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Antología Poética TINTA INSURGENTE

Published by Lidia Susana Puterman, 2021-10-20 00:11:58

Description: Antología Poética TINTA INSURGENTE
Esta antología o compilación literaria, como queramos llamarla, es, en un sentido profundo, una expresión de
cultura colectiva donde el eje fundamental son nuestros principios transformados en luchas, no solo nuestras sino de todas y todos los que están en ellas. Este trabajo tiene alas, su palabra poética confronta. Es tinta de todos como sangre mezclada y exquisita. Tinta roja de lucha e insurgencia. Tinta Roja de nuestro compromiso con la cultura y con la sociedad.

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Carina Cadena Terán Ecuador ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 401

INTERMITENCIAS Cuando las palabras suenan, el corazón palpita los escritos se vuelven mágicos al ritmo sucesivo del sentimiento. RESURGIR Como un brote que renace de la tierra, flota en el aire hasta llegar al cielo, se sumerge en las nubes, salta una a una, se convierte en paz, bienestar, resurge del viento, se transforma, se eleva, se fusiona, se convierte en vida dejando huellas por donde va. Cae la tarde envuelta de nubes negras, truenos, relámpagos y grandes gotas de lluvia envuelven la ciudad, el frío hace que te rechinen hasta los huesos y la cama te invita a cobijarte y a soñar. Y después de sentir un nudo no sé si en el estómago, en la garganta o peor aún en el corazón me di cuenta que la magia todavía existe, que puedo volver a sonreír y sentirme libre. De repente el cielo se transforma, se alegra, se ilumina de hermosos colores y empieza la magia, cierro mis ojos y siento como mi rostro se refresca y realmente me doy cuenta que después de la tormenta viene la calma. A RATOS La verdad es que no sé dónde quiero estar, quizás a ratos en algún sitio o sentir otros paisajes, o quizás no, o tal vez sólo quiero quedarme mirando la nada como quien ve una obra de arte. Llego a sentir que mi alma se pierde, vuela, flota, vagabundea, no se encuentra ni ella misma, se siente vacía 402 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

hasta que mágicamente un vientecito se apodera de ella, se llena de libertad y la rodea un cumulo de emociones, grita, llora, se espanta, pero se arriesga a vivirlo con ese calorcito que emerge del cerebro y el corazón. Así que me quito el escudo, me armo de valor, hago fuego con mis lágrimas y cada día empiezo con un nuevo yo… NOCTURNAS VIBRACIONES Vibrante noche de coloridos sueños y extasiadas palabras, estás hasta en el reflejo de mis ojos, así como cuándo se marca la luna en el cielo, tan brillante tan única tan enigmática como ninguna. De pronto la magia hace su entrada y toca hasta la raíz haciendo estremecer cada poro, cada movimiento, cada sonrisa hasta desfallecer. Viajo por la obscuridad, a lo lejos una estrella enorme y brillante la única en el despejado cielo me llama, me envuelve me invita a soñar con ella, caigo rendida a sus pies, el frío viento me cubre, mi largo cabello cae en mi rostro, por un instante dejo que me proteja del frío, cierro los ojos, exhalo, trasciendo hacia la libertad de mis sueños, mi corazón palpita a mil desvelando los misterios de la noche siento una sensación extrema de paz y de gratitud por ser y estar. UN MUNDO 403 Momentos memorables, de chispas incandescentes, con sabor a gloria, a paz, a cariño, a sinceridad, un mundo exótico dónde se puede disfrutar de sobremanera de la libertad, de la esencia, de mostrarse tal cual, de desnudar el alma, el corazón. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

Un mundo donde todo se vuelve real, donde se puede ver y sentir cosas estupendas, donde la complicidad se torna mutua y extrema... Un mundo donde se puede hacer que lo imposible se torne posible y hermoso, en donde la magia se produzca en un chasquido, solo con una mirada, con una simple acción o con una pequeña palabra. Momentos donde solo quién se lo propone puede llegar a sentirlas como únicas maravillosas y extremas dejando que la mente y el alma corran libremente al encuentro con ese mundo extraordinario dónde solo puedes ser tú... MUJER EMPODERADA Porque soy madre, hija, esposa, artista, porque pertenezco a este mundo diverso, étnico, pluricultural. Porque no soy perfecta ni busco serlo, porque hago las cosas con entrega y pasión. Porque de mis entrañas salieron frutos de amor, porque enseño la nobleza y la paciencia. Porque Soy un cuerpo y a ese cuerpo no se Toca ni se mata. Porque soy mujer... UNA MAGICA PLANTITA (Cuento) Hace mucho tiempo en una comunidad de la sierra de nuestro lindo Ecuador había un niño que le gustaba mucho mirar el cielo, hablaba con él, jugaba y se reía mientras contaba historias extrañas que nunca habían escuchado, todos creían que estaba loco, pero él decía que sólo estaba agradeciendo, alabando y buscando respuestas de aquellos que, en su origen, le dieron las herramientas para desarrollarse. Lo que nunca se imaginaron es que éste niño era muy especial ya que tenía una gran conexión con los espíritus de su pueblo. 404 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Una noche el niño salió de su casa sin decir nada a nadie, corrió hasta los sembríos y se perdió sin dejar rastro alguno, nunca lo encontraron. Después de algunos meses desde el cielo una estrella alumbraba con gran intensidad una plantita especial que nunca se marchitó, ésta daba vida a los sembríos y sus frutos eran riquísimos. Todos se dieron cuenta que en la plantita vivía el espíritu de aquel niño que con su nobleza y su forma distinta de ver las cosas enseñó a su pueblo a amar y proteger las riquezas que nuestros antepasados nos regalan. LA HISTORIA DE BOLIVITAR Bolivitar me llamo me dijo con una amplia y sincera sonrisa, yo no soy del valle vivo en el sur por Guamani, vengo todos los días acá porque aquí ya me conocen y me compran mis frunitas... Mis hijos no viven aquí ellos están en la costa, si me quieren llevar pero mis nueras ni ellas mismo se soportan (sonríe a grandes carcajadas) así que prefiero no molestar... Oigo su voz chispeante y alegre y me va contando su vida solitaria, sin embargo a pesar de ser un hombre ya muy mayor, que utiliza un bastón porque su visión le está fallando por la edad, que viene de tan lejos para ganarse unos centavos y pagar la renta y los servicios básicos, que sabe que ésta mañana la casera de la casa le ha cortado la luz por falta de pago y q necesita cinco dolaritos cómo dice él para poder cancelar, sus ganas de vivir y seguir adelante contagian a todo el que lo oye. Carga su paquetito de golosinas caminando de un lado a otro sin importarle el sol ni la lluvia, con esas enormes energías, con su gran sencillez y su hermosa sonrisa. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 405

