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POSTALES DE MI PUEBLO - CÉSAR NORBERTO CAÑETE

Published by Gunrag Sigh, 2021-11-13 18:04:34

Description: POSTALES DE MI PUEBLO - CÉSAR NORBERTO CAÑETE

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POSTALES DE MI PUEBLO I César Norberto Cañete

Cañete, César Norberto Postales de mi pueblo I / César Norberto Cañete. - 1a ed. - Longchamps: LENÚ, 2021. Libro digital, EPUB Archivo Digital: descarga ISBN 978-987-4983-81-7 1. Ciudad Histórica. I. Título. CDD 306.09 Título original: “Postales de mi pueblo I” Narrativa - Historia de ciudad © César Norberto Cañete Idea y realización general: ©César Norberto cañete Diseño y arte de tapa: ©César Norberto cañete Corrección: ©Norma Noemí Aramburu ©María del Carmen Jramoy Trombotto Corrección de datos históricos: ©Julio Argentino “Ñongui” Ramírez Fotografías: Archivo Postales de Mi Pueblo. Archivo de fotos del Bicen- tenario de la ciudad. Archivos “De Ushuaia a la Quiaca”. Centro Vetera- nos de Guerra “Islas Malvinas” de Curuzú Cuatiá. Rompecabezas Digi- tal. ElDiariodecuruzu.com. José Manuel Vázquez. Juan Ramón “Me- neco” Mendiburu. Jorge Peker. Roberto Solíz. Facebook Postales De Mi Pueblo Primera edición noviembre 2021 Editorial Ediciones Lenú Mail: [email protected] Facebook: Ediciones Lenú Aclaración: en determinadas expresiones y/o criterios narrativos, así como el vocabulario utilizado en todo el texto, se respetaron los gustos y deseos del propio autor. Hecho el depósito que previene la Ley N° 11.723 Esta obra se terminó de imprimir en talleres gráficos de Ediciones del País. Impreso en Argentina. Queda prohibido sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento comprendidos reprografía, tratamiento informático ni en otro sistema mecánico, fotocopias, ni otros medios, como también la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos.

“No existen más que dos reglas para escribir: Tener algo que decir y decirlo”. Oscar Wilde (1854-1900) Escritor, poeta y dramaturgo irlandés



AGRADECIMIENTOS Agradezco profundamente a todos quienes han colaborado de forma directa o indirecta aportando datos, comentarios y fotos en la página de Facebook para que este trabajo se pudiera realizar. A mi esposa, Norma Noemí Aramburu, quien me apoya, acompaña y aconseja en todos y cada uno de mis proyectos. A mi madre, Valentina Franco, por enseñarme a ver la vida con el corazón. A mis hijas; Yuli y Agustina, y a mis niños; Álex, Alan y Nahuel, por los dolores de cabeza que también son parte de nuestra hermosa vida. A mi primo Carlos Alberto “Pachú” Mancuello, a quien estoy eternamente agradecido por ayudarme en este trabajo y por alentarme en cada proyecto emprendido a lo largo de mi vida. Te voy a extrañar horrores mi viejo… Y a todos mis amigos, familiares y compoblanos que me han demostrado a lo largo del año 2020 y parte del 2021 que reflotar momentos de nuestra historia por medio de la fotografía no es un trabajo en vano y me garantizan que no estoy solo en esta lucha por la reconstrucción de nuestro pasado.



PRÓLOGO Me parece increíble como el tortuoso paso del tiempo va transformando en recuerdo con todo lo que arrasa a su paso. Si no fuera por esos bellos momentos anclados a la memoria, nuestra vida sería claramente un desierto. Por razones que escapan a mi conciencia había dejado de transitar durante un largo tiempo por este maravilloso arte de pintar con palabras y esculpir mis pensamientos con metáforas, me había resignado al silencio de la lectura, hasta que una frase contundente de Oscar Wilde sacudió mis sentidos: “No existen más que dos reglas para escribir: Tener algo que decir y decirlo”. Sin lugar a dudas he sido impulsado a hacerlo por la senci- lla razón de poner en palabras todo ese caudal de emociones anidadas en mí desde hace mucho tiempo, quizás desde que tengo uso de razón. Considero, muy íntimamente, que este libro es el puente de unión entre el hombre que soy y el niño nacido en el Barrio Centenario Argentino y criado en los arrabales de ese paraíso llamado Barrio Norte. En este trabajo he querido revindicar a mi pueblo, a mi querido Curuzú Cuatiá, al que he llevado a cuestas en mi largo peregrinar, a su gente, los que regaron este suelo con el sudor de su sangre, a todos quienes son parte indeleble de nuestra idiosincrasia. A lo largo del libro voy nombrando personas que, a mi juicio, merecen ser reconocidas por la historia o la memoria colectiva, algunas de ellas muy importantes y significativas en mi vida, por las cuales he sentido la necesidad de escribir y desahogar muchos de mis sentimientos guardados. Siento que por ningún motivo debemos ignorar sus esfuerzos o des- cansar en la hipocresía de creer que solo unos pocos han hecho grande a nuestro pueblo.

Como eje principal están las fotografías que, además de ser ilustrativas, muchas de ellas son históricas y otras de un valor sentimental incalculable. Mi fascinación por ese maravilloso arte de los retratos es una historia de larga data, desde muy niño me pasaba “horas perdidas” —como decía mi mamá— mirando los álbumes. Me asombraba como una máquina podía eternizar un mo- mento en un papel, me inquietaba conocer las historias que había detrás de esas imágenes, el tiempo fue pasando y el encantamiento no ha cambiado. Más de ciento cincuenta fotografías ilustran este material, la mayoría contiene datos de sus autores y detalles de los lugares o las personas que en ellas aparecen. Todas las narraciones, las cuales guardan relación directa con las fotografías, son de mi autoría y se refieren a anécdo- tas personales, relatos que me han contado o los he escucha- do en algún momento de mi vida. En un apartado, como marco referencial, los sucesos im- portantes que son narrados a lo largo del libro o fechas de nacimiento de sus protagonistas están detallados en forma cronológica con datos cuidadosamente corroborados. Además de las fotos e historias se agrega un anexo con las denominaciones actuales y anteriores de las calles de nues- tra ciudad, extraído del libro “AMOITÉ OJHASÁ” (Allá A Lo Lejos Sucedió) del Dr. Roberto Luís Martínez Grossi, como un humilde agradecimiento a su incalculable aporte a nuestro acervo cultural e histórico. Asimismo, es oportuno aclarar que “POSTALES DE MI PUE- BLO” no es, ni pretende ser, considerado un “Libro de Histo- ria”, pero se pueden encontrar en él datos que fueron mani- pulados con la rigurosidad de la investigación científica, con el afán de aportar información fehaciente al lector. Cuando el libro ya estaba en su etapa final de corrección sucedieron dos hechos muy relevantes, por un lado, el mun- do fue sacudido por la noticia del fallecimiento del astro

