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Las Aves de México en Peligro de Extinción

Published by virginia.corona, 2021-03-20 01:21:52

Description: Las Aves de México en Peligro de Extinción

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COLUMBIFORMES CONSERVACI~N: Aun cuando la extinción de la paloma pasajera se dio antes d e la era de la conservación de la vida silvestre en los Estados Unidos, algunas personas intentaron salvar a la especie. Estas personas encontraron impedimentos de muchos tipos, incluyendo la incredulidad: parecía imposible que una especie tan abundante pudiera extinguirse. Además, los esfuerzos fueron pocos y se realizaron demasiado tarde. A principios de 1862 se aprobaron en el estado de Nueva York leyes que protegían las colonias de anidación (Schorger, 1955).No se tienen evidencias de que dichas leyes se hayan implementado. En 1897, Michigan aprobó la única ley que protegía completamente a la paloma pasajera; sin embargo, para entonces la especie estaba prácticamente extinta. En 1909, la Unión Americana de Ornitólogos llevó a cabo una búsqueda que daba como premio una suma considerable a la persona que encontrara una paloma pasajera silvestre (Hodge, 1911). La búsqueda terminó en 1912 sin éxito alguno (Hodge, 1912); no quedaban ya palomas pasajeras silvestres. Las palomas pasajeras habían sido mantenidas en cautiverio pero más bien como carnadas para atraer a las grandes parvadas. Aun así, la reproducción en cautiverio nunca se consideró como una técnica para su conservación. Una parvada de unos 15 pájaros que David Whittaker tenía en Milwaukee, Wisconsin, se reprodujo hasta los primeros años de este siglo (Deane, 1908), pero ya no había ninguna parvada silvestre para renovar el genoma. Martha, la famosa última paloma pasajera que murió en el zoológico de Cincinatti en 1914, pertenecía a una parvada que se reproducía en cautiverio (Deane, 1908) y se volvió senil. Dichos intentos de reproducción en cautiverio se dieron mucho antes de que tuvieran la importancia que tienen actualmente, como último recurso en el manejo de especies en peligro. Geotrvnon carrikeri Peterson, 1993 Lámina 19 Descripción: Esta ave mide 23 cm de longitud total. La frente es de color blanco. Paloma-perdiz tuxtleña La parte delantera de la corona es color gris. La parte anterior de la región malar Laura Márquez-Valdelamar y María del Coro Arizmendi es también de color blanco, llegando a ser gris debajo del ojo, con una línea muy HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : S e encuentra en sitios con selva angosta negra que se extiende desde el alta perennifolia, generalmente en el suelo, en lugares donde hay rictus y va debajo del ojo a lo largo del sombra (Goodwin, 1983). El macho canta desde perchas altas (Stiles borde del área ocular desnuda y una línea y Skutch, 1989). Cuando la asustan, usualmente vuela una distancia ancha de color negro que va del borde corta y baja nuevamente al suelo; en ocasiones percha en los árboles de la garganta pasando por debajo de (Wetmore, 1943). Se alimenta de semillas grandes, frutas, gusanos la región malar hasta alcanzar el oído. La parte posterior de la cabeza es verde olivo oscuro, llegando a ser verde oscuro

en la parte posterior del cuello y en la e insectos. El nido es poco profundo, hechos d e ramitas, y lo ponen parte superior del dorso. El centro del en un arbusto o matorral a baja altura pero en sitios con vegetación dorso es púrpura, la parte inferior del dorso densa. Ponen un huevo d e color beige o rosáceo (Goodwin, 1983; es entre café clavo y café olivo, la rabadilla Stiles y Skutch, 1989). café olivo, ligeramente más oscuro en las cobertoras superiores de la cola. Las plumas S I T U A C I ~ N : EN P E L I G R O D E E X T I N C I ~ N secundarias del ala son de color olivo oscuro. Los lados del cuello y parte superior JUSTIFICACI~N: Se considera que se encuentra en peligro de extinción del pecho tienen tonos que van del gris debido a su distribución tan restringida en la región de Los Tuxtlas, al verde oscuro. La garganta y la parte en Veracruz, en la que la selva alta perennifolia ha sido casi completamente anterior del cuello son blancos. El abdomen destruida. A principios de esta década se calculaba que sólo quedaban es blanco al igual que las cobertoras centrales alrededor de 10,000hectáreas d e selva en las inmediaciones del Volcán de la cola, que llegan a ser gris pálido San Martín. A pesar d e lo reducido de la selva remanente las tasas externamente. Los lados y flancos van de deforestación son muy altas (Dirzo y García, 1992). de café madera a gris pardusco (Figura 20). El iris es café, el pico es negro con CONSERVACI~N: Se ha considerado que la especie está en peligro la punta color plomo y los tarsos son de de extinción (Wege y Long, 1995), tanto por la destrucción inminente color piirpura (Wetmore, 1941). Antes se d e su hábitat, como por su distribución, y a q u e sólo s e encuentra en consideraba una subespecie de lawrencii, tres sitios: Santa Marta, el volcán de San Martín y el Cerro de Tuxtla, pero ahora es considerada como especie Veracruz. El volcán d e San Martín y la Sierra d e Santa Marta son (Peterson, 1993). parte de la Reserva de la Biosfera, por lo que en ambos sitios puede asegurarse, en cierta forma, su supervivencia. Distribución: Esta paloma es endémica de la región de Los Tuxtlas en Veracruz (Wetmore, 1943; Peterson, 1993). Figura 20. Paloma-perdiz tuxtleña (Geotrygon carrikeri) en la Reserva de la Biosfera Los Tuxtlas (Foto: Ernesto Díaz Islas).

PSITTACIFORMES ORDEN PSITTACIFORMES \"El hombre parece haber sido la causa de la extinción del periquito de Carolina. Demasiados fueron cazados y demasiados fueron mantenidos en cautiverio ... Esto [su captura]... y su destrucción por los agricultores fue la causa primaria de la extinción de la especie\". James C. Greenway, 1967 A r a t i n ~ abrevipes (Lawrence, 1871 ) Lámina 20 Descripción: El perico de Socorro es un ave mediana que mide alrededor de Perico de Socorro 360 mm de longitud. Los adultos pesan entre 140 y 150 g. El plumaje de los adultos Ricardo Rodríguez-Estrella es verde oscuro brillante, con las plumas del abdomen y del pecho más claras. Dos HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : El perico d e Socorro s e encuentra individuos machos presentaron plumas más comúnmente en el bosque mixto dominado por árboles de varias rojas aisladas en el cuello, pero no es especies (Bumelia socorroensis, Guettarda insularis, Ilex socorroensis un rasgo comijn. Las plumas de vuelo son y Psidium socorrense), que se ubica entre los 350 y 850 m y que amarillas en la superficie inferior. El AOU cubre aproximadamente un 22% de la superficie total de la isla, (1983) lo considera como subespecie de alrededor del cerro Evermann. El perico se encuentra preferencialmente Aratinga holochlora. Sin embargo, Collar en el bosque sobre los 5 0 0 m en la porción sur d e la isla, aunque al y Andrew (1988) y Beissinger y Snyd.er norte se le observa también cerca del nivel del mar, donde fueron (1992) la consideran una especie endémica localizados algunos dormideros. La estación reproductiva del perico de Isla Socorro. se inicia en noviembre. En el bosque mixto, el perico de Socorro elige sus sitios para anidar, utilizando generalmente árboles vivos de Bumelia. Los nidos son colocados en huecos de alguna de las ramas gruesas del árbol, teniendo por lo general un pollo cada nido. En un' nido observado entre 6 y 7 adultos realizaron las labores d e cuidado del nido, y permanentemente se mantuvieron dos de los adultos en los alrededores del árbol que contenía el nido y uno dentro de la cavidad. Aparentemente los pericos forrajean en áreas cercanas al nido durante el día y regresan a dormir allí al atardecer. S e les ha observado alimentándose principalmente de frutos de Bumelia, aunque, dependiendo de la estación, también lo hacen con frutos de Guettarda, llex y Psidium, y probablemente de Opuntia y Ficus. La temporada

PSITTACIFORMES Distribución: Este perico es endémico reproductiva de los pericos coincide con la fructificación de esas de México y se encuentra únicamente en plantas. Aunque en ocasiones se han observado hasta 50 y 100 individuos la Isla Socorro del Archipiélago de las volando juntos, normalmente se les observa en grupos de 7 a 40 Revillagigedo en Colima. individuos (promedio = 25.6 tl 13.9) en febrero, de 3 a 30 individuos en abril y de 4 a 35 (promedio = 8.9 + 6.5) en agosto, con grupos de hasta 65 individuos en la parte norte de la isla. Sus depredadores potenciales son el aguililla cola-roja (Buteo jamaicensis socorroensis) y gatos introducidos (Rodríguez-Estrella et al., 1992, 1995). SITUACI~N: AMENAZADA. J U S T I F I C A C I ~ N :El perico de Socorro se considera como vulnerable debido principalmente a la destrucción del hábitat. Isla Socorro ha sufrido problemas ambientales serios desde hace aproximadamente 100 años (Hanna, 1926; McLellan, 1926; Brattstrom y Howell, 1956; Villa, 1960; Jehl y Parkes, 1982, 1983), cuando el hombre introdujo borregos (Ovis aries) con la finalidad de tener una reserva de alimento en la isla. La población de borregos ha crecido desde entonces a poco más de 2500 animales (Wehtje et al., 1993;Alvarez com. pers.), que continuamente destruyen la cubierta vegetal, habiendo impactado severamente hasta el momento más de una tercera parte de la isla (Rodríguez-Estrella et al., 1992). Los cambios drásticos en la vegetación son notorios sobre todo en la porción sureste de la isla, donde prácticamente ha desaparecido la asociación vegetal llamada bosque de guayabillo, que todavíaen 1958 fue descrita y fotografiada por Miranda (1960). Por otro lado, el bosque mixto ha sufrido un fuerte impacto en su estructura, ya que el número de estratos vegetales se encuentra reducido por la carencia de estratos inferiores (Rodríguez-Estrella et al., 1996). El suelo se encuentra muy compactado. Es en este bosque mixto donde el perico de Socorro se alimenta, se reproduce, pernocta y lleva a cabo sus actividades sociales (Rodríguez-Estrella et al., 1992, 1995, 1996). Grayson (1870- 187 1) encontró que el perico era muy abundante en la isla. Anthony (1898), lo encontró bastante común en varios lugares, excepto en la punta oeste de la isla. McLellan (1926) no describió su situación, pero la sugirió cuando escribió que se vieron grupos grandes de pericos. Brattstrom y Howell (1956) .encontraron la especie común en todas las áreas boscosas. Villa (1960) encontró en la base del cerro Evermann posiblemente más de 200 animales juntos. Sin embargo, Jehl y Parkes (1982) consideraron que la especie no era particularmente común, quizá porque sólo recorrieron una parte muy restringida de la isla y en una corta estancia. La población de pericos en la isla ha sido estimada recientemente entre 400 - 500 individuos en los casi 35 km2de bosque mixto (Rodríguez-Estrella et al., 1992).Aunque el perico de Socorro es aún común, su distribución ha cambiado por la disminución de su hábitat preferido en la isla. Por otro lado, con el establecimiento del-sectornaval, la introducción

del gato doméstico a la isla a partirde 1958, y su posterior invasión de la isla, ha sido un factor importante en el decremento de varias especies de aves nativas (Jehl y Parkes, 1982). Sin embargo, en un análisis de la dieta del gato en isla Socorro, no se enconraron restos del perico en las excretas estudiadas (Rodríguez-Estrella et al., 1991). CONSERVACI~N: En Isla Socorro preocupa el grado de degradación del hábitat adecuado para los pericos. El tráfico de aves es inexistente, excepto por la captura de algunos pericos por las familias de los marinos con el fin de tenerlos como mascotas en jaulas (Walter, 1994). En 1988 el perico de Socorro aparecía en la lista de especies amenazadas y en peligro de extinción de CIPAMEX (1989) como vulnerable. Ha sido considerado como amenazado o vulnerable por la IUCN (Collar et al., 1992) y la ICBP (Beissinger y Snyder, 1992). Ni la CITES (1989) ni el gobierno de México la consideran en alguna de sus categorías. El gobierno mexicano debe establecer un programa de conservación y restauración ecológica de la isla para proteger la gran diversidad de aves endémicas presentes en ella. La población de pericos en Isla Socorro, aunque no se encuentra en estado crítico, ha disminuido aparentemente en su distribución después de la casi desaparición del bosque de guayabillo y por la enome degradación que presenta la porción sur de la isla. A pesar de que el Archipiélago Revillagigedo fue decretado recientemente como Reserva de la Biosfera (5 de junio de 1994) y a pesar de las reiteradas propuestas de medidas que deberían tomarse en Isla Socorro para la conservación de su diversidad, aún no se ha efectuado alguna acción al respecto. Por ello es probable que, de no implementarse medidas como el control de la población de borregos y la extirpación del gato doméstico, el hábitat adecuao para el perico de Socorro sufra una mayor disminución en el futuro (por la pérdida de cubierta vegetal) y la población quede sujeta a algún tipo de depredación, con las consecuencias negativas que ello acarreará. Ara militaris Linnaeus, 1776 Lámina 20 Descripción: La guacamaya verde es una especie politípica con tres razas Guacamaya verde geográficas (Forshaw, 1989). La subespecie A. militaris mexicana (Ridgway, 1915) es Eduardo fñigo- lías la única que ocurre en México (Ridgway, 1915; Friedmann et al., 1950; Binford, 1989; HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A, : El hábitat de la guacamaya verde Forshaw, 1989).Van Rossem y Hachisuka en México se extiende parcialmente en la planicie costera del Golfo, (1939) propusieron la existencia de otra las planicies y sierras del Noroeste, la planicie costera del Pacífico, subespecie, A. m. sheffleri, para el noroeste y la Sierra Madre del Sur. Se encuentra asociada principalmente a de México. Sin embargo, el estudio taxonómico las selvas bajas y medianas caducifolias así como a las selvas medianas que realizaron para proponerla como una subperennifolias (Schaldach, 1963; Gardner, 1972; Álvarez del Toro, nueva raza geográfica es muy limitado. La información se basa en pocos argumentos morfométricos (como el largo de la cola)

PSITTACIFORMES y en ningún argumento genético ni 1980; Rowley, 1984; Binford, 1989; Forshaw, 1989). Ocurre en las biogeográfico. Binford (1989) también señala regiones montañosas del estado de Jalisco desde el nivel del mar que esta subespecie, A. m. sheffleri, no hasta alturas de 1000 m donde ocasionalmente ocurre en bosques debe ser reconocida por carecer de bases de pino y encino (Carreón, 1997; Loza, 1997. También habita en taxonómicas. La guacamaya verde es un las selvas secas en el oeste de México hasta alturas d e casi 2500 ave de grandes dimensiones con una longitud m (Salvin y Godman, 1888;Gardner, 1972; Rowley, 1984).La guacamaya total entre 675 y 750 mm (Peterson y Chalif, verde es una especie que anida en cavidades tanto en árboles vivos 1973). No hay dimorfismo sexual. Son de como muertos, así como en huecos entre acantilados y peñascos. color verde amarillento, de tono mate en En la región de la planicie costera del Pacífico, esta especie selecciona la nuca, cuello y corona. Las plumas cobertoras tres especies de árboles para anidar: Enterolobium cyclocarpum, y secundarias de las alas tienen un color Roseoendron donellsmithii y Busera simaruba. Los nidos no tineii verde olivo obscuro. La frente y las mejillas materiales de construcción como ramas u hojas, sino que más bien son de color rojo carmesí. La región de están formados de pedazos de madera podrida o carcomida por las las mandíbulas presenta la piel expuesta mismas guacamayas y otras aves e insectos. Los nidos que se encuenran con algunas plumas presentes a manera en acantilados están formados por arena y grava del lugar (Carreón, de cinco a seis bandas de color rojo carmesí. 1997; Loza, 1997). La nidada es de dos a cuatro huevos de forma Las plumas de la rabadilla y cobertoras elíptica y color blanco con peso fresco de 32.68 g y dimensiones de de la cola son de color azul turquesa. 54.31 x 38.31 mm (Carreón, 1997; Loza, 1997). No se conoce si se Algunas plumas primarias y secundarias reproduce cada año o cada dos. La temporada de reproducción en el externas así como las cobertoras primarias oeste de México comienza con la selección del sitio de anidación, de las alas son de color verde azulado. entre octubre y noviembre, y termina con la salida del juvenil del Las plumas rectrices pasan de un color nido, entre enero y marzo. Algunas parejas logran sacar hasta dos café obscuro mata a tonos verdes y terminan polluelos pero raramente uno llega a la edad de juvenil. No se tiene en las partes más distantes de éstas con suficiente información sobre cuáles son los predadores naturales o un color rojo. El iris es de color amarillo las enfermedades qúe ocurren en las poblaciones silvestres de la y el pico negro mate. El color de la piel guacamaya verde. Su dieta consiste en varios tipos de frutas, vainas, expuesta en las mejillas y alrededor de semillas y nuevos brotes de hojas y flores (E. Íñigo, obs. pers.). los ojos es rosado claro. Las patas y los Los estudios recientes d e Loza (1997) en Jalisco señalan que en la dedos son de color gris obscuro. La coloración selva mediana caducifolia se alimenta casi a lo largo de todo el año de los juveniles es muy similar a la de de frutos y vainas de tres especies de árboles: Hura polyandra, los adultos, excepto que las plumas mojote (Brosimum alicastrum) y mates (Ficus sp.). Entre los estados escapulares y cobertoras de las alas tienen de Jalisco, Nayarit y Colima, esta especie se mueve diariamente de un borde dista1 de color verde pálido y las zonas de percha a las áreas de forraje0 con movimientos de las plumas de la garganta tienen un tono este a oeste y viceversa (E. Íñigo, obs. pers.). café, y el iris es de color amarillo pálido a café claro (Ridgway, 1916; Forshaw, 1989). SITUACI~N: EN PELIGRO DE E X T I N C I ~ N . J U S T I F I C A C I ~ N :La guacamaya verde se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat, a la captura de adultos y juveniles para el comercio nacional e internacional de aves silvestres y de ornato, así como a la cacería directa que existe, ya sea como alimento del ser humano o para disecar el espécimen para adorno. Debido a la destrucción y modificación de su hábitat, las selvas caducifolias, la guacamaya verde se encuentra actualmente en poblaciones aisladas a lo largo de la República Mexicana, desde Sonora hasta Chiapas. Dos grandes poblaciones se encuentran en Tamaulipas y Jalisco (E. Enkerlin, E. Íñigo obs. pers.). Sin duda