Carina Cadena Terán Artista Escénica, creadora, Gestora Cultural, Educadora Artística inclusiva. Su propósito es educar, estimular y brindar un proceso terapéutico por medio del Arte. Su trabajo creativo, es de escenario, de letras, de expresiones y sentires de teatro, de expresión corporal, de formación rigurosa, de entrega al público. Cómo Educadora Artística, trasmite experiencias de vida, de trabajo en conjunto, de forma incluyente, incentivando la creatividad, la sensibilidad y respeto. Su gestión y activismo cultural, se enfoca en generar procesos colectivos que permitan por medio del arte, desarrollar consciencia social rescatando valores humanos. 406 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Viviana Rodríguez Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 407

QUEJIDOS DEL PLANETA Se abren los tajos al grito de la tierra contracciones de mar expulsan olas que avanzan la montaña tiembla el cóndor la abandona Pulsa vida hermanando la naturaleza animales y humanos Algunos hombres solo se ven a ellos mismos ciegos por elección Abren la tierra para valerse del negro Parten la montaña para usurpar el dorado Vacían el mar de vida para llenarlo de muertos inocentes La espada es la misma en su hambre Van por ellos mismos la caída del otro es su triunfo La conquista es matar matar por la tierra del otro matar la tierra del otro matar por el sueño del muerto soñar matando morir siempre matarlo hasta en los sueños hasta soñar la tierra muerta del otro del muerto amar la muerte es matar al otro hasta en la tierra de su sueño enterrar al otro en su propio sueño 408 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

enterrar el sueño del otro en la deliciosa muerte ¿desenterrar de muerte? Se apoderan de un continente Hacen guerras frías fusil de hielo hasta la sangre campos helados guerras bermellón desparramado el campo es sangre fría guerra es sangre sangre es muerte el negro cubre el campo el rocío es bermellón la muerte agradece al fusil el obsequio el negro tapa al que no siente culpa ese que es frío muerte tan cobarde que no pisa el campo el campo se limpia a los muertos los cubre el olvido se olvida la sangre al hielo de la guerra Fabrican pestes Fosas comunes para los que sobran Ahora la víctima es cualquiera no hay razón no hay piedad no hay un porqué ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 409

*SIN MUKURU Tengo miedo de que el recuerdo se me marchite como esta baya de osyris que llevo en el bolsillo La saco y la huelo en medio de esta podredumbre Cuando pierda su amargo Mukuru me habrá abandonado para siempre En este oscuro que no para de moverse me dan ganas de vomitar Tengo asco por el olor a mierda a cuerpos con sudor viejo Por el ruido de las tripas por las cadenas que nos lastiman la piel por nuestra rabia ahogada Muchos esperan el grito de tierra para respirar aire puro y ver la luz Escuché que nos venderán como esclavos Tal vez mi libertad sea como la de tantos otros en lo profundo del mar ese mismo que veía desde mi orilla Prefiero mil veces los dientes del tiburón que el látigo del blanco Me abrazo en la oscuridad de esta bodega mientras un sol estúpido se pasea por cubierta * Dios de la tribu africana Himba. En la mitología Herero, Mukuru (“el antiguo”) es el dios y creador del pueblo Herero. Mukuru se consideraba un dios benevolente que traía la lluvia vivificante, curaba a los enfermos y apoyaba a los ancianos. Cuando la gente moría era porque eran llamados a casa por Mukuru. 410 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

CASCAR EL MIEDO Elijo uno al azar total vienen de una misma sangre Mi palma hace hueco a su fragilidad Lo casco contra el filo de la mesada Por la fisura penetro las uñas Cruje Lo separo en dos No cuido lo simétrico el todo no lo es Miro como liga amarras un espeso unido transparente Luego una bola oro desembarca La veo flotar libre en un eterno por el espacio Carga su orgullo Deslumbra Ese viaje queda tatuado en mi miedo que se agrieta Mientras tiro la cáscara intuyo cómo hacer para también brillar. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 411

CUÁNTO TE AMARÍA Bebo en la laguna El sol se deshilacha Escucho una risa aguda una voz muy lejana Quedo perpleja Quieta Sos un alma sin velos si tan solo acortaras tus piernas cuánto te amaría Me doy vuelta solo la quietud Cuando el alba se hace presente trato de alcanzar una rama nueva me sorprende la risa aguda ahora un poco más cerca Quieta Sos la respuesta a mi ruego Si no tuvieras esos cuernos de espiral Cuánto te amaría Me doy vuelta Solo la sabana Me despierta una risa aguda La siento más cerca aún Quieta La luna pintó tu cara Si fueras más lenta Cuánto te amaría Me doy vuelta Solo la brisa Vuelvo al espejo Quieta Eres frágil tierna gacela Cuánto te amo Me doy vuelta La hiena respira sobre mi cuello 412 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Lo último que siento son sus dientes Me voy por un surco de fuego DESPEDIDA Hay algo más sobre mi pasto que se suma a la muerte otoñal me acerco con miedo Entre mis manos sus plumas dejan escapar su tibio Mis lágrimas no lo despiertan Tal vez el canto que se levantó callado se acuerde cuando me alegraba los días El frío me hace temblar ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 413

Viviana Rodríguez Nació en San Juan de Cuyo, República Argentina. Profesora de música. Estudió Arquitectura y Letras. Artista Plástica. Escritora. Editora de Editorial Jarilla. Su libro “Lop- Lop” llegó a las cuatro ediciones. Editó el libro “Romper Cadenas” en 2019. Participó en numerosas antologías a nivel nacional e internacional. Dirigió el taller literario “Remanso”. Directora de “SIPEA SAN JUAN” adultos e infanto-juvenil desde 2016. Coordinadora del Encuentro Internacional de Poetas “SAN JUAN EN-PLUMA” 414 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Silvia Marina Crespo Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 415