argentino Diego Armando Maradona el 25 de noviembre de 2020, y por el otro, esta espantosa pandemia se llevó a un ser tan querido e importante para mí, como fue mi primo Carlos Alberto “Pachú” Mancuello el 1º de mayo de 2021. De allí surgieron los relatos; “Maradona en Curuzú”, “Mi Capa de Superhéroe” y “El Señor de la Trompeta”. Debo confesar que, en lo personal, este no es un libro más, porque en él dejo gran parte de mí, las personas y los paisajes que describo han forjado mi esencia, por ello espero que se apropien de su contenido, que hagan de la lectura un viaje introspectivo reconciliador para que esta pequeña semilla, nacida en mi pluma, germine y crezca en sus corazones. César Norberto Cañete



FECHAS RELACIONADAS A ESTA OBRA 12 DE OCTUBRE DE 1793 José Zambrana delinea la “Plaza del Pueblo” (la que luego fue denominada Plaza Constitución, hoy Plaza Belgrano). 7 DE NOVIEMBRE DE 1810 Llegada del Dr. Manuel Belgrano a Curuzú Cuatiá. 16 DE NOVIEMBRE DE 1810 Se funda el pueblo de “NUESTRA SEÑORA DEL PILAR DE CURUZÚ CUATIÁ” por parte del vocal de la reciente Primera Junta de Go- bierno; General Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. 9 DE OCTUBRE DE 1852 Por ley, el gobernador Juan Gregorio Pujol otorgó a Curuzú Cuatiá el rango de “VILLA”. 25 DE SETIEMBRE DE 1888 Por ley, el gobernador Juan Ramón Vidal eleva a Curuzú Cuatiá al rango de \"CIUDAD\". 1889 Se inaugura la columna y el monumento de la “ESTATUA DE LA LIBERTAD\", construida por Francisco Baquer, ubicada en el centro de la Plaza Constitución (hoy Plaza Belgrano). La estatua fue des- truida por un rayo y fue reemplazada por la actual, ahora en lugar de tener una rama de laureles en su mano sostiene una lanza, que cumple la función de pararrayos. 1891 Comienza su labor comercial la “BOTICA DE FERNÁNDEZ” (hoy Farmacia Argentina) en la esquina noroeste de la intersección de calle Rivadavia y Berón de Astrada. 13

1895 La “BOTICA FERNÁNDEZ” pasa a llamarse “FARMACIA ARGEN- TINA” al formarse la sociedad Fernández-Vaccaro. 18 DE ABRIL DE 1901 Nace en la ciudad de Esquina (Corrientes), Pedro Juan Dal Lago, cuarto hijo del matrimonio de Cayetano Dal Lago y María Luisa Fini, dueño junto a su esposa Rosalía Fagoaga, del almacén de ramos generales “1° DE MAYO”, ubicada en la esquina de Berón de Astrada y Rivadavia, falleció en el año 1978. 4 DE SEPTIEMBRE DE 1901 Nace en Curuzú Cuatiá Rosalía Fagoaga, doña Rosa, dueña junto a su esposo don Pedro Juan Dal Lago, del almacén de ramos ge- nerales “1° de Mayo”, falleció el 3 de septiembre de 1997 y su cuerpo fue despedido el mismo día de su cumpleaños número 96. 22 DE ABRIL DE 1911 Nace Cayo Izquierdo, dueño y fundador de “CASA IZQUIERDO” en San Pedro Manrique, Soria, España, falleció el 21 de diciem- bre de 1978 en la ciudad de Buenos Aires a raíz de un accidente en la vía pública. 6 DE NOVIEMBRE DE 1926 Nace en Curuzú Cuatiá FELICITA CONRADA (abuela materna del autor de este libro). Falleció el 5 de febrero de 2006. 7 DE JUNIO DE 1927 Nace PABLO GÓMEZ, primer fotógrafo nacido en Curuzú Cuatiá. Falleció el 5 de febrero de 2017. 1928 La prosperidad hace que la “FARMACIA ARGENTINA” pase a lla- marse “FARMACIA Y DROGUERÍA ARGENTINA”. 14

7 DE NOVIEMBRE DE 1928 Nace en Curuzú Cuatiá el Dr. ROBERTO LUIS MARTÍNEZ GROSSI, Pediatra, Escritor e historiador. Falleció el 30 de agosto de 2016. 1° DE MAYO DE 1929 El matrimonio Dal Lago – Fagoaga abre el almacén de ramos generales “1° de Mayo” que funcionó durante 45 años en la esquina de Berón de Astrada y Rivadavia, hasta el año 1974. 1931 Abrió sus puertas “Casa Izquierdo”, una flamante tienda de ropas, en el edificio donde en otros tiempos brilló la Confitería y Bar “LA PERLA”, por Berón de Astrada al 800. 1940 “Casa Izquierdo” se traslada a la esquina de Berón de Astrada y Pueyrredón, propiedad de la señorita Angélica Perazzo. 1940 Se instala “FOTO SCHMOLL”, la primera casa de fotografías, con su estudio en Berón de Astrada 811. 4 DE FEBRERO DE 1942 La ciudad es declarada “LUGAR HISTÓRICO” por Decreto N° 112.765. 1955 Pablo Gómez, el primer fotógrafo nacido en la ciudad, abre “FOTO PABLO”, su propio estudio fotográfico en Dr. Pozzi 677. 16 DE NOVIEMBRE DE 1960 Inauguración del Monumento al Gral. Manuel Belgrano, en la Plaza del mismo nombre, por parte del Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi, al cumplirse el Sesquicentenario de la funda- ción de la ciudad. 15