PSITTACIFORMES alguna, el comercio con pollos y adultos es la causa más importante Distribución: La distribución original de de la declinación de esta especie en la República Mexicana. Las la guacarnaya verde incluía desde el norte comunidades del Pacífico Mexicano donde esta especie ocurre de México hasta el norte de Venezuela. ocasionalmente, capturan estas aves para tenerlas como adornos este y sur de Colombia, este de Ecuador, en sus casas. Algunos traficantes d e fauna silvestre q u e operan en noreste de Perú, este de Bolivia y noroeste esa misma región solicitan a los lugareños algunos animales. Durante de Argentina. En México es residente en 1994 en ciudades de Jalisco el precio de una guacamaya verde los estados de Sonora, Sinaloa, Chihuahua, oscilaba entre $ 200 y $ 1000 por individuo dependiendo de la Durango, Nayarit, Jalisco, Colirna, Michoacán, edad, condiciones del plumaje, salud y mansedumbre. El tráfico Guerrero, Morelos, México, Oaxaca, Chiapas, con esta especie también existe en los estados d e Nayarit, Colima, Zacatecas, Guanajuato. San Luis Potosi, Sonora, Tamaulipas, San Luis Potosí y la Ciudad de México. No Puebla, Hidalgo, Nuevo León y Tamaulipas sólo adultos y pollos han sido capturados para el comercio de aves (Salvin, 1871;Salvin y Godman, 1888; Ridgway, silvestres; un gran número de árboles, con cavidades donde anidaban 1915; 1916; McLellan, 1927; Van Rossern las guacamayas, han sido tirados para capturar los polluelos. La y Hachisuka, 1939; Friedrnann etal., 1950; escasez de sitios adecuados para anidar también afecta a la población Sutton, 1951; Staeger, 1954; Baker, 1958; reproductiva y por lo tanto la tasa d e reclutamiento de nuevos individuos Schaldach, 1963; Gardner, 1972; Álvarez en la población s e ve afectada. Las poblaciones d e la guacamaya del Toro, 1980; Ridgely, 1981b; AOU, 1983; verde en la República Mexicana se encuentran ahora muy fragmentadas. Rowley, 1984; Binford, 1989; Forshaw, 1989; Este aislamiento y la reducción de poblaciones podría conducir a Howell y Webb, 1995). serios problemas de conservación de la especie. CONSERVACI~N: Esta especie se encuentra protegida por las leyes nacionales (SEDESOL, 1994) e internacionales (como la CITES); sin embargo, la comercialización con esta especie continúa. Es necesario desarrollar una campaña d e educación para concientizar a la población para que se abstenga d e comprar esta y otras especies de aves silvestres. También es importante establecer programas de investigación y conservación de las últimas poblaciones silvestres que quedan en el país, así como programas de educación con la gente que vive en las áreas donde aún existen guacamayas. Existen poblaciones pequeñas protegidas en la Reserva Estatal El Cielo en Tamaulipas y en la Reserva d e la Biosfera Manantlán en Jalisco y Colirna. Estudios recientes han indicado que la región d e Cajón d e Peñas en Jalisco es un área adecuada para establecer un refugio d e fauna silvestre para la protección d e esta especie (Carreón, 1997; Loza, 1997). Ara macao Linnaeus, 1758 Lámina 20 Guacamaya roja Eduardo Íñigo- lías HISTORIANATURAL Y ECOLOG~A: La guacamaya roja habita tanto en México como a lo largo de su distribución en Sudamérica, en selvas altas perennifolias adyacentes a grandes ríos (Munn, 1991;

PSITTACIFORMES Descripción: Los adultos, tanto el macho Vaughan et al., 1991). También se le encuentra asociada a selvas como la hembra, presentan el mismo color medianas subcaducifolias tanto en terrenos montañosos, hasta 600 de plumaje. La longitud total es de 742 a m, como en las cercanías a la costa tanto del Pacífico c o m o del 950 mm. La cabeza, cuello, garganta, espalda, Atlántico (Lawrence, 1876; Forshaw, 1989). En México está asociada escapulares, cobertoras inferiores de las a las orillas de la selva riparia de los grandes ríos tropicales, como alas, gran parte de las plumas rectrices el Usumacinta. La guacamaya roja tolera en parte las perturbaciones y partes inferiores del cuerpo, son de color que el hombre le ha producido a este ecosistema (C. Munn, com. rojo a escarlata claro. Las plumas cobertoras pers.; E. Íñigo, obs. pers.). Sin embargo, requiere de grandes extensiones proximales y medias mayores de las alas de selva bien conservada para alimentarse y anidar. Anida en cavidades color naranja-amarillento, algunas de éstas secundarias. Es decir, depende de otras especies de aves que hacen con manchas terminales de color azul verdoso. sus nidos perforando los troncos de los árboles (como los carpinteros). Las plumas primarias cobertoras de las Anida en huecos tanto de árboles muertos como vivos. Los nidos alas, remiges, rabadilla y cobertoras superiores están localizados en árboles con una altura de 15 a 5 0 m, y se encuentran de la cola son de color azul cobalto. La a una altura de aproximadamente 7 a 41 m (Forshaw, 1989; Vaughan rnaxila es de color blanco-rosado mate, et al., 1991; E. Íñigo, obs. pers.). Pone de uno a dos huevos cada la punta de la maxila y el área basal triangular año, y en algunos casos cada dos años. La temporada de reproducción en la parte inferior de la maxila son de en México comienza con la selección del sitio de anidación, entre color negro. La piel desnuda alrededor de diciembre y febrero, y termina con la salida del juvenil del nido, la cara es de color rosado carnoso. El iris entre abril y junio. Algunas parejas logran sacar hasta dos polluelos en el adulto es de color amarillo. Los inmaduros pero raramente uno llega a la edad d e juvenil. Se tiene muy poca presentan la misma coloración en el plumaje información sobre mortalidad y sus depredadores. Se conoce que de los adultos, pero el color del iris es existe una gran mortalidad (50 a 60%) entre los pollos (C. Munn, café (Ridgway, 1916; Forshaw, 1989). com pers.). En la Selva Lacandona se ha observado al águila elegante (Spizaetus ornatus) tratando d e capturar a estas guacamayas. En Distribución: Esta especie se distribuía México, Guatemala, Costa Rica y Perú, se ha observado que la abeja desde el norte de México, Centroamérica, africana esta desplazando a las parejas de guacamayas de sus nidos Colombia, Ecuador, este de Perú, Venezuela, o incluso matando los pollos y adultos durante la incubación dentro Guayana Francesa, Surinam, Bolivia, y del nido (Vaughan et al., 1991; C. Munn, com. pers.; E. Íñigo, obs. hasta el sur de Brasil al norte de Mato pers.). Su dieta consiste en varios tipos d e frutas, vainas, semillas, Grosso. En México era residente en los brotes de hojas, flores, y algunas veces de insectos. Las principales estados de Tamalilipas. Veracruz. Oaxaca. familias de plantas que componen su dieta son Anacardiaceae, Mimosaceae, Tabasco, Chiapas y Campeche (Lawrence, Palmae, Moraceae, Zapotaceae y Euphorbiaceae. Varios autores (Munn 1876; Salvin y Godman, 1879; Sumichrast, et al., 1991;Vaughan et al., 1991) han registrado que las guacamayas 1881; Rovirosa, 1887 en Brodkorb, 1943a; presentan movimientos diarios entre los ríos que dividen las regiones Ridgway, 1916; Traylor, 1941; Friedmann donde habitan. Estos movimientos posiblemente ocurren porque las etal., 1950; Lowery y Dalquest, 1951; Paynter, guacamayas necesitan alimentarse en varias zonas debido a que sus 1955; 1957; Álvarez del Toro. 1964; 1980; alimentos están esparcidos en grandes áreas. Ridgely, 1981b; AOU, 1983; Binford, 1989; Forshaw, 1989; Rangel-Salazar y Vega- J U S T I F I C A C I. ~ N : L a guacamaya roja s e encuentra en peligro de Rivera, 1989; González-Garcia, 1993). Era extinción por varias causas, como la destrucción de su hábitat, la relativamente común a lo largo de toda captura de adultos y juveniles para satisfacer la demanda del comercio nacional e internacional, así como por la cacería directa ya sea como alimento o para disecar el espécimen para adorno (Ramos, 1985). Sin duda alguna, el comercio.con pollos y adultos es la causa más importante de su declinación en la República Mexicana.

PSITTACIFORMES Las poblaciones existentes en los ríos de los estados de Tamaulipas, su distribución; sin embargo, actualmente Tabasco, Veracruz y Campeche fueron extirpadas hace ya muchos está extinta en muchas localidades y es años a causa del tráfico. Las poblaciones del estado de Chiapas, muy rara en las zonas donde aún habita. las últimas grandes del país, enfrentan hoy día las mismas presiones Sólo se conocen dos poblaciones viables, que extinguieron a las otras poblaciones del país. No solo adultos una en el estado de Chiapas (E. /ñigo, y pollos han sido capturados para el comercio, sino que también obs. pers.) y otra posiblemente en los límites un gran número de árboles con cavidades donde anidaban las guacamayas de los estados de Oaxaca y Veracruz (G. han sido tirados para capturar a los polluelos. La escasez de sitios Ceballos, com. pers.). adecuados para anidar también afecta a la población reproductiva y por lo tanto la tasa de reclutamiento de nuevos individuos en la población se ve afectada. CONSERVACI~N: A pesar de estar protegida por las leyes nacionales (SEDESOL,1994) e internacionales (como la CITES) la comercialización con esta especie continua. Es necesario desarrollar una campaña de educación para que la población se abstenga de comprar aves silvestres, particularmente los grandes psittacidos como la guacamaya roja. También es importante establecer programas de investigación y conservación con las últimas poblaciones silvestres que quedan en el país, así como programas de educación con la gente que vive en las áreas donde aún existen guacamayas. La Reserva de la Biosfera de Montes Azules protege una de las últimas poblaciones de guacamayas de México. Rhynchopsirra pachyrhyncha (Swainson, 1871) Lámina 22 Descripción: Es una cotorra de tamaño mediano cuyo largo promedio es de 38 Cotorra-serrana occidental cm (Smith, 1973). El plumaje adulto es generalmente verde brillante, un poco más Dirk V. Lanning y Martjan Lammertink claro y amarillento en los pómulos y plumas cobertoras del oído; la frente y la amplia HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: La cotorra-serrana occidental se franja supraciliar son rojas. Hay una marca reproduce en los bosques de coníferas del noroeste de México. En café al frente y arriba de los ojos; la zona 1979, Lanning y Shiflett (1983) encontraron 55 nidos activos a de flexión de las alas, el borde carpal y elevaciones de entre 2300 y 3070 m en Chihuahua y Durango. Cuarenta los muslos son rojos. Las cobertoras inferiores y dos de ellos se encontraban en pinos (Pinus spp.), 9 en álamos de mayor tamaño son amarillas; los flancos (Populus tremuloides) y 4 en abetos (Pseudotsuga menzinesii). Los de vuelo y las plumas de la cola son grisáceas; nidos estaban en cavidades de los troncos muertos (64%) o de árboles el pico es negro; el iris amarillo-naranja; vivos (36%), a una altura entre 8 y 28 metros, en promedio 17 las patas son grises. Las cotorras inmaduras metros. En ocasiones utilizan huecos desocupados de carpinteros tienen una banda supraciliar más reducida; (Lanning y Shiflett, 1983). Estas cotorras ponen de 2 a 4 huevos el borde del ala y el filo carpal son verdes; entre mediados de junio y fines de julio; de 1 a 3 críos salen de su tienen menos rojo en los muslos; el pico nido entre principios de septiembre y fines de octubre. El período es color marfil con gris oscuro en la base de incubación es de 24 a 27 días (Snyder et al., 1989). La densidad de la mandíbula superior (Forshaw, 1978). de nidos parece estar relacionada con la disponibilidad de cavidades adecuadas; en algunos casos hay nidos a una distancia de 2 m en

PSITTACIFORMES Distribución: La cotorra-senana occidental el mismo árbol. La temporada reproductiva de la cotorra-serrana se reproduce en las montañas de Chihuahua occidental concuerda con la maduración de las semillas de los pinos, y Durango, y probablemente también en su principal fuente de alimento (Lanning y Shiflett, 1983). En la Sonora y Sinaloa (AOU, 1983; Lanning y temporada reproductiva de 1979, las cotorras se concentraron en Shiflett, 1983). La especie viaja de un lado pinos Arizona (P. arizonica) y el pino blanco mexicano (P. ayacahuite) a otro durante todo el año, y se le ha registrado (Lanning, 1983; Lanning y Shiflett, 1983). También se sabe que desde el centro de Sonora, hasta el sur esta especie se alimenta de semillas de algunas otras especies de de Jalisco, Michoacán. Coahuila en invierno, pinos, yemas terminales de los pinos, encinos (Quercus spp.), frutos el Estado de México (Popocatépetl) y el de capulín (Prunus capuli) y una leguminosa (Smith, 1907; Wetmore, centro deveracruz (Cofre de Perote y Jalapa); 1935; Blake y Hanson, 1942; Staeger, 1954; Lanning y Shiflett, anteriormente se le había registrado en 1983). Se alimentan solas o en grupos. Las poblaciones de estas Arizona y probablemente el suroeste de cotorras modifican año con año su territorio a lo largo de la Sierra Nuevo México, en los Estados Unidos (AOU, Madre Occidental (Marshall, 1957). Tal variación se puede deber 1983). a los cambios en la cantidad de conos de pino producidos. Se han publicado observaciones de grandes parvadas de cotorras; no obstante, no se han hecho cálculos del tamaño poblacional total. En Arizona se observaron varias veces parvadas de 100 o más individuos, y de una parvada de más de 1000 cotorras durante el verano e invierno de 1917 (Wetmore, 1935). Marshall (1957) observó en Chihuahua parvadas de 50 a 60 cotorras en los veranos de 1951 y 1952. Crossin observó 200 cotorras en la frontera de Sinaloa y Durango, en el año de 1964 (King, 1979). Schnell et al., (1974) vieron parvadas de 60, 100 y 120 cotorras en enero de 1972 y 1973 en el volcán de Colima en Jalisco. En febrero de 1983 hubo una parvada de 180 en el cerro Tancítaro de Michoacán (Lanning y Shiflett, obs. pers.). Se reúnen en grupos para pasar la noche en acantilados o árboles (Snyder y Wallace, 1988). J U S T I F I C A C I ~ N :La cotorra-serrana occidental se encuentra en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat de anidación, así como a su explotación con fines comerciales. El decremento poblacional que han sufrido estas cotorras es muy evidente para aquellos que, desde hace mucho tiempo, habitan las zonas madereras de Chihuahua y Durango (Lanning y Shiflett, 1981). La tala comercial de pinos vivos para obtener madera, así como de árboles muertos en pie, para obtener su pulpa, están terminando con gran cantidad de sitios de anidación efectivos y potenciales para estas aves (Lanning y Shiflett, 1983). El comercio de las cotorras parecía ser mínimo hasta la década de los ochentas (Lanning y Shiflett, 1981). No obstante, se calcula que durante 1985 y 1986 entre varios cientos y hasta más de mil cotorras fueron traficadas ilegalmente hacia los Estados Unidos de América (Snyder y Wallace, 1988). Cifras igualmente significativas de estos animales se continuaron exportando a Estados Unidos durante 1988 (N. Snyder, com. pers.). En esta

PSITTACIFORMES década el tráfico ilegal aparentemente ha disminuido; sin embargo, lo ilegal de la actividad no permite evaluar correctamente su magnitud. CONSERVACI~N:Según Collar et al., (1992), es vulnerable y SEDESOL (1994) la cataloga como en peligro. Los países que importan cotorras en forma ilegal, especialmente los Estados Unidos, deben de suprimir su demanda de éstas. México necesita terminar en forma efectiva la captura, tráfico y exportación de esta especie cuya supervivencia peligra cada vez más. El USFWS (1977b) considera a dicha especie en México como en peligro, lo cual limita su importación legal hacia ese país. La cotorra-serrana occidental está incluida, también, en el Apéndice 1 de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies de Flora y Fauna en Peligro de Extinción (USFWS, 1977a), lo cual limita estrictamente el tráfico legal de organismos entre las diversas naciones que participan en la Convención. Una parte de las cotorras traficadas en forma ilegal logran ser decomisadas por los oficiales federales, aunque no se conoce con certeza su proporción. Algunas de las aves decomisadas se donan a proyectos de reproducción en cautiverio, como es el del zoológico de San Diego (N. Synder, com. pers.). Algunas de las cotorras se liberaron en Arizona para tratar de restablecer la población en la zona norte en el área que alguna vez ocuparon (Snyder y Wallace, 1988). El gobierno de México debería establecer un acuerdo con el de Estados Unidos para que las cotorras decomisadas sean regresadas a México. Una acción fundamental para conservar a esta especie es modificar la manera en la que se manejan los recursos forestales de tal modo que se conserve el hábitat de anidación de la cotorra-serrana occidental. En el bosque se debe permitir que permanezcan en pie algunos troncos muertos de pino, así como algunos árboles vivos de gran tamaño pero poco valor comercial, de tal modo que las cotorras tengan un sitio de anidación. Se pueden mantener cinco o más troncos viejos de buena calidad por hectárea a lo largo de todo el bosque. Las cotorras prefieren los árboles cuya circunferencia tenga un diámetro a la altura del pecho mayor de 50 cm (Lanning y Shiflett, 1981). Un programa de manejo de troncos viejos proporcionaría, a largo plazo, condiciones más adecuadas para el bosque en sí, beneficiaría la vida silvestre, la industria maderera y de modo especial a la cotorra-serrana occidental. Lammertink et al. (1996) encontraron que es frecuente que las cotorras serranas regresen año con año al mismo lugar de anidación. Lo que significa que la protección del hábitat reproductivo de estas cotorras debe hacerse con base en las poblaciones reproductivas más importantes. Estos autores recomiendan cuatro sitios a proteger: Las Bufas en el oeste de Durango (que es la localidad más al sur donde puede encontrarse esta especie), La Cebadillalregión Yahuirachic en el centro de Chihuahua, Mesa Las Guacamayas en el norte de Chihuahua y La Ciénega de La Vacalregión La Medalla en el norte de Durango. En las tres primeras áreas se han realizado iniciativas de conservación por E. Enkerlin y N. Snyder.