A Pablo Neruda ANILLO CON ALMEJA Algunas palabras unidas hacen este anillo de sal sortija de una vuelta al mundo con una almeja reina en el centro su cuerpo blando y su armadura su nacarada leyenda En medio de la mano que hace la letra éste molusco será la piedra viva que troque el llanto en perla Don Pablo Llevaremos esta alianza como un aro de fuego por donde pasen las imágenes al caer del pico de los pájaros Tal vez le gustaría nombrarla: arandela y colocarla en la cintura del tiempo o hacerla marco de una lente para ver más lejos y tan cerca los rincones que iluminan los relámpagos del hambre Será un círculo de promesas con su inicial y nuestra huella temblorosa detrás de la poesía 416 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

FRATRÍA En una rota cadena de palabras los ojos son islas rodeadas por la sed Persisten los latidos del espacio la melodía es imprecisa la orquesta infinita en esta hora desorbitada Hablo de un grito subiendo el vestido de ella de la música fuera del cuerpo del devenir que se apaga en un gemido hablo de la mano con memoria de piedras de las cavernas] hablo del cuerpo de ella como ofrenda voto y donación cumplida promesa banquete nupcial ritual de iniciación donde se baila el vals de los patriarcas ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 417

DESTELLOS DE UN CIELO AMARILLO Mi oído sobre la almohada la almohada sobre una boca de tormenta Un gigante ciego sopla en la antesala del sueño entrevera el paso del tiempo asfixia su rectitud Quiebra el suelo que pisa y el cielo aumenta su peso Un relámpago ilumina intenciones escondidas manos llenas bocas vacías Ciego con un rastrillo ciego gira en otro sentido sopla y hace la noche Vuelan zapatos huellas caminos en otro sentido techos como alas sillas rotas siestas rotas banderas a la deriva. Despierto juntando mi ropa mojada sin poder recordar sin poder nombrar a quién canto a quién ruego 418 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

PALABRA POR PALABRA Quemarse los dedos encendiendo palabras inocentes llamitas que besan tuestan el pan crepitan con el viento en la ceremonia de los viajes prometen agua en pensamientos desiertos y hacen rodar una luna griega como una pálida cabeza cuando arriba a las lenguas de América sobre otros templos a la luz de la sangre. Breve eternidad de ese soplo cuando pasa y deja ver el nombre de un lugar cubierto de polen antes visto en algún sueño o soñado en un abrazo. Sonidos recién nacidos iluminan el canto silencioso de los peces fragmentos en busca de un nuevo sentido sobrevivientes del imperio carnal de su solitaria lucha contra el tiempo inocentes llamitas que alumbran la sed. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 419

NOTICIAS COMO PIEDRAS Con un frasco de alcohol en la mano como insuficiente amuleto impregno las nuevas formas del miedo. Abro la ventana por donde pasan las horas un ojo trepa a la intemperie por una esperanza. Contemplo los rostros migratorios del día veo rodar un tiempo mareado sigo los rastros que antes cubría la prisa: el olor de la tierra recién llovida una flor que camina a cuestas de una hormiga esas lentas luchas de gladiadores en los estrados de las nubes. La voz de las noticias sacude el suelo con cifras torrenciales aleja el cielo lanzando sombras de piedra hacia la última luz donde una bandada de flamencos en silencio escucha el último alegato del atardecer. 420 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

BERTA CÁCERES El río empuja la sed de un pueblo riega las huellas fosforescentes de la sangre derramada lengua líquida en la voz de los ancestros canción clara al oído de Berta Cáceres Erguida herencia su puño en alto su palabra inagotable su palabra amplificada tendida hacia todo lo que llora sin nacer hacia todo lo que llora sin morir ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 421

Silvia Marina Crespo Nació en Haedo, Buenos Aires, en 1960. Codirigió seminarios interdisciplinarios en el Colegio de Abogados de Morón, en el área de Poesía. Codirigió los espectáculos temáticos y el programa de radio “Antípodas”. Publicó el libro de poesía “Unbewusst” en 2014, La Luna Que. Con anterioridad publi- có en forma grupal el libro “Hojas de Roble hacia el azul” (año 2000), varias plaquetas y cuadernillo de poesía (2002, 2003, Squeo 24, La Luna Que). Participó en las antologías “Icosaedro” y “Testimonios del Presente” del Grupo Lite- rario La Luna Que. Intervino en la Antología de Poetas de Morón, (Municipio de Morón, editorial Pluma e’ gallo) y en la Antología de Poetas y Narradores de la SADE oeste (año 2007, La Luna Que). Así también publicó sus trabajos en la antología “Bardos y Desbordes” editorial Tersites año 2019; Antología “Rapsodia Trémolo” Editorial El Mono Armado año 2019: Antología “Otra mirada otra distancia” Provisio- nes Gráficas año 2019; Antología “24 mujeres poetas hoy” Imaginante Editorial año 2020; Antología “Pandemialma” Euram Êpoca Ediciones año 2020, “Poesía Federal” SADE año 2020, “Antología SADE oeste” 2021, “Antología Voces en Cuarentena” año 2021 de Ediciones del Parque. Escribió para las obras plásticas publicadas en el libro del taller “El Rejunte, pensar el arte” (2012). Su obra se ha pu- blicado en revistas culturales de este país y del extranjero. Se dedica también a las artes plásticas habiendo realizado por lo mismo muestras individuales y grupales. Desde el año 2002 y en la actualidad coordina talleres de poesía y escri- tura creativa. 422 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Jerry Ralph Brizard Haití ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 423