MARZO DE 1970 Se inaugura “GRAN IZQUIERDO FUNCIONAL” en Berón de Astrada al 1000, bajo una lluvia intensa que bendijo el gran acon- tecimiento. La arquitectura del majestuoso y flamante negocio fue de avanzada para la ciudad, tan futurista que presumía de ser el shopping del momento, el segundo de ese estilo en la provincia después de “Casa Tía” de Corrientes Capital. 10 DE ABRIL DE 1974 Nace en Curuzú Cuatiá el autor de este libro, César Norberto Cañete, segundo hijo de Valentina Franco y Roque Ramón Cañete. 1981 Diego Armando Maradona y su familia visitan Curuzú Cuatiá luego de sufrir un desperfecto en su automóvil en cercanías de nuestra ciudad por la Ruta Nacional N° 119. ABRIL 1982 En abril de 1982 comienza el conflicto de Malvinas, entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña. 1985 León Gieco, bajo la dirección técnica de Gustavo Santaolalla, graba en la Estación de Trenes de Curuzú Cuatiá junto a Eladio Mosqueda (12 años). 1986 El equipo de fútbol representante de Barrio Norte consigue el subcampeonato en el Campeonato Juvenil categoría 1974 (12 años) tras perder la final ante el Club Barracas. EL 29 DE JUNIO DE 1986 La Selección Argentina de Fútbol, liderada por Diego Maradona, se consagra Campeón de la Copa Mundial México ´86 en el Estadio Azteca, tras ganarle 3 a 2 al Seleccionado de Alemania. 16

2 DE ABRIL DE 1989 Se inaugura el Monumento al “SOLDADO VETERANO DE GUERRA ISLAS MALVINAS”, en la esquina de Berón de Astrada y Juan Pujol. Obra del escultor riojano Andrés Midwal. Su significado es un soldado mirando al cielo, gritando que finalice la guerra y cla- mando justicia por los muertos y heridos. El monumento se realizó en distintas etapas. El soldado se armó con hierro y ce- mento que donaron de los Altos Hornos Zapla. El artista envió los planos de la base y las islas para que fueran construidas por los veteranos de nuestra ciudad y él armó el soldado en La Rioja, para luego ser trasladado en avión del Ejército Argentino hasta nuestra ciudad, y colocado sobre la base. 2 DE ABRIL DE 2007. Se inaugura el “Mural en Homenaje a la Gesta de Malvinas”, frente al Cementerio Local “Nuestra Señora de los Desampara- dos”. Obra realizada por el escultor José Kura y la Sra. Daniela Almeida, ambos de Corrientes Capital. 24 DE OCTUBRE DE 2018 Por Ordenanza municipal, acta N° 1482, se designa con el nom- bre de “BARRIO VICTORIA” al grupo habitacional de 150 vivien- das, ubicado al sudoeste de nuestra ciudad (Manzanas designa- das desde la “A” hasta la “J”) y en el mismo acto también se nombran las calles del interior del barrio, algunas de las nomina- ciones son; Dr. Roberto Luis Martínez Grossi, Horacio Julio Rodríguez, Adolfo “Toto” Alsina y Pablo Benítez, entre otros. 28 DE MAYO DE 2019 Se entrega en el “BARRIO VICTORIA” un nuevo grupo habitacio- nal de 50 viviendas (Manzanas designadas desde la “K” hasta la “N”). 25 DE NOVIEMBRE DE 2020 Fallece el astro del fútbol mundial, Diego Armando Maradona, dando paso al nacimiento del mito. 17

1º DE MAYO DE 2021 Fallece en la ciudad de Ensenada, Buenos Aires, el músico curuzucuateño, Carlos Alberto Mancuello. ANTIGUAS DENOMINACIONES DE CALLES ANTES ACTUAL Curuzú Cuatiá Berón de Astrada (Cambia en 1900). Naranjito Caá Guazú (1892 aproximadamente). Ituzaingó Dr. Fernando Irastorza Solís Don Bosco (Cambia el 4 de agosto de 1941, Ordenanza N° 51). Calle Ancha del Matadero Monte Caseros Vieytes José Ignacio Rucci Paralela a la Alberti Deán Funes Castillo Castillo - El Maestro - Castillo Corrientes Francisco Podestá (Cambia en 09/08/1921, al inaugu- rarse el busto en Esc. Belgrano). Buenos Aires San Martín (17/08/1950). 2ª Rivadavia o Rivadavia Este Monteagudo General Paz Juan Pujol (17/03/1910). 18

Sarandí Gobernador José Rafael Gómez (09/02/1917) al fallecer el Doctor. Entre Ríos Rivadavia Paraguay Dr. Tomás L. Pozzi - Juan de Vera Washington Cnel. Duarte Ardoy – Pueyrredón (17/03/1910). Chimborazo Rodríguez Peña (17/03/1910). Paralela al Parque Mitre Sarmiento (1900). Av. del Oeste o Gral. Mitre Gral. Lonardi – Posadas (1909). Laprida Rafael Perazzo (Decreto 1403 – 07/12/1944). Callejón del Oeste al Las Heras Cementerio Nuevo Balcarce Soler (1909). Av. Gral. Belgrano Av. Laprida (Ex Cancha de Carreras). Berón de Astrada Av. República O. del Uruguay (29/06/1930). Innominada hasta 1900 Castelli Las demás fueron nominadas en 1900. Las del Bº Centenario, al crearse este en 1909. 19