PSITTACIFORMES Descripción: Esta cotorra es de tamaño Rhynchopsitta terrisi Moore, 1947 Lámina 21 mediano, con un largo promedio de aproximadamente 40 cm. Su peso varía Cotorra-serrana oriental entre 390 y 470 gramos (Urban, 1959). El plumaje adulto es generalmente verde Dirk V. Lanning oscuro, los pómulos y plumas cobertoras del oido son de color verde un poco más HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: Se encuentra en bosque mixto claro. La frente y franja supraciliar y loral de coníferas entre 1300 y 3700 m, pero son más frecuentes entre son café marrón; la curvatura del ala y los 2000 y 3500 m de altitud. La cotorra-serrana oriental anida en los muslos son rojos; las plumas cobertoras las cavidades de riscos calizos (Lawson y Lanning, 1981). Helen inferiores de mayor tamaño tienen un tinte Snyder y Dirk Lanning descubrieron nidos de cotorra por primera ligeramente oliva; los flancos de vuelo vez en septiembre de 1978. En 1979 se calcularon aproximadamente y las plumas de la cola son grisáceas; 100 nidos a lo largo de 28 kilómetros de riscos. Los riscos tenían el pico es negro; iris amarillo naranja; un promedio de 100 a 200 metros de alto, y las cotorras anidan en las patas son grises. Los individuos inmaduros puntos fuera del alcance del hombre. Se encontraron de 1 a 3 y tienen la franja supraciliar marrón de menor posiblemente 4 crías por nido. Las crías realizan sus primeros vuelos tamaño; el borde del ala y el filo carpa1 durante octubre y noviembre. La época reproductiva coincide con son verdes; tienen menos rojo en los muslos; la maduración de las semillas de los pinos (Pinus spp.), que constituyen el pico es color marfil con gris oscuro su principal fuente de alimento (Lawson y Lanning, 1981),particularmente en la base de la mandíbula superior (Forshaw, de P. arizonica, P. gregii, P. teocote, P. montezumae, P. cembroides, 1978). La American Ornithologists' Union una especie de abeto (Abies) y encino (Quercus). También toman (AOU) considera que la cotorra-serrana néctar de las flores de un maguey (Agave macroculnis); estas aves oriental y la cotorra-serrana occidental se alimentan diariamente del agave cuando florece en la primavera. (R. pachyrhyncha) son dos especies que Estas cotorras necesitan tomar agua frecuentemente (Lanning y Lawson, conforman una supraespecie. Hardy y 1977). Existen algunas publicaciones de observaciones de grandes Dickerman (1955) consideraron a la cotorra- parvadas de cotorras, pero no se tienen cálculos seguros del tamaño serrana oriental como conespecifica con poblacional total (Lawson y Lanning, 1981). Lawson y Lanning observaron R. pachyrhyncha, pero Hardy (1967a) 800 cotorras en un sitio de descanso en Coahuila en marzo de 1977. recomendó posteriormente que R. terrisi Snyder y Lanning observaron 1400 individuos en el mismo perchero y R. pachyrhyncha se consideren como en septiembre de 1978. Lanning y Gary Falxa contaron 1600 y estimaron especies distintas. un total de 2000 cotorras en Nuevo León en enero de 1978. A lo largo de 3 semanas de búsqueda no encontraron ninguna otra cotorra a todo lo largo del territorio de la especie. Pasan la noche en árboles y riscos. SITUACI~N: AMENAZADA. Distribución: La cotorra-serrana oriental JUSTIFICACI~N:La cotorra-serrana oriental se considera vulnerable es endémica de México. Habita la Sierra debido a la destrucción del hábitat donde obtiene su alimento, a su Madre Oriental del sureste de Coahuila, restringida distribución y a su tamaño poblacional relativamente pequeño. el sur, oeste y centro de Nuevo León y Los bosques de coníferas mixtos de la Sierra Madre Oriental están el suroeste deTarnaulipas (Lawson y Lanning, siendo destruidos por incendios, la industria maderera, el pastoreo 1981; AOU, 1983). y la tala para la siembra de hortalizas y cultivos agrícolas (Lawson y Lanning, 1981).

PSITTACIFORMES CONSERVACI~N: Collar et al., (1992) la consideran vulnerable y SEDESOL (1994), en peligro de extinción. Se pueden modificar las estrategias de manejo de los bosques con el fin de conservar el hábitat de alimentación de esta cotorra (Lawson y Lanning, 1981). Los bosques mixtos d e coníferas d e la Sierra Madre Oriental son un recurso único para la zona noreste de México. Estos bosques captan y retienen la humedad, creando una zona mésica en lo que de otra manera serían tierras áridas. La gente de dos grandes ciudades, Monterrey y Saltillo, se beneficia de los bosques ya que moderan el clima local y abastecen de agua para consumo humano, agrícola e industrial. Aun cuando estos bosques han quedado protegidos gracias a su lejanía y a su topografía escarpada, las presiones poblacionales cada vez mayores están provocando la colonización de esta zona. Una vez que se destruye un bosque es muy poco probable que se pueda restablecer. La vertiente tiene un valor económico muy grande y se necesita proteger de una mayor deforestación. El establecimiento de un programa que proteja la vertiente daría las condiciones adecuadas para que se conserve el ecosistema del bosque, beneficiaría la vida silvestre que ahí se desarrolla, así como a los habitantes de la región y, en especial, a la cotorra-serrana oriental. La explotación de esta especie con fines comerciales, ya sea para proyectos de reproducción en cautiverio, para zoológicos o para la avicultura, debe ser frenada considerablemente. La cotorra serrana oriental está enlistada en el Apéndice 1de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies en Peligro de Extinción. La finalidad de esta medida es limitar cualquier intento de transportar cotorras a través de las fronteras (King, 1981). Las cotorras deben de ser capaces de volar libremente en la Sierra Madre Oriental; para ello hay que intentar mantener su hábitat. La Zona Protectora Forestal Serranía de Zapalinamé, en el Sureste de Coahuila, es un Área Natural Protegida que puede y debe cumplir su labor de dar abrigo a esta especie amenazada. La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro ha emprendido acciones para la conservación del Cañón de San Lorenzo, una porción de la Serranía. Recientemente, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad y otras instituciones compraron e instrumentaron una reserva denominada \"El Taray\", para proteger uno de los sitios de anidación más importantes de esta especie.

PSITTACIFORMES Descripción: El loro tamaulipeco es de Amazona viridi~enalis(Cassin, 1853) Lámina 22 tamaño mediano, robusto, con pico grueso y fuerte. La cola es ligeramente redondeada, Loro tamaulipeco aunque se considera cuadrada en comparación con la de otros psittácidos.Tiene una longitud Ernesto C. Enkerlin promedio de 310 mm. El color verde del cuerpo es muy puro, es decir libre de otras HISTORN~AATURAL Y E C O L O G ~ A : El loro tamaulipeco habita en tonalidades, siendo más obscuro en la diversas asociaciones vegetales, se le encuentra en áreas húm,edda espalda que en el vientre. Las mejillas del centro-oeste de Tamaulipas, en el matorral espinoso y selva baja son de un verde claro brillante, distintivo del centro, y en la selva mediana del norte de Veracruz y sureste de para la especie. La extensión del rojo escarlata Tamaulipas. En las partes más áridas de esta distribución es frecuente de la frente y corona varia con la edad encontrarlo anidando en áreas ribereñas, probablemente por ser las (más rojo a mayor edad) y con las que ofrecen mayores oportunidades de cavidades, ya que los árboles características de cada individuo. Detrás alcanzan diámetros considerables (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). de los ojos, poseen una franja azul rey Es difícil determinar si sus hábitos alimenticios son causa o consecuencia que se extiende hacia la nuca. La parte de su variado hábitat, ya que son igualmente variados. Algunos de interior de las plumas de vuelo es muy los alimentos que utiliza con frecuencia son el higuerón (Ficus sp.), obscura a excepción de un cuadro rojo la coma (Bumelia celastina) el hueso de tigre (Wimmeria concolor), en la parte media del ala. En los inmaduros la sosa o lavaplatos (Solanum erianthum), el guayabillo (Myrcianthes antes de la primera muda, los colores fragrans), el anacua (Erethia anacua) y el ébano (Pithecellobium son iguales pero más opacos. ebano). En las áreas urbanas en que se han establecido, comen especies exóticas, como fruto y agallas del álamo sicomoro (Plantanus sp.), Distribución: El loro tamaulipeco recibe chopo o álamo (Populus sp.) y nueces (Carya sp.); por ejemplo, acertadamente su nombre (Sada et al., Froke (1981) reportó el uso de 34 especies para el área de Los Angeles, 1987), ya que aproximadamente un 70% California. de su área queda comprendida en este estado. Posiblemente ya está extirpado El hábitat de anidación también presenta un amplio intervalo o cerca de quedar extirpado en la parte de selección; al parecer A . viridigenalis no tiene preferencia por de su distribución en Nuevo León, en los alguna especie de árbol, altura, o profundidad, siempre y cuando la alrededores de Linares. En estas regiones, cavidad sea lo suficientemente amplia para que la hembra pueda al igual que el centro y oeste deTamaulipas, acomodarse para incubar. Se han localizado nidos desde 40 hasta su predilección por las áreas ribereñas 460 cm de profundidad. Las entradas son de dimensiones y orientaciones los hizo presa fácil de la depredación humana. variadas situadas entre 4.3 y 13.5 metros sobre el suelo. Se le ha En.forma general, se puede decir que aun encontrado anidando en palmas de varias especies, higuerón, coma, cuando la especie abarca casi toda su ébano, chaca (Bursera simaruba), ramón, barreta (Helietta parvifolia), área de distribución original, lo hace en sabinos (Taxodium distichum) y árboles secos. La amplia aceptación poblaciones cada vez menores y más aisladas de un hábitat para anidar y alimentarse, aunada a una reducida competencia entre sí. La especie curiosamente ha logrado y depredación tanto humana como natural en las ciudades, parecen establecer ~ o b l a c i o n e sr e ~ r o d u c t i v a sen conjugarse para que la especie aumente su representación en los varias áreas urbanas. La más notable de paisajes urbanos mientras se acerca a la extinción en los naturales éstas se encuentra en Los Angeles, California, (Enkerlin-Hoeflich et al.. 1994). Las actividades diarias están muv concentradas en dos períodos, uno matutino y otro vespertino. En la mañana la actividad empieza con el claro del amanecer y persiste durante dos y media a tres horas; cuando el día es nublado puede persistir un poco más. Por las tardes de dos a dos y media horas antes del anochecer, nuevamente hay mucha actividad hasta que parten al sitio de percha. Entre estos dos períodos hay una inactividad casi total. Durante la época no repr,od\"ctiva es frecuente que se reúnan en grandes parvadas. Las parvadas también son muy móviles y realizan

PSITTACIFORMES migra'ciones regionales en las que cambian de sitios de percha. EUA, ya que tiene más de 15 años (Froke, Por el contrario, durante la época reproductiva (marzo a julio) cada 1981) y rebasa ya los 300 individuos. En pareja vuela sola. En esta época el sitio de percha es constante y Monterrey, Nuevo León, hay 100 o más también puede incluir a varios cientos de individuos, pero llegan de esta especie, aunque también hay un por las tardes y despegan temprano en la mañana (Enkerlin-Hoeflich gran numero de pericos mexicanos (Aratinga et al., 1994). La formación de nuevas parejas y la búsqueda de holochlora). También se tienen pequeñas nidos se efectúa en febrero y marzo. Las parejas de loros duran poblaciones \"introducidas\" en MBrida,Yucatán, toda la vida; cuando no es así, por lo general la causa es la incompetencia y en Montemorelos y Villa de García, Nuevo reproductiva de alguno de los miembros de la misma. Tienen una León. Otros lugares de EUA con poblaciones gran fidelidad al nido y al área de anidación, de manera que a no naturales son McAllen, Harlingen, San menos que el nido sea destruido o haya fallado en anteriores nidadas, Marcos y Brownsville (donde es la mascota se vuelve a utilizar año tras año. La postura e incubación se inicia de la ciudad) en Texas; San Diego y Valle en marzo. El número más común de huevos es cuatro, que eclosionan de San Gabriel en California; Miami, Fort a los 26 ó 27 días. Alrededor de una cuarta parte de los huevos Lauredale y los Cayos en Florida; Puerto nunca eclosionan. Las primeras semanas es frecuente que los pollos Rico; y Hawaii. (Collar et al., 1992; Enkerlin- más pequeños sucumban ya que no pueden competir bien por espacio Hoeflich et al., 1994). y alimento. Los volantones están listos para salir a las siete u ocho semanas de edad, y una vez que lo hacen no vuelven al nido, sino que perchan en otros sitios a los que los adultos les llevan alimento mientras esperan la salida del resto de la nidada. Las nidadas exitosas pueden constar de hasta cuatro volantones, pero el número más frecuente son dos. Durante la nidada hay sólo dos períodos de actividad, por lo que las crías y la hembra reciben alimento dos veces al día. Al inicio de la incubación la hembra permanece en el nido todo el tiempo. Sólo sale para ser alimentada por el macho. Después de tres semanas la hembra se une al macho en la busca de alimento y sólo entran al nido para dar de comer a las crías (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). El comportamiento alrededor del nido es muy deliberado. Arriban al nido con un llamado. Cuando el macho arriba por s í solo, llama a la hembra fuera. Esto hace relativamente fácil encontrar los nidos y es una de las razones de que el principal depredador de esta especie sea el hombre. Otro factor que las hace vulnerables al saqueo es la aparente agregación de nidos en áreas de anidación tradicionales. Los nidos aparentemente no se distribuyen al azar, sino que están relativamente cerca uno de otro. Este comportamiento \"semicolonial\" puede tener ventajas ecológicas para la protección contra depredadores, vigilancia de los nidos, formación de nuevas parejas y búsqueda de alimento, pero es una desventaja contra la depredación humana (Enkerlin-Hoeflich y Packard, 1993; Enkerlin- Hoeflich et al., 1994). Al parecer las víboras, y en especial la víbora negra (Drymarchon corais),son los más importantes depredadores en el nido (Enkerlin-Hoeflich, 1994; Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). J U S T I F I C A C ~ ~ NE: l loro tamaulipecoes endémicode México. Decenas de miles fueron exportados legalmente a los Estados Unidos de

PSITTACIFORMES América en los años setenta, y se estima que la misma o mayor cantidad se sacaba de México ilegalmente. Después de la prohibición de exportar aves silvestres de México, el tráfico ilegal ha continuado, sin embargo, a gran escala, frenado más que nada por la baja en las poblaciones de ésta y otras especies de pericos y no por un mayor control sobre esta actividad ilícita. La gran presión del comercio legal e ilegal, aunado al avance de la frontera agrícola y ganadera que ha causado la pérdida de hasta el 85% de su hábitat en la planicie costera de Tamaulipas, han tenido un gran impacto sobre la especie. Las poblaciones superaban los 100,000 individuos, pero en la actualidad se encuentran reducidos a alrededor de 5,000. Las poblaciones que quedan están por lo general en propiedades privadas, donde los dueños ofrecen cierto grado de protección al prohibir la extracción de loros y conservar fragmentos de hábitat. La extracción es difícil de controlar y sigue ocurriendo en un menor grado. También existen poblaciones relativamente sanas en áreas inaccesibles o incosteables para los capturadores. El hecho de que sea una especie endémica con rango restringido aumenta su vulnerabilidad. En todo caso la situación de la especie es muy frágil, ya que pronto se espera un incremento en la demanda y precio de loros mexicanos debido a una nueva legislación en los EUA que prohibe la importación de loros. Las especies de los países proveedores tradicionales (Argentina y Honduras, por ejemplo) se verán beneficiadas, mas no las mexicanas, ya que la cercanía al mayor mercado de mascotas del mundo aumentará el comercio ilegal, pudiendo acabar con estas poblaciones en pocos años. Se espera que su situación de en peligro d e extinción y su elevación al Apéndice 1 de la CITES ayude a canalizar recursos e investigaciones, a hacer cumplir la ley y decretar áreas protegidas en beneficio de esta especie (Enkerlin-Hoeflich, 1994). C O N S E R V A C I ~ N :La especie es considerada como amenazada por Collar et al. (1992); SEDESOL (1994) la considera en peligro. Se encuentra en el Apéndice 11de la CITES pero se espera solicitar su elevación al Apéndice 1, para poder brindarle mayor protección del tráfico internacional al aumentar las sanciones por su comercio ilegal. El loro tamaulipeco, junto con muchos otros psittácidos, es un clásico ejemplo de dos factores negativos actuando en conjunto para amenazar la supervivencia de una especie. En primer lugar, la destrucción acelerada de su hábitat para agricultura y ganadería. Al perderse estas áreas, la especie sufre una reducción proporcional en número por el hábitat perdido. A esto se agrega un segundo factor que es la captura a gran escala, posibilitada por una mayor accesibilidad y mayor densidad humana próxima a los fragmentos de hábitat que quedan en buen estado, desde el punto de vista de las necesidades de esta especie. La extracción de polluelos a su vez genera más destrucción de hábitat, ya que los nidos son abiertos con machete o hacha para extraer los pollos, causando la pérdida de la nidada de ese año y reduciendo el hábitat de anidación. Algunos agricultores consideran a estos loros como plagas de los cultivos y los cazan por este motivo.

PSITTACIFORMES A pesar de que efectivamente hay algunos casos de loros atacando cultivos, éstos son pocos y en general causan poco daño, por lo que el considerarlos plaga, es más bien una excusa para matarlos o atraparlos (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994).La compleja situación anterior hace evidente que el problema de la conservación de esta especie sea también complejo y debería contemplar diversos elementos. Algunas de las estrategias generales para su conservación pueden ser: A) educación y concientización, B) legislación y control, C) áreas protegidas, D) manejo, E) reintroducción y cría en cautiverio, y F) desarrollo sostenible. Éstas se discuten d e manera general, y en particular para A. viridigenalis, aunque se aplica lo mismo en gran medida para A. oratrix y otras especies en peligro de extinción sujetas a comercio como mascotas. Educación y concientización: En la actualidad la imagen d e un perico e s la d e una mascota bonita y simpática. Si bien ambas percepciones son correctas, urge cambiarlas, ya que es precisamente eso lo que los tiene al borde de la extinción. Los loros deberían promoverse como elementos indicadores de ecosistemas sanos y como una belleza natural que debemos apreciar en su hábitat. La promoción de otras especies de psittácidos de ornato con una larga historia de domesticidad, como los periquitos australianos (Melopsittacus undulatus), las ninfas (Nymphicus hollandicus) y los Agapornis spp., es una alternativa para aquellas personas con deseos de poseer una mascota, ya que ésta es una tradición muy arraigada. Lo anterior pudiese ser una mejor estrategia que el completo rechazo a que se tengan psittácidos como mascotas, solución que ya se ha propuesto en varios foros pero que no parece razonable lograr. Para el caso especifico de A. viridigenalis y otras especies amenazadas de extinción, quienes los compran no sólo están contribuyendo a la extinción de una especie, sino que también violan leyes que de llegar a aplicarse conllevarían serias sanciones. La población de todas las edades debe aprender a distinguir algunas de las especies y cuando menos saber cuáles son las que se autorizan como mascotas. Algunas personas dicen comprar los animales por lástima tanto del animal como del vendedor, y justifican que hacen una buena acción con ambas. No hay nada más lejano a la realidad; al comprar el loro, éste estará biológicamente muerto, ya que las posibilidades de reproducción en cautiverio, aun bajo condiciones ideales, son mínimas. Aún más, con la compra de cada animal posiblemente se promueve la extracción de cuando menos dos más, ya que por la elevada mortalidad se estima que menos de la mitad de los loros capturados alcanza a llegar a una casa como mascota. La práctica de liberación de cualquier ave cautiva también es una mala idea, ya que es condenarla a una muerte casi segura, y si llega a sobrevivir, las posibilidades de que transmita enfermedades a la población natural son altas. La mayoría de los compradores además carecen de los conocimientos para el correcto cuidado de las aves, y el animal muere al poco tiempo.