INTERMITENTE EN LA INTERMITENCIA Soy el amor atropellado entre palabras y miradas esperando derrumbar otras palabras y miradas para conocer la autenticidad de las palabras y miradas Espero el amor. Y recojo otras palabras y miradas. Y me alejo de la asimilación. O sutileza, o exclusividad de otras palabras y miradas. Soy las otras palabras y miradas que esperaba. Sosteniendo muchas miradas que buscan palabras escritas en hojas desnudas entenderían también como sombras desnudas. Tantas palabras escritas derrumban frontera para repetir fuertemente otras palabras que están más allá lejos. Intermitencia de las palabras y miradas crónicas se funden una grande similitud II INTERMITENCIA DE PALABRAS Y MIRADAS Y si tú caminas teniendo en mente seguir a otros mientras observas rastros de quienes se devolvieron. Si tú paras. Si retomas el camino. Si sientes que caminas bonito y tienes los ojos lindos y bonitos, y tienes un corazón bonito y ves bonito. Ahora, si tú sigues el camino y ves huesos de dioses muertos, ves la mitad de la campana enterrada al borde del camino. Si ves pañuelos y velos colgando entre árboles. 424 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Si ves, a la izquierda ante de llegar al cruce, la estatua de roca de una mujer con una teta muy pequeña a la otra, manchada de cacas de palomas, gallinas y gallos. Si tú llegas al cruce, a la derecha en el borde de la izquierda, y ves una mesa llena de comidas; carnes y vinos. Y si tú llegas y no tienes ganas de contar a nadie todo eso. Créeme Eres alguien antipático y tolerante. EL POEMA 425 El poema habla poesía, cuevas, amor y mudas. Vuelan como árboles con alas de ángel. Palabra y palabras gritan a nuestros resaberes. Sobre todo cuando caminamos sobre hojas y flores de Gerberas Los días y las noches son psicotrópicos [Sollozo] Gerberas se convierten en nuestros corazones. Encantadoramente, caminamos sobre ellos. Por amor y por bienes. Nos pican los pies con sus espinas envenenadas. Nos inflaman la cabeza. Buscamos el tiempo para culpabilizarnos. El tiempo se esconde de nosotros. El sol complace la ilusión. y la poesía queda sutil. O El sol queda sutil ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

y la poesía se victimiza. Nosotros, nos parecemos como granallas de la intolerancia. El poema habla tan fuerte, que las Gerberas se miran entre ellas, y hace que las ideas de culpa se conviertan en un carrete de humo deslizándose a través de un ojo de aguja y rastreando nuestra humanidad. O, de todas maneras, la moral queda como una pura ráfaga que penetra entre las estampillas de las cartas que nos escribimos. Cartas de amor. O de las que sean. Y de lo que fuimos. De lo que somos realmente. Lo reencontramos de algunos de nosotros que llegan y vuelven. De algunos de nosotros que se van. Lo encontramos En cada uno de nuestros rastros. Así Entenderemos La poesía es un poema que leemos. El poema es una poesía que nos lee. El poema habla. El poema habla. Nosotros también hablamos. De quienes llegan y vuelven. De quienes se van. Cuando nos reencontramos. Pegamos cabeza a cabeza para hablarnos. Lo hacemos con palabras del bueno. El poema habla de la aurora 426 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Que baila con una estrella de la madrugada 427 A lo bello del olor del café tostado Con sonidos de alas de cigüeñas. Nosotros recogemos sus palabras. II El poema habla de un camino psicotrópico. Hay espíritu. ¿Por qué hay espíritu si hay nosotros? Hay bien y mal. ¿Por qué hay bien y mal si hay bondad? No. No es eso. Si no tuviera tiempo ¿Hablaríamos del bien y del mal? Hay tiempo porque existimos. Si creamos el bien es porque creemos que alcanzaremos a ser los dueños del tiempo. Como también no dudamos que el tiempo es él mismo Y pasionalmente el tiempo nos está fornicando. ¿Un mundo de atrás existe? Sería una anemocoría que vuela con el viento. Vuela. Se posa. Vuela atrás del tiempo. Se posa. Cuelga a nuestro subconsciente centellador. Vuela con espíritu.. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

Se posa colgando al tiempo. Posa a la tierra leyendo cartas y poemas como si estuvieran dedicados a ella. Tanto seguimos a la anemocoría y el viento. Regalamos el bien olvidando empacarlo en tela bordada y con cordón dorado. Tanto el viento se transforma en el bien. Tanto pensamos que las Gerberas son centinelas de nuestro tiempo. Entre el momento que el poema está escuchando la poesía. MI MAR RARO Lo despedí pero, nunca dejé de seguir los pasos de la sombra de su espuma Cual sombra, inicio hilos del tiempo hasta la orilla. Así sea el sombreado de la sombra. Lo despedí pero destrenzó la tela de encaje bordado de mis rastros Cual sombra hechizó mi silencio gritando 428 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

a mi bella luna. Que así sea la sombra de su espuma Habitualmente, él agitó a lo que le reservaron en lugar del existencial, mostró la apariencia de varias sombras penetrando en ellas, lo que fue asombroso para algunos versos que embrujaron todas las flores que tiré en las arenas. Mi mar me invitó a pasear en su universo, de donde olas me atrajeron hacia el fondo de la sombra, descubrí la vida, el viento, la esencia y su velo de novia, su azul celeste y porque las espumas son blancas. Cual espuma, efectivamente. Muchas veces su sombra es invisible. Y sin embargo es allí que residió el encanto de las sombras penetrándose en ellas. LA BALADA DEL VIENTO 429 Te cuento mi noche de otoño en la calle desnuda del pueblo: susurré mi gran alma y toda pasión alcanzó un grado de extrema intemperancia y rozando la locura hacia la ventana que se ubicaba detrás de la casa del viejo más sabio de la población. - Cuanto más duermes, más te pones hipócrita con el amor y con los demás. - Despierta viejo. Tú no tienes este corazón. Siguiendo mi camino, pasé por las farolas para poder conseguir calentarme un poco hasta que tuve la idea de cubrirme con hojas de árbol, me agarré de una de sus ramas y me arrastró hasta allí. Luego volé. Levanté las túnicas de las brujas. Sacudí la campana de la parroquia de los cerdos. Porque me gusta que me reconozcan como el viento. Me dirigí a la orilla para convertirme en brisa. Y estamos hablando. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