PLAZA DEL PUEBLO Un Legado de José Zambrana Para comprender bajo qué condiciones fue construida la “Pla- za Central del Pueblo” es necesario remontarnos imaginariamen- te a finales del siglo XVIII, más precisamente a la última década, entre 1789 y 1799, cuando nuestra ciudad apenas era un paisaje desolado, con pocas casas y muy distanciadas unas de otras. Por aquellos años un entusiasta español llamado José Zam- brana, desde su cargo de Juez Comisionado, comenzó a trabajar sobre una idea que lo inquietaba; la creación de un poblado en el “Paraje\" que había adoptado el nombre del arroyo que lo cir- cundaba; “Curuzú Cuatiá”. Es imposible precisar la fecha exacta en que se construyó la plaza, ya que no hubo cortes de cintas ni ningún tipo de acto for- mal, el fin era demarcarla para que a su alrededor se comenzaran a aglutinar las familias dispersas en los campos aledaños. Asimismo, Don Tomás Castillo, otro apasionado español, trajo una imagen de Nuestra Señora del Pilar y pretendía elevar una capilla en su honor, Zambrana apoyó esa iniciativa desde un principio como un fiel devoto y porque le pareció que la idea de ubicarla frente a la flamante “Plaza del Pueblo” serviría como un imán espiritual, un válido pretexto, para que todos los vecinos creyentes comiencen a afincarse alrededor de su imagen. El 12 de octubre de 1793 se registra el primer pedido al Virrey para la construcción de la capilla frente a la “Plaza del Pueblo”, en honor a Nuestra Señora del Pilar, es el primer indicio de la existencia de la plaza. Se sabe a ciencia cierta que el fundador de “hecho” de la ciudad ha sido José Zambrana, quien logró reunir y repartir solares a más de sesenta familias alrededor de la plaza central, pero los intrínsecos laberintos burocráticos de la época, hicieron que en su vida no pudiera ver canalizados los objetivos de su ardua lucha, ya que la parca lo sorprendió antes de cumplir su cometido. 20

El 7 de noviembre de 1810, luego de su desaparición física, lle- gó a esta localidad, tan discutida jurisdiccionalmente, el integran- te de la Primera Junta de Gobierno Patriota, el abogado criollo General y Doctor don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano al mando del Ejército Auxiliar del Perú (Ejército del Norte). A lo largo de los días los vecinos le pusieron al tanto de los pro- blemas y las necesidades al General, quien decidió fundarla legal- mente, haciendo uso del cargo que ostentaba, Vocal de la Primera Junta de Gobierno, para poner fin a los pleitos jurisdiccionales. El 16 de noviembre la plaza del pueblo se transformaría en testigo del trascendental dictamen del Gral. Belgrano quien hizo preparar el escenario desde muy temprano. Ordenó a sus tropas formar frente a la Capilla y lo mismo hizo el Comandante Casco con los suyos, ante el Juez Ledesma y el Cura Maciel, estando pre- sentes la mayoría de los vecinos del incipiente poblado. Cabe acla- rar que la primera Capilla, la cual fue incendiada aparentemente por las velas de los fieles, estaba ubicada en el sector sudoeste de la intersección de las calles El Maestro y Juan Pujol, las cuales en esa época aún no estaban nominadas. La historia cuenta que el Secretario del General, don Ignacio Warnes, tomó asiento frente a la capilla, en el preciso lugar donde hoy se encuentra la “Piedra Fundacional” en la Plaza Belgrano, allí fue donde el General le comenzó a redactar el Acta de fundación: \"...a virtud de las facultades que me reviste, ordeno y mando: que se haga y tenga este pueblo por el de NUESTRA SEÑORA DEL PILAR DE CURUZÚ CUATIÁ, cuya jurisdicción será...\". Desde entonces la Ciudad le rinde homenaje a Belgrano, su fundador, uno de los próceres más importantes en la lucha por la independencia del yugo español, estampando su nombre en la plaza que en sus comienzos fue conocida por los vecinos como “Plaza del Pueblo” o “Plaza Central”, luego “Plaza Constitución” y en 1910, al cumplirse el centenario de la fundación del pueblo, 21

adopta la denominación actual “Plaza General Manuel Belgra- no”. El aprecio y veneración hacia el creador de nuestra insignia patria se extiende a una calle, la escuela primaria cabecera, un colegio secundario, el barrio Villa Belgrano cuyo benefactor fue Francisco Lidueña, el barrio militar de Oficiales del Ejército, un Club y diferentes negocios, desde mueblerías hasta kioscos. Sin embargo, el nombre de José Zambrana, el principal impul- sor para la creación del poblado y fundador de “hecho”, ha queda- do enterrado entre los escombros del olvido, demostrando la in- gratitud de la historia o mejor dicho de quienes tienen la facultad de escribirla. El Dr. Roberto Luis Martínez Grossi quien, en un esfuerzo por salvar su memoria, propuso que el parque ubicado a un lado del Hospital Militar, en la intersección de las Avenidas República Oriental del Uruguay (continuación de Berón de Astrada) y Sol- dado Serradori, se denominara “Parque Zambrana”, de no haber sido así hasta su nombre se hubiese perdido entre las cenizas de las páginas quemadas de nuestra historia. 22

FOTO 1: Postal entregada en los festejos del Centenario de la ciudad (1910). (Foto obsequio del Dr. Roberto Luis Martínez Grossi). FOTO 2: Vista Panorámica de la Plaza Belgrano. FOTO SCHMOLL (1940). Primera foto tomada por Pablo Gómez. 23

FOTO 3: Estatua de la Libertad (Plaza Belgrano). Inaugurada en el año 1889, construida por Francisco Baquer, ubicada en el centro de la Plaza Constitución (hoy Plaza Belgrano). 24

FOTO 4: Llegada del Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi al Aeródromo de Curuzú Cuatiá (16/11/1960). 25

FOTOS 5 y 6: Llegada del Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi a Curuzú Cuatiá (16/11/1960). 26

FOTOS 7 y 8: Inauguración del Monumento al Gral. Manuel Belgrano, en la Plaza del mismo nombre, por parte del Presidente de la Nación Dr. Arturo Frondizi, al conmemorarse el sesquicentenario de la fundación de Curuzú Cuatiá (16/11/1960). 27

FOTO 9: Monumento al General Manuel Belgrano. 28

FOTO 10: Piedra Fundacional. 29

FOTO 11: Una de las Macetas en forma de copa que adornan la Plaza. FOTO 12: Fuente de los Deseos. 30

FOTO 13: Monumento al Ex Presidente de la Nación Dr. Raúl Alfonsín. FOTO 14: Libro de Placas (inaugurado 16/11/1960). 31