PSITTACIFORMES Para contrarrestar esta problemática es preferible el fomento de actividades ecoturísticas que pueden traer beneficios a la comunidad al recibir visitantes nacionales y extranjeros en áreas donde abunden especies con gran carisma, como son los loros. Todo lo anterior se logra con base en la difusión en los medios masivos de coinunicación, incorporación en los libros de texto y campañas específicas con folletos, cuadernos de iluminar, carteles y artículos alusivos dirigidos a todos los niveles, desde niños hasta ejecutivos y autoridades. A partir de 1991 se han realizado esfuerzos en este sentido por una colaboración entre el Centro para el Estudio de las Aves Tropicales, Inc., la Universidad Autónoma de Tamaulipas y SEMARNAP. Estos esfuerzos y otros similares deben continuar y ampliarse. La educación no es un proceso muy dramático, ni de resultados palpables e inmediatos, pero es la única solución a largo plazo para que se puedan aplicar con éxito otras de las estrategias que se describen a continuación para lograr la conservación de ésta y otras especies (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Legislación y control: Como una extensión del proceso de educación, existe la ley y su correcta aplicación. En diciembre de 1992 constaté que en el \"Mercado de Sonora\" en el Distrito Federal, en la carretera No. 57 dentro del estado de San Luis Potosí, en Saltillo, Coahuila, en Monterrey, Nuevo León, y en Cd. Victoria, Tarnaulipas, se ofrecían abiertamente a la venta ejemplares de A. viridigenalis, y lo peor del caso es que a precios irrisorios de $ 150 a 200 ($7 a 70 dólares). El caso del D. F. fue el más triste, ya que había varias docenas de individuos, todos ellos atrapados como adultos. Muchos de ellos estaban decolorados de las plumas para hacerlos pasar como loros de cabeza amarilla. Los pajareros tienen derecho a ejercer su comercio siempre y cuando lo hagan con las especies autorizadas. La situación ha mejorado en los últimos años, ya que cada vez se ven menos especies prohibidas ofrecidas abiertamente a la venta y más de los tipos domésticos autorizados; sin embargo, no hay razón para tolerar que se comercie siquiera con un solo ejemplar de una especie en peligro de extinción. Si bien las autoridades necesitan más recursos para implementar la vigilancia, no hay excusa para cuando menos revisar con regularidad los mercados y establecimientos de venta de mascotas y aplicar la ley. En cada establecimiento, para evitar que las malas acciones se justifiquen por falta de información, se debe colocar como se ha hecho en el pasado, un cartel con ilustraciones de las especies permitidas para que así los clientes también se eduquen en cuanto a qué es lo que pueden comprar. Los pajareros que quieran seguir su comercio deben ser respetuosos y no hacerlo con especies prohibidas. La única forma de lograr esto es con la clausura y multa de aquéllos que violen las leyes. Es casi imposible pretender regular a cada persona que de buena o mala fe adquiere aves prohibidas; es mucho más fácil sistemáticamente multar, clausurar locales y decomisar las aves a todos aquellos que están efectuando el comercio ilegal. Algunos estados de la Rcpública, ante la falta de cumplimiento de las leyes y calendarios de aprovechamiento de aves canoras y de

PSITTACI F O R M E S ornato por parte de los capturadores y pajareros, han optado por vetar totalmente la captura y comercio de aves silvestres (Enkerlin- Hoeflich et al., 1994). Áreas protegidas: La promoción de áreas protegidas es una importante herramienta de conservación, ya que con frecuencia se protege un gran número de especies de manera simultánea. Las áreas protegidas son también importantes para el estudio de ecosistemas con bajo índice de perturbación, para la protección d e las cuencas de captación de agua, tanto para almacenamientos como para recargas de acuíferos. Las áreas protegidas deben decretarse y manejarse de acuerdo a los propósitos de su creación. En México las áreas protegidas solamente se han decretado, y la práctica de la conservación y protección no ha cristalizado. Recientemente el sistema de áreas protegidas ha crecido y el manejo ha mejorado, pero aún no se cuenta con los esquemas de financiamiento para su operación a largo plazo. En el caso d e A. viridigenalis existe ya un área protegida, la reserva d e la Biosfera El Cielo, en la que aún existe, aunque sus poblaciones se habían abatido grandemente por la extracción previa a la declaratoria de reserva. Por otro lado, existen poblaciones sanas en la planicie costera de Tamaulipas, que al mismo tiempo es una región con urgente necesidad de contar con áreas protegidas ya que en los municipios de Aldama y Soto La Marina sólo quedan unos pequeños remanentes de vegetación no perturbada que rebasan las 1,000 hectáreas, que pueden mantener poblaciones viables de ésta y otras especies. Otros tipos de área protegida que se necesita promover son las grandes propiedades ganaderas. Los loros son especies compatibles con la explotación ganadera ya que sus requerimientos los cubren con los árboles que les proporcionan nidos y alimento. El manejo de los pastizales artificiales con árboles es también benéfico para los ganaderos, ya que proveen de sombra al ganado, reducen el consumo de agua, y las raíces profundas de los árboles extraen nutrientes del subsuelo. Estos nutrientes son incorporados después al agroecosistema de los pastizales al caer y descomponerse las hojas. Los ganaderos, al dejar manchones y setos rompevientos de monte sin pastos, pueden añadir a estas ventajas la protección contra la erosión y la disponibilidad de material para construcción de cercas y bodegas. Una última ventaja es estratégica, ya que aun cuando en la actualidad hay muchas áreas que valen más desmontadas y con pastizal, que en su estado natural, la cada vez más sentida necesidad de conservar la biodiversidad, y la promoción de la recreación y el ecoturismo, puede en el futuro revertir esta relación. El diseño de planes de manejo sostenible de la ganadería tropical debe convertirse en prioritario y de esta forma muchas áreas funcionarán como empresas redituables al mismo tiempo que se conserva la biodiversidad en áreas protegidas no formales (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Manejo: En el caso d e los loros algunas de las estrategias de manejo más usadas son: 1) nidos artificiales; 2) disminución de la depredación; 3) incremento de la postura; 4) manejo del hábitat; y 5) vigilancia de los nidos. Los nidos artificiales han dado buenos

PSITTACIFORMES resultados en muchas otras especies (por e.jemplo azulejos, Sialia spp.; y pato arcoiris, Aix sponsa) y es una técnica que se menciona con frecuencia para loros. Sin embargo, en ninguno de los siete estudios realizados a la fecha con loros Amazona de varias especies, se han tenido resultados positivos, a pesar de que se ha utilizado una variedad de tipos de nidos en diferentes tipos de hábitat donde existen poblaciones silvestres (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). En el caso de A. viridigenalis hay dos estudios recientes: Pérez y Eguiarte (1989) y Enkerlin-Hoeflich et al., (1994), que corroboran estos resultados negativos para la utilización de nidos artificiales. Pérez y Eguiarte (1989) reportaron la utilización en 1985 de un solo nido de entre 120 colocados, citando varias posibles causas de que no los hayan utilizado los loros, aun cuando varios fueron ocupados por otras especies como trogones, carpinteros, ratones y patos arborícolas. En la misma zona colocamos y dimos mantenimiento a 45 nidos durante 1991-93 en colaboración con el Centro para el Estudio de las Aves Tropicales, Inc., la Universidad Autónoma de Tamaulipas y SEDESOL, tratando de eliminar algunos de los problemas citados por Pérez y Eguiarte (1989); sin embargo, ningún nido fue utilizado. Por esta razón, la técnica se debe abandonar a menos que en el futuro se emprenda un estudio exhaustivo sobre la posibilidad de usar nidos artificiales en estos loros. La disminución de la depredación puede ser una técnica importante para la conservación de estas especies. Al aplicar esta técnica, nunca se debe considerar la erradicación total de los depredadores a menos que la especie en cuestión sea exótica. El enfoque debe ser excluir a los depredadores de los nidos mediante protección cuando las poblaciones de la especie amenazada sean muy bajas; de esta forma el depredador seguirá subsistiendo como parte del ecosistema al consumir cualquiera de sus otras presas. Mis estudios indican que existe un alto grado de depredación (>lo% de los nidos) para A. viridigenalis y otros Amazona, por víboras, en especial por víbora negra (Drymarchon corais). Algunos nidos poco profundos también pueden ser depredados por aves rapaces o córvidos (E. Enkerlin-Hoeflich, obs. pers.). También se puede lograr incrementar el número de crías producidas mediante la manipulación de la nidada. Esta práctica es bastante intensiva ya que requiere de monitoreo constante y de conocimientos sobre incubación artificial y alimentación de las crías. Esta técnica se ha utilizado con buenos resultados en Amazona vittata en Puerto Rico (Snyder et al., 1987). La técnica incluye la remoción de huevos para inducir mayor postura, la suplementación de alimento a crías desnutridas, el reparto de crías de nidos con muchas crías a nidos con pocas, la homogeneización de edad en la nidada para evitar que los más pequeños mueran, y otros factores. Para su aplicación se requiere de un buen conocimiento de la especie, ya que no todas son tolerantes o se ven beneficiadas por estas técnicas manipulativas. El manejo de hábitat se comentó parcialmente en el tema de áreas protegidas. Lo más importante es evitar la depredación humana. Además, puede ser útil el reparar nidos antiguos que fueron abiertos con hacha. Debido a que los loros tienen una amplia gama de requerimientos,

PSITTACI FORMES pero a su vez son muy tolerantes ante diferentes condiciones, no creo que sea necesaria la reforestación de alguna especie en particular o manejos radicales en el hábitat. Cuando se trata de un área protegida, basta que esté casi totalmente cubierta por árboles; pero en áreas con desarrollos pecuarios se debe mantener el mayor número posible de árboles en los pastizales y de preferencia un 20% del área sin desmontar. La vigilancia de los nidos es el método mas intensivo, ya que se requiere de una persona para cada nido durante la temporada de reproducción. Esta es una técnica sólo recomendable para especies críticamente amenazadas, lo cual no es el caso de A. viridigenalis. En un estudio realizado en Puerto Rico con Amazona vittata (Lindsey, 1992) el número de volantones casi se duplicó en los nidos con vigilancia respecto a los no vigilados. La vigilancia permitió ahuyentar depredadores, rescatar pollos débiles, drenar nidos inundados,rescatar pollos abandonados y eliminar parásitos, entre otros. Asimismo, la presencia del observador también eliminó la posibilidad de depredación por humanos. Reintroducción, cría en cautiverio y reubicación: Por ser técnicas muy directas de manipulación con resultados (buenos o malos) medibles en el corto plazo, las tres técnicas intensivas de conservación que se mencionan son, junto con muchas otras, las más conocidas y con frecuencia de las que más se abusa. Esto se desprende de que, a pesar de ser buenas técnicas de último recurso para casos específicos, se utilizan indiscriminadamente ya que resulta fácil movilizar apoyos y hacer publicidad para ellas sin iniciar con anterioridad esfuerzos considerables en las primeras cuatro alternativas. Algunas especies sí ameritan estos esfuerzos y han resultado en recuperaciones existosas, pero el costo del estudio, mantenimiento, multiplicación, liberación y monitoreo, es enorme. Es preferible prevenir con un menor costo al estilo de las primeras cuatro estrategias , que lamentar al estilo de la reintroducción. Por desgracia es frecuente que no se prevenga y se termina con situaciones de emergencia. Para A. viridigenalis y todas las especies amenazadasde aves mexicanas de que tengo conocimiento, aún estamos a tiempo de implementar estrategias preventivas. La técnica más prometedora, cuando aún quedan poblaciones sanas en el hábitat natural, es la reubicación, ya que sólo implica capturar individuos en un área donde la población se ha monitoreado y se ha comprobado que se encuentra sana y no se afectará con una extracción controlada, para liberarlos en otra área donde ha desaparecido o se encuentra en baja densidad. En las reubicaciones es importante que se evalúe la sanidad de todos los animales y la cercanía genética de las dos poblaciones para no realizar mezclas de subespecies. Se llama reintroducción cuando la especie ha desaparecido del área de liberación y suplementación cuando aún existe pero se quiere mejorar su situación numérica. En cualquier caso, se deben aplicar las precauciones de sanidad y genética, ya que un error puede acabar con toda la población en vez d e ayudarla. La cría en cautiverio se deja al final, ya que es por mucho la más costosa de las técnicas y de la que más se abusa, al iniciarse antes de que se requiera, y de esta manera desvía la atención y el esfuerzo de las técnicas más eficientes en términos

de costo. A. viridigenalis se reproduce desde hace años en cautiverio, y a pesar de no ser una de las especies más difíciles de Amazona, sus producciones son raquíticas. En caso de liberarse y tener que pagar el precio real, cada animal costaría varios miles de dólares. Cuando se llega a optar por esta técnica, se deben tener los animales en instalaciones acreditadas, con control sanitario y genético, donde se alberguen de preferencia sólo individuos de la especie en cuestión, y donde la propagación se considere como parte de un proceso de restauración bien planificado con apoyo institucional y económico a largo plazo (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Desarrollo sostenible: No resulta prudente el pensar en un desarrollo sostenible para una especie en peligro de extinción; sin embargo, esta técnica ha recibido gran atención en fechas recientes como una herramienta de conservación, y conviene comentarla brevemente. La idea del desarrollo sostenible de loros consiste en manejar a la población de manera que se produzca un excedente cosechable que proporcione un beneficio directo a las comunidades rurales (Beissinger y Bucher 1992a; 1992b). Estas comunidades,al tener un ingreso legal por concepto del aprovechamiento de la especie, tratarían de protegerla y se reduciría el comercio ilegal, al mismo tiempo que se generaría bienestar social. El desarrollo sostenible tiene su fundamento en el manejo cinegético y puede ser una alternativa viable a mediano plazo, siempre y cuando no se aplique en especies en peligro de extinción y se obtenga la información biológica para cada especie que se pretenda desarrollar. En la actualidad no se puede aplicar por varias razones: 1) la falta de información biológica antes mencionada, 2) la falta de un marco legal y una infraestructurade control para implementarla, 3) la competencia desleal de los capturadores ilegales, 4) la desconfianza de los países desarrollados hacia las leyes y autoridad de los países en desarrollo, 5) la baja rentabilidad de la mayoría de las especies no amenazadas, y 6) la inconsistencia de promover el desarrollo y cosecha sostenible al mismo tiempo que la no utilización de aves. Descripción: El loro cabeza amarilla es Amazona oratrix (Ridgway, 1887) grande. robusto, con pico grueso y fuerte. Su longitud promedio es de 35 cm aunque Loro cabeza amarilla hay algo de variabilidad entre subespecies. La cola es ligeramente redondeada, pero Ernesto C. Enkerlin se considera cuadrada y corta en comparación con los psittácidos de cola larga como pericos y guacamayas. El color verde del HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: El loro cabeza amarilla tiene una cuerpo es muy puro, es decir, libre de amplia distribución en las tierras bajas y relativamente áridas de otras tonalidades. La cabeza es amarilla. 1¡ pero la extensión del color amarillo varía ambas vertientes de México y en un hábitat diverso. No se encuentra mucho entre subespecies, entre individuos en montañas y selvas húmedas. Utiliza partes aún más áridas que ' de la misma subespecie y con la edad. A. viridigenalis, por lo que su área d e distribución penetra más en La subespecie fresmariae de las Islas Marías el matorral espinoso tamaulipeco (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). es la que posee más amarillo. Muchos de Algunos de los alimentos que utiliza con frecuencia en Tamaulipas

PSITTACIFORMES son fruto d e lengua d e vaca (Pitlzecoctenium echinatum), hojas d e los adultos tienen toda o casi toda la cabeza bromeliáceas, hojascarnosas de suculentas arbóreas, tunas de cactos amarilla, pero hay desde los que sólo tienen trepadores, higuillo de higuerón (Ficus sp.), drupa de coma (Bumelia amarillas la frente y la corona, hasta aquéllos celastina), semilla de hueso de tigre (Wimmeria concolor), fruto en los que el amarillo les baja a los hombros de sosa o lavaplatos (Solanum erianthum), fruto de guayabillo (Myrcianthes y parte del pecho. Con frecuencia una o fragrans), fruto de anacua (Erethia anacua), semilla en la vaina ambas patas tienen \"calcetines\" amarillos. de ébano (Pithecellobium ebano), vainas de huizache y mezquite Los hombros en los adultos están bordeados (Prosopis sp. y Acacia sp.). de rojo y en ocasiones salpicados de amarillo. La parte interior de las plumas de vuelo Para anidar no modifica los sitios para hacerlos más amplios es muy obscura, a excepción de un cuadro o profundos; éstos son de 60 hasta más de 400 cm de profundidad. roio en la Darte media del ala. En los inmaduros Las entradas son d e variadas dimensiones y orientaciones, situadas los colores son iguales pero más opacos a alturas de 4.0 a 11.o metros. Las especies que utiliza en la planicie y la extensión de amarillo y rojo es mucho costera de Tamaulipas corresponden a las que hay disponibles con más reducida. cavidades suficientemente grandes, tales como palmas de varias especies, higuerón (Ficus sp.), coma (Bumelia celastina), ébano (Pithecellobium Distribución: Cada una de las cuatro ebano), barreta (Helietta parvifolia) y árboles secos. Los árboles subespeciesreconocidastiene un área separada. utilizados se han encontrado tanto en áreas no perturbadas como en A. o. oratrix se distribuye en la vertiente pastizales artificiales donde se han dejado los árboles de mayor porte del Pacifico desde el sur de Jalisco y Colima, (Enkerlin-Hoeflich e al., 1994). Las actividades diarias están muy incluyendo la planicie costera de Michoacán concentradas en dos periodos, uno matutino y otro vespertino. En y Guerrero, hasta Oaxaca y Chiapas. Los la mañana la actividad empieza con el claro del amanecer y persiste registros de estos dos estados son más bien durante dos y media a tres horas. Por la tardes, dos a dos y media antiguos y escasos (Collar e t al., 1992) por horas antes del anochecer, nuevamente hay mucha actividad hasta lo que se cree que la especie ha desaparecido que parten al sitio d e aperchamiento. Por lo general empieza más de algunas de sus áreas de distribución temprano en la mañana y se retiran más tarde a los aperchaderos histórica. La forma tresmariae es exclusiva que A. viridigenalis (Enkerlin-Hoefich et a1.1994). Durante la época de las Islas Marías. A. o. magna se distribuye no reproductiva, d e agosto a febrero en Tamaulipas, no se observa a en la vertiente del Atlántico desde Nuevo A. oratrix en grandes parvadas, aunque s í con regularidad en grupos León y Tamaulipas hasta Tabasco (J. Clinton- mayores a una pareja, como en otros Amazona. Los sitios tradicionales Eitniear com. pers., Collar etah, 1992; Enkerlin- de aperchamiento muestran un incremento en el número de individuos Hoeflich et al., 1994). La forma belizensis durante estos meses al juntarse loros de áreas más extensas en un se considera endémica de Belice pero hay mismo lugar, y añadirse los juveniles del año. Por el contrario, durante registros visuales recientes de parvadas la época reproductiva que dura d e marzo a julio, cada pareja vuela numerosas de A. oratrix en Quintana Roo sola sin formar grupos, excepto a veces unos muy pequeños para y Campeche en los límites con Belice, donde socializar. En la parte sur de su área de distribución, la época reproductiva se encuentra ampliamente distribuida (J. es paulatinamente más temprana, hasta llegar a enero para la Península Clinton-Eitniear com. pers.). de Yucatán, con el consecuente cambio en el resto de las fechas del ciclo anual. La formación de nuevas parejas y la búsqueda de nidos se efectúa en febrero y marzo. Las parejas duran generalmente toda la vida. Tienen una gran fidelidad al nido y al área de anidación de manera que, a menos que el nido sea destruido o hayan fallado en anteriores nidadas, se vuelve a utilizar año tras año. En ocasiones un nido puede ser abandonado por diversas causas y ser retomado nuevamente a los pocos años. La postura e incubación se inicia en marzo. Existe una relativa sincronía en iniciar el ciclo, con aproximadamente un mes entre las primeras y últimas parejas. Los huevos se ponen con dos a tres días de separación, y eclosionan a los 27 ó 28 días. El número común d e huevos e s dos o tres; rara vez ponen cuatro o uno. Alrededor de una cuarta parte de los huevos

