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El Sanador de la Serpiente

Published by Victoria Leal, 2021-07-27 17:36:52

Description: El Sanador de la Serpiente

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Victoria Leal Gómez En el reino de Älmandur, tres grandes razas se encuentran y pueden interactuar entre sí. Luego hay otra raza pequeña que solo unos pocos pueden ver y que prefiere mantenerse al margen. En el Libro de las Hojas Perennes, Älmandur escribió muchos detalles sobre estas razas y también acerca de su genealogía , datos que extende- rían excesivamente este relato, por lo que solo se han incluido aquí los más relevante, para su disfrute. En este modesto apartado, hablaremos de las cuatro razas del reino de Älmandur, su origen y, por supuesto, entenderemos la forma en que se mide el tiempo en Älmandur y las lenguas que se hablan en ese reino, sin olvidar un breve pero importante reporte sobre la geografía de este sitio antes de discutir los hechos que allí ocurrieron. Sobre el Primer y Último rey. Nos referimos a él como Rey para que nuestros sentidos humanos en- tiendan su liderazgo sobre las naciones, pero en realidad, esta presen- cia no tiene una definición exacta más cercana que la de “Creador” (o Ële-hömi, en el lenguaje del Sgälagan que significa “El Hombre de las es- trellas “). Esta presencia es eterna y luego, con un suspiro de su palabra, creó el tiempo, el espacio y todo lo que sabemos del mundo ordinario, pero también creó lo invisible para nuestros ojos. El Primer y Último Rey tiene su residencia física en el sol más brillante, el Sol de la Justicia, y disfruta del contacto directo con los Sgälagan en busca de la Sabiduría Eterna, conferida por este Rey generoso. Otorgar más información sobre esta presencia es inventar referencias, incluso su nombre real es desconocido pero es de conocimiento público. Como dato relevante, y el que debería grabarnos en la cabeza; el Primer y Último Rey (o simplemente el Primero y el Último como a menudo se le llama) pidió a su creación que esparciera la Sabiduría Eterna por toda la tierra. Por supuesto, quienes no están interesados en hacerlo son libres de ignorar la solicitud, pero quienes aceptan dispersar este cono- cimiento los hacen felices, agradecidos de haber sido creados. Quienes difunden el conocimiento son los Sgälagan y tienen la capacidad de es- cuchar al Primero y al Último como si estuviera junto a ellos. Sobre los Sgälagan. Los Altos, o como se llaman a sí mismos en su idioma, Sgälagan, (hacen el acento de las palabras donde cae la diéresis. Entonces, diríamos Sgála- gan. Hablaremos un poco sobre este idioma) siempre están en contacto directo con Ële-hömi. Sgälagan, en nuestro idioma, se traduce como Sirviente, un concepto que define el trabajo de estos hombres y mujeres. Los Sgälagan eran un pueblo numeroso pero hoy podemos afirmar con certeza que sólo uno de ellos deambula por el mundo, mezclándose en- 601

