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Aristóteles. (1988). Política. Editorial Gredos

Published by zsyszleaux.s2, 2017-06-09 02:09:22

Description: Aristóteles. (1988). Política. Editorial Gredos

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LIBRO IV 245 Esta es, pues, la manera de hacer la mezcla. El criterio 6de que están bien mezcladas democracia y oligarquía escuando el mismo régimen se puede llamar democracia yoligarquía. Es evidente que esto sucede por estar bien mez-cladas. Ocurre esto también con el término medio, ya queen él se manifiesta cada uno de los extremos 743. Es pre- 7cisamente lo que sucede con el régimen de los lacedemo-nios 744. Muchos intentan hablar de él como de una de-mocracia, por tener su ordenación muchos elementosdemocráticos, por ejemplo, en primer lugar, lo referente ala educación de los niños 745; los de los ricos se crían igual-mente que los de los pobres, y se educan de igual maneraa como lo podrían hacer también los hijos de los pobres.E igualmente en la edad siguiente, y cuando se hacen 8hombres de la misma forma, no hay nada que distingaal rico del pobre 746. Así, en lo que respecta a la alimenta-ción, es lo mismo para todos en las comidas públicas; tam-bién en cuanto al vestido, los ricos lo llevan tal cual podríaprocurarse cualquier pobre. Además, respecto a los dos 9cargos más importantes, uno lo elige el pueblo, y participadel otro: eligen a los gerontes y participan del eforado. 743 Cf. ARISTÓTELES, Ética a Eudemo III 7, 1234b5; y Sobre el almaII 11, 424a6. 744 Cf. II, 9; PLATÓN, Leyes IV 712D-E; ISÓCRATES, Areopagítico 61. 745 La educación en el sentido amplio, trophé. En una oligarquía seeducaba a los niños ricos en el lujo, a diferencia de los pobres; cf. V9, 13, 1310a22 ss. 746 £ j . T U C Í D I D E S , I 6, 4; P L A T Ó N , Leyes III 696A. Respecto al ali-mento y vestido, cf. también III 14, 2, 1287al4 ss. Había alguna diferen-cia entre el vestido de los ricos y el d e los pobres, cf. P S E U D O - J E N O F O N T E ,República de los atenienses I 10. U n a diferencia g r a n d e en la educación,el alimento y el vestido es considerada c o m o n o democrática; cf. D E M Ó S -TENES, Olíntica 3, 25.

246 POLÍTICA Otros lo llaman oligarquía porque tiene muchos elementos oligárquicos; por ejemplo, todas las magistraturas son elec- tivas y ninguna se asigna por sorteo, y pocos 747 tienen poder soberano de la pena de muerte y de destierro, y otros muchos rasgos semejantes.10 En una república bien mezclada debe parecer que existen a la vez ambos regímenes y ninguno de ellos, y que se conserva por sí misma y no por ayuda del exterior; y por sí misma 748, no porque los que la deseen sean ma- yoría proveniente de fuera (pues esto podría ocurrir tam- bién en un régimen malo), sino porque ninguna de las par- tes de la ciudad en absoluto querría otro régimen. Así pues, acabamos de decir ahora de qué manera hay que establecer una república, e igualmente también las lla- madas aristocracias.10 1295a Nos queda hablar de la tiranía 749, no porque haya que decir mucho de ella, si- no para que reciba su parte 750 en mies- La tiranía t r a investigación, puesto que la conside- ramos como una parte de los regímenes políticos. Sobre la monarquía, la definimos en los prime- ros libros 751 donde, al tratar especialmente de la llamada monarquía, examinamos si es inconveniente o conveniente 747 Son los gerontes, según JENOFONTE, República de los lacedemo- nios X 2; y PLUTARCO, Licurgo 26, y no la Asamblea del pueblo o los tribunales populares; cf. IV 14, 3, 1298a5-10. 748 Cf. II 11, 15-16, 1273b21 ss.; II 9, 22, 1270b21 ss., y VI 4, 1320al4 ss. 749 Trata de la tiranía y de las formas de monarquía donde el rey gobierna de manera despótica y arbitraria, cf. IV 10, 3, 1295al6. 750 En el libro V trata de la tiranía y la distingue de las constituciones como lo hace DEMÓSTENES, Oh'ntica 1, 5. 751 Cf. III 14-17.