PSITTACIFORMES nunca eclosionan y algunas nidadas completas se pierden por abandono, infertilidad, depredación y otras causas. Las primeras cuatro semanas las crías tienen grandes diferencias d e tamaño, y no es raro que los pollos que sucumban sean los más pequeños, que no pueden competir bien por espacio y alimento. La reducción de la nidada por la muerte de pollos no e s tan marcada en A. oratrix como en otras Amazona con mayor número de huevos. Después de las cuatro semanas, los pesos tienden a nivelarse, ya q u e los pollos dejan de aumentar de peso y les empiezan a crecer las plumas. Los volantones salen del nido aproximadamente a las ocho semanas de edad. Durante todo el periodo de la nidada se mantiene el mismo patrón de actividad, por la mañana y la tarde, al grado q u e por lo general sólo s e les da alimento a las crías o a la hembra incubante dos veces al día. Esta estrategia puede tener la ventaja d e no dar a conocer el sitio del nido y no exponerse a depredadores con los viajes constantes. La desventaja es que tienen que acarrear gran cantidad de alimento en el buche, entre 50 y 80 g, que representan hasta 20% del peso total de un A. oratrix. Durante la incubación la hembra permanece en el nido día y noche. Sólo sale para ser alimentada por el macho y permanece desde varios minutos hasta un par d e horas fuera del nido. Este comportamiento continúa hasta que los pollos tienen unas tres semanas de edad y la demanda de alimento es tal que también la hembra debe proveerlo. Al mismo tiempo, falta espacio dentro de la cavidad y la cantidad de excremento se acumula. A partir de entonces ambos buscan alimento y sólo entran al nido para dar de comer a las crías en los dos periodos de actividad (Enkerlin- Hoeflich et al., 1994). El comportamiento d e A. oratrix en los alrededores del nido e s muy deliberado, pero una vez q u e están en el árbol del nido o cerca de la entrada se vuelven muy sigilosos. Arriban al nido con un llamado, pero al aterrizar callan; si la hembra está adentro y sale, despegan en silencio y llaman una vez que están retirados 50 metros o más. Si la hembra no sale, el macho se percha en lo alto d e un árbol cercano y llama constantemente, en ocasiones durante dos horas o más. Los llamados son complejos e incluyen el llamado o \"cloqueo\" típico de esta especie, pero también hay gorjeos, y largas frases complicadas con mezcla de diversas clases de llamados. Cuando la hembra sale finalmente hay silencio hasta después del despegue. La gran cantidad d e tiempo que se quedan muy cerca del nido, hace relativamente fácil encontrarlo. Sólo es cuestión de observar durante suficiente tiempo y sobre todo estar atento en los momentos en que guardan silencio, ya que puede ser señal de que se han acercado a la cavidad. Este comportamiento hace que su localización y captura sea fácil para los saqueadores de nidos que sólo tienen que esperar lo suficiente para que el loro cabeza amarilla delate su ubicación (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Aun cuando no se tiene la depredación bien documentada, es razonable suponer que los mismos depredadores que actúan sobre otros loros tendrán un efecto similar en A. oratrix. Un problema importante

PSITTACI FORMES en la biología reproductiva de esta especie, es la gran proporción de parejas adultas que no se reproducen. Más del 50% de los adultos en edad de reproducirse y que tienen un sitio de anidación no inician siquiera una postura (Enkerlin-Hoeflich, 1994; Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). JUSTIFICACI~N: La especie A. oratrix recientemente fue elevada a la categoría de amenazada por IUCN (Collar et al., 1992). SEDESOL (1994) la considera en peligro de extinción. En el Plan de Acción para Pericos se le considera como en peligro de extinción con excepción de la subespecie A . o. belizensis. En la CITES se encuentra en el Apéndice 11, para poder brindarle junto con A . viridigenalis mayor protección del tráfico internacional, al aumentar las sanciones por su comercio ilegal y evitar que se subasten los animales decomisados. Tres de las subespecies de loro cabeza amarilla son endémicas de México. Estas subespecies enfrentan problemas de conservación en especial magna y oratrix, que ocurren en el área continental. Han sido objeto de una extracción intensa durante muchas décadas, lo cual ha reducido sus poblaciones a pocos miles (probablemente menos de 10,000) dispersos por toda su área de extensión. Muchos miles han sido exportados legalmente a los Estados Unidos de América y a Europa durante varias décadas. La gran fama de \"hablantín\" de este loro, que trasciende las fronteras de México, ha sido el principal motivo de que se le persiga y lo haga uno de los Amazona más valiosos en el mercado de mascotas. Después de la prohibición de exportar aves silvestres de México, promulgada en gran medida para prevenir precisamente el saqueo de esta especie, el tráfico ilegal ha continuado a gran escala, frenado por la baja densidad en las poblaciones de ésta y otras especies de psittácidos y no por un mayor control sobre esta actividad ilícita. No se ha estimado su número poblacional con precisión, pero no cabe duda de que están declinando rápidamente, ya que el saqueo de nidos en algunas partes llega a alcanzar el 100%. Aparte de A. o. belizensis, no existen ya poblaciones sanas de esta especie, con la posible excepción de las localizadas en el municipio de Soto La Marina, Tamaulipas (A. Aragón y M. Vásquez, com. pers.), y en las Islas Marías, donde se estima que existen alrededor de 800 individuos (Konrad, 1994). Las poblaciones menos afectadas están por lo general en propiedades privadas, donde los dueños ofrecen cierto grado de protección al prohibir la extracción de loros y conservar fragmentos de hábitat. La extracción ilegal de estos loros es difícil de controlar por su alto valor ya que se cotiza en unos $30.00 dólares en el campo cada ejemplar. Además, el loro huasteco es un símbolo de estatus en todos los niveles socio-económicos, y el poseer u obsequiar

PSITTACIFORMES uno se considera muy significativo. Su alto valor ha causado que no existan áreas inaccesibles ni refugios, ya que los capturadores hacen su mejor esfuerzo para encontrar y obtener todas las crías. La situación de la especie es extremadamente frágil, debido a que al cerrarse la importación legal de aves silvestres a los EUA se espera un incremento en la demanda y el precio de loros mexicanos y porque cesarán las importaciones de los países proveedores tradicionales (Argentina, Bolivia y Honduras, por ejemplo). El comercio ilegal puede acabar con A. oratrix en pocos años. Se espera que su situación de en peligro de extinción y su elevación a Apéndice 1 de la CITES ayude a canalizar recursos e investigaciones, a hacer cumplir la ley y a decretar áreas protegidas en beneficio de esta especie (Enkerlin- Hoeflich et al., 1994). CONSERVACI~N: El loro cabeza amarilla está sujeto a dos factores que han incidido negativamente sobre sus poblaciones: la destrucción acelerada del hábitat en aras de agricultura y ganadería, y la captura a gran escala posibilitada tanto por una mejor accesibilidad como por una mayor densidad humana próxima a los fragmentos de hábitat que quedan en buen estado. Es especialmente afectado por la captura, ya que es una mascota muy buscada a nivel nacional e internacional. Las estrategias y problemas de conservación para psittácidos se describen en detalle en la reseña de A. viridigenalis, por lo que aquí sólo se mencionarán algunas diferencias que pueden ser de importancia específica (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994): Para evitar que se mantenga al loro cabeza amarilla como mascota se requiere de una campaña de educación ambiental; sin embargo, ésta es una tradición muy arraigada, por lo que el programa enfrentará problemas importantes. Debido a que la reproducción en cautiverio es muy difícil, la utilización como mascota puede llegar a causar su extinción, porque las poblaciones actuales no soportarán la explotación a que son sometidos por un periodo extenso (Enkerlin- Hoeflich et al., 1994). Una intensa campaña local en las áreas donde quedan buenas poblaciones podría ayudar a reducir el saqueo en el corto plazo. Esta campaña podría realizarse en coordinación con las asociaciones o uniones ganaderas regionales, y los propios ganaderos deben abstenerse de solicitar a sus empleados la captura para uso personal o mantener ejemplares de esta especie cautivos en sus casas o ranchos, para no dar un mal ejemplo (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Para el loro cabeza amarilla y otras especies como las guacamayas, pudiese ser oportuno emitir un permiso especial para todos aquéllos que tienen en la actualidad estos animales. El permiso debe durar toda la vida del animal y ser intransferible. No se debe autorizar que ni un solo animal más entre en cautiverio, y a todos aquéllos que lo hagan se les deberían decomisar. Para lo anterior se debe fomentar el recurso de denuncia popular de las personas que posean esta especie sin permiso, o de adquisición reciente. Se debe eliminar

PSITTACIFORMFS su comercio totalmente. Una vez que se anuncien las medidas, se debe actuar enérgicamente decomisando los animales de esta especie, y en el caso de comerciantes, todas las demás especies que posean y clausurando sus establecimientos. El loro cabeza amarilla aún no cuenta con áreas protegidas en sus sitios de distribución. Es urgente proteger las poblaciones relativamente sanas que persisten en la planicie costera de Tamaulipas en los municipios de Aldama y Soto La Marina. Además, es importante involucrar a los ganaderos en la protección de esta especie, por medio de incentivos para que conserven hábitat y árboles y solicitándoles que hablen con el personal de sus ranchos sobre la necesidad de brindar protección a los loros (Enkerlin-Hoeflich et al., 1994). Con objeto de aumentar las poblaciones locales se puede hacer manejo in situ. La estrategia puede ser similar a la de A. viridigenalis. Sin embargo, A. oratrix puede necesitar manejo intensivo más pronto, tal como exclusión de depredadores y la vigilancia de los nidos. Por las mismas razones discutidas para A . viridigenalis, no es aún recomendable iniciar reintroducción, cría en cautiverio y translocación. Conuropsis carolinensis (Linnaeus, 1758) Descripción: Era una especie de perico pequeña, de cerca de 24 cm, de vistoso Periquito de Carolina colorido, con el cuerpo verde limón, la cabeza amarilla y la frente de roja a anaranjada. Gerardo Ceballos 1-as alas eran verdes, con la punta de color anaranjado. El pico era amarillo, HISTORINAATURAL Y ECOLOG~AE:l periquito de Carolina era la única los ojos cafés y las patas grises. especie de perico que habitaba al norte de México. De naturaleza gregaria, se refugiaban el anochecer en grupos de hasta 30 individuos Distribución: Era una especie distribuida en huecos de árboles. Habitaban en bosques deciduos, bosques riparios en el este de Estados Unidos, desde Nebraska y bosques inundados de cipreses densos (Ehrlich et al., 1992). Se sabe muy poco de la reproducción. Anidaban en huecos en árboles, y Wisconsin hasta Texas (Ehrlich et al., en grupos de hasta 50 nidos por árbol. Ponían de dos a cinco huevos en la primavera (Greenway, 1967). Se alimentaban principalmente 1992; McKinley, 1964). En el sur de Texas de frutas y semillas de especies como encinos, maples, pastos y era bastante rara. A pesar de que no existen otras plantas herbaceas y arbustivas. En áreas agrícolas se alimentaban de semillas de maíz, trigo, manzanas y duraznos, por lo que se les consideraba como una especie indeseable. S I T U A C I ~ N : EXTINTO JUSTIFICACI~N:El último ejemplar del periquito de Carolina murió en el Zoológico de Cincinnati en 1914, lugar en el que se mantuvieron precariamente los últimos ejemplares de la especie por espacio de veinte años (Ehrlich et al., 1992). Existen registros dudosos de esta

PSITTACIFORMES registros de México hay un registro en especie en estado silvestre hasta 1938; sin embargo, no hay pruebas Brownsville, en la frontera entre Texas y contundentes de que haya sobrevivido después d e 19 14 (Greenway, Tamaulipas (McKinley, 1964). William Lloyd 1967). Las causas principales de su distribución fueron la cacería y en 1891 llevó a cabo trabajo de campo la destrucción de su habitat. Se les consideraba una plaga para cultivos, para el inventario biológico (\"Biological huertos y jardines y se les destruía sistemáticamente. Al igual que survey\") del Gobierno de los Estados Unidos otros pericos, tenían la conducta d e que si uno de los miembros de la parvada era derribado por un disparo, los demás se quedaban dando en el Condado de Cameron , en el Río vueltas alrededor de la víctima, por lo que eran una presa muy fácil para los cazadores, que de esa forma acababan con parvadas completas Bravo (=Río Grande) y en el territorio de (Ehrlich et al., 1992). México aledaiio, y reportó que los pobladores locales le indicaron que el periquito de CONSERVACI~N:La desaparición del periquito de Carolina pasó Carolina era un visitante accidental de prácticamente desapercibida. Los esfuerzos para su conservación los ranchos con palmas al sur de Brownsville llegaron demasiado tarde, cuando la población ya había pasado el (McKinley, 1964). Es probable, por lo tanto, umbral de la extinción. En el zoológico d e Cincinnati se estableció que esta especie haya sido un visitante un pequeño grupo de reproducción en cautiverio con el que se salvo raro de México. precariamente a la especie de la extinción por dos décadas. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por mantener esta colonia, el último periquito de Carolina murió en el mismo año en que murió \"Martha\", que fue la última paloma pasajera.

STRIGIFORMES ORDEN STRIGIFORMES \"Desde la prehistoria hasta nuestros días, los jinetes de la Apocalipsis ambiental han sido la sobreexplotación, destrucción del hábitat, introducción de animales como ratas y cabras, y las enfermedades transportadas por esos animales exóticos\". E. O. Wilson, 1993 Lophostrix cristata (Daudin), 1800 Descripción: Esta especie es de mediano tamatio, mide de 360 a 430 mm de largo, Búho cuerno blanco y tiene un peso aproximado de 400 a 510 g. Presenta plumas a manera de cuernillos Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar de color blanco. Sus ojos son amarillentos y el pico es blanco grisáceo. Presenta colores HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: La especie es habitante de zonas obscuros; sus alas son largas y con motas de bosques húmedos en tierras bajas, zonas riparias, vegetación secundaria blancas. La parte ventral es de color amarillo madura v claros. del nivel del mar a 1000 m (Álvarez del Toro. claro con finas barras de café obscuro; 1949, Enríquez et al., 1993); se tienen reportes hasta 1950 m en el pecho es un poco más obscuro. La cola bosques nubosos en Honduras. Prácticamente es desconocida para la ciencia, y hasta el momento no se ha registrado ningún trabajo es larga y está finamente moteada de café. específico sobre su biología, con excepción de algunos estudios sobre Presenta dos fases de color: obscura y su distribución y descripciones morfológicas (Hekstra, 1973; Peterson clara con tonos pálidos. La fase café predomina y Chalif, 1973; Grossman y Hamlet, 1988). El búho cuerno blanco en áreas húmedas y los colores claros descansa en árboles a alturas medias con follaje denso, cercanas a en zonas secas. Sus tarsos, de color amarillo cuerpos de agua, en bordes o interior de bosques o en pequeños verdoso a blanco grisáceo, están densamente claros, muchas veces se encuentra en parejas y regresa al mismo emolumados hasta antes de los dedos (Storer. posadero por varios días. Es un búho estrictamente nocturno, durante 1972; Stiles y Skutch, 1989; Howell y Webb, la noche vocaliza en el dosel del bosque (Enríquez, 1995). Se alimenta 1995). de insectos grandes como escarabajos, grillos y langostas. Aparentemente se reproduce en la temporada de secas e inicios de la temporada de lluvias, anida en huecos de árboles (Stiles y Skutch, 1989). S I T U A C I ~ N : EN PELIGRO DE E X T I N C I ~ N

STRIGIFORMES Distribución: Desde el sur de México J U S T I F I C A C I ~ N :El búho cuerno blanco es un depredador tropical hasta el Amazonas. Se ha registrado para nocturno que habita en la selva lluviosa y necesita al menos parches cuatro estados localizados en el sureste de bosque para reproducirse y alimentarse. Ramos (1985) lo consideró de México. La mayoría de los autores coinciden como una especie en peligro de extinción para el sur de México y con su distribución para los estados de norte de Centroamérica, principalmente por la acelerada destrucción Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Algunos registros de las selvas tropicales donde habita. Se han reportado casos de la ubican en el estado de Tabasco. comercio ilegal con esta especie. SEDESOL (1994) la incluye como amenazada. C O N S E R V A C I ~ N :La más seria amenaza para esta especie y otras, es la pérdida de su hábitat, como la mayoría d e las rapaces, este búho necesita áreas de bosque para mantener sus poblaciones (Marcot, 1995), por lo que es prioritaria la conservación de su hábitat. Además, es necesario incrementar estudios biológicos para conocer más sobre aspectos de su ecología y de esta forma establecer estrategias para su conservación, en base a un conocimiento mejor fundamentado. Descripción: Este búho es relativamente Pulsarrix perspicillata (Latham), 1790 Lámina 23 grande (430 a 500 mm de largo) con un peso de 750 a 850 g, de color café obscuro Búho de anteojos (chocolate). No presenta plumas a manera de cuernos, pero la línea superciliar es Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar blanca a manera de cejas. El iris es amarillento y el pico pálido. Presenta una banda color HISTORINAATURAL Y ECOLOGIA: Es una especie regularmente café obscuro en el pecho. Por debajo del nocturna, pero algunas veces son activos en el día. Habita bosques pico tiene un parche blanco-amarillento. densos en tierras bajas, y con relativa frecuencia se le encuentra en Las partes de abajo son blanco-amarillento, y las dorsales son obscuras. Las alas y zonas de montaña entre 500 v 1100 msnm en México. donde se encuentra la cola son de color pardo obscuro con barras más claras. Los tarsos y los dedos en bosques húmedos o secos, en claros o bordes de bosque con árboles están enteramente emplumados. El juvenil dispersos, también se le encuentra en plantaciones de café, casi siempre presenta varias fases de plumaje juvenil cerca del agua. Se le puede localizar por medio de su canto sonoro y tiene un disco facial negruzco, su cuerpo en forma de risa grave que decae. Se puede escuchar vocalizando está cubierto con un plumaje de color de junto con su pareja por largos períodos de tiempo. Muy poco se sabe crema a blanco y las cobertoras alares de sus hábitos; caza a lo largo de los bordes de la selva, en claros y tienen barras color café grisáceo. En cautiverio zonas abiertas con árboles grandes, principalmente en niveles medios el juvenil puede tomar hasta 5 anos para de la vegetación. Se alimenta de grandes insectos (escarabajos y grillos), completar el plumaje adulto (Mikkola, 1989). crustáceos, ranas, lagartijas, aves (urracas, oropéndolas, palomas o momotos) y mamíferos (conejos, tlacuaches y algunas veces murciélagos). Ocasionalmente se le puede observar cazando durante el día. Se puede encontrar descansando a medianas alturas cerca de ríos con árboles frondosos (Hume y Boyer, 1991).Anida en cavidades de árboles grandes de 8 a 22 m de alto, asociados con epífitas (Grossman y Hamlet, 1988). Al parecer pone dos huevos y se reproduce en la temporada seca e inicios de la temporada de lluvias (Stiles y Skutch, 1989). Esta especie está muy relacionada con el género Ciccaba, aunque el búho de anteojos es grande y pesado (Grossman y Hamlet, 1988).

