con el mundo entre sus pies. El cielo se parecía a las olas del mar y yo estoy frente a ella como barco defectuoso y frágil. Me entregué a sus deseos porque era improbable escapar de ella. Intento batir las olas sin esperanza, y le suplico derrótame, aplástame. La derrota crece en mi cuerpo hasta hacerse grande como los océanos. Me ahogo en mi lugar no veo nada ni tierra, ni costa, ni playa. Aquí no hay puerto ni playa nada más que agua y cielo todo esto se repite una y otra vez. Me compadezco de mí cuando llega la noche para devorarme, y casi me mata la nostalgia. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 385
Ahmed Nour Eldeen Rifaai Poeta y Traductor. Nació en Güiza el 25 de enero de 1993, Egipto. Rifaai recibió un diploma de Honor en Artes y Le- tras representada por la Presidencia de Argentina, el Mi- nisterio de Cultura y la Universidad Nacional de Rosario, julio de 2021. Se graduó en la Facultad de letras, Depar- tamento de Lengua Española, Universidad de El Cairo en 2015. Trabajó como Profesor y Traductor de la lengua es- pañola en el Instituto de Idiomas de las Fuerzas Armadas en el ejército Egipto (MODLI) durante 2016-2017. Publicó una colección de poesía de su traducción, en la que reco- piló poemas seleccionados del poeta costarricense Jorge Daniel, en 2019. Rifaai escribe la poesía en árabe y espa- ñol. Es el responsable de la literatura árabe en la revista de Insurgencia cultural. Traductor jurado por el gobierno egipcio. El único participante egipcio y árabe en: Concur- so XVIII Puente de Palabras y en la antología del mismo nombre, entre más de cientos de competidores, Rosario, Argentina, Julio 2021. Sus poemas han sido publicados en más de siete países de habla española de todo el mundo, como España, México, EE.UU., Uruguay, El Salvador, Ar- gentina, y Perú. Correo electrónico: [email protected] 386 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Fabián Rolando Álvarez Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 387
INDISOLUBLE No creo que sea tu intención, pero rompes el pacto diariamente, de una forma u de otra, en luz o en oscuridad, para tirar sobre la herida, un poco de vinagre, para que siga doliendo, y te agradezco, los amores verdaderos, necesitan que el dolor perdure, para llorarlos un buen tiempo. Los grandes amores, son los que han encontrado el lugar para sentirlo, y necesitan del tiempo para resignarse a la caducidad. Sin embargo, vanamente hago el intento por superarlo, fingir que ya no importa , ni tu vida, ni tus besos, ni tus manos, ni tus sueños.. Anoche te apareciste en sueños, te acercabas y desaparecías, oscilabas bajo la tenue luz de la luna, jugabas con el impetuoso cabalgar de mi corazón. La herida avinagrada con tu néctar mezquino, irrumpe en dolor placentero, la cercanía y la distancia, la cruz y la pasión, el fuego y el dolor. Estéril intento de practicar el olvido, y vos, tenés el tupé de romper el pacto, y aparecerte todos los días, en una bocanada de poesía… 388 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
AMANECE EN LA RUTA Dicen los poetas, que vivir en un poema es hermoso. Un pase mágico, hace que lo que no estaba, esté ahí. Y las palabras van tendiendo puentes, arriba, abajo, río, cerros, voces, sueños, lágrimas, risas, música, siempre música. De pronto sos jóven y estás allí, con la incertidumbre de la vida a cuestas, como hoy, pero con la fuerza para ir, hacía ese horizonte, incierto, anhelante. Me siento en el lugar del acompañante, y vos manejas, ¿dale? Vamos por las charlas, por las canciones, por las penúltimas, por la risa a flor de piel, no te apures amigo, yo aquí te espero, te extraño y te mantengo en mis días, parece que la magia se va apagando, no importa, nosotros nunca nos dejamos aprisionar por el tiempo, por eso fuimos lo que somos, como hoy, amigos de la vida y lo que sigue. Dale, copate está la guitarra afinada, está la penúltima en la heladera, y tengo ganas de hacerte cantar, que la vida no es una moneda, que algunos mienten, y que vos, te quedaste para siempre en los pliegues de mi alma, porque aunque estoy aquí, solo, miro por el ventanal, y mi madre, riega su jardín de sueños todavía, no estoy solo, en los poemas, apareces vos, y en el patio de mi casa mi madre hace el milagro de la flor… ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 389
CREO Creo que el cartero, no encontró tu dirección. ¡nunca tuve respuesta! Voy a ir más lejos, creo fervientemente que la carta se traspapeló. O será que, como una botella, lanzada al mar, naufragaron mis palabras y sueños. Densidad de la utopía, donde caben, inexpugnablemente vivos, tu mirada, tus besos, tus manos y tu maternidad. ¿Dónde estará esa carta? Allí se exprimieron los ojos, y se nubló el porvenir. Qué duende socarrón, se ha esmerado en cruzar nuestros caminos, para luego cambiar el destino, amortiguar la espera y desatar tormentas. Miro la opaca luz de la habitación, una canción emerge del tiempo, se sacuden las tristezas y danzan al calor de una brasa, los pensamientos, los recuerdos y la embriaguez. Pero antes de sumirme en el espectro del olvido, creo que sí, sí leíste la carta, la guardaste en el armario, donde las hojas envejecen, y los amores trasmigran, hacia la invisibilidad de un marcapiel... 390 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