LIBRO IV 247a las ciudades, y qué clase de monarquía y a partir dequé origen debe establecerse 752 y de qué manera. En cuanto a la tiranía, en el examen que hicimos de 2la monarquía 753, distinguimos dos formas, porque su po-der coincide de algún modo con la monarquía, por estarambas formas de gobierno de acuerdo con la ley (pues en-tre algunos pueblos bárbaros eligen monarcas absolutos,y en los tiempos antiguos entre los primitivos griegos huboalgunos monarcas de esta clase 754 a los que llamabanaisymnetas); pero estas dos formas de monarquía tienen 3entre sí algunas diferencias: son regias por estar de acuer-do con la ley y mandar uno solo con el consentimientode los subditos, y tiránicas por ejercer el poder despótica-mente al arbitrio del monarca. Una tercera forma de tira-nía es la que precisamente parece serlo, por correspondera la monarquía absoluta 755. Tal tiranía es necesariamente 4la monarquía que ejerce un poder irresponsable sobre to-dos los ciudadanos, iguales y superiores, con vistas a supropio interés, y no al de sus subditos; por eso es contrala voluntad de estos, pues ningún hombre libre soportacon gusto un poder de tal clase. Estas son pues las formasde tiranía y tal el número por las causas indicadas. ¿Cuál es la mejor constitución y cuál 11 La mejor es el mejor género de vida para la mayo- constitucion: n-a ^ j a s c j u c j a c j e s y p a r a i a mayoría de el gobierno de la clase media los hombres, si no se juzga por una vir- tud por encima del común de los ciuda-danos, ni por una educación que exige una naturaleza y 752 Según el pasaje, V 10, 3, 1310bl0, el rey es elegido entre aquellosque destacan por su superioridad en virtud. 735 Cf. III 14, 6, 1285al6-b3. 754 Algunos monarcas por elección. 755 Trata de ella en III 16 y 17.

248 POLÍTICA unos recursos favorables, ni por un sistema de gobierno hecho a su deseo, sino por un género de vida adecuado para que lo comparta la mayoría de los hombres y un sis- tema de gobierno del que puedan participar la mayoría de 2 las ciudades? Pues los regímenes que se llaman aristocra- cias, de los que hemos hablado 756 ahora mismo, o bien caen fuera del alcance de la mayoría de las ciudades, o bien son muy próximos de la llamada república, y por eso se debe hablar de ambas 757 como de una sola. La decisión sobre todas estas cuestiones depende de los 3 mismos principios elementales 758. Pues si se ha dicho con razón de la Ética 759 que la vida feliz es la que menos im- pedimentos ofrece de acuerdo con la virtud, y que la vir- tud es un término medio 760, necesariamente la vida media es la mejor 761, por estar el término medio al alcance de cada individuo 762. Y estos mismos criterios serán necesa- riamente los de la virtud y maldad de la ciudad y del1295b régimen político, pues el régimen es una cierta forma de vida de la ciudad 763. 4 En todas las ciudades hay tres elementos propios de la ciudad: los muy ricos, los muy pobres y, en tercer lugar, 156 Cf. IV 7, 3-5, 1293b7-21; IV 8, 3, 1293b36. 757 Es decir, las diversas formas de aristocracia y de república. 758 Cf. I 9, 13, 1257b23, y V 9, 5, 1309bl6. 759 En varios pasajes y en Ética a Nicómaco I 11, 1101al4 ss., y VII 14, 1153b9-21. 760 Sobre la virtud considerada como el término medio, cf. ARISTÓTE- LES, Ética a Nicómaco II 8, 1108bll. 761 Cf. PLATÓN, República X 619A. 762 Esta media es relativa a cada uno de nosotros; cf. ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco II 5, 1160a32 ss. 763 Para Isócrates, el régimen (politeíá) es el alma de la ciudad, Areo- pagítico 15, y Panatenaico 138.

LIBRO IV 249los intermedios entre unos y otros. Así pues, puesto quese reconoce 764 que lo moderado y lo intermedio es lomejor, es evidente que también la posesión moderadade los bienes de la fortuna 765 es la mejor de todas,pues es la que más fácil obedece a la razón 766. En cambio, 5lo superbello, lo superfuerte, lo supernoble, lo superrico,o lo contrario a esto, lo muy pobre, lo muy débil y lomuy despreciable, difícilmente sigue a la razón, pues aqué-llos se vuelven soberbios 767 y más bien grandes malvados,y éstos malhechores y sobre todo pequeños delincuentes,y de los delitos unos se cometen por soberbia y otros pormaldad. Además las clases medias 768 son las que menosrehuyen los cargos y menos los ambicionan, actitudes am-bas perjudiciales para las ciudades. Por otra parte 769, los que tienen en exceso bienes de 6fortuna, fuerza, riqueza, amigos y otros semejantes ni quie-ren ni saben obedecer (y esto les ocurre ya en el seno dela familia, siendo niños; a causa del lujo ni siquiera enla escuela tienen la costumbre de obedecer); en cambio losque tienen una necesidad excesiva de estas cosas son dema-siado serviles. De modo que los unos no saben mandar, 7sino obedecer a una autoridad propia de esclavos, y los 764 Cf. I 9, 13, 1257b23, y V 9, 5, 1309bl6. 765 Cf. ARISTÓTELES, Ética a Nicómaco VII 14, 1153b21 ss. 766 La relación entre la fortuna media y la conducta razonable se en-cuentra también en II 7, 8, 1266b28 ss.; cf. también, PLATÓN, RepúblicaIV 421D. 767 Sobre la soberbia de los ricos, cf. ARISTÓTELES, Retórica II 16,1390b35, y PLATÓN, Leyes V 742E. Y sobre la malignidad de algunos,cf. ARISTÓTELES, Retórica II 13, 1390al8. 768 Cf. infra, V 8, 20, 1309al7 ss. y JENOFONTE, Económico II 5-6. 769 Aristóteles hace alusión a PLATÓN, Leyes V 728D-729A y VIII 791D.Cf. también infra, V 7, 7, 1307al9 ss.


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