EVITA… Y Su Eterna Sonrisa Este afán por coleccionar fotos antiguas de la ciudad o querer retratar con imágenes o textos sus lugares más importantes para la posteridad me ha llevado a escribir sobre nuestra plaza central y para adornar mi relato he querido sumar a la narración fotos de los monumentos que en ella se encuentran, fue ese el motivo que me trajo a posarme frente a esta escultura de la ex primera dama, apodada “La Abanderada de los Humildes”, María Eva Duarte de Perón, “Evita”, ignorando por completo que detrás de su sonrisa absorbente se escondía una espantosa historia, pero no me refiero a la de su vida personal, que de hecho ha sido muy dura, sino a la de su imagen de bronce que adorna nuestra emblemática plaza. Al mirarla por unos minutos me di cuenta que existe una rara conjunción emocional en su rostro, una sonrisa cautivadora bajo la sombra de unos ojos tristes. Desconozco si esa belleza miste- riosa fue el producto de la sensibilidad de un artista compene- trado en su obra o si realmente la obra cobró vida por sí misma para dejarnos esta historia: En septiembre del año 1955 se comenzó a escribir una de las páginas más negras de la historia argentina, cuando una terrible dictadura, mal llamada “Revolución Libertadora”, sometió al país a una represión nunca antes vista. Un nuevo golpe de estado usurpó el poder y puso fin al go- bierno del General Juan Domingo Perón. En esa dictadura asume como Presidente el General del Ejército, Eduardo Lonardi, pero las internas entre los poderes militares hacen que renuncie el 13 de noviembre y asuma al poder el General Pedro Aramburu. Aramburu, abiertamente anti-peronista, implementó políti- cas de persecución destinadas a acabar definitivamente con esta ideología. 32

Las órdenes eran firmes e irreversibles, algunos de los comu- nicados decían: Queda prohibido en todo el territorio de la Nación:  La utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes.  Exposición de banderas o escudos del Partido Justicialista.  Difusión de La Marcha Peronista, canciones o fragmento de ellas.  La utilización de términos tales como; “Peronismo”, “Pero- nista”, “Justicialismo”, “Justicialista” o “Compañeros”. Por otra parte, también se intervino la C.G.T., se disolvió el Partido Justicialista, se inhabilitó a los afiliados para ser emplea- dos del estado, entre otras cosas. Según las órdenes, no debería quedar rastro alguno de los nueve años de peronismo, la ideología fue perseguida y masa- crada a puntos inimaginables, por eso si el movimiento ha lle- gado hasta nuestros días es por la resistencia de hombres y mu- jeres convencidos de sus ideales. Una de las primeras medidas del nuevo gobierno represor de nuestra ciudad al mando del Mayor Horacio Saloj, sucesor del Mayor Eduardo Samyn, quien había destituido al Intendente, Benito Ramón Durich, fue cambiar el nombre de la Avenida Eva Perón por Avenida España, esa decisión era más que lógica, de otra manera hubiese resultado tortuoso para ellos que la casa del General del Ejército estuviese situada en la esquina de las Avenidas, Alberdi y Eva Perón. Otra de las medidas fue quitar de los espacios públicos las esculturas ligadas al gobierno de Perón, por esta razón se retiró el busto con la imagen de Evita, ubicada en la Plaza Belgrano. La imagen terminó siendo arrojada a un oscuro depósito de la Mu- nicipalidad local. Luego de un tiempo y sin muchos detalles desa- pareció misteriosamente. En un gobierno anti-peronista, no re- sultaba sorprendente que algo así sucediera. Uno de los comentarios que resonaba fuertemente era que un grupo de estancieros, lógicamente opositores a las ideas de 33

justicia social de Perón y Evita, lo llevaron como un trofeo de guerra, también se decía que luego en una especie de ritual satánico donde arrastraron a caballo la imagen con una soga atada al cuello, en medio de risas y festejos, se deshicieron de ella arrojándola a un arroyo. Todos los cuentos y rumores se iban desvaneciendo a medida que pasaba el tiempo, aunque en la memoria de los fervientes seguidores de la ideología justicialista, aquellos que no renuncia- ban a sus convicciones a pesar de las persecuciones, aún dolía aquel hecho vandálico. Varios años más tarde un vecino del pueblo, Joaquín Sando- val, un carrero de oficio que tenía como rutina llevar tierra, arena o piedra con su carro tirado por dos caballos, encontró la muer- te, en plena tarea a orillas de un arroyo conocido como “El Pela- do”, cuando un infarto letal arrebató su vida, dejando en el lugar solo una cruz de madera para que recordara ese triste hecho. La familia de Don Joaquín acostumbraba a atar una cinta a la cruz en cada aniversario de su desaparición física, fue así que una apacigüe mañana otoñal, luego de solicitar el permiso corres- pondiente al capataz de la estancia, sus familiares se dirigieron con velas y cintas al lugar. Mientras presentaban sus ofrendas y rezos ante la cruz de madera, Pedro Sandoval, hijo de don Joaquín, observó emerger del agua una figura que aparentaba ser el caparazón de una tor- tuga, tiró algunas piedras para ahuyentar al reptil y observó que este no se movía, se arriesgó un poco más y con una rama de aproximadamente dos metros de largo, desde la orilla golpeó sobre el agua cerca de lo que él creía era una tortuga, para su asombro el animal siguió inmóvil, lo que le provocó un claro desconcierto, se quitó las alpargatas y se arremangó su bomba- cha de campo hasta la altura de sus rodillas, se acercó con curio- sidad y pudo notar que no era el caparazón de una tortuga lo que se dejaba ver, pues esto era más liso y brillante. Lo tomó con ambas manos y resultó ser algo realmente pesado, cuando im- pulsó el objeto que estaba enterrado en la arena se encontró con 34