Jerry Ralph Brizard Nació el 25 de agosto de 1987 en la ciudad de Puerto Príncipe, Haití. Entre 2007 y 2015, cursó dos estudios uni- versitarios: “Diplomacia y relaciones internacionales” y “Filosofía y ciencias políticas”. Reside en Chile desde finales del año 2015. Trabaja a tiempo completo como operario en una empresa privada, y su tiempo libre lo dedica a sus proyectos poéticos per- sonales y al estudio y análisis de la poesía y literatura. Ha participado de diversos talleres relacionados con Arte y pensamiento crítico, y Teorías y escritura literaria. Des- de el 2020 es miembro de “Poesie la vie”, agrupación donde se desempeña como poeta y traductor de Francés- Español. Actualmente está trabajando en los detalles finales de su proyecto poético denominado “Un camino y mil bordes”, en el que desde una mirada crítica y filosófica busca ex- presar y comprender las actitudes humanas. 430 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Margarita Elena Cuello Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 431

ESAS OTRAS En los espacios que me dejas intento acercarme Y crear luz con las palabras… ¡Ojalá pudiera! ¡Pero no! palabras rebeldes salen solas, se atraviesan, no se callan… ¡Ojalá callaran! ¿En dónde están las otras? ¡Esas otras! esas… las de la luz. Quedaron atrapadas, allá en el tiempo. ¡Como quisiera! … cómo quisiera rescatar a la niña que fui, y que se quedó con ellas, y… Pedirle, que me las devuelva. Enmudecieron. Enmudecieron ellas Enmudecieron en la niña Enmudecieron en mí. En los espacios que me dejas intento acercarme Y crear luz de palabras… ¡Ojalá pudiera! 432 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

SU MIEDO Su miedo, tiene miedo. Tiene miedo de seguir creciendo, tiene llanto y guarda gritos. Su miedo tiene miedo de ser encontrado ¿Cómo explicarse? No sabe explicarse. Su miedo está solo, su miedo llora, quiere que lo abracen y que no lo abracen. Su miedo, tiene miedo ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 433

TE QUIERO HASTA LA LUNA -¡Te quiero hasta la luna! - ¡Y yo hasta las estrellas! Entonces el tiempo trajo otros tiempos La luna se acercó, las estrellas se alejaron El amor que fue hasta la luna bajó hasta aquí El amor que llegó a las estrellas siguió viajando Y el tiempo trajo más tiempo Y un día entendí. ¡Ahora sí! ¡Ahora sí sé que te quiero hasta la luna! ¡Y yo siempre, siempre hasta las estrellas! 434 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

COMO ECO DE LATIDOS Tu voz, resuena y resuena en mí, resuena como ecos de tus latidos. Creo en tu voz, tu voz de sentidos que me calmó que me cantó... Todo estaba bien Tu voz tan cierta como esa manta humilde con que abrigaste mis pies, mi futuro, y hoy, mis días. Con tu voz de latidos, nombraste cada estrella con nombres de esperanza, receptoras de tus mensajes, agradecimientos y plegarias. Tu voz, resuena y resuena, resuena como ecos de aquellos, tus latidos, Creo en tu voz, que me habló de las estrellas, de los rumbos del dulce algarrobo, de frutos silvestres, y alabanzas. Creo en tu voz, manto humilde con la que aún hoy me abrigas y me abrazas ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 435

Margarita Elena Cuello Nació en Tigre, Provincia de Buenos Aires, en 1958. Concluyó sus estudios en Terciario Superior y Universita- rios en el Conservatorio Superior de Música de la Ciudad de Buenos Aires “Manuel de Falla” en 1997 en la carrera de Educación Musical y en el Instituto Universitario Na- cional de Arte IUNA en 2003 en la especialización de Artes en Música. En docencia trabajó en todos los niveles educativos como profesora y como capacitadora, y participado en diversos proyectos de artística especiales. Actualmente trabaja en nivel terciario superior en la formación docente. Por su labor docente ha sido premiada por el Ministerio de Educación, Ciencia y tecnología en 2007, en el marco del “Observatorio Nacional de violencia en las escuelas”. En actividad artística, ha dirigido coros de niñes y adul- tes; fue integrante de la Orquesta de Cámara de Don Tor- cuato; creó y produjo el ciclo de espectáculos musicales Canciones y Voces que nos trajo el tiempo, desde 2012 al 2019 (interrumpido por la pandemia) con la participación de numerosos músicos invitades. Es integrante del “Ensamble Vocal e Instrumental de la Universidad de General Sarmiento”. Estudia Actuación para Doblaje. Desde la militancia cultural, integra el grupo de coordi- nadores de MIEL, “Movimiento Internacional de Escrito- ras, Escritores y Artistas por la Libertad”. 436 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Nuchi Belchi España ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 437

¿ME DAS UN NÚMERO QUE ACABE EN OCHO? Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, Ciegos que ven, Ciegos que, no viendo, ven José Saramago, Ensayo sobre la ceguera Este metro cuadrado es mi Universo. Os parecerá extraño pero no, no necesito más. Aquí adentro me siento a salvo. Llevo ya más de diez años en este pequeño mundo. Desde que cumplí los dieciocho. Dicen por ahí que es duro ser cie- go, pero yo voy a confesaros un secreto: veo. No me pidáis que os explique cómo, no sabría hacerlo pero es cierto, veo. Es posible que lo que yo vea no se corresponda con vuestra realidad, pero a fin de cuentas cada uno ha de vivir con su realidad. Y en la mía hay imágenes, formas, colores... Hay también vacío, no voy a negarlo, como el que siento hoy, día 1 de agosto en que mi esperada voz, no ha aparecido. Ya sé su nombre y tengo su imagen dentro de mi cabeza. Hace más de diez meses que forma parte de mi vida con una sola frase que repite cada día con ligeras variantes: Hola, ¿me das un número que acabe en ocho? A veces lleva prisa y sólo es eso; a veces bromeo un poco: ¿Por qué no pruebas con el tres? – No, eso nunca, empieza una por ser infiel a un número y a saber dónde puede acabar. Me encanta oírla, olerla. No me importa que sean sólo unos segundos, os juro que siento una energía dentro de mí que dura hasta el día siguiente. Aunque hoy no ha venido. Ya son las diez y media y no ha llegado. Sé que estaréis pensando que es posible que esté enferma, ya pasó otra vez, que una contusión en un pie la tuvo dos días sin aparecer. Pero algo me dice que ésta vez es diferente. Es como si en este primero de agosto mi vida tuviese que dar un giro. Y estoy asustado. Perdonadme si pierdo un poquito el hilo pero es que no paran de llegar clientes. Pues como os decía, a veces fantaseo con la posibilidad de pasar una tarde con mi seductora voz, pero entonces siento que duele, duele mucho. Yo sólo quiero oírla llegar cada mañana, olerla, desearle un buen día, animarla si llega cansada arrastrando los pies como antesdeayer que me 438 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