El Sanador de la Serpiente tre nosotros (no en sangre, sólo en presencia). Se dice que estas perso- nas eran pacíficas y con claras tendencias hacia la música, ya que sus finos sentidos lo permitían. Les gustaba la buena comida, la fiesta y de- jar de lado los problemas cubriéndose el sol con un dedo. Ciertamente preferían la tranquilidad y si podían hacer negocios con los adversarios tanto mejor, así salvaron muchas peleas pero también atrajeron a bas- tantes con su manía de ignorar incluso las órdenes del Primer y Último. Sin embargo y a pesar de sus errores y falencias, eran personas honestas y amables, con una sonrisa eterna y una mano generosa. La mayoría de los Altos son amables y de pocas palabras pero también hay corazones traviesos, algunos se vuelven más infantiles que los propios niños. La palabra Sgälagan es un término que cubre amplias áreas ya que no todos los Sirvientes eran altos con cabello dorado real, también había pieles cobrizas o amarillas, ser un Sgälagan significa ser obediente en los designios del Primer y Último Rey para que cualquier persona dispues- to a servir es automáticamente uno de ellos. El idioma hablado por estas personas fue acordado por el soberano del grupo más numeroso, (cuyo nombre es Thul) los provenientes de la constelación de la Lira y ese idioma recibe el mismo nombre que los Sirvientes, siendo el más fácil de aprender. En el año 17.000 en el relato de este pueblo de la Lira fue que sus carros celestiales llegaron a este mundo con el objetivo de reunir con la crea- ción manufacturada cinco mil años antes, los humanos de este mundo. El retorno estuvo relacionado con el retorno a los valores que cuatro mil años sembraron porque el Äingidh, de quien hablaremos más adelante, corrompió esta sabiduría, sumergiendo a los humanos en extrañas cos- tumbres. Entonces, parte del Sgälagan de la contienda de la Lira decidió quedarse y, para evitar conflictos, adoptaron la cultura local de la monarquía y fueron proclamados reyes de diferentes tierras (entre las que se encuen- tran Älmandur y Siam) porque los humanos tomaron a los Dioses por esos seres de los cielos y no les tomó mucho tiempo seguir sus órdenes siempre correctas y pacíficas. El primer rey Sgälagan proclamado en este mundo se llamó Älmandur y, por lo tanto, así fue nombrado su reino. Este hombre y su esposa eran la representación típica del Sgälagan de la Lira, mostrando una enorme altura de tres hombres y una larga melena descolorida por los años pero de origen dorado. Encontramos más datos sobre este rey en el Libro de las Hojas Perennes. Sus orejas eran alargadas y terminadas en punta y muchas veces afir- maban que eran más largas en su juventud ya que las puntas crecían con los años pero un buen corte les ayudaba a mantenerlas manejables. Debido a su increíble altura y sabiduría, los humanos llamaron a estos Sgälagan como Altos y en Älmandur se les llamó de las dos formas. Con 602

Victoria Leal Gómez el tiempo, algunos sirvientes de los Altos se casaron con hombres y mu- jeres de este mundo y, por lo tanto, nacieron mezclados con orejas más cortas que las de sus padres pero con sentidos agudos (estas relaciones de Sgälagan con los humanos fueron mal vistas por los reyes debido al trabajo de ellos no era mezclar su sangre con la humana) El paso de los siglos y la sangre pacífica de los Sgälagan terminaron separándolos del bullicio de la capital del reino, los mestizos se trasladaron a los bosques y la montaña donde vivían escondidos. A lo largo de los siglos, los Sgälagan adoptaron costumbres de los huma- nos como el uso de armas y el gusto por el alcohol, aunque a diferencia de los humanos, los Sgälagan lo reservaban para sus fiestas o para el frío. Aquellos que no deseaban mezclarse con humanos viajaron a los confines de la montaña, incluso más allá de las fortalezas de Äingidh, y allí fundaron su región. Estos Sgälagan encontraron tanta quietud en su cueva que se olvidaron de servir al Primer y Último Rey, dedicándose exclusivamente a beber, acumular gemas y custodiar el carro celestial que les ayudó a llegar a este mundo humano. Sobre los Äingidh. Anteriormente hablamos sobre la petición del Primero y el Último: di- fundir la Sabiduría Eterna a todas la tierra. También se aclaró que todo ser vivo puede ignorar este pedido y seguir su vida como tal, pero hay quienes niegan el pedido, acusándolo de abusivo; y que también se de- dican a negar la existencia del Primero y del Último. Estos son los Äin- gidh, antiguos Sgälagan abatidos en guerra que rechazan a Ële-hömi y que han inventado una cultura ausente de este Rey, adorando a una dei- dad con un nombre impronunciable que da poder a los que se rebelan contra la voluntad del Primero y del Último. Por supuesto, el poder del Äingidh se extiende más allá de lo mencionado e incluso son capaces de dominar los elementos con su simple deseo, sin embargo, al eliminar la luz de Ële-hömi de sus mentes, la inteligencia también se elimina, el Äingidh es incapaz de pensar más allá de cumplir una orden. Es por esta razón que este grupo siempre está buscando un líder, preferiblemente un humano o un Sgälagan recién caído. En Älmandur se les conoce como “alimañas” porque sus costumbres cotidianas te permiten olvidar fácilmente que eran personas (por ejem- plo, perseguirse desnudos por los campos o mordisquearse huesos antes enterrados como colección), sin contar sus caras deformadas quemadas por riñas internas. Se han documentado Äingidh de tres ojos o dos cabezas, sin nariz o, más comúnmente, sin poder pronunciar ninguna palabra a pesar de comprender cualquier idioma. Estas personas creen firmemente que Ële-hömi los castiga por negarlo y vivir la vida como lo creen oportuno, como venganza suelen destruir 603