una terrible sorpresa, aquello que parecía una tortuga a lo lejos no era más que el busto con la imagen de Evita que había desa- parecido de la Municipalidad un par de años atrás. El hombre llenó de asombro su rostro, seguramente sintió un leve temblor en su cuerpo, el temblor que surge del horror mis- mo, esa terrible vibración que nace en el latido agitado de un corazón asustado, dejó caer la imagen inconscientemente al agua y tras un terrible y sepulcral silencio mental, el hombre miró a sus familiares y ellos estaban tan consternados como él. Tras persignarse rápidamente, los familiares de don Sandoval se retiraron muy temerosos del lugar. A partir de ese episodio la familia completa cambiaría su vida para siempre, cuando el resto de los mortales dormían, Pedro Sandoval, sentía que desde su pecho brotaban espantosos ecos de terror y de culpa que lo sumían casi al límite de la locura y no lo dejaban conciliar el sueño. Después de varias noches en esas condiciones deprimentes comprendió que debía liberar a su fa- milia de esa pesadilla, decidió enfrentar sus miedos y fue así como se apersonó en la casa de Don Francisco “Paco” González, uno de los líderes del grupo de peronistas resistentes y lo puso al tanto de lo que había sucedido: —¡Qué sorpresa, Sandoval! ¿Qué lo trae por acá? —exclamó Don “Paco” al recibir la inesperada visita. Luego, mirándolo un poco mejor al visitante, le preguntó con cierta intriga: —¿Qué pasa? ¿Necesita ayuda Sandoval? —Don “Paco”, hay algo que debo decirle. —¡Tome asiento y tranquilícese! Cuénteme que le está suce- diendo y en qué lo puedo ayudar. —Bien, mire Don “Paco”, usted sabe que yo no me meto en problemas ajenos, ni tampoco ninguno de mi familia lo hace… pero ha sucedido algo que Ud. debería saber. —¡Aún no logro entender chamigo! ¿Qué es lo que yo debería saber? —Hace un par de días fuimos con mi familia a visitar la cruz 35

de mi padre, llevamos una cinta para recordar su aniversario y encontré en el arroyo la estatua de la señora Evita, la misma que estaba en la plaza y nos asustamos mucho… y ya no aguanté más y se lo vine a decir porque no es algo que se pueda callar por mucho tiempo. Sandoval se había sincerado y sus manos temblorosas confir- maban sus dichos, pero luego de contarle todos los detalles de su hallazgo a don “Paco” González, por primera vez se sintió a salvo tras haber declarado la causal de sus miedos, el enorme alivio se podía leer en su rostro. González quedó con la mirada perdida en la nada, quizás tra- tando de asimilar lo que había escuchado o talvez llevando su mente más adelante y tejiendo algún plan. Poniendo la mano en el hombro de Sandoval, le dijo: —No se preocupe Sandoval, su secreto quedará bien guarda- do, de acá en más todo lo que suceda será responsabilidad nues- tra, piense que lo que hizo fue un acto de valentía y estaremos eternamente agradecidos a usted y su familia. Luego de confesar su secreto, el hombre sintió amenguar su calvario, pues al quitarse esa pesada cruz de encima al fin pudo volver a su casa con la tranquilidad de la tarea cumplida. Don “Paco” González inmediatamente organizó una reunión secreta con los demás miembros del partido y luego de contarles las buenas nuevas armaron un grupo de salvación. La noche siguiente con mucha cautela pusieron en marcha el plan de rescate, llegaron al lugar casi a medianoche, los hombres habían olvidado sus miedos, parecía que en la espesura de la no- che se habían agudizado sus sentidos. Sus oídos oían todo lo que podía oírse en la tierra, hasta los susurros que venían del mismí- simo cielo. Quizás por eso lo llamaban “locos”, aunque eso era una realidad porque de haber tenido solo una pizca de cordura en su pensar, nada de esto hubiera sucedido. La noche se cerraba en un manto negro de penumbras, sin más guía que la tenue luz de la luna y de las luciérnagas, que parecían titilar de alegría, los rescatistas no sintieron reparo de 36

las frías aguas, abrazaron el busto de bronce como quien se reencuentra con su madre luego de una larga ausencia. Lo que parecía un cadáver de bronce cobró vida al salir a la superficie, su pecho de metal parecía latir de emoción. En el si- lencio ensordecedor de aquella inolvidable noche, solo los ojos de los hombres manifestaban alegría al ver la sonrisa deslum- brante de Evita. La mañana siguiente, aunque parecía un día común, se podía respirar una tenue atmosfera de libertad en medio del aire con- taminado por la represión. Los aventureros apenas lograban contener la sensación de triunfo, pensando que ahora ella estaba allí, abriendo un viejo ropero, escondida detrás de unas camisas, solo a la vista de su círculo más íntimo. Los años fueron pasando y los golpes de estado se fueron sucediendo hasta que el país al fin encontró sosiego en 1983 con la vuelta de la democracia, las aguas turbulentas de la represión se aquietaron, para ese momento volver el busto a su lugar origi- nal era solo cuestión de tiempo y consenso. El 10 de octubre de 1989, asumió como intendente el Maes- tro Mayor de Obras, Sr. Eugenio Sánchez, el primer represen- tante justicialista en ocupar el cargo en esta nueva era de la democracia. Los peronistas de la primera hora, que tenían en su poder la imagen de Evita, la cedieron en anonimato con el único propó- sito que la volvieran a su lugar original y así sucedió. Eva ha sido una figura emblemática dentro de la historia na- cional y devolver su imagen, no se trató simplemente de una reivindicación partidaria, sino una victoria más de la ansiada democracia. Esa es la triste historia que hay detrás del monumento que hoy me mira con sus ojos empañados de amor, el mismo amor desmesurado que ella sintió por su hombre y su querido pueblo argentino. A pesar del esfuerzo desmedido de aquellos anti- patria, que la han maltratado, aún después de su muerte, aún perdura en su rostro esa eterna sonrisa cautivadora. 37

FOTO 15: María Eva Duarte de Perón, Evita. FOTO 16: Avenida Eva Perón. En el año 1955 su nombre cambia a Avenida España. 38