dijo que pasó una noche de perros con el maldito insomnio. Entonces –no lo niego- deseo haber podido estar junto a ella para darle un masaje como me enseñaron en aquel curso de técnicas de relajación. Siento una angustia grande, se me pasa por la cabeza la posibilidad de que se haya ido de va- caciones y eso, no lo resistiría. Creo que si hubiese pensado no venir, me lo habría comentado ayer, pero no, ayer llegó resoplando, ufff, qué calor hace. Además, ahora recuerdo, no llevaba dinero suelto y quedó en que hoy me pagaría. No sé, no sé... Me preocupa el hecho de cómo me verá ella. Mi familia, mis amigos dicen que no estoy mal y que uno se acostumbra enseguida a mis ojos inexpresivos. Yo siempre me he sentido seguro, pero ahora es diferente. No sé por qué os escribo esto, no quisiera poneros tristes pero es que a veces necesita uno desahogarse. Por lo visto no es suficiente estar vivo, sentirse bien en tu cuerpo, sentirse fuerte. Necesitamos algo más. Y yo necesito una voz. Sólo eso, una voz. Ya es hora de cerrar mi Universo, ya he bajado la persiana, he de irme a casa ¡Un momento!, el viento me trae un aroma conocido, no es perfume no, es piel/jabón, jabón/piel y unos pasos rápidos... ¿Cómo dices?, ¿tu número? ¡Pues claro que lo he guardado! ¿Una cañita ahora, en el bar de aquí enfrente...? Un momento, acabo de escribir algo ur- gente y estoy contigo. Pero, ¿qué escribir? ¿hay algo más urgente ahora? ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 439

EL DESFILE Fui a aquel desfile porque mi hijo participaba en él. Pedí a Oscar Wilde que me dotara de la belleza y plenitud con la que un hijo debe ver a su madre. Pero mi cuerpo estaba hue- co por dentro, como un tronco invadido de carcoma. Si movía un músculo de mi cara sabía que saldría una mueca horrible. Aun así intenté sonreír. Pedí entonces a Séneca que me dota- se del don de la oratoria para emitir tan sólo una palabra en voz alta: hijo. Pero mi garganta estaba seca como la tierra de Rulfo. Aun así lo dije: ¡hijo! Entonces él sonrió y como una flor que despierta a la vida asistí a la transformación de mi cuerpo. De nuevo la savia corría y mi garganta se humedecía despacio, con lentitud, como si desde dentro tuviese ora ma- nantial, ora torrente que desembocaba en mis ojos. (Texto inspirado en la última escena de la película Mystic River) 440 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

INOCENCIA Gabriel ante el cesto de los bocadillos Gabriel nunca trae bocadillo a clase. Al principio, cuando se acercaba la hora del reparto miraba atento al cesto. Su cara expectante se tornaba en asombrada cuando se acaba- ban ¿Y ande está el mío?, decía. Tú no has traído, Gabriel. Pero él no acababa de entenderlo. Si había colores, plastili- na y pintura para todos, ¿cómo es que no había bocadillos? Entonces le conseguía algo. Al día siguiente la escena se re- petía. Y el mío, ¿ande está? Le explicaba que los bocadillos los ponen los papás y que a él no le habían puesto porque querían que comiera mucho a mediodía. Su mirada extrañada me indicaba que estaba a punto de descubrir qué pasa con esta mierda de vida. Hoy ha vuelto después de dos meses. Sin bocadillo. Miraba al cesto, pero su cara era otra. Cuando acabó el reparto me miró. Gabriel, ¿quieres galletas? Bueno, contestó. Pero noté que en ese bueno había condensado un descubrimiento amar- go y que antes o después unos u otras habríamos de pagar su inocencia. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 441

Nuchi Belchí Gómez Anunciación Belchí Gómez. Orihuela, España. Desde que tengo memoria leer y escribir han sido mi pa- sión. He pasado por dos talleres literarios y en conse- cuencia tengo algunas publicaciones colectivas. Recibí el primer premio en el certamen Esperanza Asuar convoca- do por el Colectivo de Personas Adultas Carmen Conde. He escrito en blogs, uno personal y dos de asociaciones, pero no con intención literaria, sino activista. Tras una vivencia traumática no podía despegarme del boli, escri- bí cientos o miles de páginas que quemé hace unos meses en una enorme pira que hice en el campo. No aspiro a trascender sino a fundirme con la madre tierra. 442 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

Darcy Tortonese Argentina ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 443