El Sanador de la Serpiente la creación de este Rey en forma de protesta e incluso son capaces de comer carne humana como mensaje contra el castigo del Primero y del Último (aunque la verdadera razón es que les gusta devorar a otros seres vivos mientras aún respiran). En el año 15.651 del calendario Sgälagan, los Äingidh dejaron su bas- tión central en la Constelación del Cazador en busca de mejor carne y la encontraron aquí en el Mundo de Cristal (esto es lo que algunos Sgälagan llaman a este mundo y se debe a la fragilidad de su equilibrio). En aquel entonces, los Äingidh no eran seres tan deformados, algunos incluso conservaban el esplendor de la belleza de Sgälagan; así que se mezclaron con la gente de los primeros asentamientos proclamándose reyes, siguiendo sus propias costumbres e imponiéndolas a humanos inocentes que eran sumisos, o promiscuos, temiendo los castigos apli- cados a aquellos que negaban al primer Rey Äingidh llamado Jo-havë, quien tiene su propio culto porque fue nombrado deidad algún tiempo después. Jo-havë merecería una sección demasiado larga, por lo que sólo diremos que es el primogénito de Thül y Sëkemenkäre, antiguos soberanos de los Sgälagan nacidos en la Constelación de la Lira. Jo-havë fue el primer Äingidh, el Primer Rey de estos renegados, tomó el verdadero nombre del Primero y del Último, deformándolo a su gusto para glorificarse a sí mismo. Permaneció unos siglos en nuestro mundo antes de ser asesina- do por su propia gente pero algunos prometieron traer de vuelta a este hombre en busca del poder que otorga. Sobre los humanos de este mundo. Ële-Hömi creó a su imagen a los habitantes humanos del de- sierto, siendo ellos de piel pálida y cabello dorado de imponente altura y huesos firmes. Desafortunadamente, el paso de milenios y los Äingidh corrompieron esta cultura y muchos de ellos adoraron a deidades inven- tadas en lugar de servir al Primero y al Último. Los Sgälagan vinieron de los Cielos a este mundo heredando su cultura y las huellas de sus elaboradas regiones y puertos donde estacionaban los carruajes celestiales. Estos sitios fueron utilizados por los humanos de este mundo como santuarios donde se ofrecían frutos a los Sgälagan que, con el paso de los milenios, fueron llamados Dioses, pero que no son más que servidores del Primero y del Último. Los humanos del norte vivieron tranquilamente en sus tierras durante 2.651 años, momento en el que los Äingidh llegaron a imponer su cul- tura monárquica y todo lo que implicaba, enviando hombres a la guerra ... sangre por sangre. El paso de los milenios sería testigo de la expansión de este reino san- griento que rompió los lazos entre todas las razas de este mundo, se- parando sus culturas y el idioma único que se transformó en muchos idiomas. 604