FOTO 17: Monumento a María Eva Duarte de Perón, “Evita”. 39

A MI PEDIATRA CON CARIÑO DR. Roberto Luis Martínez Grossi No podría hablar del Dr. Roberto Luis Martínez Grossi sin ser completamente subjetivo. A él me unía una gran amistad la cual había sentado sus bases en el respeto y la admiración mutua por nuestros trabajos que encontraron un punto común en el amor por nuestro querido pueblo. Luego de su partida a la “Tierra Sin Mal” me comenzó a afe- rrar a su memoria el compromiso de la tarea que él me enco- mendara, durante la presentación de su libro “YORÁ MANDUÁ” (Rescatando Recuerdos), donde dejó de lado el ego incontenible que poseemos todos los artistas para hacerme partícipe de ese momento sublime, en medio de la ceremonia me presentó como su “Heredero”, una palabra conmovedora, aunque sé que nece- sitaría tres vidas para lograr todo lo que él consiguió, pero me dejó en claro la fe y la confianza que tenía puesta en mí. Él fue mi médico desde el momento en que nací, sorprenden- temente treinta años más tarde aún se acordaba de mí, de mamá y de mi hermano —quien también había sido su paciente—, eso me demostró el compromiso que había asumido con la medici- na, más precisamente con la pediatría, era en esencia un hombre de servicio, un ejemplo para todos los que ejercen esa profesión. La vida y el destino hicieron que me volviera a acercar a él, pero ya como un entusiasta aprendiz de escritor. Mi primera aproximación a la literatura fue más bien por una necesidad didáctica, impulsada por mi profesión docente. Como profesor de Música me había dado cuenta que había mucha información dispersa sobre música y costumbres de la provincia de Corrientes. Comencé a recopilar información y antes que me diera cuenta ya estaba el esqueleto de un poten- cial libro, que no pretendía ser otra cosa que un material de apo- yo didáctico. 40

Mi primer libro: SER CORRENTINO (Mitos, Creencias y Cos- tumbres de Corrientes), me permitió conocer al Dr. Horacio Julio Rodríguez, quien fuera en gran medida mi mentor y corrector en esa primera gran experiencia por el fascinante mundo de la lite- ratura, por causa de esos grandes misterios de la vida, la calle donde hoy vivo junto a mi familia lleva su nombre en homenaje a su labor incansable por nuestro pueblo. Después de aquel primer paso en el campo de las letras, llega- ron a mis manos dos libros, “Imágenes de Nuestro Pasado” del Dr. René Borderes y “Ñandé Raity” (Nuestro Nido) de mi pedia- tra, el Dr. Roberto Luis Martínez Grossi. Al leerlos me abrieron el apetito de conocimiento acerca de todo lo referido a nuestra ciudad y su fascinante historia, la causalidad hizo que en una de las tantas disertaciones del Dr. Martínez Grossi coincidiéramos y comencemos a charlar de historia. Su verborragia y caudal de información resultaron ser abrumadores, estaba decididamente frente a una biblioteca parlante. A lo largo del camino he conocido a muchos detractores de sus obras, pero ninguno de ellos ha aportado tanta dedicación o tanta información a nuestro acervo cultural y a nuestro patrimo- nio histórico como él. Fue una persona incansable, optimista, sin egoísmos mezqui- nos, agradable, inteligente, siempre dispuesta a ayudar, con los errores propios del que hace y no espera a que otro lo haga, un maestro que enseñaba con sus ejemplos. Nuestros trabajos relacionados con la ciudad de Curuzú Cuatiá son muy dispares en un contexto amplio si nos referimos estrictamente al contenido, pero tan iguales si nos basamos en el sentimiento profundo que subyace en cada una de nuestras palabras. Si analizamos minuciosamente nuestras obras desde un pun- to de vista técnico debemos decir que claramente tenemos dos maneras muy diferentes de ver y analizar, yo me dedico a escribir cuentos y anécdotas que son propias de barrios, aportando al lector muchas veces datos reales para su mayor comprensión, 41

colecciono fotos antiguas de la ciudad y él era un “HISTORIA- DOR” (así con mayúscula), aunque a muchos les molestaba esa definición, pero mal que les pese, lo poco o mucho que sabemos de la historia de nuestra ciudad es gracias a su trabajo, por tal motivo muchas veces me limito a tomar los datos históricos que él ofrece en sus diferentes libros, porque sé que detrás de cada dato suministrado hay un arduo trabajo y cotejos múltiples. En cierta oportunidad le pregunté: —¿Por qué escribió la historia de todas las instituciones escolares de la ciudad y en ninguno de sus libros cuenta la histo- ria del Colegio Salesiano “San Rafael”? Y él con su sonrisa pícara que anticipaba una respuesta inteligente, me dijo: —No cuento la historia del colegio porque hay un libro (refiriéndose a “Abrió su mano al Pobre” del Padre Néstor Noriega) donde se cuenta al lujo de detalle toda la historia, entonces, para que voy a investigar algo que ya lo hicieron o escribir algo que ya está escrito. Sinceramente esa respuesta me cautivó, me cubrió por un ins- tante con su manto de sabiduría. Hoy sus enseñanzas me permi- ten ser claro en mis perspectivas como escritor o investigador, no es que pretenda ponerme un título, pero es claramente lo que hago; “escribo” lo que ustedes están leyendo y también “in- vestigo” antes de aportar algún dato que me resulte relevante. Hoy la diferencia está bien clara, si quieren leer cuentos, anécdotas o mirar fotos de nuestra ciudad es lo que mis libros les pueden ofrecer, si quieren tener detalles de la historia o fechas precisas les recomiendo uno o todos sus libros. Entre sus obras se encuentran “YORÁ MANDUÁ” (Rescatando Recuerdos), “ÑANDÉ RAITY” (Nuestro Nido) y “AMOITÉ OJHASÁ” (Allá Lejos Sucedió). El Dr. Roberto Luis Martínez Grossi nació el 7 de noviembre de 1928 en Curuzú Cuatiá, tuvo una infancia plenamente feliz, vivió para su familia, sus amigos, su trabajo y su pueblo. 42

En la tarde del 30 de agosto de 2016 se conoció la triste noticia que a los 87 años mi amigo y consejero nos abandonaba física- mente para siempre pero su legado es y será infinito e incalculable. FOTO 18: Dr. Roberto Luis Martínez Grossi. FOTO 19: Contratapa del libro “YORÁ MANDUÁ” (Rescatando Recuerdos). 43