SITUACI~N: EN PELIGRO DE E X T I N C I ~ N . Distribución: Se distribuye desde el sureste de México, hasta el noreste de JUSTIFICACI~N:El búho de anteojos es el búho más grande en Argentina y sureste de Brasil. En México el Neotrópico. Su colorido y su tamaño lo hacen una de las especies sólo se encuentra en selvas tropicales de más codiciadas como mascotas, por lo que las presiones de comercio Chiapas, Oaxaca y Veracruz (Enriquez et son significativas. Poco se sabe con respecto a su situación actual al., 1993). en estado natural. Se ha tenido éxito en la reintroducción de individuos criados en cautiverio en Guatemala (Vannini y Morales, 1989). En México, la destrucción del hábitat, así como las creencias negativas con respecto a los búhos, han afectado las poblaciones de ésta y otras especies. Sin embargo, la destrucción de los hábitats es la principal amenaza para las poblaciones de búhos de la selva tropical. Es una especie de búho que se considera causa daños domésticos, al consumir gallinas, pollos o gatos en granjas o fincas, por esta razón es también sacrificada. Otros factores que las afectan son colisiones con automóviles, electrocución con cables de luz o impactos en cercas de púas en potreros. Es considerado por SEDESOL (1994) como una especie en peligro de extinción. C O N S E R V A C I ~ N :Es necesario determinar la situación actual de esta especie para establecer medidas específicas de conservación. Esta especie es más tolerante a la deforestación que Lophostrix cristata, pero necesita al menos parches de bosque para anidar y posarse. La reproducción en cautiverio y su posible reintroducción a los ambientes naturales puede ser una estrategia a seguir, siempre y cuando la protección de grandes extensiones de su hábitat sea efectiva. Además, se deben establecer programas de educación ambiental dirigidos a todos los niveles de la sociedad. Esta protegido en varias reservas de la biosfera como las de Los Tuxtlas, Calakmul, Sian Ka'an y Montes Azules. Micrathene whitneyi graysoni Ridgway, 1886 Descripción: El tecolote enano de Socorro esun búhopequeñocuyos machos miden Tecolote enano de Socorro 141 mm de longitud y las hembras 134 mm; la extensión de las alas es de 37.32 mm Ricardo Rodríguez-Estrella (machos) y de 32.25 mm (hembras) (Grayson, 1870-71; McLellan, 1926). El disco facial HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: El tecolote enano de Socorro es más bien imperfecto, con cerdas en radio aparentemente era común en las áreas de matorral denso y seco alrededor del disco. Las plumas cubren que se localizan en las zonas cercanas a la costa (Grayson 1870- ampliamente los tarsos hasta el extremo 7 1; McLellan, 1926). Al parecer la vegetación a la que se refieren de los dedos, los cuales son muy cortos. los autores citados es la asociación de farnesiana y matorral de Las uñas son levemente curvadas y muy Croton. Sin embargo, según la descripción de Grayson existe la agudas. La cabeza no tiene plumas formando posibilidad de que su distribución pudiera haber alcanzado las zonas cuernos. La cola es corta. Las alas son boscosas de la isla (450-650 m). La estación reproductiva del tecolote largas, alcanzando la punta de la cola cuando están plegadas. El pico es corto y curvado,

STRIGIFORME azul oscuro, con la punta y los bordes de aparentemente empezaba en el mes de abril, ya que en el mes de la mandibula blancos. El iris es amarillo mayo fueron encontrados volantones recientes y pollos en un nido, brillante. El tarso y los dedos son de color los cuales fueron puestos en una colección (McLellan, 1926). La amarillo pálido. Presenta una banda blanca estación reproductiva para la especie en general (Johnsgard, 1988b) de plumas rígidas sobre el ojo. Tiene una coincide con estos reportes de isla Socorro. Los nidos probablemente banda blanca distintiva desde la región eran colocados en los huecos de los troncos de los árboles (Grayson, escapular hasta las cobertoras de las alas. 1870-71). Aunque no existe información para la subespecie del El plumaje de los adultos es café en la tecolote enano de Socorro, el tamaño de puesta para la especie ha parte superior con numerosasmanchasoscuras sido estimado en tres. Este tecolote enano parecía alimentarse y blanco grisáceas. En la parte inferior las exclusivamente de pequeños cangrejos terrestres (Gecarcinusplanatus) plumas son rojizas oscuras, con una mezcla e insectos, aunque ocasionalmente podía cazar aves pequeñas o de blanco y numerosas bandas negras una lagartija endémica de la isla (Urosaurus auriculatus) (Grayson, transversales.La cola y las alas están barradas 1870-71). con negro marrón (Grayson, 1870-71). SITUACI~N: PROBABLEMENTE EXTINTA. Distribución: Esta especie, endémica de México, era exclusiva de la Isla Socorro JUSTIFICACI~N: La subespecie endémica del tecolote enano de del Archipiélago de las Revillagigedo, Colima. la Isla Socorro se considera como probablemente extinta debido a que el último registro que se tiene es de 1932 (Jehl y Parkes, 1982). Todas las expediciones posteriores han fracasado en el intento de localizar cualquier evidencia de la especie. Se han utilizado estaciones de escucha y reclamos nocturnos sin éxito (Jehl y Parkes, 1982). Posteriormente, se han colocado redes en las áreas arbustivas densas y secas cercanas a la costa en Bahía Braithwaite durante dos noches consecutivas en febrero y noviembre de 1990, así como estaciones de escucha, sin ningún resultado (R. Rodríguez-Estrella, obs. pers.). Si bien Isla Socorro ha sufrido problemas ambientales serios desde hace aproximadamente 100 años (McLellan, 1926; Brattstrom y Howell, 1956; Villa, 1960; Jehl y Parkes, 1982, 1983), la posible extinción del tecolote enano probablemente ocurrió en las últimas décadas. Los borregos (Ovis aries) fueron introducidos por el hombre en la isla desde hace aproximadamente 125 años, con el f i n de tener una reserva de alimento. Sin embargo, aunque los borregos han impactado severamente una parte considerable de la isla, no parecen haber impactado en este grado las áreas donde tradicionalmente se encontraban los tecolotes. Por otro lado, el gato doméstico fue introducido en 1958 con el establecimiento del sector naval. Para entonces, Villa (1960) ya no localizó el tecolote, aunque lo consideró común por los comentarios de los marinos. Sin embargo, dado lo ambiguo de esta información, es posible que para entonces ya se encontrase en decremento la población. Una hipótesis que debería verificarse es el papel que tuvieron las colectas de diversas instituciones científicas, principalmente de los Estados Unidos, en la disminución de la especie. No se ha podido verificar el número d e ejemplares colectados a través del tiempo, pero sería deseable determinar el impacto que este tipo de actividades pudieran tener sobre especies poco abundantes que se encuentran en islas, como este tecolote.

C O N S E R V A C I ~ N :El tecolote enano de Socorro aparentemente se encuentra extinto en la isla. Las causas de dicha probable desaparición son indeterminadas. Nuevamente la acción del hombre pudo desempeñar u n papel importante, tanto directa (a través de colecciones científicas) como indirectamente (introducción del gato doméstico, que se convirtió en salvaje). SEDESOL (1994) la incluye en la categoría de en peligro de extinción. Se recomienda que se tomen medidas inmediatas para determinar si el tecolote enano de Socorro ha sido extirpado de la isla. Se deben hacer estudios intensivos a lo largo de toda la isla en el hábitat potencial. Es necesario realizar estaciones de escucha principalmente al amanecer y al atardecer, aunque se puede verificar también durante la noche. Se pueden emitir reclamos del canto del búho durante las posibles etapas iniciales del cortejo (abril). El gobierno mexicano debe establecer un programa de conservación y restauración ecológica de Isla Socorro para proteger su diversidad biológica. Se recomienda como medida fundamental la eliminación total de la población de gatos salvajes de la isla a corto plazo. Asimismo, el restringir mediante cercados la distribución de los borregos asegurará que no aumente la pérdida de vegetación natural y se podrán detener en cierta medida los problemas de erosión en la isla. Un plan de manejo congruente debería contemplar la eliminación total de la población de borregos en un mediano plazo. Ciccuba nigrolineata Sclater, 1859 Lámina 23 Descripción: Es una especie de tamaño mediano, de 330 a 450 mm de longitud, Búho blanquinegro y un peso aproximado de 436 a 535 gramos. Presenta un disco facial negro rodeado Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar de blanco. No tiene plumas auriculares. El iris es de color café obscuro y el pico HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : Existe poca información sobre notablemente amarillo-anaranjado. Presenta estos aspectos para la especie. Es una especie poco común o rara barras blancas y negras en el dorso y el y muy local, que habita en bosques densos húmedos en tierras bajas, rostro, al igual que en el vientre, de ahi bosques de galería y manglares, en áreas poco abiertas o claros su nombre de búho blanquinegro. Tiene parciales, o bosques secundarios cerca de ríos y plantaciones de de 4 a 5 barras blancas en la cola. Sus café o cacao. Es una especie estrictamente nocturna, que se puede dedos son de color amarillo. El juvenil presenta localizar por las noches gracias a un áspero sonido espaciado, barras café obscuras, el dorso es blanco principalmente durante la temporada reproductiva. Se alimenta de y las alas son negras con algunas barras insectos grandes (particularmente escarabajos), pequeños roedores blancas. La cara es blancuzca y el vientre y murciélagos (Flatten y Gerhardt, 1989; Gerhardt et al:, 1994), es color crema con barras negras. puede alimentarse con luz artificial cerca de construcciones humanas. Percha en árboles altos de selvas tropicales y se ha registrado que anida en epífitas u orquídeas que se encuentran en la parte del dosel del bosque, de finales de marzo hasta mayo. Su nidada consiste en uno o dos polluelos. Algunas veces ha sido considerada como subespecie de C. huhula del sur de América.

Distribución: Se le encuentra desde el SITUACI~N: AMENAZADA. sur de México hasta el noroeste de Perú. En México se ha registrado en San Luis JUSTIFICACI~N: Esta especie está incluida dentro de las especies Potosi, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Oaxaca, de búhos amenazados o en peligro para el sur de México y Centroamérica Chiapas, Tabasco y la Península de Yucatán por Ramos (1985) y por SEDESOL (1994) c o m o amenazada. Está (Howell y Webb, 1995). amenazada por factores biológicos, c o m o el bajo número en su descendencia y la especificidad de anidación, así como la deforestación intensiva de su hábitat y el sacrificarlas por diferentes creencias que se tienen con respecto a búhos. CONSERVACI~N: No hay estudios recientes sobre la distribución d e la especie, y se desconoce parte d e su biología, por lo cual es necesario realizar búsquedas en posibles áreas d e distribución actual. Se necesita, además, proteger estos lugares de forma intensiva y crear programas educativos y técnicos. También se deben intensificar las investigaciones sobre la biología y ecología d e la especie, para establecer apropiadas estrategias de conservación. Strix occidentalis Xantus, 1859 Búho manchado Adolfo Navarro-Sigüenza y Luis Tarango HISTORIANATURAL Y E C O L O G ~ A : E l b ú h o m a n c h a d o vive, principalmente, en bosques templados de montaña y, secundariamente, en bosques deciduos. El hábitat preferido de este búho en diferentes localidades en Estados Unidos es con mayor frecuencia el bosque de coníferas, pino-encino, encino, ripario y zonas boscosas deciduas y de hoja ancha (Brown, 1982; Cirett-Galan y Diaz, 1993; Ganey et al., 1988; Ganey y Balda, 1989a, 1989b; Johnston, 1987; Tarango y Clemente, 1996). En Chihuahua se le ha registrado en asociaciones de pino-encino (Tarango et al., 1997). La mayor cantidad d e registros proceden de los bosques mixtos de coníferas con elementos como abetos (Pseudotsuga, Abies) y diversas especies de pino (Pinus; McDonald e t al., 1991; Young e t al., 1998), con la presencia de encinos (Quercus), álamos (Populus) y ailes (Alnus) como elementos del sotobosque. Sin embargo, existe un factor latitudinal en la utilización del habitat, pues en Arizona se encontró que las poblaciones utilizan también las zonas boscosas por debajo de la zona de coníferas (Ganey y Balda, 1989a), especialmente los bosques de pino-encino y los encinares que van de los 1500 a los 2400 m de altitud, que son la asociaciones que prevalecen en la Sierra Madre Occidental

STRIGIFORMES (McDonald et al., 1991). Generalmente los sitios de descanso y Descripción: El búho manchado es de de anidación del búho manchado ocurren en pendientes con exposición tamaño mediano (446 mm de longitud total), noreste y noroeste (Gould, 1977; Skaggs y Raitt, 1988; Tarango sin cuernos, de color pardo rojizo oscuro. et al., 1997), con pendientes muy pronunciadas, laderas rocosas y con manchas blancas en la cabeza y cuello bosques vírgenes muy cerrados (86% de cobertura del dosel), por y motas blancas grandes en el dorso, pecho lo que el dosel tiene muchos estratos y una estructura heterogénea y abdomen (Blake, 1953). Los ojos son de edades de los árboles. El búho manchado también requiere de cafés y el pico amarillento; las patas son una gran cantidad de material, troncos muertos y hojarasca, en el blancas o beige claro con motas cafés suelo, lo cual existe generalmente en bosques maduros de mas de (Ridgway, 1914). Este búho es de tamaño mediano (446 mm de longitud total) y no 200 años de edad, con una altura de 20 a 40 m. presenta cuernos. Presenta los ojos de En Chihuahua los sitios de descanso se han encontrado en color oscuro (Rinkevich et al., 1995). El peso promedio de los machos es de 580 áreas de mayor pendiente, con varios estratos de vegetación, alta g y de las hembras de 640 g (Earhart y cobertura del dosel y basal, en comparación con sitios seleccionados Johnson, 1970). En Sierra Fria, Aguascalientes, al azar (Young et al., 1998). Su plumaje esta capacitado para soportar el peso de dos hembras y un macho adulto temperaturas frías y por lo tanto su capacidad de tolerancia al calor fue de 537.5 g (535.5409) y 455 g, (>27\"C) es baja (Barrows, 1981; Barrows y Barrows, 1978). Para respectivamente (Tarango y Clemente, 1996). reducir la temperatura corporal, utiliza el sistema de vibración de garganta y10 cambian de postura frecuentemente para exponer las Distribución: La especie se distribuye patas y zonas desnudas del cuerpo. Una cobertura alta del dosel le desde la parte suroeste de Canadá hasta permite protegerse del calor, lluvia, granizo y depredadores (Forsman el centro de México (AOU, 1983). La subespecie et al., 1984; Dawson et al., 1987). El tipo de hábitat usado por S. o. lucida s e encuentra e n las montahas este búho además le permite una mayor eficiencia en el proceso del sureste de los Estados Unidos (Utah, de aprendizaje de caza por los búhos jóvenes, y a la vez, una mayor Colorado, Arizona, Nuevo México y Texas) cantidad y diversidad de alimento (Ward y Block, 1995; Young et y en México. En México se encuentran al., 1998). confinados a la Sierra Madre Occidental, el Eje Neovolcánicoy la Sierra Madre Oriental, Se conoce poco de las vocalizaciones de esta especie, a pesar en los estados de Sonora, Chihuahua. Sinaloa, de que el método de reclamo es el más utilizado por los investigadores Durango, Coahuila, Jalisco, Colima, Michoacán, para su detección. Sus vocalizaciones son una combinación variada Puebla, Aguascalientes, Guanajuato, San de silbidos y ululaciones, que conforman un repertorio de hasta Luis Potosi, y Nuevo León (Enriquez et catorce tipos de llamadas (Ganey, 1990). Los machos invierten mayor cantidad de tiempo en llamadas que las hembras, además al., 1993; McDonald et al., 1991; Rinkevich de que la frecuencia de llamadas es mayor en las dos horas siguientes al anochecer, así como en relación con algunos ciclos lunares (luna et al., 1995; Williams y Skaggs, 1993). nueva y cuarto menguante) y bajo ciertas condiciones, como la El 70% de los registros recientes se han ausencia de lluvia (Ganey, 1990). Anidan en nidos abandonados obtenido en Sonora y Chihuahua. de otras aves de presa, en árboles con puntas rotas y cavidades, y en laderas rocosas y cuevas (Dawson et al., 1987; Tarango et al., 1997). Los nidos por lo general se encuentran en sitios de bosque más cerrado que los sitios de descanso. Los adultos presentan su primera etapa reproductiva a la edad de dos años (Forsman et al., 1984). Los huevos generalmente son puestos a finales de marzo e inicios de abril (Skaggs, 1988b). La puesta varía entre uno y tres huevos, y es más frecuente encontrar dos. La incubación dura aproximadamente 30 días y es llevada a cabo solo por la hembra (Ganey, 1988). La mayoría de los huevos eclosionan en mayo. Los polluelos son alimentados por el macho, aunque la hembra puede colaborar en la obtención de alimento (Johnson y Johnson, 1985). La tasa de reproducción es la más baja de los tecolotes que habitan

en Norteamérica (Johnsgard, 1988b). El búho manchado mexicano se reproduce esporádicamente y no lo hace consecutivamente todos los años (Ganey, 1988). En años con una buena abundancia d e presas ocurre un alto porcentaje d e anidación, mientras q u e en años en que la abundancia es baja, solo una pequeña fracción de las hembras anida exitosamente (Fletcher, 1990). Los búhos empiezan a cazar justo al anochecer y dejan de hacerlo poco antes del amanecer (Forsman et al., 1984). Detectan a sus presas mediante el uso de la vista o el oído. Para cazar realizan movimientos de árbol en árbol y se posan en perchas de baja altura durante lapsos d e tiempo variable, d e la cual s e lanzan una vez que su presa ha sido localizada (Forsman et al., 1984). Su alimentación consiste principalmente en mamíferos, reptiles, aves e insectos (Solís y Gutiérrez, 1982; Thrailkill y Bias, 1989). Sin embargo, los mamíferos constituyen la mayor proporción (Ganey y Balda, 1989a). En un estudio realizado en Nuevo México s e encontró que las ratas de bosque (Neotoma) fueron las presas más abundantes, mientras q u e otros roedores, aves e insectos, s e presentaron en menor cantidad (Johnson y Johnson, 1985). En Arizona se encontró que una pareja de búhos se alimentó de ratas y ratones (74%), tuzas y conejos (Sylvilagus), aves y reptiles; en otros se encontraron restos de murciélagos y reptiles (Ganey y Balda, 1989b). Son capaces también de consumir peces y acociles (Duncan, 1990). En Chihuahua y Aguascalientes las ratas (Neotoma albigula y N. mexicana), ratones (Peromyscus spp.) y conejos (Sylvilagus floridanus) constituyen alrededor del 46% de los componentes de la dieta y un 85.5% de la biomasa. La frecuencia de insectos, aunque alta (31-54%), constituye menos del 2% d e la biomasa total (Young et al., 1997). Almacenan el alimento excedente, especialmente cuando son presas grandes, como conejos, en horquetas en los árboles o en salientes rocosas (Ganey y Balda, 1989a). Los murciélagos parecen ser un alimento importante para algunas poblaciones en invierno, particularmente cuando están letárgicos debido a las bajas temperaturas (McDonald et al., 1991). Los búhos empiezan a cazar sus presas justo al anochecer y dejan de hacerlo antes del amanecer (Forsman et al., 1984). Generalmente se encuentran posados en una percha a baja altura, d e la cual se lanzan una vez que la presa ha sido localizada. Realizan movimientos de árbol en árbol, deteniéndose durante un lapso d e tiempo variable para detectar a su presa por la vista o el oído. La disponibilidad de presas es muy importante en la reproducción; por ejemplo, existe una variación estaciona1 en la dieta, con una tendencia general a consumir presas mayores durante la etapa reproductiva (Barrows, 1987). Existen diferencias importantes en el espectro alimenticio de machos y hembras debido, principalmente, al tamaño mayor de la hembra, puesto que los machos más pequeños pueden forrajear en zonas más densas. Aparentemente no compiten con otras especies de búhos, ya que este búho frecuenta zonas de bosque más denso que otros búhos de tamaño similar.