EL CHAÑI Como tantas otras veces el Chañi pasó frente a la es- cuela. Aunque prefería evitarlo, ése era el camino obligado cuando estaba apurado. Sin embargo se quedó mirando un buen rato. El edificio estaba en estado calamitoso, paredes sucias, descascaradas, con rajaduras. Apedreados por los propios alumnos, los vidrios rotos dejaban pasar el viento y el frío. Aquel día -recordaba el Chañi- la maestra lo había sorprendido justo cuando lo tenía al Víctor en el piso para obligarlo a pedir perdón y a pesar de la furia pudo darse cuenta de que lo volvería a sancionar -“Pero, ¿qué hacés? ¡soltalo! soltalo, de una vez, tarado”- él la había mirado desde el suelo con desprecio y cierto orgullo. El otro pibe zafó sin ayuda de la soga que él le había pa- sado por el cuello; ya de pie, clavó sus ojos negros, grandes y oblicuos en Víctor -“después arreglamos”- le dijo- “calla- te” -gritó la señorita y de inmediato bajó el tono- “pobre- cito, justamente con Víctor te tuviste que meter, que no da trabajo, que aprende solo, que siempre está limpito y prolijo” - perdió la suavidad y lo zamarreó- “sos un mocoso malvado, casi lo matás, ¡delincuente!”. Los punzantes recuerdos continuaban. Recordó que esa vez los gritos y los insultos fueron en público. Él no se había achicado, seguía mirándola desafiante, como hacía con su papá cuando, borracho, lo molía a golpes y él se tragaba las lágrimas. Pero el papá tomaba desde que los echaron del laburo... y tenía que estar muy en pedo para lastimarlo, en cambio la maestra no lo podía ver, y se lo hacía sen- tir... “por algo la directora de la otra escuela te echó, es muy fácil sacárselos de encima y que otros carguemos con este elemento, no sé para que venís si sos un burro que no aprendés nada y te la pasás haciendo maldades...mejor que no vengas más”. La bronca la había descontrolado, no se cuidaba como otras veces. -“Ché, cuidado que la Gorda te puede oír”- le dijo la otra maestra. Claro, había pensado, a la señorita de cuarto yo tampoco le importo nada, pero que 444 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

la Gorda las rete no le gusta, pero... la Gorda vio y oyó. 445 -“Chañi, pasá a la dirección... entrá”. Él le desconfia- ba -“sentate y contame”-, le pedía que se sentara y no lo estaba cargando, él sabía que no era como la otra vieja turra que lo echó y lo hizo perder a sus compañeros, a sus compinches...si en cuanto ahí, le había dado zapatillas de la Cooperadora... -“¿no me vas a contar?... ¿porqué hiciste eso?... ¿y si... si lo lastimabas?” -“qué lo voy a lastimar, lo quise asustar nomás... no me quiso presta hojas pa’l deber, si yo se las devolvía mañana, quería ver si levantaba las notas, no por mí, por mi mamá que llora cuando las ve”. Le prometió a la Gorda que la madre iba a ir a hablar con ella, si le daban permiso en el trabajo, -“pero a mi papá no, por favor”. Tantas bajas calificaciones seguidas le daban la certeza de que nuevamente iba a repetir -¿para qué volver a ir?- encima darle otro disgusto a la mamá, la última vez que la llamaron había llorado tanto, y él para qué iba a volver ahí, si era una tortura. En la otra escuela él era el jefe; en ésta le costaba imponerse. Había muchos camorreros - todos de la villa como él- y ese grandote del Cholo no cedía su lu- gar. Cuando se le atrevió, el otro le rompió la cara. Era así nomás, aquí no lo querían ni la maestra, ni los chicos. Sólo la Gorda lo trataba con afecto, era mezcla de afecto y seve- ridad, no compensaba ya que la maestra le había dicho que no viniera más y él tampoco tenía ganas de ir. Era verdad, aprender no aprendía nada, todo era aburrido, tenía que so- portar horas haciendo tareas estúpidas. ¡Qué distinto había sido en el Jardincito Municipal!, entonces él era más chico, su mamá lo había llevado porque ahí le daban de comer y la señorita Ema lo quería. La Ema les decía a las otras -“que chico vivo éste, aprendió a leer solito con sólo preguntarle: ¿qué dice en este cartel? ¿y en éste?, parece mentira, tan chiquito”. Ahora lo más lindo era irse a cualquier lado en colectivo. Iba con el hermano menor, tenía que cuidarlo, y así el José, de paso, iba aprendiendo. ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

La primera vez, con la plata que la mamá había juntado para el libro, compró estampitas en Constitución. ¡La expe- riencia fue bárbara!, volvieron tarde a esa villa de cartón y latas, pero muy contentos. Traían casi todas las estampitas y encima plata. La mamá con tres horas de trabajo ganaba la mitad. Estaba orgulloso y le entregó toda la guita -“gracias Chañi, pero no quiero que me vayas a dejar la escuela por esto, ¡quiero que se me haga gente m’hijo!, no ande men- digando por ahí” -“yo vendo” -protestó- “nadie te compra, te dan limosna porque sos chico, pero pronto vas a crecer”. Y sí, su mamá no entendía, pero él seguía entusiasmado. Todos los días salían y traían unos pesos. Se fue haciendo amigo de los colectiveros, los dejaban subir gratis. Uno era más afectuoso, hasta un día les regaló un poqui- to de plata y hasta le había prometido que para el día del niño le iba a hacer un regalo más importante. Ese día juntó agua de la canilla que estaba a tres cua- dras y en baldecitos la llevó a su casa. Se lavó las orejas, cosa que no le gustaba mucho, y se mojó el pelo para estar bien peinado. Se puso un lindo pulóver que la patrona le había dado a la mamá y fue contento a ver al colectivero. Sentía que era su amigo porque lo miraba con amor, como la mamá cuando le daba un beso. El hombre le acarició la cara, el pelo y le preguntó si no quería que él y su mujer lo adoptaran. Primero se quedó mudo. Enseguida se animó -“me gustaría vivir con vos, sos bueno y tenés una linda casa, pero no le puedo hacer eso a mi mamá, ¿sabés? ella ya tuvo que darle mi hermanita a una familia que se la pidió porque la iban a tener mejor, pero ¿sabés como sufrimos?... y no la vimos más” -“ no me cuentes, llevate tu regalito y la semana que viene nos ve- mos”. Le había dado unos pesos y un paquete de caramelos y aunque evitaba mirarlo, se dio cuenta de que el colectivero lagrimeaba. No se animó a preguntarle si había tenido hijos. En el camino se lo encontró al Cholo. No sabía si esqui- varlo o hacerle frente -“te estaba buscando”- le dijo con 446 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