Victoria Leal Gómez Acerca de Los Diminutos. Estos pequeños seres invisibles a los ojos de la gran mayoría se clasifican en tres grupos, siendo los más abundantes los Herreros de Fuego que viven en cualquier llama maliciosa que se despierta con o sin intención. Su origen es el aire y siempre cazan cualquier hierba a la luz del sol. El único objetivo en su vida es crecer lo más posible y tener mi- les de niños con los que quemar un bosque entero antes de desaparecer para siempre. Son renovadores de los suelos en su estado natural pero si son provocados por manos humanas son despiadados y desenfrenados por lo que evitarlos es la mejor idea. Cuando no están prendiendo fue- go, los Herreros hacen honor a su nombre y se quedan viviendo en los bosques o piedras, forjando vasijas o joyas, obteniendo los materiales directamente de los Comerciantes de Estrellas, de los que hablaremos en un momento. Estos diminutos son imposibles de atrapar, pero si los humanos alguna vez desarrollaran un frasco capaz de contenerlos, ve- ríamos una figura larguirucha como un dedo medio, naranja, siempre riendo y saltando. Claro está que diestros brujos han capturado estas criaturas y usado a su antojo. El segundo grupo, en orden de abundancia, son los Bailarines del Tré- bol, personitas de piel verdosa que tienen la costumbre de vivir en la planta baja por lo que es normal que los zapatos humanos los aplasten. Sin embargo, no es algo de qué preocuparse porque los Bailarines del Trébol son muy flexibles y si les aplasta una suela es probable que el bailarín se estire al máximo, cubriendo toda la superficie del zapato an- tes de retomar su forma tras ser aplastado, propinando una cadena de insultos irrepetibles. Tienen medio trébol de altura y las hojas de estos se utilizan como te- chos de sus casas, siempre cálidas y tejidas con pastos rígidos y pétalos de flores caídos. Los Bailarines tienen un sentido tan soberbio de la fies- ta que cualquier motivo es bueno, por eso los Sgälagan los bautizaron así ya que muchas veces se les vio cantando y bailando sobre los tallos de las flores, reuniendo a las numerosas familias. Estos pequeños nacen de las frutas que caen maduras al suelo y siempre florecen por cientos, por lo que contar a los Bailarines del Trébol es una odisea sin fin. Como detalle, la mayoría de los ladrones se llaman Trënti (que se traduce como Ladrón) y no bailan ni cantan, suelen ser ermitaños gruñones con la ba- rriga abultada que llevan fácilmente la fruta en la cabeza, con paciencia y amor por contar arroz en la casas visitadas. El tercer grupo, el más escaso; Son los Comerciantes de Estrellas cuya residencia habitual está bajo las piedras heladas de las montañas nevadas y, a diferencia de los Bailarines, los Comerciantes son extremadamente duros y afilados por lo que es una mala idea aplastar a uno descalzo. Son reservados y hogareños, disfrutan de los espacios cerrados y las bebidas 605

El Sanador de la Serpiente calientes, pero tienen un gran ojo para intercambiar gemas de la mon- taña con otras diminutas. De hecho, podríamos decir con toda certeza que estos pequeños nacen y viven para el intercambio de brillantes ge- mas, siendo su segunda actividad beber bajo una cómoda piedra con un buen agujero cavado. Su altura es variable pero las más habituales llegan hasta un clavo de techo, siendo las más altas entre todas las diminutos. Recordemos que, por muy amigable que nos parezcan estas criaturas, no son creaciones del Primer y último sino espíritus de Sgälagan rene- gados que se han visto castigados por su rebeldía. Acerca de los idiomas que se hablan en Älmandur. Seremos breves al respecto ya que no hay mucho que decir. El idioma hablado por los hombres de Älmandur es llamado Crïostalen (literal- mente significa “cristalino”) por los Sgälagan. Este lenguaje es de ca- rácter fuerte, siendo muy diferente de la forma original traída por los siervos creadores de estos hombres, quienes enseñaron el tradicional Sgälagan de pronunciación suave y lenta. Durante estos años conocemos al Crïostalen como germánico, pero no está claro si realmente fue enseñado por el Sgälagan o fue una mezcla con la pronunciación del Äingidh. El Sgälagan es un idioma tranquilo, sin letras repetidas y sin exclama- ciones ni signos de interrogación, por lo que en ocasiones las consultas realizadas por los Sgälagan se tomaban como órdenes (gracias a este pequeño inconveniente, se cree que los altos son gente petulante). Lo importante a recordar es la pronunciación de las palabras que, como se mencionó anteriormente; se acentúa la sílaba donde cae la diéresis. Cada letra acompañada de una “h” se lee como una “z” (como es el caso de Äingidh o Thëriedir) y la “h” al comienzo de una sílaba irá acompa- ñada de un guión, lo que indica un breve suspiro, como si era de una “j” suave (como es el caso de Jo-havë). No hay palabras que comiencen con la letra “h” debido a la pausa adecuada que se merece. En el Libro de las Hojas Perennes hay una sección completa dedicada a este lenguaje por lo que, a efectos prácticos, las explicaciones necesarias terminan aquí. Sobre el calendario utilizado en Älmandur Cuando los Äingidh robaron la creación, borraron todas las formas de escritura y cronometraje para promover sus propios rituales. Sin embar- go, con el establecimiento de Älmandur en el Valle Eterno, se reanudó el uso del Calendario Bünaites (que se traduce como “primordial”), que se basa en los períodos de la naturaleza a lo largo de un año. Para facili- tar la comprensión del calendario, el Sgälagan utilizó el Crïostalen para referirse a los meses para los que se desconocen los nombres originales. atttt 606