Algunos parásitos y enfermedades que afectan a esta especie, son las moscas parásitas (Hippoboscidae), que causan hemorragias oculares en los pollos y adultos, y parásitos sanguíneos como Trypanosoma y microfilarias, sin que hasta el momento sea posible evaluar su efecto en las poblaciones. No existen muchos depredadores de esta especie, siendo los principales el búho cornudo (Bubo virginianus), gavilanes (Accipiter cooperii y A. gentilis) y aguilillas (Buteojamaicensis; Anderson et al., 1990; McDonald et al., 1991; Rinkevich et al., 1995). Esta depredación es mayor cuando el hábitat ha sido perturbado, pues generalmente los búhos moteados habitan zonas muy densas que los hacen poco evidentes a los depredadores (Gutiérrez y Pritchard, 1985). En diferentes localidades de Arizona el radio de acción de los individuos variaba de 294 a 833 hectáreas. La actividad de los individuos dentro de esta área estaba concentrada en los sitios de anidación, sitios preferidos de percha y áreas selectas de forraje0 (Ganey y Balda, 1989a). J U S T I F I C A C I ~ N :En México ésta especie se encuentra considerada en la categoría de amenazada (SEDESOL, 1994). Esta categoría incluye aquéllas especies que podrían llegar a encontrarse en peligro de extinción si siguen operando o prevaleciendo factores que ocasionen el deterioro o modificación del hábitat o que disminuyan sus poblaciones drásticamente. Los búhos manchados se encuentran estrictamente asociados a bosques de coníferas que presentan un grado mínimo de perturbación, habitan cañones profundos y montañas, lo que hace que su distribución sea de tipo \"insular\" (Gutiérrez y Pritchard, 1985). Su hábitat, así como el de sus presas, se ha visto afectado por el incremento de la tala, la expansión de caminos, la mecanización de las actividades de destrucción de los bosques en la mayor parte de su área de distribución (Contreras, 1979; Gutiérrez y Pritchard, 1985). Actividades tales como la tala legal e ilegal, el incremento de áreas abiertas a la agricultura, sobrepastoreo y la colecta y venta no regulada de leña, pueden afectar severamente su hábitat (Tarango et al., 1997). Se conoce que la densidad de búhos para una porción del estado de Chihuahua fue de 0.089 búhos por km2 (Young et al., 1997), la cual es aproximadamente la mitad de la reportada para los estados de Arizona y Nuevo México. Los estudios que se han llevado a cabo en Chihuahua (Tarango, 1994; Tarango et al., 1997, Young et al., 1998), Sonora (Cirett-Galan y Diaz, 1993) y Aguascalientes (Tarango y Clemente, 1996) reportan 85 búhos cuyos sitios de descanso y anidación han sido confirmados. CONSERVACI~N:La principal amenaza para el búho manchado la constituye la rápida tasa de destrucción del hábitat, que es altamente específico (McDonald et al., 1991). Gran parte de las áreas adecuadas

STRIGIFORMES para la presencia del búho en México y los Estados Unidos ha sido modificada, en mayor o menor grado, debido a presiones poblacionales humanas. Una vez que el hábitat del búho ha sido modificado, no se recupera o tarda más de 100 años para hacerlo (Fletcher, 1990). Existe un plan de recuperación para la especie (USFWS, 1995a, 1995b). Este plan divide el hábitat de distribución del búho en México en cinco unidades de recuperación y lleva a cabo la descripción y la elaboración de una lista de las principales amenazas para cada una de ellas. El plan sugiere que no solo se lleven a cabo estrategias de manejo basados en la distribución del búho sino que se obtenga información mas detallada en cuanto a tamaño y estructura poblacional además de conocer las interacciones existentes entre sus subpoblaciones (Ward et al., 1995). Sin embargo, la información sobre la tasa de la pérdida de hábitat en México es escasa y no existen planes específicos a corto plazo enfocados a la conservación de áreas que en un momento dado permitan la supervivencia de ésta y de las otras especies que comparten el mismo habitat. Estudios recientes han mostrado que existen muy pocos bosques maduros en la Sierra Madre Occidental sin perturbar (Ceballos, 1994; Lammertink et al., 1996). Estudios diversos de telemetría, que han aportado información sobre la historia de vida, demografía y tasa de supervivencia, sugieren que los planes de manejo y conservación de esta especie deben contemplar, especialmente, los efectos de la fragmentación del hábitat en la dinámica poblacional (Barrowclough y Coats, 1985). Un programa de conservación de las poblaciones mexicanas debe incluir un extenso monitoreo de las áreas donde exista la especie. También son necesarias evaluaciones de la dinámica poblacional. Descripción: Es un búho grande de Strix varia Barton, 1799 aproximadamente 520 mm de longitud total. Es de color cafe grisáceo con grandes Búho listado ojos, iris muy obscuro; su disco facial es grisaceo café con barras semicirculares Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar cafe y el pico amarillento. Su espalda esta manchada de blanco, y tiene rayas a lo HISTORIANATURAL Y E C O L O G ~ A : Hasta el momento poco se sabe largo del vientre. Las alas y la cola son sobre la biología de esta especie en México; sin embargo se han de color café. Las patas presentan numerosas llevado a cabo estudios intensivos en Norteamérica. La densidad motas o barras transversales de color cafe. de sus poblaciones se considera relativamente baja. Es una especie El polluelo es blanco y en pocas semanas crepuscular que puede cazar aves durante el día. El búho listado cambia de plumaje; tanto la cabeza como se encuentra en zonas boscosas y áreas arboladas cercanas a cuerpos las partes bajas son barradas de café claro; de agua como pantanos, ciénegas y ríos. Se alimenta de reptiles y las alas también barradas. pequeños mamíferos, especialmente roedores, así como de aves, anfibios y algunos invertebrados. Anida en ramas anchas de árboles altos, en huecos de árboles o puede usar nidos viejos de gavilanes

STRIGIFORMES o de ardillas. A veces anida en el suelo, en un hueco que escarba Distribución: Se le encuentra desde el el macho. La incubación dura de 28 a 33 días, pone de 2 a 3 huevos sureste de Columbia Británica en Canadá, blancos y el macho se encarga de alimentar a la hembra mientras hacia el sur, principalmente por el este ésta incuba los huevos. Los polluelos duran en el nido 3 semanas de las Montatias Rocallosas y todo el este y es el macho el que les lleva el alimento (Burton, 1984). de los Estados Unidos hasta las partes elevadas del norte de México, llegando SITUACI~N: AMENAZADA a Chiapas. Se ha registrado en Durango, San Luis Potosi, Veracruz, Estado de México, JUSTIFICACI~N: Al igual que otras especies del género Strix, Puebla, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, se conoce poco sobre esta especie en nuestro país, pero es probable Oaxaca y Chiapas. que las modificaciones de los bosques han producido una reducción de sus poblaciones. Es considerada amenazada por SEDESOL (1 994), principalmente por la dastrucción y deforestación del hábitat. CONSERVACI~N: Esta especie depende del bosque y requiere de árboles maduros para reproducirse; por esta razón, la mejor forma de conservarla es proteger sus hábitats como los bosques de coníferas en tierras altas de pino y pino-encino, además de pantanos, ríos arbolados y zonas ribereñas. Asio clamator (Vieillot, 1808) Descripción: Es una especie de mediano tamaño, con una longitud de alrededor Búho cara clara de 300 a 380 mm y con un peso de 320 a 440 gramos. Presenta un disco facial Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar blanco grisáceo bordeado de negro. El iris es cafe y el pico negro. Las plumas HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : Se desconoce mucho de su biología, auriculares son muy pronunciadas, a manera el búho cara clara es una especie poco común que se encuentra en de grandes cuernos. El dorso es leonado una amplia variedad de hábitats, en zonas abiertas con arbustos o con rayas café obscuro. Las partes inferiores parches de selva, sabanas, humedales, pastos y en ocasiones zonas son blanco amarillento y rayadas de café. de cultivo y áreas suburbanas. Se les puede encontrar solos o en Las alas son cortas y las plumas del vuelo parejas, en ocasiones en grupos de hasta 12 individuos. Se posan barradas de café negruzco, al igual que en arbustos bajos durante el día; inician sus actividades de caza al la cola. Las patas y dedos están emplumados, atardecer. Su principal alimento consiste en pequeños mamíferos, los dedos son de color negro. El juvenil grandes insectos, reptiles y algunas aves (Stiles y Skutch, 1989; presenta su disco facial canela, bordeado Mikkola, 1989).Aparentemente anidan en el suelo o sobre la vegetación, de blanco, negro y cafe, y el plumaje del en una superficie plana. Ponen de 2 a 4 huevos y la hembra incuba cuerpo es leonado, con barras color grisáceo. durante un periodo de 33 días. La reproducción se lleva a cabo entre diciembre y marzo. En Panamá se encontró un nido en un huerto de cítricos con dos jóvenes (Burton, 1984).

STRIGIFORMES Distribución: Se distribuye desde el JUSTIFICACI~N: Las modificaciones que han sufrido los ambientes sureste de México hacia el centro de América, naturales de selvas bajas y altas en las que se distribuye la especie, hasta el sur de Brasil y norte de Argentina. han afectado negativamente sus poblaciones. Esta especie es habitante En México se encuentra en Chiapas,Tabasco, de zonas densas de vegetación y zonas secas del sureste d e México Oaxaca y Veracruz (Enriquez et al., 1993; (Álvarez del Toro, 1949),tolera pocos cambios en su hábitat. Además Howell y Webb, 1995). de la pérdida del hábitat, otros factores que han afectado son los incendios forestales o en sabanas, colisiones con automóviles, o impactos en cercas de púas en potreros. SEDESOL (1994) la considera como amenazada. CONSERVACI~N:Una alternativa adecuada para la conservación de ésta y otras especies sumamente escasas es la protección de ambientes naturales. Esto es crítico para especies d e las selvas tropicales, que han sufrido elevados procesos d e deforestación. La consolidación de reservas como la de Montes Azules (Chiapas) y Calakmul (Campeche) son opciones importantes para la protección de la diversidad biológica en general y de esta especie en particular. Descripción: Es un tecolote de escasos Aegolius ridgwayi (Alfaro, 1905) 180 a 121 mm de largo, con un peso de 80 gramos. Su color es variable entre café Tecolote canelo y leonado. La cara es de color café amarillento muy pálido.Tiene el iris de amarillo a café, Paula L. Enríquez R. y José Luis Rangel-Salazar y pico negro con la punta blanca. La cabeza es grande, las cejas son blancas y la garganta HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: Pricticamente s e desconoce la café pálido. El dorso presenta tonalidades biología de esta especie en México. Es una ave estrictamente nocturna, leonadas. las partes ventralesno son rnoteadas. pero puede estar activa al amanecer o en el crepúsculo. Se le ha Las plumas secundarias y las rectrices registrado en el dosel de bosques fríos en tierras altas, como bosques son más o menos moteadas de blanco y de pino-encino, bosque de niebla, bordes de bosque, claros y pastizales las patas se encuentran emplumadas hasta con altos árboles dispersos. Posiblemente se alimenta de pequeños la punta de los dedos. mamíferos, como roedores, pequeñas aves y murciélagos (Stiles y Skutch, 1989). Su nido no ha sido descrito; se reproduce en la temporada de secas o al principio de la estación húmeda. JUSTIFICACI~N:El tecolote canelo es una especie restringida al Sur de México y Centroamérica. SEDESOL (1994) la cataloga como especie rara. En México hay escasos registros debido a su distribución restringida. Se considera en riesgo debido a que los bosques de tierras altas en Chiapas, han sido y están seriamente afectados por actividades antropogénicas, como deforestación, fragmentación de su hábitat y sobrepastoreo.

STRIGIFORMES C O N S E R V A C I ~ N :La estrategia a adoptar es la conservación del hábitat donde se distribuye, además de efectuar estudios sobre la biología de la especie, para poder proponer un plan de conservación adecuado. Distribución: Se distribuye desde Chiapas en el sureste de México, hacia el sur hasta las montaiías de Panamá.

CAPRIMULGIFORMES ORDEN CAPRIMULGIFORMES \" Y nadie levantó ni un dedo en su defensa hasta que fue demasiado tarde\". Fred Bodsworth, 1954 Descripción: Es un ave de gran tamaño, Nvctibius arandis (Gmelin). 1789 Lámina 23 aproximadamente de 510 mm de longitud y con un peso de alrededor de 600 gramos. Bienparado mayor Presenta dimorfismo sexual, siendo las hembras más grandes que los machos. José Luis Rangel-Salazar y Paula L. Enríquez R. Su color criptico varia de blanco a café amarillento, completamente barrado, moteado, HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: P o c o s e s a b e a c e r c a del y vermiculado con obscuro. Las alas y la comportamiento e historia natural del bienparado mayor. Su coloración cola se encuentran barradas con negro y apariencia críptica durante el día, así como su costumbre de perchar y café. El borde del pico es verde grisáceo, en árboles altos, hacen difícil su localización. Durante la noche y de obscuro a negro en la punta. El iris se le puede encontrar por medio de su prolongado, sonoro y áspero es café obscuro, el pico negro y los tarsos canto similar al gruñido de un perro. El ave presenta poca movilidad verde grisáceo (Land y Schultz, 1963). y sus desplazamientos son cortos; generalmente permanece en pocos El juvenil es blanco y las marcas oscuras sitios de percha y alimentación. Durante el día prefiere perchas están reducidas (Stiles y Skutch, 1989). que le permitan pasar desapercibido, como en árboles de leguminosas (Perry, 1979),y durante la noche se desplaza a sitios de alimentación, en donde se comporta como un cazador de percha y como un cazador en vuelo (Haverschmidt, 1948). Se alimenta de grandes insectos que atrapa al vuelo, especialmente escarabajos y mariposas nocturnas, además de pequeños murciélagos. Su temporada de reproducción se presenta generalmente entre los meses d e febrero a agosto. Su nido es una depresión en una rama horizontal y pone un huevo blanco moteado con manchas color café. J U S T I F I C A C I ~ N :La especie ha sido registrada en sólo dos ocasiones en el sureste de México. Durante un estudio intensivo d e aves en la zona selvática del sur de la selva Lacandona en 1987, fue reportado

como ocasional o accidental (Rangel-Salazar y Vega-Rivera, 1989). Distribución: Desde la selva Lacandona, En 1989, se volvió a documentar su presencia en la misma zona, Chiapas, en el sur de México hasta la parte como posible residente (Rangel-Salazar et al., 1991). Esta especie sur de la Selva Amazónica en Brasil. es considerada como amenazada o en peligro de extinción en México y el norte de Centroamérica (Ramos, 1985). SEDESOL (1994) la considera como amenazada. El bienparado mayor depende enteramente de extensiones considerables sin perturbación para su alimentación y reproducción, por lo cual se ha visto afectado por las elevadas tasas de deforestación de su único sitio de residencia en México, la Selva Lacandona. Aunque en Costa Rica es considerado de poco común a medianamente común. CONSERVACI~N: Es una especie muy rara que sólo se puede encontrar en un relicto de selva en el sur de la Selva Lacandona. Nuevas estrategias con respecto a la tenencia de la tierra, así como un manejo adecuado de la reserva, son esenciales para proteger al bienparado.