MEMORIAS Te acordas Rosalina, cuando llegaste entre la luna de marzo, y la lluvia de noviembre. Empapada en miedos y risas, en la encrucijada de la mentira, y el amor. ¡Ay Rosalina! Sigues el rumbo de los días, de las noches, candil de sueños noveles. El brujo del tiempo nos ha echado del paraíso, nos ha puesto a caminar, por la bifurcada senda del destierro, estela sagrada del cielo, dame la señal para buscarte, deja que mis cuencos, antes del eclipse mortal, puedan avizorar tu rostro. ¿Rosalina te acordás de la luna de marzo y la lluvia de noviembre? ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 391
SOLTAR AMARRAS Hice un bollo con sus cosas, sus cosas, que no eran mías, eran un disfraz, que ella me mostraba, impune.. Hice un bollo en mi alma, me estruje el plexo, allí donde se engendran los sentidos, Hice un bollo con los sueños, y los tire a la basura, antes que ella vuelva, no iba a darle ese lujo, Hice un bollo con mis penas, para que en el manantial, del resto de las cebollas, se mezclen en agua clara. Hice un bollo con mis manos, para que dejen la tensión y vuelvan a relajarse y a escribir, hice un bollo con mi corazón, con mi anhelado sempiterno amor, y lo deposite en la entrada de su casa, con los libros, el ropaje, y las memorias, no me volví a verla, la deje en su remanso, mientras mi barca rumbeaba, para el mar embravecido, del invierno, Ícaro me acompaña, para sucumbir en las violentas aguas... Jano sabe el destino que me aguarda... 392 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
UN BESO SIN FUNDAMENTO La mañana juega dados en el patio, llueve, sale el sol, corre una brisa, impredecible como un niño callado. Qué pensará una persona en silencio, ¿Por qué las palabras no brotan? quedan suspendidos en un aire inquebrantable… No pude descifrar tu silencio, me he quedado sin recursos, para buscar la llave, para abrir tus labios. Quizás era una luz que salía, emanaba y se perdía en la nada, quizás solo fue una ensoñación. Son los riesgos de entregarse, sin protección, al engaño de un beso sin fundamento… ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 393
Fabián Rolando Álvarez Nació en Perico, Jujuy, Argentina en 1973. Cursó estudios terciarios en el Populorum Progressio Intela, donde está concluyendo su formación en el Profesorado en Lengua y Literatura, 2021. Como artista se ha participado de mo- vimientos culturales, en Salta, Córdoba, Buenos Aires, ha grabado un disco con la banda “El Bastardo” en Córdo- ba en el año 2001. Participo en el Encuentro de Escrito- res en Tilcara 2016. Ha organizado talleres de escritura creativa en el Teatro Estación Perico para niños y adoles- centes y que espera una pronta edición “Perico cuenta”. Es compositor de canciones. Es miembro de M.I.E.L y ha organizado los encuentros del año 2020 y 2021 bajo el nombre “Palabras al tiempo”. Es miembro del movimien- to Rock&Russo, que desde hace 20 años hace encuentros musicales solidarios. Condujo los programas de radio Una mañana de locos (con Fabricio Bandi) en Urbana FM (2016/2019), Trasnochados en FM Activa (2011) y Noctám- bulos y bohemios (2018) en el Canal 4 Perico. 394 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Kyraan Gregory Gabourel Belice Traducción del inglés al castellano por Lissa De León ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 395
WOMANHOOD Tu feminidad es deuda Una libra de carne que la sociedad compra ya sea vida o muerte … por cualquier medio necesario ya sea por las reglas de un tribunal o la justicia de la calle. Tu feminidad es una K2 Black Panther imponiéndose ante los obstáculos que se desmoronan a tu antojo. Tu existencia amenaza el marco de la fragilidad de aquellos que mueven la portería cerdos machistas. Hombres y mujeres que odian a las mujeres quienes defienden a las mujeres quienes son silenciados por el martirio de clubes sexistas y misóginos repletos de cuchillas Lo que realmente destroza mi interior es cuando las mujeres que piensan y sienten lo mismo que yo son llamadas prostitutas por las masas. Quienes levantan sus manos empapadas en sangre después de haber jurado, juzgado y ejecutado. Algunos creen que una mujer no puede hacer lo que hace un hombre y seguir siendo una dama. Presten atención, queremos a Stormy Daniels en nuestros cuartos pero a la madre Teresa para criar a nuestros bebés. Sí, somos hipócritas, pero en nuestra mente, todo esto tiene sentido, como verter éter sobre las llamas de un incendio forestal. Tu feminidad es deuda que ningún hombre puede pagar. Tu fuerza viene desde adentro como el Everest imponiéndose ante una multitud, hinchándose profundamente su sangre cargada de lujuria tratan de romperte con las piedras de sus pecados. Dile no al dolor que traen quédate quieta y sus gritos desaparecerán sus carnosas cajas de voz. 396 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