CASA IZQUIERDO Cayo Izquierdo Les debemos inmensa gratitud a esos inmigrantes que han cruzado el océano para ser parte del crecimiento de nuestra que- rida Argentina. Llegaron a estas tierras en esos enormes barcos, a principio del siglo XX, con sus maletas cargadas de sueños y esperanzas, aspirando hacer de este suelo su segunda Patria. Entre el tumulto de personas que desembarcaron en el Puer- to del Río de la Plata, allá por el año 1926, llegó Cayo Izquierdo, un joven y entusiasta español de apenas quince años, provenien- te de un pueblo de San Pedro Manrique, Soria. Curuzú Cuatiá, una ciudad ávida de progreso, lo recibe unos años más tarde, en 1931, adoptándolo como uno de sus hijos. Ese mismo año abrió “Casa Izquierdo”, una flamante tienda de ropas, en el edificio donde en otros tiempos brillara la Confitería y Bar “La Perla”, por Berón de Astrada al 800. Antes de radicarse definitivamente en nuestra ciudad, entre los años 1926 y 1931, junto a dos de sus hermanos abrieron ne- gocios del mismo rubro en Goya, Esquina y Formosa, algunos aún conservan el nombre de la firma. Decidido a apostar al desarrollo y embellecimiento de la ciu- dad, unos años más tarde se lanzó a otro desafío progresista, que marcó otro avance en la localidad, instaló una “Mueblería”, fren- te a la Plaza Belgrano, también por la calle principal. Ya consolidado en la ciudad conoció a Elena Grossi (Paca) hija de Domingo Grossi, quien fuera por aquel entonces dueño del “Teru Teru”, una tienda y almacén de ramos generales ubicada en Cnel. Duarte Ardoy y Castillo, con quien se casó en 1940 y tuvieron cuatro hijos: Félix (29/10/40), Domingo (5/11/41-falle- cido), María del Carmen (6/10/48) y Rosa Beatriz (23/11/57). “Caio”, como le decían, sabía que todo esfuerzo tenía su re- compensa, como él mismo solía recordar cuando la nostalgia le hacía recapitular su vida; “trabajábamos de sol a sol”. 44

Su espíritu emprendedor lo llevaba siempre a recorrer nuevos retos, en aquel año -1940- el negocio se trasladó a la esquina noroeste de Berón de Astrada y Pueyrredón, alquilándole a la señorita Angélica Perazzo, persona a quien le debía profunda admiración y respeto. En esa popular esquina la tienda brindó sus servicios a la comunidad por casi treinta años. En ese vertiginoso devenir de la vida, un fuerte golpe lo sacu- dió emocionalmente, conoció el dolor de la pérdida de un hijo de tan solo 20 años, una pena que lo acompañaría durante toda su vida. Caracterizado por ser un hombre de estirpe tenaz, sus ansias de progreso lo llevaron a poner en marcha un nuevo emprendi- miento, quizás el más ambicioso de todos, fundar \"Gran Izquier- do Funcional\", un gran sueño innovador. Para llevar adelante el proyecto le compró el galpón de Berón de Astrada al 1.000 a la señorita Perazzo, donde los jóvenes muchas veces hicieron ca- rrozas en épocas de estudiantinas. Su arquitectura fue de avanzada para la ciudad, tan futurista que presumía de ser el shopping del momento, el segundo de ese estilo en la provincia después de “Casa Tía” de Corrientes Capital. El majestuoso y flamante negocio abre sus puertas en marzo de 1970, bajo una lluvia intensa que bendijo el gran aconteci- miento. Aquel día, familias enteras esperaron desde muy tem- prano a que sus puertas se abrieran para poder recorrerlo y lle- varse algunos regalos. Con la audacia que lo caracterizaba, adoptó ideas de las gran- des ciudades, decidió hacer este edificio con vidrieras de blindex en su fachada y un gran alero que cubría toda la vereda. Una iluminación que impactaba, abandonando el tradicional mostra- dor para la atención, sustituyéndolo por mercaderías en góndo- las corridas en largos pasillos, para el autoservicio de sus clien- tes, que a medida que pasaba el tiempo se iban acrecentando. Era la época de las cuentas corrientes y créditos para comprar. 45

Lo que no había se mandaba a pedir a Buenos Aires, ropas de damas, caballeros, niños y bebes. Gran variedad de telas y una amplia gama en artículos de zapatería, valijas, lencería, perfume- ría, artículos de limpieza, ropa de cama, toallas, bazar en general, juegos de mesas y otras tantas cosas que muchas veces no alcan- zaba el tiempo para recorrer el local y mirarlas. La calidez de la atención del negocio se lo debió a sus emplea- dos, dando trabajo con esta expansión a más familias. Los formó, cuidó de ellos y de los suyos con esmero y perseverancia. Atento a sus necesidades y compartiendo con ellos fechas importantes, como en esa despedida de fin de año 1977, como muestran las fotografías, la última que pasaría junto a sus seres queridos. Amó profundamente a la Argentina, especialmente a nuestro Curuzú Cuatiá, por quien trabajó incansablemente. Sintió grati- tud por sus clientes, amigos y su querida familia, pero nunca pu- do renunciar a su ciudadanía española, sus raíces. Hombre modesto, de perfil bajo, no le gustaba figurar en el podio de los honores, quedó a la vista su colaboración con la ciu- dad, lo demás calladamente en el corazón de quienes lo conocie- ron, sin buscar el reconocimiento, solo la gratitud de su gente, quienes lo siguen recordando con afecto. Cayo Izquierdo quien había nacido el 22 de abril de 1911, en San Pedro Manrique, Soria, España, falleció el 21 de diciembre de 1978 en la ciudad de Buenos Aires a raíz de un accidente en la vía pública. Hoy en 2020, luego de medio siglo de la construcción de aque- lla monumental obra, Curuzú Cuatiá aun goza de su inmenso le- gado, no solo en la majestuosidad del edificio que sigue impac- tando al paisaje de cemento, sino también en el recuerdo de la gente que al verlo rememora aquellos años felices. 46

FOTO 20: “CASA IZQUIERDO”, Berón de Astrada al 800. Primera ubicación, desde 1931 a 1940. FOTO 21: Interior de “CASA IZQUIERDO”, Berón de Astrada al 800. 47

FOTO 22: “EL TERU TERU”, Castillo y Cnel. Duarte Ardoy. Almacén de Ramos Generales de Domingo Grossi. FOTO 23: “CASA IZQUIERDO”, Berón de Astrada y Pueyrredón Segunda ubicación desde 1940 a 1970. 48

FOTOS 24 y 25: “GRAN IZQUIERDO FUNCIONAL”, Berón de Astrada al 1.000 Cena despedida de año junto a empleados y familiares, 1977. 49

FOTOS 26 y 27: “GRAN IZQUIERDO FUNCIONAL”, Berón de Astrada al 1.000. 50


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