APODIFORMES ORDEN APODIFORMES \"Casi todas las especies que se han extinguido en tiempos recientes le deben su desaparición a la influencia directa o indirecta del hombre\". Cuy Mountfort, 1998 Descripción: Es un chupamirto de tamaño Campylopterus excellens (Wetmore, 1941) Lámina 24 mediano (130 mm de longitud total). No presenta dimorfismo sexual en el plumaje. Fandanguero cola larga pero los machos son más grandes que las hembras. La corona es de color violeta, Francisco Ornelas Rodríguez las partes superiores verde-metálico y bronceado, el vientre es gris y tienen una HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : Habita en la selva alta perennifolia mancha blanca atrás del ojo. Campylopterus y en vegetación secundaria, donde es un residente poco común (Coates- excellenses muy similar en forma y coloración Estrada y Estrada, 1985; Lowery y Dalquest, 1951; Winker et al., a C. curvipennis (Wetmore, 1941);sin embargo, 1992). En la estación de Los Tuxtlas es poco abundante, encontrdndose las plumas de la cola de C. excellens son normalmente en la vegetación secundaria que crece en los bordes y más largas y anchas, y el pico es más claros de la selva primaria (Toledo, 1975). Aunque parece preferir ancho en la base. Es de suma importancia el bosque primario, se le puede encontrar en vegetación secundaria, señalar también que existen diferencias bordes y claros de la selva y acahuales, pero no en zonas d e cultivo esqueléticas entre ambas especies (cráneo, (Winker et al., 1992). Sin embargo, dada la similitud de esta especie coracoides, húmero, ulna y fémur), en las con C. curvipennis, su situación en cuanto al tamaño de la población que se ha basado su posición taxonómica en Los Tuxtlas requiere una detallada confirmación. Se alimenta actual (Lowery y Dalquest, 1951; Winker del néctar de Erythrina folkersii en enero, febrero y marzo; del platanillo, et al., 1992). Heliconia spp., de mayo a agosto y de Juanulloa mexicana de marzo a junio (Toledo, 1975). Su reproducción en Los Tuxtlas se lleva a cabo entre septiembre y mayo (Winker et al., 1992). Probablemente forma \"leks\" difusos o arenas, en donde los machos se congregan generalmente en claros a desplegar o exhibir sus mejores características sexuales. En Los Tuxtlas las arenas de 2-3 individuos se encuentran en el dosel de la selva o cerca del suelo en arbustos de follaje denso (Winker et al., 1992). Los machos se perchan en una rama a vocalizar, realizando movimientos de la cabeza y las alas, y moviendo las plumas de la cola a manera de abanico. Los machos se pelean entre sí por la obtención de la mejor posición (percha) en la arena, como ocurre en otras especie con el mismo sistema de apareamiento. Las hembras visitan regularmente estos sitios para seleccionar al \"mejor\" macho

con el que se aparean posteriormente. Los machos son más grandes Distribución: Es un fandanguero endémico que las hembras, como en muchas especies con el mismo sistema de México, que sólo se encuentra en la de apareamiento. Durante la época de escasez de recursos florales Sierra de Tuxtla y en la región de Jesús que en Los Tuxtlas ocurre de octubre a enero (Toledo, 1975), esta Carranza en Veracruz, y en El Ocote en especie migra altitudinalmente hasta los 700-800 m, hacia tipos de Chiapas (Howell y Webb, 199s) vegetación como los encinares caducifolios, encinares y selvas bajas perennifolias, que actúan como refugios temporales (Toledo, 1975). SITUACION: EN PELIGRO DE E X T I N C I ~ N . J U S T I F I C A C I ~ N : Es un fandanguero endémico de México, con una distribución sumamente restringida al Istmo de Tehuantepec. Está considerado como amenazado (SEDESOL, 1994). Hay dos poblaciones en Veracruz, una en el Volcán de San Martín Tuxtla y sus alrededores, y la otra en Jesús Carranza, aproximadamente 125 km al sur de Los Tuxtlas. Por su distribución tan restringida y la gran destrucción d e la selva alta perennifolia en la zona donde habita (Dirzo y García, 1992), esta especie y el hábitat en el que se encuentra se consideran en peligro de extinción. CONSERVACI~N: En la Estación de Biología Tropical \"Los Tuxtlas\" de la UNAM, existe una población de esta especie. La estación comprende aproximadamente 700 ha de selva alta perennifolia protegidas como una reserva biológica para la conservación e investigación de los recursos bióticos del trópico húmedo (Gómez-Pompa et al., 1976). Sin embargo, la dinámica social y económica de la zona en las últimas décadas, ha provocado daños ecológicos irreparables en esta isla de selva alta perennifolia (Dirzo y García, 1992). Las 700 ha, con problemas de nuevos asentamientos humanos, no son suficientes para asegurar la supervivenciade esta especie, sobre todo porque realiza movimientos altitudinales. La Sierra de los Tuxtlas incluyendo la zona del Volcán de San Martin y la Sierra de Santa Marta han sido declaradas recientemente como Reserva de la Biosfera, lo que ayudará a la conservación de la especie. Una manera adecuada para aproximarse al problema de conservación de esta especie sería (1) conocer exactamente cuáles sus necesidades de alimentación (¡.e. recursos florales), (2) documentar con precisión sus movimientos altitudinales para entender las razones de tales movimientos, y (3) integrar el proyecto de conservación de la especie con otros esfuerzos locales de conservación. Otro aspecto interesante de explorar sería verificar si no existe flujo genético entre las poblaciones de C. excellens y las de C. curvipennis, pues ambas especies presentan una gran similitud morfológica. Esto es prioritario, pues la separación en dos especies hecha por Lowery y Dalquest (195 1) puede ser meramente un artificio taxonómico. Documentar diferencias genéticas o conductuales (por ejemplo, vocalizaciones) entre las dos especies es un paso prioritario.

Descripción: Es uno de los colibríes Lophornis brachylopha (Moore, 1949) más pequeños de México (60 a 70 mm de longitud total), con un penacho que Coqueta cresta corta hace al macho distintivo en el campo; el pico es muy corto y negro. El macho tiene Francisco Ornelas Rodríguez la frente y el penacho de color castaño; el dorso es verde bronceado, la cola castaña, HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : Sólo se conocen cinco ejemplares y la garganta y cara verdes; el vientre de esta especie mexicana. Dos machos fueron colectados por Chester es verdoso. La hembra no tiene penacho C. Lamb en 1947 (Moore, 1949), y un macho y dos hembras por y su frente es rojiza; la garganta de la colectores del Instituto de Biología, UNAM, cuarenta años después hembra es marcadamente blanca a diferencia (Ornelas, 1987). Los ejemplares de 1987 fueron colectados alrededor de otras coquetas, en las cuales es rojiza de Arroyo Grande (cerca de Paraíso), Guerrero, en una selva mediana (Moore, 1949; Ornelas, 1987; Banks, 1990; perennifolia a 1350 m; algunas consideraciones taxonómicas sobre Howell, 1992). la especie aparecen en los trabajos de Ornelas (1987) y Banks (1990). En esta localidad, L. brachylopha está asociada a otras especies de Distribución: Esta especie es endémica colibríes como Phaethornis superciliosus, Hylocharis leucotis,Amazilia de MBxico, y sólo se encuentra en San beryllina, Eupherusa poliocerca, Lampornis amethystinus, Heliomaster Vicente de Benítez y Arroyo Grande, a longirostris, Tilmatura dupontii, Atthis heloisa y Selasphorus rufus 13 km al noreste de Paraiso, Municipio (Ornelas, 1987; Howell, 1992; Navarro, 1992). Esta comunidad es de Atoyac de Alvarez en Guerrero (Moore, una mezcla tanto de especies de tierras bajas como de altas, incluyendo 1949; Ornelas, 1987; Howell, 1992; Collar especies visitantes de invierno (Ornelas, 1987). El tipo de vegetación et al., 1992). donde se encuentra, que incluye bordes de bosque mesófilo de montaña va de los 915 m en San Vicente de Benítez (localidad tipo) a los 1350 m en Arroyo Grande (Moore, 1949; Ornelas, 1987). Sin embargo, observaciones de esta especie hechas por Howell (1992) cerca de Nueva Delhi y al sur de San Vicente de Benítez sugieren un rango altitudinal de 900-1800 m. La especie es aparentemente común al final de la época de secas (marzo a mayo) en la zona de San Vicente de Benítez, Arroyo Grande y Nueva Delhi; sin embargo, no s e sabe con exactitud si realiza movimientos altitudinales (Howell, 1992; Collar et al., 1992). La reproducción se lleva probablemente a cabo en el bosque mesófilo de montaña de noviembre a febrero. No existen a la fecha registros de esta especie de junio a diciembre. Howell (1992) observó varios individuos forrajeando en flores de Clethra mexicana, Inga sp., Conostegia xalapensis (probablemente) y Cecropia obtusifolia. La mayoría de las observaciones fueron en C. obtusifolia, árboles que son defendidos por colibríes más agresivos (Amazilia beryllina y A. rutila). En Inga sp., sin embargo, L. brachylopha se comporta como un abejorro. JUSTIFICACI~N: La coqueta de cresta corta fue descrita originalmente como una subespecie de Lophornis delattrei (Moore, 1949). Sin embargo, su presencia en México fue cuestionada o ignorada por muchos ornitólogos dando poco crédito al registro de 1947, hasta que Ornelas (1987),

cuarenta años después, reportó su redescubrimiento. Howell (1989) y Banks (1990) revisaron los especímenes de colecciones científicas disponibles y los compararon con otras coquetas, proponiendo elevarla al rango de especie. Lophornis braclzylopha es una especie endémica a la Sierra Madre del Sur en Guerrero, en donde se ha colectado y observado a lo largo de la carretera que va de Atoyac de Álvarez a Paraíso, en parches de selva mediana perennifolia y bosque mesófilo (Moore, 1949; Ornelas, 1987; Howell, 1992). Su distribución aislada y la susceptibilidad del hábitat donde se encuentra, amenazan su supervivencia. En la región la selva es destruida a tasas alarmantes para el cultivo de café y maíz (Navarro, 1992),práctica que implica la destrucción del sotobosque. Por lo anterior se le considera en peligro de extinción (Ornelas, 1987; Collar et al., 1992; Wege y Long, 1995.) C O N S E R V A C I ~ N :No existe ninguna medida real de protección para la única población de esta especie recientemente redescubierta (Ornelas, 1987; Banks, 1990). Collar et al. (1992) la incluyeron en el libro rojo de la ICBPIIUCN como una de las especies amenazadas de las Américas. La zona en la que se encontró, un bosque tropical semideciduo, es una de las zonas de mayor diversidad de aves en un transecto altitudinal en la costa del Pacífico de Guerrero (Navarro, 1992). Se requiere de un gran esfuerzo para conservar esta región. La zona sobre todo alrededor de Nueva Delhi es importante, no sólo para L. brachylopha, sino para otras especies de aves como Eupherusa poliocerca, otro colibrí endémico en México, y Cyanolyca mirabilis, una chara endémica del país. La creación de zonas protegidas en esta región del país debe incluir tanto bosques de coníferas, como bosques mesófilos de montaña y bosques tropicales semideciduos que permitan a todas estas especies de aves migrar localmente entre unos y otros. Navarro (1992) y Collar et al., (1992) sugieren como prioridad la creación de una reserva que incluya todos los tipos de vegetación presentes en esta región. Otro argumento es que en la parte oeste de la Sierra Madre del Sur y de la Sierra Madre Occidental se encuentran varias poblaciones aisladas de colibríes y otras aves, que tienen una distribución discontinua como L. brachylopha (Ornelas, 1987) y Thalurania ridgwayi (Escalante y Peterson, 1992) con respecto a sus afines más cercanos en Centroamérica;ello sugiereque probablemente los bosques en esta porción de la Sierra Madre del Sur actuaron como refugios durante los periodos interglaciales del Pleistoceno.

APODIFORMES Descripción: Es un colibrí de tamaño Thalurania ridawavi Nelson. 1900 mediano, con un promedio de 9 cm. Los machos tienen la parte anterior de la frente Ninfa mexicana azul metalico oscuro. La parte posterior del cuello y demás partes superiores son Patricia Escalante Pliego de color verde metálico. La cola es moderadamente larga y ligeramente bifurcada, HISTORINAATURAL Y ECOLOG~A: Ocupa bosques húmedos como de color negro púrpura lustroso. La garganta el mesófilo de montaña y el tropical subcaducifolio. También persiste y el pecho son verde metálico brillante. en los cafetales arbolados, especialmente alrededor de arroyos (Escalante, El pico es moderadamente largo y de color 1988). negro. Las hembras presentan color verde bronceado metalico en las partes superiores. SITUACI~N: AMENAZADA Las partes inferiores son de color gris pálido y la cola presenta la punta blanca JUSTIFICACI~N:Es común localmente en el bosque tropical y tiene una banda subterminal ancha subcaducifolio, bosque mesófilo, bosque de galería y cafetales con (Escalante, 1988). el estrato arbóreo original. A pesar de que no hubo registros entre 1897 y 1950, se le registró en la década de los 80 (Nelson, 1900; Distribución: Es una especie endémica Schaldach, 1963; Navarro et al.,. 1991; Escalante y Peterson, 1992). de México con una distribución muy restringida. Esto se atribuye en parte a su distribución restringida, a la escasez Se conoce sólo del oeste de México, en de exploraciones y a la disminución de su hábitat por la apertura a los estados de Nayarit, Jalisco y Colima la agricultura y ganadería. El problema principal para su conservación (Escalante, 1988; Escalante y Peterson, es esa distribución restringida y la falta de conocimiento sobre sus 1992). requerimientos ecológicos (Collar et al., 1992). Es una especie considerada como amenazada por SEDESOL (1994). CONSERVACI~N:Dentro de su área de distribución las únicas áreas protegidas son la Reserva de la Biosfera de Manantlán y la Reserva del Cerro San Juan (27,000 hectáreas). Descripción: Es un colibri de 95 a 100 Hylocharis xantusii (Lawrence, 1860) Lámina 24 mm de longitud total. El macho es verde en el dorso; el pico es carmesí con la punta Zafiro de Xantus negra; las partes inferiores son canela con la garganta y el pecho verdes; la cola es Francisco Ornelas Rodríguez canela. La hembra es verde bronceado en el dorso; por abajo es canela-ocre, las plumas HISTORINAATURAL Y E C O L O G ~ A : La vegetación dominante en la laterales de la cola tienen blanco en la punta. Sierra de la Laguna es la de bosque de pino-encino y algunas porciones Ambos sexos tienen una línea blanca detrás de selva baja caducifolia. H. xantusii se encuentra en los bosques del ojo y una franja negra en los auriculares, de pino-encino, en donde muestra una marcada preferencia por cañones que pueden ser utilizadas como una buena marca para identificarlos en el campo.

con agua corriente (Wiggins, 1960; Arriaga et al., 1990). Realiza Distribución: Es un colibri endémico de movimientos locales, como muchas especies de colibríes, a parches la región de la Laguna en Baja California aledaños como zonas más áridas o selvas bajas, siguiendo la floración Sur, y de algunas islas del Golfo de California de las plantas que utiliza como alimento. La reproducción se lleva a hasta la Isla San Jos6. cabo en dos periodos. En las porciones desérticas de Comondú, ocurre de febrero a abril, en donde el nido es construido a escasa altura del suelo y en sitios con agua corriente. En las porciones más húmedas (Sierra de la Laguna), la reproducción ocurre de julio a septiembre. El nido es construido a 6 metros de altura en encinos y otros árboles, y no necesariamente asociados a cuerpos de agua. El material usado en la construcción del nido, que tiene forma de copa, incluye hojas secas, fibras vegetales, plumas pequeñas e inflorescencias secas, todo pegado con telarañas. La parte exterior de la copa es camuflada con líquenes de los encinos. Generalmente ponen solo dos huevos de color blanco, ovalado-elípticos (Wiggins, 1960). El hecho de que esta especie anide en dos periodos puede significar, por un lado, que su periodo de reproducción es largo o que tiene dos nidadas por año, como en muchas especies de desiertos y de los trópicos húmedos. Por otro lado, también puede significar que la identificación de los nidos requiere verificación. Otras especies dentro del mismo género se reproducen durante la época de lluvias; por ejemplo, H. leucotis en la Sierra de Manantlán y otros sitios de la República se reproduce de julio a septiembre (J. F. Ornelas, obs. pers.). Su alimento se compone de néctar y de artrópodos, tales como dípteros (Cecidomyia, Phora, Solenopsis geminatus, Psyllus), escarabajos y arañas (Lucas, 1893). Wiggins (1960) observó a este colibrí forrajeando en flores de Lysiloma spp. y Ruellia peninsularis. Arriaga et al., (1 990) estudiaron las relaciones entre H. xantusii y los madroños de la Sierra de la Laguna. Aparentemente la población en la Sierra de la Laguna depende del madroño (Arbutuspeninsularis), un árbol endémico en la región del Cabo, durante los últimos meses del invierno (febrero y marzo). Después de la época de lluvias, el colibrí se alimenta de néctar de varias especies de plantas y arbustos como Castilleja bryantii, Lepechinia hastata, Behria tenuiflora,Lobelia laxifZora var. angusti,folia, Calliandra peninsularis y Mirabilis jalapa (Arriaga et al., 1990).También consumen el jugo de los frutos de ciertas cactáceas que han sido perforadas por hormigas (Grzimek, 1975) y esto les permite aventurarse en los desiertos que rodean la Sierra de la Laguna. Poco se sabe sobre depredación en colibríes; sin embargo, Lamb (1925) observó a un cuervo destruyendo un nido de esta especie. SITUACI~N: AMENAZADA. J U ~ T I F I C A C I ~ NE: ste colibrí tiene una distribución restringida al extremo sur de la Península de Baja California, en la Sierra de la Laguna y algunas islas del Golfo de California. La Sierra de la Laguna es una \"isla\" de vegetación rodeada de desierto y mar (Arriaga et

al., 1990). Tal aislamiento y el constante desarrollo turístico y urbano en esta parte de la península son una amenaza para el hábitat y la sobrevivencia de la especie. C O N S E R V A C I ~ N :Este colibrí está incluido como especie amenazada en SEDESOL (1994). La Sierra de la Laguna cubre 20,000 ha de bosque de pino-encino y selva baja con un rango altitudinal de los 1800 a los 2200 m en la región del cabo en Baja California Sur (Arriaga et al., 1990). La vegetación del bosque es dominada por Pinus cembroides var. lagunae, Quercus devia, Quercus tuberculata, Arbutus peninsularis y Nolina beldingii (Arriaga et al., 1990). El Centro de Investigaciones Biológicas en La Paz, Baja California Sur, promovió la protección legal de la Sierra de la Laguna como una Reserva de la Biosfera debido a su importancia ecológica y porque es la zona de recarga acuífera más importante en el estado de Baja California Sur (Arriaga et al., 1990). La creación de la reserva ha sido el primer paso para la protección de varias especies y subespecies endémicas de la Sierra de la Laguna. La protección d e las Islas del Golfo de California es una buena medida adicional. Es necesario, sin embargo, saber cúal es la situación de las distintas poblaciones de esta especie, tanto las de la Sierra d e la Laguna como las que se encuentran en varias islas del Golfo de California. Por ejemplo, no se sabe si esta especie es capaz de desplazarse entre las islas y la península. Descripción: Es un colibrí de aproxi- Euplzerusa cyanophrys Rowley y Orr, 1964 Lámina 30 madamente 104 mm de longitud total. Presenta dimorfismo sexual en el plumaje. El macho Colibrí oaxaqueño es de color verde metálico oscuro, presentando una banda de color canela en la parte Francisco Ornelas Rodríguez superior de las alas; la cola es blanca. La hembra es verde metálico en la parte H~STORNIAATURAL Y ECOLOG~A: Se tiene muy poca información dorsal y el vientre es pardo (Rowley y sobre la historia natural y ecología de esta especie. En la Sierra de Orr, 1964; J. F. Ornelas, obs. pers.). El Miahuatlán su reproducción se lleva a cabo en los meses de septiembre macho de esta especie es similar al de y octubre (Rowley, 1966). Sin embargo, Binford (1989) menciona E. poliocerca, excepto e n e l color de la que es de mayo a principios de noviembre. Construyen su nido con corona, que en vez de ser verde es azul líquenes y musgos unidos por telarañas; algunas veces el nido es metálico, cambiando a violeta dependiendo cubierto con inflorescencias rojas de Salvia. Este colibrí parece ser del ángulo de incidencia de la luz. y en solitario y es rara la ocasión en que se puede observar a más de un el patrón de coloración de las plumas de individuo (Rowley, 1966). Sobre los recursos que utiliza, la información la cola. El pico es negro y aserrado hacia es casi nula. J. F. Ornelas y M. C. Arizmendi (obs. pers.) los observaron la punta como en todas las especies del forrajear en Calliandra grandiflora, Musa sp. y en las flores del género. café (Coffea arabica) durante el mes de marzo, en Río Ranas, cerca de San Gabriel Mixtepec. No establece territorios, como es el caso de muchas especies de colibríes. Stiles y Skutch (1989) señalan que


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