sorna -“hoy no quiero camorra”- “yo tampoco, mañana no 447 vayas a la escuela, el jefe quiere verte” -“¿cómo, el jefe no sos vos? “el jefe es un tipo grande” -“y...¿para qué me quiere ver a mí?” -“¿sos hombre?” “claro” -hizo un gesto como de guapo- “bueno Chañi en- tonces nos vamos a llenar de guita, yo ya hice unos traba- jitos para él”- miraba el suelo- “¿y te quiso adoptar?” - el Cholo se rió con ganas- “no, pelotudo, me enseñó a pescar” – le semblanteó la cara de asombro y empezó a caminar apurado. El Chañi lo siguió y le preguntó -“¿a pescar?” -“sí, ¿la Gorda no les dice a las maestras que no nos tienen que dar pescado, sino enseñarnos a pescar?, bueno, éste en- seña mejor que esas guachas”. El Cholo le explicó que así aprendió a afanar relojes en las canchas de fútbol los días en que había partido. Que ahora hacía el trabajo solo y des- pués le llevaba los relojes al jefe para que los vendiera y que el tipo le pagaba bastante bien -“por ahora, ni una pa- labra con nadie, si alguien se entera suena, igual que vos”. No hizo más preguntas. Se fue para el otro lado. Caminó cada vez más rápido hasta correr como loco. Cruzó la avenida sin mirar. El tipo del auto importado casi lo pisa. Frenó haciendo chirriar las gomas. Salió del auto furioso, hasta dejó la puer- ta abierta. Lo agarró de los hombros y lo sacudió -“¿porqué no te fijas cómo cruzas la calle? A ver si te tenía que pagar por bueno, ¡negrito de mierda!”. La bolsa con caramelos se le cayó de las manos -“sacame las manos de encima turro”. El tipo levantó la mano para darle un trompazo, pero no lo hizo -“no vales la pena”- le dijo. El hombre se metió en el auto, cerró la puerta y acomo- dó los paquetes grandes y chicos que se habían desparrama- do al frenar. Desde la vereda miró como los acomodaba y pensó que serían los regalos del “Día del niño”. Siguió caminando por las calles de la villa, saltando los charcos, esquivando basura. El olor no lo afectaba, estaba acostumbrado. El gesto del colectivero lagrimeando se le mezclaba con ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE

la cara furiosa del tipo del importado y con la del Victor con la soga al cuello, con la de su papá borracho y con la del Cholo riéndose, después era su mamá la que se confundía con la Gorda y la figura de la maestra de su grado se superponía a la de la señorita Ema del Jardincito. Antes de entrar a la pieza fue a la letrina a descargarse. El pozo estaba lleno, se arregló como pudo. Cruzó el patio de tierra y entró -“Chañi, qué tarde viniste, comimos sin vos, hice bollitos de verdura, te guardé dos”. Mientras comía, miraba. Miraba las paredes de chapa donde, a veces, colgaba una estampita y siempre, las fotos de Perón y Evita. Miraba ese piso donde se amontonaban dos bancos, una mesa, el catre raquítico donde el papá dor- mía la mona y el colchón tirado que servía de cama a sus hermanitos y a la infaltable perrita enroscada al cuerpo del bebé. Esa misma noche había tomado la decisión. Por eso esta mañana se había levantado más temprano y se había puesto el delantal como para ir a la escuela. Eligió esa forma de disimulo El colegio se había acabado, daba por seguro que había conseguido un trabajo, un trabajo arriesgado pero más divertido que la escuela y con el que iba a ganar más que con las estampitas. ¡Cuántos recuerdos pasaron por su memoria! El Chañi miraba los vidrio rotos, las paredes rajadas. En eso vio salir de la escuela a la Gorda acompañando a una madre. Se quiso esconder, pero la Gorda lo sorprendió y lo llamó -“¿porqué no entraste, Chañi ¿a dónde ibas?”. Se le trabó la lengua y se quedó con la boca abierta por un momento. En seguida la desafió -“no me voy a perder un negocio, tengo que ver a un tipo” -“Chañi ¿en qué andás?” -“¿quiere saber en que ando” - le mintió para ver la reac- ción y quién sabe por qué más- “los días que hay partido afano relojes en la cancha”. La mujer se quedó petrificada “ -“¿qué me va a denunciar? ¿ me va a venir con los tan- ques?, yo no le tengo miedo a nadie” -“ Chañi me habías prometido que ibas a venir con tu mamá...acompañame, 448 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA

voy a ir a buscarla” -“ no, usted no vaya, mi mamá se va a poner muy mal y...está mi papá en casa, le prometo que yo se la traigo...por favor”. El Chañi dio media vuelta y empe- zó a correr hacia la villa. La directora pensó que no podía correr detrás del chico -“esperame”-gritó. Se apuró para seguirlo. Lo vio cruzar sin mirar. El camión del cinturón ecológico venía como siempre a toda velocidad. El chofer intentó frenar. La Gorda corrió. Se inclinó sobre el Chañi caído, le levantó la cabecita y se acongojó; la criatura había dado contra el cordón de la ve- reda. El camionero se les acercó y ella le oyó decir desespe- rado -“ahora lo voy a tener que pagar por bueno”. Avellaneda, 1983 ANTOLOGÍA POÉTICA • TINTA INSURGENTE 449

Darcy Tortonese Argentina. Nació en Avellaneda, provincia de Buenos Ai- res. Se graduó en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA), en Ciencias de la Educación. Profesora Superior de Decla- mación por el Conservatorio de Música y Arte Escénico de La Plata. Interprete del verso y narradora. Recibió la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) por su ensayo Entre los dientes del tiempo y por su no- vela Los secretos de la Perichona. Colabora en diarios y periódicos locales. Tiene cuentos y poemas publicados en diversas antologías. También es autora de ensayos y de la novela biográfica El trágico destino de Martín Thompson. Fue miembro de la Comisión Directiva de SADE Nacional y presidenta de la Seccional Surbonaerense de la misma. Es presidenta de EDEA (Encuentro de Escritores de Avellane- da) y participa de instituciones culturales. Ha sido jurado de certámenes pictóricos y literarios. Ha sido declarada Vecina Destacada por el Municipio de Avellaneda y Mujer Destacada de la Cultura por la provincia de Buenos Aires. Ha dado recitales poéticos en Argentina, el Caribe y Es- paña. 450 TINTA INSURGENTE • ANTOLOGÍA POÉTICA


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