Encendiendo a la chica en llamas, cuyos ojos son estrellas nacientes del cosmos; cuya confianza en sus imperfecciones es más brillante que cadenas de diamantes lanzadas desde el cielo. Cuyos espíritus avivan la aurora de la esperanza dentro de los corazones de niñas pequeñas quienes sueñan con ser mujeres, fenomenalmente. Tu feminidad no es cruz, sino alas para romper el vidrio de los techos de las limitaciones de la gente. Tu emancipación nos lleva pasos adelante para curar nuestra nación, Del dolor, el sufrimiento y el mal producido por nuestras manos, Cuando rompemos el espejo, que eres tú. Tu feminidad no es los monólogos de la vagina pagados con moneda legal, A los hombres que afirman amar a las mujeres, mientras sus lenguas bailan tap, para justificar sus dobles estándares. Si tus paredes pueden hablar, hablarían con fluida ironía; Como quien conocía las semillas de amor, dulce-dolor las sembraría en arboles sin raíces, causando estragos. Eres hermosa más allá de tu paleta de colores tu valor excede las expectativas de las personas con persianas y mentes cerradas. Tu biología es la razón por qué nuestras vidas importan. ¡¡¡¡ERES SUFICIENTE !!!! Tu feminidad no es deuda; es el collage de una obra maestra terraformando la tierra en un neo Edén donde el amor y el respeto son la moneda compartida entre dos sexos. Tu feminidad … es Genesis de nuestra salvación ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 397
CHRONOMUERTEPHOBIA Te veo desde través de la habitación girando tus manos haciendo aeróbicos... con la cara de póquer de mis parientes muertos lo has visto todo... sabes todo, pero nunca senil tu látigo es más largo que una cuerda bebiste con la élite, luchaste con los trabajadores, y esclavizado con los pobres. Entonces te encuentro... la gente se adhiere a los plazos más que a promesas, Incluso en la muerte, seguimos las líneas muertas. Nos mantiene bajo control como saldo tiempo ... cronometrando desde la distancia muerte ... siempre persistente muchos buscan esa fuente por ese elixir... por Chronomuertephobia 398 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
ORGULLO BELICEÑO 399 Soy el rugido de la cascada balas de cañón a través de los barcos españoles hundidos de San Jorge Caye Soy uno de los hijos de Chayoter exiliado de San Vicente Soy el espíritu de Nachán Ka’an vagando por el bosque Soy las palabras de Samuel Hynes hablando por los que no tienen voz Yo nací de la caoba bautizado en el Sibun con el corazón de una Segunda golpeando en mi pecho al sonido de los tambores de mis padres que sangraron mi matiz Mi derecho a ser Mi derecho a vivir y ser libre En este tranquilo paraíso de democracia donde nuestros hijos disfruten en armonía Diferentes culturas... un país Ya da fu wi Belize... Un pimentero de generosidad infinita. Del delicioso follaje de la Montaña Pine Ridge hasta las lechosas arenas de Half Moon Caye los pájaros le cantan al Mar Caribe besando las costas en poesía infinita. Soy las canciones de los campamentos de caoba bailando sobre las llamas después de un largo día Un orgulloso granate de Gales Point, Manatí donde la libertad y el Sambai suenan por el Valle del Rio Tiren a ese rey Puedo oír a Mr. Peters tocar su acordeón Soy la vida de Leela Vernon: su sangre en cada beliceño La cultura trasciende la piel; nunca olvides de dónde vienes. Soy la pasión de Cleopatra White y Vivian Seay ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE
Kyraan Gregory GabourelCuidando diligentemente a nuestra gente sin preocuparse por un centavo. Soy le nervio de Antonio Soberanis poniéndose de pie por cada trabajador Soy el alma de la independencia a través de Price y Goldson Soy ustedes beliceños y ustedes son yo Triunfamos ante los desafíos y renovamos nuestra determinación. Desde este noble lugar, escribí este poema Belice... mi corazón y mi hogar. Emprendedor, editor, autor y poeta. Nació en Belice el 20 de junio de 1991. Desde 2011, ha estado escribien- do y actuando bajo el sobrenombre de Kyo D’Assassin y ha ganado numerosos concursos nacionales de poesía. Es coautor del libro + DVD, We Gat Sonting Fu Seh (2013). Es miembro y coorganizador de Spokenword 501, una or- ganización con sede en la ciudad de Belice que realiza lecturas de poesía y eventos bimensuales. Sus poemas han aparecido en la serie de revistas electrónicas de arte y también han sido publicados en varias antologías en es- pañol, inglés y criollo, en Honduras, Guatemala y Belice. Kyraan es copropietario y cofundador de Internet, pape- lería y libros de Kyo. Reside en la ciudad de Belice, donde actualmente está trabajando en su próxima antología de poemas y tiene una licenciatura en antropología de la Universidad de Galen 400 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA
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