Victoria Leal Gómez Calendario Calendario Bünaites Celebración/Suceso Gregoriano Mes del Sol ·Equinoccio de Verano. Marzo ·Festival de los Altos. Abril Mes del Heno ·Nacimiento de los animales de Mayo Mes de la Cosecha granja. Junio Mes de las Hierbas ·El nombre del mes lo menciona. Julio Mes del Vino ·Equinoccio de otoño. Agosto Mes de la Niebla ·Recolección de brotes para el invierno. ·El nombre del mes lo menciona. ·Última oportunidad de asegurar el invierno con provisiones. Septiembre Mes del Ungido ·Solsticio de invierno. ·Nacimiento del Primer y Último. · Octubre Mes del Hielo Noviembre Mes de las Cornamentas ·Nacimiento de los ciervos, se toma como anunciación de mejores días. Mes de la Primavera ·Equinoccio de Primavera. Diciembre Enero Mes Salvaje Grandes ·Abundancia de todo animal en el Febrero reino. Mes de las ·Fiesta al Hijo del Primer y Bendiciones Último. ·Advenimiento del verano. ·Máximo esplendor de la vida salvaje.   Cubiertos los apartados referentes a la cultura de la región procedere- mos a revisar su territorio culminando con las genealogías de las casas más influyentes en Älmandur. Para detalles más precisos sobre otras locaciones en el reino, platos po- pulares y creencias de las diferentes villas entre otros, recomendamos revisar el Libro de las Hojas Perennes. 607

El Sanador de la Serpiente MAPA DE ALMANDUR 608

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El Sanador de la Serpiente ORIGEN DE LOS ÄLMANDUREN SGÄLAGAN ËLE-HÖMI ? BENÉ SHEVA Siervos de Ële-Hömi escogió tres pueblos Los exiliados ANNUNEN Negaron a Ële-Hömi \"SEKEMENKARE\" THÜL TAGNAH TARSIS Líder Sgälagan Líder Annunen MORISHA KAJ AIVAN \"JOHAVË\" ELISIA SHAILËSH FIBO INDALO El Traidor Quien asumió la El Anacoreta Carga KËERLA ALOK ÄLMANDUR Quien fundó el Reino ÄNTALMÄRNEN TÄIOIANE ÄNTALDÜR NÄURIE ÄERENDIL LINÄWEL ÖROPHEL TËITHRIEL SEBASTIAN THERIËDIR ËRUENDIL ËLEMIRE SËRENËNDIL 610

Victoria Leal Gómez CASAS DE VON FREIHERR- KLOTZBACH Y AZALEA-VON HESH RAIK VON LISA VON JUNKER- FREIHERR ERBHERR WALTHER MIRIAM RICHARD ARNOLD PAULA STEFFEN HILMAR FRÖLIG HILDA VON FREIHERR CASA DE KLOTZBACH AGNES VON FERDINAND ARNULF FREIHERR KLOTZBACH VON FREIHERR CATALINA VON ESTUARDO FREIHERR KLOTZBACH SEBASTIAN TËITHRIEL LOTUS KLOTZBACH KLOTZBACH ALBERT VON ADALGISA VON HAGEN NADIN SCHMIDT FREIHERR JUNKER VON FREIHERR CASA DE AZALEA-VON HESH GRETCHEN VON HELMUT FRAUKE NIKOLA STELLA JUNKER VON FREIHERR VON FREIHERR VON HESH DE AZALEA LËNA HELEN ? NÄRSCHA VON HESH ANIK IFRIT HILFRUN DE AZALEA VON LÖRELAI SANDRA HESH RÖMELA ZAGROS SELENE TÏRNÄ VON HESH DE MIREMÄR AZALEA SWAN PHINEAS XIANA DE AZALEA 611

El Sanador de la Serpiente La existencia de Älmandur depende del verdadero Heredero al Trono, dado por muerto hace doce años atrás. Antiguos aliados del reino luchan por alejar a los Altos de sus dominios, fuerzas del Abismo codi- cian el último refugio del Cielo en la Tierra. El destino del reino yace en manos de un muchacho llamado Wilhelm, abandonado a su suerte en medio de un bosque que se lleva sus recuerdos. Terribles desafíos encuentra en su camino, tropie- za con leyendas y roturas en su alma pero siempre mantiene la inocente esperanza de volver a casa, su amado Reino de Älmandur. 612


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